martes, 30 de junio de 2015

Midiendo las palabras


Con la entrada en vigor de la llamada Ley Mordaza, todos los que nos dedicamos a opinar a diario sobre lo que sucede a nuestro alrededor, vamos a tener que hacerlo, irremediablemente, midiendo  las palabras y aunque hayamos procurado, en todo momento, no traspasar la línea del respeto que debemos a Instituciones y personas, la nuestra será ahora una minuciosa labor de repaso, para no incurrir en ninguna de las muchas cosas que esta ley considera delito, aunque mutile gravemente nuestra libertad de expresión.
Habrá que estar, mientras se escribe, con los cinco sentidos puestos en el texto, sobre todo cuando el tema tratado en el artículo sea de esos que en sí mismos, provoca indignación y rezar cada cual lo que sepa, para que lo expuesto no hiera la extrema sensibilidad demostrada por el Partido Popular, que estaba deseando aprobar esta medida, para evitar cualquier tipo de oposición y poder gobernar tal como le permite su mayoría, sin consultar a nadie.
Todos esperamos en el fondo, que el Constitucional tumbe la Ley lo más pronto posible o en su defecto, que sólo tenga vigencia los pocos meses que le quedan al PP en el gobierno, ya que estamos seguros de que cualquier otro Partido que triunfe en las Generales, la abolirá en cuanto tome posesión del poder, como no podía ser de otra manera.
Muchos de nosotros, junto con los  ciudadanos de a pie, seguramente infringiremos esta Ley, de manera presencial o virtual, según nos dicte la conciencia y a partir de hoy, habremos de enfrentarnos, como vulgares delincuentes, como poco, al pago de las multas que se contemplan para cualquiera de las acciones reflejadas en el Documento y cuya cuantía sobrepasa, con mucho, la naturaleza de los supuestos delitos.
Ya nos gustaría que se empleara una contundencia por lo menos igual, con los miles de corruptos que pululan por las esferas de la política ocupando cargos desde los que se dedican a saquear las arcas del Estado, impunemente.
Pero no. Se penaliza la protesta de los ciudadanos, se blinda el Parlamento, como si los que habitan allí pertenecieran a una clase superior e intocable y no unos simples representantes elegidos a través de las urnas, pagados con los impuestos de los españoles.
No me cabe la menor duda de que la vigilancia que se ejercerá sobre nosotros a partir de hoy, no será ni de lejos, comparable con la que se practica contra los verdaderos delincuentes y menos mal que al menos, sabemos que contamos con el apoyo incondicional de la Sociedad, en este negro camino que iniciamos , absolutamente indignados por la entrada en vigor de este proyecto.
Puede sin embargo, que los populares olviden que muchos de nosotros vivimos durante la dictadura y que existen atajos para llegar a un mismo destino e inteligencia para sortear los escollos que otros coloquen a lo largo del trayecto.
La lengua española es tan rica y son posibles tantas combinaciones de palabras para conseguir expresar una opinión, que la única tarea que se nos impone, es la de buscar nuevas alternativas y pueden estar seguros de que más temprano que tarde, las encontraremos.
Y aunque era mucho mejor hablar en total libertad de las cosas que juntos vivimos, aceptamos el reto que nos impone, con esta Ley, este gobierno, con el que aún podemos decir que no estamos de acuerdo y al que deseamos, de todo corazón, que pierda las próximas elecciones, por goleada.


lunes, 29 de junio de 2015

Una cuestión de honor


No cede Tsipras a las exigencias de la troika europea y convoca un Referendum para que sean los  griegos  quienes decidan democráticamente lo que desean hacer con su destino, ofreciendo un ejemplo de honestidad que para sí quisieran todos y cada uno de los gobernantes de la Comunidad, cuyo servilismo ha llevado a las Naciones a soportar gravísimas tragedias.
La insensibilidad de los fuertes con las penurias que atravesamos los ciudadanos del sur y muy especialmente los helenos, resulta tan evidente para los ojos de todos los que seguimos con expectación el desarrollo de esta historia, que no necesita más explicación que la que ya ofrecen a diario los que manejan los hilos del poder y que demuestra, sin ningún género de dudas, su afán de colonización y que nada importa la realidad cotidiana de la gente, sino el culto al dinero.
Pero la soberbia y la avaricia sin límite han de tener, necesariamente, una respuesta y era lógico que llegara el momento en que alguien intentara poner freno a las afrentas recibidas y aunque, para su desgracia, Grecia se encuentra sola ante todos los peligros, su postura de inmovilidad, la decencia de permanecer de pie, soportando el paso del huracán con la cabeza alta y su negativa contundente a ser fagocitada por un sistema económico insaciable, no puede por menos que provocar una ola de solidaridad y apoyo de todos los europeos que se ven obligados a compartir esta negra etapa de la historia.
Si tiene que abandonar el euro y elaborar un plan para salir adelante, rompiendo la unidad virtual de una Comunidad sin corazón, capaz de asfixiar a sus socios justamente cuando más la necesitan, sea. El efecto que puede causar esta salida, para enojo de los más poderosos, puede ser absolutamente contagioso en aquellas áreas en que también el futuro pende de un hilo y que desean al mismo, como en el caso de España, un cambio radical de la forma de hacer política, apostando en cuanto les llega la ocasión, por Partidos de nuevo cuño.
Esto lo saben muy bien en Bruselas y es una gran baza con la que jugar que Tsipras debe aprovechar hasta las últimas consecuencias.
Porque ¿qué hará Europa si los griegos deciden abandonar el euro? ¿Invadir el país? ¿Cerrar los bancos provocando un corralito al estilo argentino? ¿Intentar masacrar sin escrúpulos la voluntad de un pueblo libre, solo para cobrar el montante de una deuda usurera que no podrán pagar jamás, si el país se paraliza? ¿Dar un golpe de Estado?...
Ándense con cuidado, porque las Generales en España están a la vuelta de la esquina y en vista de los resultados obtenidos en Municipales y Autonómicas, bien puede preverse lo que sucederá el próximo otoño y si a Grecia le salen aliados, la lucha de la Comunidad por mantener las políticas de los poderosos, los recortes en medios y derechos, no va a ser ya tan fácil como en principio se pensaba y puede terminar en un estrepitoso fracaso y un derrumbe de este Sistema castrador, que hace insoportable continuar para la mayoría de la gente.
Buscar una salida intermedia se hace  prácticamente imposible. No hay lugar para más concesiones donde no queda nada que dar y no queda otra que resistir para que al menos, si se pierde, se haga con honor, conservando la dignidad y la independencia a la que todas las Naciones tienen derecho.
Mientras los griegos amanecen hoy con los bancos cerrados, los ojos de los europeos miran directamente la intolerancia de sus dirigentes, pensando que no existe mayor vergüenza que intentar denigrar a los más débiles, hasta provocar tácitamente su extinción.
No podemos hacer otra cosa que posicionarnos al lado de Tsipras.


domingo, 28 de junio de 2015

Página en negro


No le están poniendo fácil a Túnez salir del pozo negro del que huyó cuando se convirtió en protagonista de la Revolución de los jazmines, ni alcanzar aquello que soñó cuando hastiada de tiranía, alzó la voz para reclamar esa libertad necesaria por la que luchan todos los pueblos.
No le están permitiendo evolucionar ni construir su propio camino, aún siendo como ha sido ejemplar, en el tránsito necesario para cualquier cambio, por leve que sea, quizá porque no fue la suya una rebelión sustentada en un frente común, sino una alianza provisional de fuerzas de distintos pensamientos, reunidas puntualmente para derribar a un enemigo, pero con ideas diametralmente opuestas de cómo debía ser aquel futuro que ahora se ha convertido en presente.
Ya dijimos entonces que había un enorme riesgo de caer o en una Occidentalización o en un radicalismo islámico y que sería bueno para los países implicados en aquella revolución mantener por encima de todas las cosas una identidad propia, capaz de rechazar desde el principio la influencia de los unos y los otros.
Los atentados ocurridos en Túnez, corroboran nuestros temores de entonces y colocan a esta nación, que empezaba a emerger de las tinieblas, en una cuerda floja de la que podría caer en cualquier momento, sin haber conseguido el objetivo de ser libre para tomar las riendas de su propio destino.
La sinrazón acaba tiñendo de sangre los sueños y ha de ser la cordura, la templanza y la cooperación desinteresada de los demás, las que ayuden a mantener un equilibrio que de perderse, podría representar un grave retroceso en las aspiraciones de unos ciudadanos, que nada tienen que ver en su mayoría, con la lucha de intereses que mantienen Oriente y Occidente, de manera cuasi sempiterna.
Lo peor, es que los inocentes  pierden la vida en estos atentados cruentos, en todas las ocasiones sin formar parte de los conflictos generados en las esferas del poder, siempre por diferencias ancestrales que los hombres no han sido aún capaces de superar y que suelen ocultar asuntos relacionados con el dinero.
Estas víctimas, de las que tanto sabemos los españoles , a raíz de aquel 11 de marzo de infausto recuerdo y que pueden incluso ser consideradas como enemigos por los que han hecho del terror la razón de sus vidas, no eran, sin embargo, más que gente de a pie, con toda probabilidad tolerante con los credos y las tendencias, insignificante para los que manejan el poder, aunque, azarosamente colocadas en uno de los lados del conflicto, pero cuya pérdida constituye, eso sí, la excusa perfecta para que las hostilidades se enquisten y  se amplíen las distancias entre dos mundos que podrían, no obstante, convivir en paz, cada uno, con sus diferencias.
Las páginas negras que se escriben en la historia sin otro argumento que el enaltecimiento de cualquier tipo de violencia, no son, sino una muestra descarnada del terrible fracaso de los hombres, por muchos siglos que hayan pasado y por muchos avances que, supuestamente, se hayan hecho para mejorar nuestra existencia.

El dolor, necesariamente, llama al dolor y nada puede hacerse para evitarlo, si no hay voluntad de solucionar pacíficamente los problemas, por medio del mutuo respeto. 

jueves, 25 de junio de 2015

Distintos ante la ley


Guillermo Zapata, el concejal del equipo de Manuela Carmena en el Ayuntamiento de Madrid, ha sido finalmente imputado a causa de sus comentarios en clave de humor negro publicados hace años en la Red, convirtiéndose así en el primer miembro de Podemos que habrá de enfrentarse a la justicia, aunque no por un caso de corrupción, como los protagonizados por cargos de otros Partidos.
Presentíamos que esto iba a pasar, desde el momento en que supimos que los chistes de mal gusto provenían de dónde provenían y creyendo, como creemos, que las acciones de cualquiera que proceda de los movimientos ciudadanos que han irrumpido en el arco político español, van a ser, a partir de ahora, minuciosamente analizadas por los conservadores, ya que no terminan de asimilar ni lo harán durante mucho tiempo, el hecho de haber sido apeados del poder, por quiénes ellos consideran aún una turba de radicales absolutamente nefasta para el futuro que le espera a España.
Esta imputación se podría comprender, si la misma vara de medir se aplicara a todos y cada uno de los innumerables energúmenos que se dedican a minar la Red con barbaridades que causa vergüenza mencionar y entre ellos, cierto brigada de la Guardia civil que enaltece un día sí y otro también, las “gloriosas hazañas” de las SS, añorando que en nuestro País no exista un movimiento de tal ideología.
Pero no. El Ministro aún está pensando qué hacer con la denuncia presentada por un sindicato del cuerpo contra este individuo, al que ni siquiera consideran compañero, mientras Zapata es llamado al orden, al menos con la aquiescencia del juez que ve en sus twiter, posible motivo de delito.
La diferencia entre los dos casos es evidente, pues mientras que Zapata, en el momento en que los comentarios fueron publicados, no era más que un ciudadano de a pie, el brigada ocupa un cargo en el cuerpo al que pertenece, sin que en este caso, curiosamente, sus soflamas ni siquiera hayan llamado la atención de sus superiores, ni en ningún momento haya sido castigado por ello.
Y aunque los españoles estamos acostumbrados a que la Ley no se aplique, al menos en apariencia, de manera igualitaria para todos nosotros, resulta ciertamente difícil comprender  que se haga de manera tan descarada, corriendo como corren las noticias, a la velocidad del viento.
A ver si es verdad que las cosas empiezan a cambiar en breve, sobre todo para que los sufridos ciudadanos podamos al menos, recuperar una parte de la confianza perdida en las Instituciones cuya función es la defensa de los intereses de todos.
Porque de seguir así, el hecho de buscar apoyo para  salvaguardar la supuesta igualdad que nuestra Constitución nos otorga, se convierte en un impracticable camino que muchos ni siquiera se atreven a iniciar, seguros de perder, a tenor de lo que sucede a otros muchos que lo recorrieron antes que ellos.


miércoles, 24 de junio de 2015

Rumores sin confirmar


No hay mejor estrategia para mejorar el desgaste de un Partido, que sembrar un rumor que suponga una cierta esperanza para alguno de los colectivos que fueron anteriormente afectados por unas determinadas medidas tomadas en un momento puntual y que espera recuperar lo que perdió, aunque sin demasiada confianza en poder conseguirlo.
Sugerir ahora que se va a devolver la paga extraordinaria que se sustrajo a los funcionarios e incluso que se baraja concederles una subida salarial y la restitución de los días de asuntos propios que desaparecieron de su calendario, pone en alerta, para bien, a un numeroso grupo de españoles que por el mero hecho de ser trabajadores al servicio de la Administración, sufrieron desde el principio, la dureza de las políticas de recortes practicadas por este gobierno.
El poder adquisitivo de los funcionarios españoles, gravemente lesionado ya desde la época de José Luís Rodríguez Zapatero, alcanzó su punto más bajo cuando le fue retirada por sorpresa una paga extra de Navidad, además del cinco  por ciento de salario que ya les había sido rebajado en la etapa socialista.
La excusa de poder conservar el puesto de trabajo, en una época en la que el desempleo se ha convertido en la tónica habitual para las familias españolas, ha sido mil veces enarbolada de manera tácita por los principales líderes del PP, los mismos que hoy han empezado a propagar el rumor de que la devolución  del dinero es inminente, tratando  de atraer el cuantioso número de votos que perdieron, cuando lesionaron efectivamente los derechos de este apetecible colectivo.
Acostumbrados a sufrir las críticas continuamente lanzadas por los conservadores y pacientemente bregados en mil batallas de oposición protagonizadas en las calles, en contra de los recortes del Gobierno, los funcionarios españoles son, sin embargo, una especie de moneda de cambio que depende directamente de las veleidades de quiénes regentan el poder y que todo el mundo suele manipular, según las necesidades que en determinado momento les acucie.
Tras los duros años vividos, dudo mucho que este rumor, propagado convenientemente en el durísimo momento que está atravesando el PP, por el resultado de las últimas elecciones, pueda cambiar la mala opinión que sobre Rajoy y los suyos se tiene en Hospitales, Escuelas y Entidades públicas en general, pues hacerlo sería como venderse por un escuálido plato de lentejas que en nada solucionaría las malas condiciones laborales en que se ven obligados a desenvolverse, en los últimos tiempos.
Claro que nuestros funcionarios quisieran recuperar aquella paga extra y el cinco por ciento que se rebajó de su sueldo y que les vendría maravillosamente un aumento salarial, como a todo hijo de vecino. Fundamentalmente, porque todo lo sustraído con anterioridad ya le correspondía por contrato y porque lo segundo llegaría tras muchísimos años de congelación, como una novedad digna de ser celebrada por todo lo alto.
 Sin embargo, resulta imperdonable el intento de manipulación que lleva implícito este rumor, si se tiene en cuenta lo mucho que tiene que agradecer este gobierno a la profesionalidad de este colectivo, pues habiendo sufrido recortes salariales, de plantilla, de fondos y otros muchos que todos conocemos, para desgracia nuestra, ha tenido la valentía de seguir trabajando en todo el territorio nacional, para que los usuarios de los servicios notemos lo menos posible, las más que evidentes carencias.
Si finalmente recuperan lo que se les hurtó, no estará el gobierno más que cumpliendo un compromiso adquirido que rompió por su voluntad, sin previa consulta a los afectados, pero si no, la poca credibilidad que le queda al PP se verá nuevamente mermada, porque por muchos años que pasen, no acabamos de acostumbrarnos a que la mentira y la deshonestidad sea una constante inseparable del perfil de nuestros políticos.



martes, 23 de junio de 2015

La vergüenza nacional


Los seiscientos mil desahucios producidos en España desde que empezó la crisis, son uno de los argumentos que contradicen con más contundencia las ínfulas triunfalistas del PP y representan una vergüenza nacional de la que jamás podrá escapar el Gobierno que la consintió, convirtiéndose en cómplice de sus ejecutores y sin habilitar una sola medida que haya paliado mínimamente, la desgracia de tantos núcleos familiares.
La magnitud de esta tragedia exige depurar responsabilidades, aunque para ello haya que remontarse a los años en que todo iba aparentemente bien, cuando los bancos empujaban a los ciudadanos, con insistencia machacona, a pedir créditos millonarios con los que adquirir viviendas y enseres, aunque en muchos casos resultara manifiestamente difícil que esos préstamos pudieran ser devueltos, dada la situación económica de sus perceptores.
Si para algunos ya era una odisea el pago mensual de la deuda contraída, teniendo incluso que recurrir a familiares para poder cumplir sus compromisos entonces, imagínense en qué situación quedaron desde el momento en que el Gobierno de Rajoy aprobó su Reforma Laboral y el despido comenzó a liberalizarse, llevando al desempleo a millones de ciudadanos.
Porque los mismos Bancos que ofrecían puerta a puerta la posibilidad de una vida mejor a los cientos de miles de familias que entonces cayeron en  sus redes, no demostraron ningún tipo de comprensión, provocando las muchas escenas que nos hemos visto obligados a contemplar, cada vez que delante de todo el país, se producía un nuevo desalojo.
Y sin embargo, esas culpabilidades de Banca y Gobierno, nunca han sido siquiera reconocidas y a día de hoy, continúan produciéndose miles de desahucios, sin que ni los que los ordenan, ni los encargados de buscar con carácter de urgencia una alternativa habitacional para los desalojados, hayan encontrado una vía de solución, ni tengan intención de hacerlo.
El problema ha alcanzado tal magnitud, que todos los Partidos políticos se han visto obligados a incluirlo en sus Programas, algunos, ofreciendo soluciones alternativas que les han acarreado un buen puñado de votos y otros, alardeando de haber tomado  medidas, como es el caso del PP, que han resultado ser, a todas luces, absolutamente insuficientes.
Solo las iniciativas ciudadanas de plataformas como la de Ada Colau, han logrado parar en algunos casos, las acciones judiciales previstas y únicamente la lucha diaria de miles de personas anónimas, ha servido para que, al menos, se continúe hablando de la tragedia y para que sus efectos no se hayan diluido con el paso del tiempo.
Sin embargo, nada podrá hacerse mientras continuemos dependiendo de este gobierno, que para más INRI, decidió en su día pedir un rescate millonario para salvar a las mismas Entidades que expulsan a los ciudadanos de sus domicilios.
La ley, que desgraciadamente apoya en nuestro país la despiadada postura de los que concedieron aquellas hipotecas, ni siquiera podría ser cambiada, si no es con la aquiescencia de este gobierno conservador, posicionado claramente y siempre, a favor del poder de los fuertes.
 Serán precisamente los débiles, quiénes con sus votos escriban su destino, a partir de las Elecciones Generales. Habría que preguntarse si después de haber consentido estos seiscientos mil desahucios, será posible que alguno de nosotros introduzca una papeleta del PP en las urnas.


lunes, 22 de junio de 2015

El salto


Anuncia Albert Rivera su intención de presentarse a las primarias de su Partido, para ser candidato a la Presidencia de la Nación, como ya suponíamos desde que Ciudadanos empezó a tener posibilidades reales de alcanzar el poder y sabiendo, como sabe, que algo así jamás podría sucederle en Cataluña.
Ya dijimos hace tiempo, que Rivera tenía madera para convertirse en el nuevo líder de la derecha y también que podría llegar a ser, junto a Iglesias, en la otra parte de un nuevo bipartidismo español, que parte de una línea de salida absolutamente distinta de la de los antiguos Partidos, que han quedado obsoletos.
Le sobra juventud y ambición, dos cosas primordiales para capitanear una aventura política necesaria  y en el poco tiempo que lleva dándose a conocer a los ciudadanos, ha conseguido metas que deben estar intranquilizando y mucho, a un PP absolutamente desgastado por su manera de gobernar y por los innumerables casos de corrupción protagonizados por muchos de sus cargos.
Verdad es, que Rivera no tenía futuro en la política catalana, ya que su defensa de una españolidad contundente, frente a los aires independentistas que soplan ahora en aquellas tierras, le había colocado en una posición indiscutiblemente difícil, como para poder alcanzar alguna posición distinta a la de simple parlamentario, que ya ocupa.
La entrada en escena de Colau, ha podido ser la gota que haya colmado el vaso de su paciencia y viendo el ascenso conseguido por su Partido a nivel nacional, no le ha quedado otra salida que intentar erigirse en cabecilla de un movimiento que pretende representar la moderación, frente a la supuesta radicalidad de Podemos.
Pero aunque Rivera ya se vea como el próximo Presidente español, le queda un arduo camino por recorrer y lanzar las campanas al vuelo antes de que sus ambiciones se conviertan en realidad, podría resultar para él, extremadamente peligroso.
No es fácil arrebatar al PP los votos de sus fieles seguidores de siempre y menos aún, procediendo directamente de un Partido que nació catalán, pues es notoria la inquina natural que los ultraconservadores españoles tienen a todo lo que de allí venga.
El poco voto que pudiera obtener del centro o de la izquierda moderada, puede quedar anulado por el hecho de haber pactado en tantas  Instituciones con miembros de la formación de Rajoy y no sería de extrañar que Podemos aproveche en su beneficio esta situación, que sin duda sus dirigentes se encargarán de recordar, en la Campaña que ya tenemos por delante.
Pero nadie puede persuadir a Rivera de intentar este salto y aunque tal vez falten aún varios años para que pueda optar con posibilidades reales a la Presidencia de la Nación, no se puede negar que para él es la única vía que se abre, si pretende hacerse un hueco en política.
Ya puede prepararse Rajoy, si finalmente repite como candidato a la Presidencia, para competir con este joven al que su Partido infravaloró y que ha alcanzado ahora toda la relevancia que le da haberse convertido en la llave para gobernar ciertas Comunidades y Ayuntamientos.
Nunca tuvo el PP un enemigo que le siguiera tan de cerca y sobre todo, nunca tuvo, en su misma línea, a nadie que le pudiera herir tan gravemente, en el fondo y en la forma.
Los cambios propuestos por Rajoy, que en nada transforman la realidad que vive la ciudadanía, no podrán frenar, ya se lo digo, el empuje que desde la derecha trae Albert Rivera.
Que se prepare el PP. Porque va a tener que librar una dura batalla.







domingo, 21 de junio de 2015

La agonía helena


Sola ante las exigencias de los magnates europeos, Grecia no puede hacer otra cosa que intentar solventar el problema de la deuda contraída, o intentando conseguir una prórroga que evite un desastre nacional o saliendo del círculo del euro, que ha conseguido asfixiar no sólo su economía, sino la de todos los países del sur, incluido el nuestro.
Mucho se han criticado las políticas de Tsipras, prácticamente desde el mismo momento en que llegó al poder y fundamentalmente, porque ha sido el primero en declarar abiertamente su oposición frontal a las políticas de  recortes preconizadas por la Unión, que han llevado a muchos de nosotros a tener que confraternizar con la desesperación y la miseria.
 Sin encontrar ninguna comprensión en los dirigentes sin corazón que se encargan de manipular nuestros destinos, el país que fuera cuna de la Democracia, lucha denodadamente por no ser apartado violentamente de una hermandad que no le ha traído, hasta hoy, más que desgracias y que sigue apretando la soga que le asfixia, sin permitir que se cuele en su hermética burbuja de poder, una sola brizna de un aire político distinto al que tenían minuciosamente programado.
Pero Grecia no tiene nada más que dar y no le dejan otro remedio que llamar a otras puertas en las que probablemente encontraría parte del consuelo que necesita, empujada hacia ellas por una corriente de intolerancia e incomprensión, que no parece dispuesta a ofrecer otra cosa que el látigo de su feroz tiranía.
Muchas veces hemos dicho que a Grecia no le están dejando otra salida que abandonar el euro y hoy más que nunca, nos parece la única solución posible, si no quiere ser fagocitada por las corrientes que dominan Europa y que parecen ser del todo insaciables.
Los ciudadanos lo reclamaban ayer mismo frente a su Parlamento, hartos de soportar las vejaciones que les llegan como un torrente desde el mismo centro de la Unión y deseando poder conservar, al menos, la dignidad y la soberanía.
La historia se escribiría de otra manera, si en otras naciones colindantes ocuparan el poder Partidos semejantes al que ahora mismo gobierna en Grecia y se pudiera formalizar una especie de frente común que plantara cara a los especuladores europeos, demostrándoles que son posibles otras vías por las que cambiar un Sistema enfermo de avaricia, que antepone los intereses económicos, al bienestar de los ciudadanos.
Si Grecia se rinde, si finalmente sucumbe ante la voracidad del gigante que la devora y acepta incondicionalmente las medidas propuestas desde Bruselas, la esperanza de todos, habrá quizá muerto para siempre.
La disyuntiva no puede ser peor. Sólo podemos desear que sea capaz de resolverla.


jueves, 18 de junio de 2015

Hablando de Madrid


Cierra Cristina Cifuentes su acuerdo con Ciudadanos, para convertirse en Presidenta de la Comunidad de Madrid, convirtiéndose por ello en una baza importante para un PP, bastante desgastado por los resultados electorales y a la espera de que el flemático Rajoy, decida de una vez, los cambios en el Gobierno.
Va a ser interesante ver cómo se desarrollan las relaciones entre la Presidenta y la nueva Alcaldesa, siendo como son, representantes de ideologías antagónicas y teniendo, como tendrán, que resolver infinidad de asuntos en los cuatro años que tienen por delante.
Nada será de todos modos, igual que antes, pues al no haber alcanzado nadie la mayoría absoluta, todo habrá de resolverse por medio de acuerdos y porque los Partidos recién llegados a estas Instituciones, habrán de andarse con cuidado, si no quieren perder lo que han ganado, de cara las Elecciones Generales.
Uno intenta imaginar cómo serán los enfrentamientos entre Cifuentes y Carmena y hacia dónde acabará por inclinarse la balanza en cada una de las conversaciones que mantengan y no puede por menos que pensar que estos mandatos van a tener un componente de interés muy diferente de los que habíamos conocido hasta ahora, estando como han estado, durante mucho tiempo, Comunidad y Ayuntamiento, exclusivamente en manos del PP y además, sin posibilidad de oposición, a causa del número de votos obtenidos.
Tampoco es que Cifuentes pueda estar definitivamente satisfecha con su situación, pues su acuerdo con Ciudadanos conlleva tener que explicar sus acciones a los de Albert Rivera, a quiénes por cierto, conviene y mucho que la labor de la nueva Presidenta no traspase según qué límites, para poder justificar en todo momento, el apoyo que le han brindado.
Entretanto, Pablo Iglesias pide un voto de confianza para Carmena y su equipo, ciertamente molesto por los furibundos ataques sufridos, prácticamente desde el minuto uno de su nombramiento y que no dan siquiera, la posibilidad de que la gente pueda ponerse a trabajar, en los cargos que acaban de heredar, directamente de los mismos que les critican.
Claro que la derecha no está acostumbrada a que los puestos de relevancia sean ocupados por activistas, ni a que lo militantes de los Partidos conocidos hasta ahora, tengan un pasado de compromiso que a veces, quedó reflejado en vídeos que  buscan los conservadores hasta debajo de las piedras, para utilizarlos como armas arrojadizas.
Pero es que los cambios son así y para que funcionen, resulta absolutamente imprescindible una ruptura con lo que hasta ayer se consideraba normal, si de verdad se quiere intentar una transformación auténtica.
Olvida el PP, que ha sido la voluntad popular la que ha apostado por esos cambios, hastiada de la manera de entender la política que caracteriza a los suyos, a los que probablemente recordaremos, pasado el tiempo, más por los innumerables casos de corrupción que protagonizaron, que por las medidas que se atrevieron a tomar y que tan gravemente lesionaron nuestra dignidad y nuestros derechos.
No hay de qué escandalizarse entonces. Cuando uno siembra vientos, recoge tempestades.



miércoles, 17 de junio de 2015

Ya veremos


Rodeada por un ambiente de evidente hostilidad, Esperanza Aguirre anuncia que no se presentará a la reelección para Presidenta del PP de Madrid, dejando el campo libre a Cristina Cifuentes, que suena cada vez con más fuerza como su sucesora, aunque en el terreno personal no puedan ser catalogadas precisamente como amigas.
Habiendo fracasado las previsiones que ella misma había aventurado, firmemente segura de poder convertirse en la Alcaldesa de todos los madrileños y estando como está, abiertamente enfrentada con Rajoy y sus seguidores desde hace bastante tiempo, no le ha quedado a Aguirre otro remedio que apartarse del primer plano de la vida política, aunque nadie descarta que en un futuro pueda volver con ánimo renovado y esta vez, quizá para aspirar a Presidir el Gobierno y el Partido.
De momento, la derrota que ha sufrido en Madrid y la mala imagen que ha dado a los ciudadanos a lo largo de toda la campaña electoral, han dado a Rajoy  el motivo que hace tiempo andaba buscando para deshacerse de un plumazo de la rémora que representaba Aguirre y de las intempestivas declaraciones que puntualmente hacía ante los medios, como lideresa del ala más conservadora de los populares , en contra de las medidas impuestas por el Gobierno.
La soberbia y la pretensión de ser absolutamente intocable, quizá por manejar información comprometida sobre todos sus compañeros, habían colocado a la Ex presidenta de Madrid en un lugar de extraño privilegio, del que parecía imposible apearla y así hubiera sido, si no hubiera cometido el gravísimo error de pensar que también todos los ciudadanos cederían mansamente a todos y cada uno de sus deseos.
Ha sido aún peor, al haber sido derrotada por un pacto  de izquierdas, protagonizado principalmente por una Manuela Carmena que se presentaba a las elecciones directamente respaldada por la fuerza de Podemos, al que Aguirre despreció descaradamente prácticamente desde el momento de su aparición y con el que ha tenido hasta problemas judiciales, al considerar Pablo Iglesias y los suyos, que en sus ataques había traspasado todos los límites de la ética, entrando directamente en el campo de la injuria.
Rodeada además, por una gran parte de imputados, primero en la trama Gurtel y después en la Púnica, la salida de Aguirre empezaba a ser necesaria como terapia para lavar la mala imagen que estaba ofreciendo el PP madrileño e imprescindible para el cambio anunciado por Mariano Rajoy, quemada como está, después de los resultados obtenidos en las últimas elecciones.
Si su marcha será definitiva o no, sólo ella misma podría decirlo, pero conociendo el carácter de la lideresa y la fuerte ambición que ha movido todos y cada uno de sus actos desde que empezamos a conocerla, resulta difícil creer que se conforme con salir
por la puerta de atrás, sin hacer ruido y sobre todo, sin convocar una rueda de prensa, en la que culpar a otros de la naturaleza de su fracaso.
Todo depende de lo mal que lo haga Rajoy de aquí a las Elecciones Generales y de si la ex Presidenta tiene o no algo con lo que poder negociar una vuelta triunfal a la primera línea de fuego, cosa que nos tememos bastante probable.
Ya veremos



martes, 16 de junio de 2015

Era de esperar


Era de esperar, ante la derrota sufrida por los conservadores en las Autonómicas y Municipales, que en cuanto los nuevos políticos tomaran posesión de sus cargos, se desatara una encarnizada lucha contra ellos.
Era de esperar, porque la derecha siempre tuvo muy mal perder y porque no le gusta quedar relegada a convertirse en simple oposición, tras cuatro años de mayoría absoluta en los que ha gobernado en pueblos y ciudades tiránicamente, disfrutando de privilegios, en general, muy por encima de los que serían considerados normales para quienes ocupan puestos de responsabilidad, como demuestran la multitud de imputaciones por casos de corrupción en los que se han visto implicados los dirigentes del PP, en los últimos tiempos.
No les quepa duda de que a partir de hoy, todos y cada uno de los miembros de los nuevos partidos que han firmado pactos que han contribuido a destronar a los reyezuelos que los ocupaban creyendo que serían para toda la vida, van a ser minuciosamente investigados, medios no faltan, para intentar encontrar en su biografía cualquier tipo de desliz del que sacar rendimiento político, procurando provocar todas esas dimisiones que todos hemos echado a faltar cuando los errores, por graves que fueran, eran cometidos por miembros de la Formación de Rajoy, incluyéndole a él, si me apuran.
Porque ese sentido de la ética que tanto reclaman ahora los mismos que no han dado señales de conocer su significado mientras han ejercido el poder, será exigido hasta la saciedad , créanme, a lo largo de los próximos cuatro años, a cualquiera que procediendo, fundamentalmente, de los movimientos ciudadanos, haya tenido en el pasado alguna actitud, de esas que les encanta a los conservadores defender cuando ocurren en países que no se ajustan a su ideario, pero que critican hasta la saciedad cuando suceden en el nuestro, sobre todo si rompen de algún modo, la apacible existencia  de sus dirigentes.
Hay una lupa puesta encima de Podemos, al no haber quedado otro remedio que reconocer a regañadientes que infravaloraron las posibilidades de unos cuantos “desarrapados”, que tuvieron la osadía de soliviantar a una gran parte de esa población que estaba destinada, bajo la regencia del PP, a convertirse en una masa informe y sumisa a la que manejar por medio de la miseria y el miedo.
Qué fácil es exigir a los demás todo aquello que a nosotros nos falta y qué difícil reconocer que en política, cuando se cometen errores de la clase que se han cometido en todas partes, a lo largo de los últimos años, cuando se miente a los ciudadanos y se ignora la voz de la sociedad, manipulando la información, mientras se va recortando en recursos y derechos, cuando uno antepone los intereses de los poderosos a los de su propia nación, se terminan pagando una a una, todas las cuentas que quedaron pendientes, siendo contundentemente castigado a un olvido forzoso.
Por otra parte, las equivocaciones de los demás, no restan un ápice de importancia a las nuestras, sobre todo, si jamás tuvimos la humildad de reconocerlas y hacer lo posible porque no se repitieran, habiendo tenido todo el tiempo del mundo para haberlo hecho.
Que investiguen e instiguen, si les place. Lo ocurrido en las últimas elecciones, ni tiene marcha atrás, ni es factible de ser cambiado por unas cuantas exhibiciones de participaciones personales en determinadas protestas, ni va a ser anulado por los comentarios insidiosos lanzados, como una letanía, desde canales cuyo servilismo y mediocridad, son conocidos de sobra por una Sociedad, absolutamente consciente del tamaño de su ridículo.
Recuerden que cuando Zapatero llegó al poder, ya se construyó minuciosamente toda una teoría de conspiración que además de achacar a ETA la autoría de los atentados del 11M, sugería la implicación de la oposición en una burda manipulación de los resultados electorales.
La pataleta duró hasta que Rajoy llegó al poder en 2011. Después, se diluyó milagrosamente.

Ahora tendrán que construir otro argumento con el que batallar contra la naturaleza de su estrepitoso fracaso. Lo bueno es que ya no les creemos.

Los límites del humor


A Guillermo Zapata, del equipo de Manuela Carmena, le acaba de costar una dimisión su manera de ver el humor, al haber trasladado a las redes sociales, tiempo atrás, ciertos comentarios en tono de burla sobre el holocausto judío y las tragedias que afectaran a Irene Villa y Marta del Castillo, que han herido, y mucho, la sensibilidad de una buena parte de la ciudadanía.
En la línea de ciertas Revistas satíricas que  han puesto de moda el humor negro  y que utilizan un tono desenfadado para referirse a temas especialmente delicados apelando a la libertad de expresión, Zapata ha tardado un solo día en tener que presentarse ante los medios para pedir disculpas a los españoles y también en perder la posibilidad de hacerse cargo del área de Cultura, ante las enormes críticas recibidas por parte de todos los Partidos del arco político.
Dónde están los límites del humor y hasta qué punto resulta ético trivializar en tono burlesco sobre situaciones o personas, es una discusión que se ha mantenido muchas veces en los últimos tiempos y sobre la que no se termina de llegar a una conclusión que convenza del todo, ni a los detractores, ni a los que defienden el derecho ilimitado a expresar en cada momento, cualquier tipo de pensamiento.
 La búsqueda de un código ético para casos como el que nos ocupa y mucho más, cuando las opiniones son transmitidas a través de un medio de enorme difusión, como resulta ser Internet, viene siendo una necesidad perentoria a nivel mundial , sobre todo, si se fijan en él unos límites determinados para que cada cual sepa a qué se atiene cuando refleja en cualquier forma de expresión sus opiniones y si traspasa o no la legalidad, en el momento de hacerlo.
Los que estamos inmersos en la tarea de transmitir a través de este medio todos los días, hemos de ser, creo, extremadamente cuidadosos, para no herir la sensibilidad de los otros, a quienes en principio, debemos el mismo respeto que querríamos que nos tuvieran a nosotros, aunque no todas las veces resulte ser así.
Escribir, comentar, dibujar, buscar en fin, una manera de abrir nuestras aficiones al mundo, no puede nunca convertirse en un allanamiento de los derechos de los demás y debe, por tanto, ser tarea del emisor, fijar los topes hasta los que se puede llegar, sin herir sensibilidades que en muchos casos están a flor de piel, sobre todo si el tema atañe a cuestiones personales, familiares o de colectivos concretos.
Asombra que con la aceptación que  tiene la Red  a lo largo y ancho de este mundo, nada se haga todavía contra quienes traspasan estos límites y utilizan el medio para insultar, vejar o simplemente campar a sus anchas por el terreno de la injuria, incapaces de auto censurar todo aquello que dicho en otra parte, podría resultar del todo inaceptable y hasta motivo de delito.

Es verdad que Zapata ha pedido perdón y se ha retirado a tiempo. Eso le honra. Pero estando como estamos, huérfanos de una legislación que nos marque el camino, no sería de extrañar que más pronto que tarde, volviera a surgir un caso similar, que tampoco pudiéramos atajar, aunque nos resultara absolutamente vejatorio.

lunes, 15 de junio de 2015

Adiós a la oscuridad


La actitud de los cargos salientes en los Ayuntamientos, sobre todo las de algunas alcaldesas del PP, da para escribir una crónica y evidencia que no todos son capaces de asumir la derrota con la suficiente dignidad, como para dar paso a los que llegan, al menos, con una sonrisa.
Pero el Sábado fue un día muy feliz en la vida de muchísimos españoles y estos malos gestos no lograron ensombrecer los actos de traspaso de poderes en los Ayuntamientos, por más que un sector de la prensa muy afín al Partido Conservador y esos vestigios de población ultraderechista que sólo se manifiesta en las calles cuando ven peligrar su estatus, se hayan empeñado en hacernos creer que la nueva etapa que comienza, es para todos, una tragedia.
Qué quieren que les diga? Ver a los nuevos alcaldes mezclados con la gente de ciudades y pueblos, ofreciendo la vara de mando a la ciudadanía y renunciando de motu propio a la parafernalia obsoleta de coches oficiales, modelos de alta costura y ágapes millonarios, representa para los sufridos españoles una salida a campo abierto, tras los negros años de oscuridad que hemos sufrido bajo el mandato de un PP, condenado ahora a padecer  el castigo por sus errores.
De nada han servido las amenazas, ni las teorías catastrofistas que vaticinaban los más ultras en todos sus discursos, ni el empeño en difamar a cualquiera que procediendo de las clases populares, haya decidido ahora hacer algo por cambiar el sistema. De nada, el miedo que durante meses han insuflado en vena a los ciudadanos, con comparaciones odiosas que en ningún caso se producirán en este país, por el mero hecho de que los votos hayan cambiado de tendencia.
De nada, el triunfalismo denodado esgrimido por Rajoy y los suyos en cada una de sus apariciones, ni el intento continuado por conservar el poder al precio que fuera, que han demostrado en los últimos tiempos.
España ha despertado del letargo en que la han sumido las políticas de recortes y el robo de derechos sociales que nos han regalado durante cuatro años quienes nos gobiernan y ha decidido volar hacia horizontes más prometedores, de la mano de nuevos políticos, capaces de infundir ilusión y que nada tienen que ver con la corriente de corruptelas que ha sacudido el territorio nacional, mientras el PP ha ejercido su tiránico mandato.
No se puede afirmar que las cosas nos irán mejor, pero es que peor no podían irnos y cuando ya no queda nada que perder, uno suele consolarse únicamente con no perder la dignidad y conservar, al menos, una ración generosa de alegría.
La llegada a los Ayuntamientos de esta savia nueva, sangre de nuestra sangre, miembros de nuestra clase y tan común, que todos nos reconocemos en ellos, no puede sino aportar alivio, bienestar y una cierta estabilidad a todos los que durante estos años terribles no hemos tenido más que una dosis de exagerada  desesperanza.
Ver la luz, respirar la brisa fresca de las mareas humanas que tanto han luchado, de verdad, por el pueblo, remedia ya el estado psicológico de una gran parte de la Sociedad y ofrece una esperanza de futuro, que hasta ayer mismo, no teníamos.

Estos primeros pasos que ahora damos, no pueden sino conducirnos por un camino infinitamente mejor. Por ello hemos apostado y en ello confiamos ciegamente. 

jueves, 11 de junio de 2015

Vacunas y milagros



El brote de difteria que se ha producido en Cataluña, pone en evidencia las teorías que defienden los padres que deciden no vacunar a sus hijos, demostrando que su actitud puede traer consigo el riesgo de crear una epidemia, si estos niños contraen alguna de esas enfermedades que ya creíamos erradicadas y que vuelven a estar de nuevo entre nosotros, produciendo el temido contagio, entre una población infantil que se desenvuelve en un entorno social amplio, en la familia y en la escuela.
Bien está que se respete la libertad de los progenitores para vacunar o no a sus pequeños, si esta posibilidad de elección se ofrece a personas responsables, capaces de entender que no viven en soledad, sino que ocupan un sitio entre una multitud de seres humanos que cohabitan con ellos y bien está, que quiénes opten por no seguir los calendarios de vacunación pertinentes, se ocupen también de que cuando sus hijos padezcan el menor síntoma de cualquier enfermedad, sean visitados inmediatamente por un pediatra, permaneciendo en aislamiento total, si la dolencia fuera contagiosa, para no convertirse en una fuente andante de contagio, que perjudique al entorno que les rodea.
Porque las decisiones de calado, como ésta, conllevan también la asunción hasta las últimas consecuencias de los perjuicios que puedan producir, ya que no atañen únicamente al núcleo familiar en que se desenvuelven estos pequeños, sino a la totalidad de los ciudadanos que habitamos en este país.
Las vacunas, que tantos detractores tienen ahora, no se sabe muy bien si porque está de moda una especie de corriente naturista o porque entre una parte de la población hay un desconocimiento total sobre lo que podría acarrear a los pequeños  prescindir de ellas, han conseguido a lo largo de muchos años salvar millones de vidas y son el mejor sistema preventivo que ha conocido la humanidad, por lo que su administración entre la población infantil debiera ser, a mi entender, obligatoria.
El caso de Cataluña, con más de treinta afectados a día de hoy, supone una voz de alerta para todos aquellos padres que sin poder consultar a los niños, deciden prescindir de esta ayuda que les brinda la sanidad pública, para mantener a raya a peligrosas enfermedades que antiguamente, fueron responsables de un alto índice de mortalidad infantil, aunque ahora parezca que tal cosa ya no podría volver a repetirse en el mundo moderno.
Hoy es la difteria, pero mañana bien podría ser la tuberculosis o la temible poliomielitis, que los que tenemos cierta edad recordamos como un auténtico azote, cuando éramos pequeños.
Las decisiones médicas, no deben nunca corresponder a nadie más que a los especialistas en el tema y no vendría mal una campaña exhaustiva de información sobre la gravedad de las dolencias que previenen estas vacunas en mayores y niños.
Bien está que los adultos puedan elegir, pero cuando se trata de niños, resulta prácticamente imposible averiguar el grado de responsabilidad que en asuntos como este puedan tener sus padres y convendría por tanto que el Estado, por una vez, asumiera el deber de conservar en el mejor estado de salud posible, a quienes por su corta edad, requieren de todas  las atenciones y desvelos que puedan prestárseles.

Puede que a uno le parezca que sus hijos nunca contraerán ninguna de estas enfermedades de las que muchos, ni siquiera conocen sus síntomas ni sus secuelas, pero estando como estamos, expuestos a infinidad de peligrosas infecciones, por nuestra propia esencia, quizá sería el momento de plantearse si quiere más a un hijo el que decide utilizar las medidas de prevención que se le brindan o el que lo abandona a su suerte, confiando en que nunca enfermará, de forma absolutamente milagrosa.

miércoles, 10 de junio de 2015

El riesgo compartido


Después de ochenta días de negociaciones, Susana Díaz consigue el apoyo de Ciudadanos  para su Investidura, en una operación que supondrá un riesgo compartido, que de seguro tendrá costos para ambas Formaciones políticas, de cara a las Generales.
Tras haber convocado Elecciones anticipadas, sin conseguir en ellas la mayoría absoluta que esperaba, la que seguirá siendo Presidenta de la Comunidad Autónoma andaluza, ha necesitado cuatro votaciones para volver al mismo punto en que se encontraba, sin conseguir en ninguno de sus contactos atraer la atención de Podemos, por lo que no le ha quedado otro remedio que alcanzar un acuerdo con el Partido de Albert Rivera, al que en principio, no le unen demasiados lazos  ideológicos.
Este acuerdo, que conlleva ciertas concesiones por ambas partes, supone sin embargo, cierta sorpresa para un determinado número de votantes que habiendo puesto su confianza en los programas presentados por los dos partidos y considerando que PSOE y Ciudadanos se encuentran en orillas opuesta, no podrán ni querrán comprender ni que el primero haya pactado con una Formación procedente de la derecha, ni que el segundo haya accedido, a la primera de cambio a las exigencias del otro, simplemente por obtener alguna parcela  de poder.
Queda de nuevo demostrado que entre lo que se dice en las Campañas electorales y lo que después ocurre en la práctica dista mucho de ser lo mismo y que la situación política actual, además, se presta a convertir en amigos a quienes hasta ayer se consideraban mutuamente, enemigos irreconciliables.
El riesgo que se corre, es que cuando se inicie el camino, las cosas no salgan como casi nadie esperaba y que esta amistad, asentada en los cimientos de la conservación y la obtención del poder, acabe por traer a los socios, muchos más sinsabores que alegrías.
Lo que pase a partir de ahora en Andalucía, será decisivo para lo que pueda ocurrir en las próximas Elecciones Generales y no les quepa la menor duda de que PSOE y Ciudadanos serán premiados o castigados con dureza, si el pacto no funciona y la situación de los andaluces no mejora considerablemente en los próximos meses y si fracasan, habrá que ver si los nuevos resultados electorales favorecen más o por igual, al PP o a Podemos.
Ninguna de estas dos formaciones ha querido ayudar a Díaz para conseguir su investidura. La primera, porque exigía a cambio gobernar en todos los ayuntamientos en los que han sido la lista más votada y la segunda, por una mera cuestión de principios, al no haber aceptado la Presidenta ninguna de las exigencias que se le presentaban, alegando que son demasiado radicales.
Cierto es que Ciudadanos y PSOE compartirán, a partir de ahora, el mando en Andalucía, pero es tan grande el riesgo que comparten  a causa de su alianza, que no está claro que haya merecido la pena claudicar, ni para los unos, ni para los otros.
Puede que en los próximos meses veamos a los socialistas retroceder considerablemente por causa del acuerdo y que Ciudadanos, por dejarse convencer tan fácilmente, termine por perder el terreno ganado a nivel nacional, decepcionando gravemente a sus recién nacidos votantes.




martes, 9 de junio de 2015

El hombre diferente


Muere prematuramente Pedro Zerolo , dejando a  los que defendemos la diversidad, huérfanos de su ejemplo y consiguiendo aunar alrededor de su recuerdo, a todas y cada una de las fuerzas políticas.
Se va uno de esos luchadores convencidos de que cualquier injusticia es factible de ser cambiada y un referente de dignidad que ha demostrado con su activismo que la honradez y la decencia no son, en absoluto, incompatibles con el ejercicio de la política.
Todos los homosexuales de este País tienen una deuda impagable con él y aunque no fue sólo ésta la causa a la que dedicó su vida, siempre se le recordará como el abanderado de la Ley de los matrimonios gay y sus lágrimas, cuando finalmente se aprobó, están grabadas en la memoria de todos los españoles.
Nunca tuvo cargos de relevancia, puede que por voluntad propia y sin embargo, pronto se convirtió en uno de esos personajes que logran la fama por mera cuestión de carisma y aún proclamándose sin cortapisas diferente, nos enseñó que precisamente en la diversidad puede estar lo mejor de la vida.
La mala suerte, ha querido jugarle una mala pasada, venciéndole en la más importante de sus batallas y sólo su terrible enfermedad ha logrado finalmente rendirle, para desgracia nuestra.
Los hombres y mujeres de bien lloramos hoy su desaparición, como  si se nos hubiera ido algo nuestro, aunque nos queda el inmenso consuelo de saber que vivió como quiso vivir, en libertad y sin hacer concesiones jamás a nada que le apartara de su lucha por los más débiles.
Todos los que le comprendimos y le admiramos, los que compartimos sus ansias y sus sueños, agradecemos que nos mostrara el camino a seguir, un camino que nunca dejaremos de recorrer, mientras quede algo por cambiar, en este mundo nuestro.






lunes, 8 de junio de 2015

De pactos y rumores


Con todos los pactos pendientes, los rumores sobre los posibles cambios que Rajoy pueda hacer en el Partido Popular, se han convertido en el primer foco de atención para los informadores de los medios, que esperan con ansiedad poder ofrecer alguna primicia al público que les sigue.
Pero con una personalidad como la del Presidente, nunca se puede aventurar lo que ocurrirá en el futuro, ni saber si hará caso o no a los consejos que seguramente le están ofreciendo  sus asesores, pues Rajoy necesita para todo, demasiado tiempo.
Precisamente el tiempo es el que le acucia sin piedad en este preciso momento, en el que todo depende en su totalidad de los acuerdos que se consigan alcanzar a lo largo y ancho de nuestra geografía y es por eso que habrá necesariamente de empezar a tomar decisiones, si no quiere que PSOE, Podemos y Ciudadanos, le tomen la delantera y para cuando él quiera opinar, los gobiernos de Comunidades y Ayuntamientos estén ya constituidos, como podría ocurrir si se demora mucho en hacer cambios, nuestro flemático Presidente.
Todo bulle, a una velocidad vertiginosa estos últimos días y debe ser difícil estar con un ojo puesto en la renovación que ciertamente necesita el PP y otro en la aparición sucesiva de nuevos casos de corrupción, que no hacen otra cosa que embadurnar la opinión que del Partido popular tiene la gente, pero la indecisión que caracteriza a Rajoy y el poco o nulo contacto con la realidad que ha mantenido en el transcurso de esta legislatura, le pasan ahora una factura que está empezando a convertirse en verdaderamente impagable.
Porque por muchos cambios que realice, nos tememos que todo se moverá alrededor de la poca gente de confianza que ya le queda y a los ojos de los ciudadanos, será igual que el Ministro de Educación sea Wert o Cospedal, si se cumple lo que se rumorea, o que Soraya Sainz de Santamaría sea sustituida como portavoz, si el discurso sigue siendo el mismo.
Los que fueron grandes bastiones del PP, o se han visto implicados en corruptelas de grado superlativo, o han decidido abandonar el barco en cuanto han visto algún síntoma de posible hundimiento y el propio Rajoy, salpicado por temas como la financiación ilegal o el sucio asunto de los sobresueldos.
No quiere admitir que otros se han encargado de abrir las ventanas para limpiar el enrarecimiento del ambiente y que la falta de comunicación es el menor de los problemas que tiene la Formación que preside, aunque alguien le haya convencido de que de ahí le ha venido el fracaso y él haya querido dejarse convencer, en lugar de preguntar a los españoles cuál es la causa de su desafección hacia su persona.
El PP va a tener que recorrer un durísimo camino de penitencia y estoy convencida de que de nada servirá maquillar la mala imagen que actualmente tiene.
Otros rumores, mucho más maliciosos, apuntan a la posibilidad de que puedan darse de nuevo “tamallazos”, a lo largo y ancho de todo el país, aunque esto resultaría hoy, del todo inadmisible.
A ver si empiezan a sentarse las bases de una transformación real y se pone, de una vez, en marcha esta Nación, que entre las nefastas políticas puestas en práctica por el PP y los asombrosos resultados de las últimas elecciones, lleva paralizado demasiado tiempo.
Y la verdad, muchos de nosotros esperamos que no sean los populares quienes protagonicen el inicio de la carrera.


domingo, 7 de junio de 2015

La fuerza infinita de la palabra


Si yo viviera en Arabia Saudí y fuera hombre, con toda seguridad me encontraría en el mismo caso que el bloguero Raif Badawi, que ha sido condenado a recibir mil latigazos y a diez años de prisión, por expresar libremente sus pensamientos.
Todos sabemos que la palabra es a veces un arma más poderosa que la espada y quizá por eso, los regímenes dictatoriales se han afanado desde siempre en hacer callar a quiénes las escriben, sobre todo cuando sus opiniones nos coinciden con la línea  que mueve a estos gobernantes improvisados que nunca fueron respaldados por las urnas y que tanto temen la oposición de los que se atreven a criticar sus métodos.
Por la coincidencia que existe entre nosotros, la situación de Raif Badawi no sólo me toca el corazón, sino que me provoca la necesidad de salir inmediatamente en su defensa, como si yo misma hubiera recibido junto a él los primeros cincuenta latigazos que ya le han propinado y fuera a compartir la oscuridad de su celda, durante los próximos diez años.
Sentada aquí, en la tranquilidad de mi hogar, ejerciendo como cada tarde el magnífico derecho de expresión sobre cualquiera de las cosas que están ocurriendo en el mundo, me resulta prácticamente imposible entender que en los tiempos que corren, aún existan censuras tan severas, como para amordazar a los hombres prácticamente hasta la muerte y que esa represión sea ejercida con total impunidad por otros seres de su misma especie , sin que nadie pueda intervenir en que se cometan  estas atrocidades que son la esencia misma de la violencia.
¿Dónde quedan en estos lugares los derechos humanos que tanto ha costado conseguir y qué hacen los organismos internacionales para asegurar la igualdad entre las personas que habitamos este planeta?
Las contundentes protestas de determinadas entidades, como Amnistía Internacional, aún siendo valiosas para mitigar una mínima parte de estos sucesos, no bastan para hacerlos desaparecer definitivamente y menos aún cuando las agresiones se cometen por motivos que tienen que ver con la Religión o el Pensamiento, aunque en principio, ambos debieran ser considerados como elecciones que uno pudiera hacer en total libertad.
La imposición de cualquier idea, la legitimación por la crueldad de una línea que ha de ser obligatoriamente aceptada por todos, atenta contra la misma esencia de los principios democráticos y no es más que una forma de esclavizar a los seres humanos, contra su voluntad y aniquilando su propia conciencia.
La historia de Raif, que de seguro agradecerá la solidaridad de todos nosotros, no es más que la de un hombre que eligió transmitir por medio de la palabra, su propio pensamiento. Y su desgracia ha sido, no haber tenido la suerte que tenemos otros, que habitamos en territorios más civilizados, en los que podemos ejercer sin cortapisas la maravillosa facultad de escribir, sin tener que mirar atrás, por si alguien vigila de cerca lo que relatamos, a través de este medio.
Hoy, doy gracias por estar donde estoy, porque de ser compatriota de Raif, seguramente ni siquiera tendría la oportunidad de haber accedido a la educación que me dieron, por el hecho de ser mujer y mucho menos, a poner en práctica la idea de lanzar este blog de opinión que compartimos desde hace unos años y que en este momento quisiera dedicar, donde quiera que esté, a este joven que sufre tortura y cárcel, por el mero hecho de amar la fuerza infinita que tiene la palabra.


  

jueves, 4 de junio de 2015

Imponiendo el silencio


Flaco favor se les hace a los ciudadanos, cuando se les intenta robar el derecho a conocer los rostros de los delincuentes, con la excusa de salvaguardar un derecho a la intimidad que ellos negaron a todos aquellos a quienes mancillaron cuando transgredieron las leyes.
Pero para nuestra desgracia, las normas de obligado cumplimiento las fijan los que ostentan el poder y en el caso de este Partido Popular, que hoy se propone prohibir la publicación de las fotos de los detenidos, huelga cualquier tipo de oposición, pues disfrutan en el Parlamento, de una absoluta mayoría.
Para todos nosotros queda claro, que la aprobación de esta ley, nada tiene que ver con amparar el honor de rateros de poca monta, maltratadores y ni siquiera el de los autores de los más espantosos crímenes, sino con ocultar a los ciudadanos la oportunidad de ver la imagen de los “ilustres” autores de delitos fiscales que últimamente proliferan como hongos en el País y que suelen proceder, casualmente, de las filas de los grandes Partidos y en su mayor parte, del que junto a Convergencia y Unio, presenta el proyecto.
No le gusta a Mariano Rajoy ver a los suyos expuestos a los merecidísimos comentarios que les brinda la sociedad, ni empujados como Rodrigo Rato, al interior de un coche por la policía, ni que los fotógrafos se arremolinen mientras se produce una detención, tratando de ofrecer, de primera mano, una noticia.
No es de su agrado, que le sobresalten todos los días con la exhibición pública de la imagen de los corruptos, mientras el trata de convencer a los españoles de los éxitos que su gobierno obtiene en el campo de la economía y menos aún, que las detenciones de gente que ocupa cargos de relevancia en su amado Partido, le impida hacerse fuerte en el reducto que ha construido  para perpetuarse en el poder y que peligra cada vez que la prensa airea un nuevo saqueo de las arcas públicas por parte de los suyos.
Ve flaquear la posibilidad de eternizarse en el cargo que ocupa y hasta la oportunidad de poder volver a presentarse a las elecciones Generales del próximo Otoño y se afana en tomar medidas urgentes que le allanen un poco el camino, sobre todo después de haber comprobado tras los resultados de las Autonómicas y Municipales, que no goza, precisamente, de las simpatías de este pueblo.
Cae en el error, otros muchos ya lo cometieron antes, de pensar que censurando la libertad de expresión, los sucios asuntos que ocurren en las Instituciones del País, quedarán, en la intimidad de las paredes de los Organismos oficiales, sin que nadie se atreva a investigar, airear o publicar los extraños manejos de esta vergonzosa clase política que tenemos, bien por miedo a las multas que seguramente impondrá, bien, porque no merezca la pena enfrentarse a una pena mayor, por la simple defensa de unos derechos que sin embargo, a todos nos asisten.
Completa, con esta nueva proposición , el ciclo que inició cuando puso en vigor la Ley Mordaza, tratando de manipular descaradamente la misión de los medios de comunicación, apostando por la premisa de que un pueblo ignorante resulta más fácil de manejar, aunque olvida que las comunicaciones de hoy, nada tienen que ver con las de épocas pasadas y cualquier noticia de la índole que sea, parta de dónde parta, puede recorrer el mundo en solo unas milésimas de segundos, simplemente con apretar  un par de botones de ordenador, desde cualquier lugar del planeta.
Absolutamente obcecado por sus ínfulas triunfalistas y cada vez más alejado de la realidad, ya ni siquiera es capaz de percibir la contundencia del mensaje que le han lanzado los españoles, por medio de sus votos. La enorme torpeza de sus acciones y la podredumbre que le rodea, le acabarán pasando factura, sin que de nada le sirvan ya, ni aprobar leyes, ni lanzar decretos. Se le ha hecho demasiado tarde y está solo. No existe mayor penitencia.


miércoles, 3 de junio de 2015

El dilema de Ciudadanos


En principio, parecía lógico que el Partido que dirige Albert Rivera pudiera llegar a acuerdos con el PP y así lo habían expresado todos los medios de comunicación, no se sabe si por el anti nacionalismo catalán que siempre ha defendido su número uno o porque, en realidad, existe una gran afinidad ideológica entre ambas Formaciones.
Pero Rivera seguramente no esperaba el auge que ha alcanzado en los últimos tiempos y el hecho de rozar ciertas parcelas de poder con los dedos, probablemente le ha obligado a endurecer el discurso, fundamentalmente sobre el tema de la corrupción, quedando ahora maniatado para poder negociar acuerdos con el Partido en el gobierno, si no quiere perder la confianza de una gran parte de su electorado, de aquí a las generales.
Tampoco el PP esperaba precisar tanto del apoyo de este joven Partido, al que prácticamente hasta anteayer, había ninguneado considerándolo una moda pasajera que no tendría ninguna fuerza en el resultado de las elecciones.
Pero he aquí que Ciudadanos ha entusiasmado a una buena parte de la gente, escamoteando un considerable bocado de votos a la Formación de Rajoy,  procedentes del descontento que también en la derecha, han generado las políticas de recortes del Presidente.
El dilema está ahora en si sería conveniente para Ciudadanos pactar con quienes encabezan la lista de imputados por corrupción o le vendría mejor mantenerse al margen de las negociaciones, e incluso adherirse a los pactos previstos entre PSOE y Podemos, para salvaguardar la imagen de limpieza que, al menos hasta ahora, tienen los españoles de Rivera y de su Partido.
Esta historia que desgraciadamente se repite en una gran parte del País, coloca a Ciudadanos en una tesitura nada deseable para sus propios intereses, sobre todo, porque la Sociedad en pleno está pendiente de los gestos y las decisiones de los nuevos Partidos, anhelante de que su llegada al arco político sirva para mejorar la espantosa situación que ahora padece.
El hartazgo y la indignación, que los españoles habían canalizado a través de estas nuevas Formaciones políticas, bien podrían volver a aparecer, si los pactos alcanzados no son del agrado de quienes les votaron o si se considera que a través de estas alianzas han traicionado el espíritu de lo que han prometido durante sus campañas electorales.
No va a ser fácil para nadie alcanzar el equilibrio perfecto, pero para Ciudadanos, me parece, el riesgo de firmar pactos que no convenzan, podría pasar facturas impagables, de cara al futuro que le aguarda detrás de la esquina.
Porque si llegan a acuerdos con Rajoy, sabiendo  como saben el grado de podredumbre que afecta y seguirá afectando a los cargos populares, habrán firmado su propia sentencia de muerte.
Mientras Rivera piensa qué hacer, algunos como Ángel Gabilondo, se frotan las manos pensando que la negativa de Ciudadanos a pactar, quizá les regale la posibilidad de gobernar en muchas Comunidades y Ayuntamientos.

Este sí que es un buen periodo de reflexión y no ese día tan descafeinado que nos imponen antes de que se celebren las elecciones.

martes, 2 de junio de 2015

Decíamos ayer


Mientras el Juez Castro se niega a bajar la fianza impuesta a la Infanta Cristina, caen otros cinco cargos de relevancia en el PP de Madrid, imputados en relación con la trama Púnica, demostrando que como decíamos ayer, no pasa un solo día sin que se destape un nuevo caso de corrupción protagonizado por políticos, en este País nuestro.
La  Púnica, no sé si lo recuerdan, es la que llevó a la mano derecha de Aguirre, Francisco Granados, a prisión y aún a día de hoy, continúan apareciendo nuevas pruebas que dan idea de la magnitud de esta red extorsionadora y mafiosa, cuyos tentáculos parecían atrapar a todo aquel que quisiera pujar por conseguir contratos de obras públicas y que ha prácticamente, descabezado al gobierno de la Comunidad de Madrid, con las excepciones de Ignacio González y de la propia Aguirre.
Solo le faltaba al PP, tras los resultados obtenidos en las últimas elecciones, que este caso le enrede de la manera  que lo está haciendo, privándole de la posibilidad de aprovechar en otras labores a los concejales y secretarios salientes y poniéndole, por enésima vez, en la tesitura de tener que salir ante los medios a volver a negar que conocían las actividades de estos imputados, argumento que por otra parte, ya nadie cree y que deteriora cada vez más, la imagen que los españoles tenemos de Rajoy y los suyos.
Mucho perjudican además este suceso, al proceso de negociaciones que está llevando a cabo Cristina Cifuentes, sobre todo porque a Ciudadanos no le interesa nada en estos momentos hacer ningún tipo de pactos con quienes se hayan de pleno inmersos en esta causa, aún pendiente de ser completada, pues deben a sus votantes, al menos hasta que se celebren las generales, la obligación de cumplir su promesa electoral de no aliarse con nadie relacionado con corruptelas, sean de la índole que fueren.
Y no digamos, cómo estará Esperanza Aguirre, tan rotunda al defender a capa y espada su propia limpieza, pero rodeada por un sinfín de delincuentes saqueando a manos llenas las arcas de su Comunidad y convirtiendo a la ex Presidenta, perdónenme, en una boba de solemnidad incapaz de descubrir lo que cocía su alrededor, a pesar de convivir a diario, con todos y cada uno de los implicados.
Tanto es así, que estas nuevas imputaciones podrían ser la última gota que colmara el vaso de la carrera política de Aguirre, pues volver a recurrir al argumento de la ignorancia ya no ha de satisfacer siquiera a los miembros más relevantes de su Partido, por lo que seguramente se vería obligada a abandonar, por fin, su estrecha relación con el mundo de la política.
¿Y qué decir de Rajoy? ¿Cómo puede un Presidente de Gobierno mantenerse en el poder, obviando toda una catarata de corrupción invadiendo su Partido, todos los días de su vida?
Ningún Presidente, de cualquier otro País democrático, permanecería como si no hubiera pasado nada, anclado al poder y habría dimitido hace ya mucho tiempo.
La explicación de su permanencia en el cargo no puede ser otra que su falta de dignidad. Como augurábamos casi desde tomó posesión de su cargo, no da la talla que precisa un Presidente.




lunes, 1 de junio de 2015

Las cifras invisibles


El vuelco que ha dado el rumbo de la política española no consigue, de momento, frenar los asuntos de corrupción y los ciudadanos continuamos levantándonos todos los días con noticias de nuevas detenciones, por lo que casi nos parece un milagro haber podido sobrevivir en la crisis, habiendo como hay tantos políticos dedicados al saqueo permanente de las arcas públicas.
Todas las explicaciones que nos han venido ofreciendo los Partidos tradicionales sobre las causas que provocaron la crisis empiezan a parecernos meras excusas que nada tienen que ver con la realidad de nuestra ruina, teniendo en cuenta que nadie analiza en profundidad las exorbitantes cifras que se han movido desde hace años en estos casos de corrupción y hasta nos suenan a mentiras premeditadas las razones que se nos dieron desde el principio para acabar paulatinamente con nuestro estado de bienestar, pues ni siquiera los medios se atreven a calcular la cifra exacta del dinero público que se han apropiado los corruptos, seguramente porque provocarían un estallido social de incalculables consecuencias.
Se tiene incluso, la desvergüenza de acusar a los españoles de haber vivido por encima de sus posibilidades, culpabilizándoles abiertamente del derrumbe de la economía, pero nadie mira, ni corrige, ni afea la vergonzosa labor delictiva llevada a cabo reiteradamente por un sinfín de cargos pertenecientes a los Partidos más importantes, como si fuera un mal menor apropiarse de los fondos públicos y todos estuviéramos de acuerdo en que los políticos que elegimos se enriquezcan de esta manera, privándonos a los demás de multitud de servicios comunes, imprescindibles para la supervivencia, que ahora o han desaparecido, o han degenerado hasta tal punto, que suponen un rosario de penalidades para quienes necesitan usarlos.
Tampoco la justicia ha resultado ser todo lo contundente que debiera, al juzgar ciertos casos de corrupción, ya que aquellos en los que se ha llegado hasta el fondo de la cuestión, sin importar la procedencia de los imputados, podrían contarse con los dedos de la mano, relegando a un segundo plano el verdadero meollo de la cuestión, que no es otro que una multitud de asuntos sucios que han venido sucediendo en un número incalculable de Instituciones y que son apenas mencionados en las páginas de la prensa.
Resulta curioso que tras conocerse los efectos electorales, se esté dando una destrucción masiva de documentos en los Ayuntamientos y uno no puede por menos que preguntarse qué se trata tan aceleradamente de ocultar a los que ahora ocuparán los cargos de los que otros cesan.
¿Cuánta podredumbre queda por descubrir? ¿Hasta dónde llega este desfalco generalizado que han venido obrando estos delincuentes de chaqueta y corbata, pero de corazón negro? ¿Cuánto dinero han robado entre todos a este sufrido pueblo español, al que han condenado a una pobreza de la que no resultará fácil salir? ¿Cuánto tendremos que esperar para que paguen penal y crematísticamente, la magnitud de sus sucios delitos?
Uno confía en que la savia nueva de los Partidos recién llegados, enfoque este gravísimo problema con otras perspectivas y que esa tolerancia que ha sido norma en todos los gobiernos que hasta ahora hemos tenido, se convierta en un azote implacable que persiga y castigue a los ladrones con toda la contundencia de una ley, que habría primero que reformar, para añadirle una elevada dosis de dureza.
Quizá porque al menos lo prometieron en sus programas durante la campaña electoral, han generado en los líderes de los grandes Partidos, toda una marea de terror que no pueden disimular siquiera, delante de los medios. Tienen mucho que temer y a más de uno, además, se le ha terminado para siempre la costumbre de manejar el dinero de todos como si fuera suyo, sin tener que ofrecer explicaciones, por aquello de haber gozado de una amplia mayoría.
Ojalá y seamos capaces de cerrar este negro capítulo de nuestra historia y tengamos derecho, por fin, a ver a nuestros representantes, como parte real de este pueblo.