jueves, 30 de abril de 2015

Imponiendo el silencio


El ministro de Justicia; Rafael Catalá, amenazó ayer tarde con imponer fuertes sanciones a la prensa que publicara nombres de personas presuntamente relacionadas con casos de corrupción, atacando directamente el derecho a la libertad de expresión de que ahora disfrutan los medios en nuestro país, gracias al cual, han sido destapados casi todos los grandes delitos fiscales cometidos  en los últimos años.
En un nuevo intento por manipular el tipo de información que reciben los ciudadanos a través de la prensa, el PP vuelve a demostrar su interés en ocultar de la manera que sea todo aquello que pueda constituir un peligro para su permanencia en el poder y lleva al límite, con esta propuesta, uno de los principios fundamentales de la Democracia, haciendo parecer a la nuestra, una República bananera, de esas que tanto critican en sus mítines, cuando se refieren a Partidos como Podemos.
La tormenta mediática que se ha levantado a raíz de estas declaraciones no se ha hecho esperar y aunque se intuye que todo se encuentra estrechamente relacionado con la ya tristemente famosa lista de los setecientos, el rechazo a que la censura pudiera ser implantada de nuevo en una España que ya padeció sus nefastos efectos durante los cuarenta años del franquismo, ha sido inmediatamente expresado por todos los medios en general, que además, se han aventurado a pedir, casi en bloque, la dimisión del Ministro.
Claro que implantar una censura en los tiempos que corren, iba a resultar al PP una ardua labor casi imposible de conseguir, si se tiene en cuenta la enorme influencia que tiene la red en el mundo, pero el mero atrevimiento de pronunciarse a favor de una inaceptable medida como esta, no puede por menos que poner en alerta a toda la Sociedad general y muy particularmente, a todos los profesionales que se dedican al periodismo de investigación, sin cuyo inestimable esfuerzo, no se habrían conocido muchos de los casos de corrupción en los que se encuentran implicados innumerables cargos políticos.
El escándalo que podría provocar una medida como esta y el perjuicio que podría ocasionar a la limpieza con la que aún se mueven determinados medios, hace imprescindible que no pase un solo momento sin que a Catalá se le exija una inmediata rectificación de sus declaraciones, ya que resulta prácticamente imposible conseguir su dimisión, como sería para todos, deseable.
Si Rajoy se encuentra o no detrás de esta absurda pretensión, es una duda que nos gustaría resolver a la mayor brevedad posible, pero es de suponer que cuando un Ministro de atreve a pronunciarse en este sentido, precisamente ante los mismos medios a los que pretende amordazar, ha de contar necesariamente con el apoyo de todo el Gobierno y muy particularmente, con el de su Presidente.
Que el PP ha tratado reiteradamente de ir anulando derechos fundamentales para la ciudadanía, no es ningún secreto, sobre todo después de que empezara a aplicar sin demora la denominada Ley Mordaza, que ataca duramente a la libertad de expresión de unos ciudadanos profundamente indignados con la labor desarrollada por el Gobierno, pero dar el paso de mutilar la información del modo que les parezca oportuno para evitar que vean la luz delitos contra una Hacienda Pública que representa el patrimonio de todos los españoles, cruza todos los límites de la legalidad que hasta ahora conocíamos y empieza a transformar esta maltrecha Democracia nuestra, en un feudo exclusivo en el que impera el despotismo de un Partido Político que cada vez se asemeja más a un sindicato vertical promovido por una Dictadura maléfica.
En defensa de mi propia libertad, primero, y principalmente por la de todos los españoles, yo sí, pido desde esta humilde página la inmediata dimisión de Catalá y una explicación ante los medios del Presidente.
Quiéralo o no el PP, la prensa acabará publicando la lista de los setecientos y entonces veremos, qué interés se escondía en la intención de evitar a toda costa su exhibición ante la Sociedad y qué nombres trataban de guardar tan celosamente, todos los miembros de este  Gobierno.








miércoles, 29 de abril de 2015

Maldita mayoría


Nada hay peor para un país y lo vivido lo demuestra, que sr gobernado por un Partido que obtiene mayoría absoluta en las elecciones, sobre todo si la Ley ampara que sólo a través de una Moción de censura presentada y votada en el Parlamento, se podría poner fin a su mandato.
Nada hay peor que caer en manos de quien hace de esa mayoría una patente de corso para gobernar, desoyendo reiteradamente las quejas de todas las demás Formaciones que concurren al Hemiciclo y que también representan el sentir de una buena parte de ciudadanos y hasta puede que a muchos de los que en su día decidieron votar a quién gobierna para después arrepentirse, al no sentirse representados por la forma de hacer política que lleva a cabo, a lo largo de la legislatura.
Nada hay peor, que tener que soportar en silencio, por saber que no hay forma alguna de cambiar lo que ocurre, que la soberbia y la insolidaridad de quien tiene en sus manos el poder, conduzca irremediablemente a la Nación a una situación del todo insostenible, maquillando además la realidad con unos tintes de triunfalismo que en nada se corresponde con lo que se percibe en la cotidianidad que al pueblo le toca vivir, inerme ante tal despropósito.
De los muchos ejemplos que los españoles podríamos obtener desde que el PP aterrizara en Moncloa en noviembre de 2011, escogeremos el que goza en estos días de una rabiosa actualidad y naturalmente, nos referiremos al Ministro Montoro y a su tristemente famosa Amnistía Fiscal, para apoyar el argumento de que todo lo anteriormente expuesto, no puede ser más cierto.
Tras la aparición del escándalo Rato y sabiendo como se sabe que Hacienda está investigando a setecientas quince personas de cierto renombre augurando que están implicadas en casos de corrupción, toda la oposición ha pedido estos días la dimisión de Montoro, tropezando, como otras veces, con el muro de la mayoría absoluta del PP, para poder forzarle, no ya a que abandone su puesto por el enorme error de haber propiciado una salida para los defraudadores, sino también a hacer públicos, de una vez, todos  los nombres que aparecen en esa lista que tan celosamente guarda y que probablemente esconde alguna sorpresa mucho mayor que la que ha representado la detención de Rato, para todos los españoles.
Enrocado en su posición de Poder y siendo absolutamente consciente de que la ley ampara su permanencia en el cargo que ocupa, Montoro, aún se permite el descaro de bromear sobre la petición que le hacen sus compañeros parlamentarios, mofándose sin pudor de quiénes debería respetar, por el mero hecho de haber sido elegidos democráticamente por en las urnas.
Su burla, su falta de honestidad al negarse a compartir información que resulta vital para los intereses de la Nación a la que representa, podría hacerse extensible por tanto, a la sociedad en general y solo se puede sacar la espantosa conclusión de que el Ministro se ríe abiertamente de todos y cada uno de nosotros.
Es por tanto urgente, arbitrar mecanismos legales que resten a quienes obtienen mayorías absolutas parcelas de poder y abrir caminos para que el pueblo pueda forzar la marcha de sus gobernantes, si como es el caso, no entendiera que la política que hacen, procuran el bienestar de los españoles.
Cuatro años son demasiado tiempo, si en su  transcurso todo está en manos de un Partido que no cumplió ni una sola de sus promesas electorales y al que se debería poder denunciar por estafa o al menos, mandar a la oposición si es verdad, cosa que empiezo a dudar, que el pueblo es soberano.


martes, 28 de abril de 2015

La ética y la estética


Vuelve esperanza Aguirre, que se declara católica practicante y acérrima defensora de la vida, a reaparecer en la escena política con unas declaraciones que contradicen diametralmente cualquier principio de humanidad, cargando contra los mendigos que se ven obligados a dormir en las calles, al carecer de techo, porque según ella, ahuyentan al turismo que transita por Madrid, ofreciendo una imagen de la ciudad que no gusta a la ex Presidenta-
 Vuelve, probablemente descontenta con los resultados que le auguran las encuestas, seguramente para contentar a esos votantes de la más recalcitrante derecha, con los que suele codearse en las manifestaciones antiabortistas en las que participa y que coinciden con casi todos sus planteamientos y probablemente también con este, al provenir en su mayoría de un sector de la sociedad al que molesta que le recuerden que en la España de hoy, está muy presente la miseria.
Vuelve, haciendo uso de ese populismo, en su caso clasista, que tanto critica a los adversarios que cuentan a los ciudadanos la auténtica realidad de lo que acontece y lo hace, aferrándose al rancio abolengo de sus más fieles seguidores, demostrando con sus afirmaciones que de ganar en las próximas elecciones, distaría mucho de ser la Alcaldesa de todos los seres humanos que habitan en Madrid.
Vuelve, enfurecida por el devenir de los últimos acontecimientos que colocan a su Partido en una gravísima situación de riesgo, por la implicación de muchos de sus cargos en múltiples casos de corrupción, e intentando salvar los muebles, al menos los de su propia casa, al intuir que de seguir produciéndose noticias desfavorables para la Formación a la que pertenece, podría ser inminente una pérdida total del poder.
La fuerza de la costumbre de mandar, de hacer durante muchos años su santa voluntad, no solo en los cargos que ha ocupado, sino también en la sede de su partido, obliga a Aguirre a luchar con uñas y dientes, sin importar qué métodos emplee, por conservar del modo que sea, la idílica parcela de privilegios en la que se instaló con la voluntad de quedarse para siempre y que ahora se le escapa de las manos, como no podía ser de otro modo, a causa de las truculentas historias que han protagonizado sus compañeros y de las nefastas políticas practicadas por su eterno enemigo Mariano Rajoy, desde que es Presidente del Gobierno.
Pero a veces, saber hasta dónde se puede llegar, dónde se encuentra el límite que nunca se debe traspasar en el ejercicio de la política, resulta absolutamente necesario para quién desea dedicarse a ella como profesión y esta vez, Esperanza Aguirre, ha cruzado todas las líneas.
Arremeter contra los más desfavorecidos de la sociedad, proponer tácitamente una limpieza de mendigos, como si se trataran de basura que ensucia el paisaje de la capital española, no puede por menos que provocar en los ciudadanos, en general, la más absoluta repulsa hacia quien propone este planteamiento y un rechazo total hacia todo lo que pueda decir, a partir de este preciso momento.
Le falta Aguirre, caridad y desde luego, queda demostrado que en nada defiende la vida.
Quizá subyace en sus afirmaciones, un deseo ferviente de hacer ver al resto del Mundo que la pobreza, la desolación y la manera en que se ven obligados a vivir una serie de seres humanos, no existe allí donde ella quiere mandar y que las inquietantes historias que se esconden detrás de los que ahora se encuentran sin techo, nada tienen que ver ni con la pérdida masiva de trabajo que ha traído la Reforma Laboral del PP, ni con la enorme cifra de desahucios que se producen a diario en el País, con la aquiescencia del Gobierno y de quienes le apoyan.
Seguramente, sus declaraciones le asegurarán los votos de los barrios más selectos de su ciudad, pero el resto de la sociedad, la gente buena que forma en su conjunto el censo de Madrid, quizá no puedan perdonarle nunca que defienda el triunfo de la estética frente a la ética.



lunes, 27 de abril de 2015

En manos del azar


De vez en cuando, la tierra tiembla con virulencia recordándonos a todos la inmensidad de nuestra pequeñez frente a las fuerzas de la Naturaleza y arroja un balance de muerte y desolación sobre nuestras conciencias, cada vez más preocupadas por la posesión de lo material y el abandono paulatino de los valores principales que son primordiales para la supervivencia del hombre.
Lima la catástrofe de repente todas las diferencias que nos separaban  a los unos de los otros y nos hace ver con meridiana claridad que la tierra puede colocarnos en un plano de dramática igualdad, con solo hacer valer la inmensa fuerza que posee en su interior y que afortunadamente, suele permanecer oculta, hasta que se desatan ciertos factores que la despiertan para desgracia nuestra.
Toda la paz de Nepal, la belleza idílica de sus paisajes que para muchos representaron desde siempre un sueño casi imposible de alcanzar, se ha transformado en una imagen de tragedia y desolación, después de que sufriera un terremoto de magnitud ocho, que ya se ha cobrado la espantosa cifra de casi cuatro mil vidas, desplazando la importancia de cualquier otra noticia que se haya podido producir en el fin de semana y removiendo la interioridad de cualquier persona de bien, provocando inmediatamente una ola de solidaridad internacional que seguramente, como ya ha ocurrido otras veces, se diluirá con el paso del tiempo.
Las imágenes de la mítica Katmandú derruida hasta los cimientos por la violencia de la sacudida y el terror reflejado en las caras de los supervivientes, sobrepasados por la falta de medios que se hace evidente cada vez que ocurre una catástrofe de parecidas características, hace parecer a cuanto está ocurriendo a nuestro alrededor absolutamente banal y por ello, no parece indicado hablar precisamente hoy, de ningún asunto que tenga que ver con las luchas que los hombres libran por obtener un poder que en cualquier momento les puede ser arrebatado por causas que probablemente nunca podrá llegar a controlar, por muchos años que sobrevengan.
Y sin embargo, el mundo sigue su curso como si nada hubiera pasado, obviando despiadadamente la necesidad de ayudar a estos semejantes que han tenido la inmensa suerte de sobrevivir a la muerte, inmerso en su nefasta carrera para alcanzar la gloria, la fama y la efímera popularidad que ofrece la supremacía material que gobierna los destinos de la tierra y nubla la mente de todos sus dirigentes.
Siguen funcionando las Bolsas y los Organismos destinados a fines exclusivamente políticos,  continúan inventando otras mil maneras de explotación con las que llenar las arcas de pingües beneficios creyendo que bastan los minutos de silencio para suavizar el dolor de los que todo lo han perdido y  detrayendo una mínima parte de lo que se posee para organizar una ayuda que las más de las veces, se pierde en el camino sin llegar nunca a los verdaderos focos de la tragedia.
Tratan, de lavar  sus negras conciencias jugando a ser pequeños dioses de pequeña magnanimidad y se pierden en cien conversaciones hueras, como si la palabrería y los gestos hechos a miles de kilómetros de distancia, tuvieran el efecto de obrar un milagro que hiciera desaparecer lo ocurrido y los supervivientes pudieran olvidar, con lo difícil que es, en estos casos, dejar dormir a la memoria.
Solo algunos, bien por extrema sensibilidad, bien porque nunca renunciaremos a la verdadera esencia del hombre, somos hoy, de alguna manera, parte intrínseca de la desdicha del pueblo de Nepal y lloramos amargamente a sus muertos, comprendiendo que sólo ha sido una cuestión de pura suerte, que nada nos haya ocurrido a nosotros.





domingo, 26 de abril de 2015

Delante del televisor


Los que elegimos ver la televisión en la noche del Sábado y descubrimos que saltando de canal a canal podíamos seguir con cierta facilidad dos debates políticos, pudimos notar  enseguida que Pablo Iglesias se consolidaba como uno de los líderes más importantes del país, mientras contestaba a una rueda de preguntas hechas directamente por gente de la calle y que el llamado Bigotes, uno de los principales imputados de la trama Gúrtel, no brillaba precisamente por su inteligencia, sino más bien por todo lo contrario.
Más de un español no pudo por menos que preguntarse cómo un ser de estas características podía haber construido un engranaje tan complicado como el que manejan los jueces que investigan este caso y sobre todo, cómo pudo ningún político, por torpe que fuera, dejarse convencer por él para poner en sus manos los cientos de actos que organizó para su Partido.
 Oyéndole, prestando atención a su burda manera de expresarse y comprobando que su conversación ni siquiera puede resultar atractiva para cualquier persona medianamente inteligente, uno se inclina a pensar si no sería más bien él, quien siendo abducido por las fantasías de ciertos elementos ávidos de obtener riqueza de la forma que fuera, cayó en las redes de un plan perfectamente orquestado desde el mundo de la política y quien ahora paga, como cabeza de turco, la osadía de haber seguido a pies juntillas las indicaciones que se le hacían desde el poder, un poder, al que en ningún momento delató, en el transcurso de toda la entrevista.
Que una forma de tácita extorsión ronda a cualquier empresario que desee obtener algún tipo de contrato con las Instituciones públicas, va quedando bastante claro desde que el Juez Ruz argumentó la financiación ilegal del PP y de las obras de la calle Génova y no es por tanto de extrañar, que este y los otros imputados de Gúrtel, se vieran obligados a hacer el mismo tipo de generosas “donaciones” que Bárcenas describe como habituales en la sede del que fuera su Partido, habiendo sido los primeros en caer en manos de una Justicia, a la que costará aún mucho trabajo esclarecer de dónde partió exactamente la idea que luego desembocó en uno de los asuntos más graves de corrupción, de cuantos se han conocido en España, en los últimos tiempos.
Lo que es verdad, es que hasta para delinquir se necesitan ciertas aptitudes, de las que el Bigotes ciertamente carece y que resulta por tanto, prácticamente imposible que como se viene afirmando desde el principio de la investigación, este individuo sea el cerebro de esta ni de ninguna otra operación de tan enrevesado argumento.
Pero la clase empresarial española parece haber decidido callar y asumir las elevadas “mordidas” que se le proponen desde el poder y su incomprensible conspiración de silencio no hace otra cosa que facilitar la existencia de estas mafias perfectamente asentadas entre nosotros, que impiden con sus actuaciones un desarrollo para este País, tan necesitado de esos mismos recursos que desaparecen después, en los Bancos de los paraísos fiscales.
He de reconocer que indignada, abandoné la entrevista del Bigotes antes de que llegara a su fin y preferí escuchar a un Pablo Iglesias exultante, que al mismo tiempo, ofrecía una serie de interesantes propuestas para terminar de raíz con estos casos de corrupción y de paso, con la imagen terrible que están dando a los ciudadanos, estos impresentables políticos.
Poco ha tardado Rajoy en calificar de alucinógenas sus propuestas, pero ¿qué se puede esperar de un Presidente que alberga bajo su manto a un numeroso grupo de corruptos y que se encuentra él mismo, bajo la  sombra de la sospecha?




jueves, 23 de abril de 2015

En el día de la Tierra


No sé cómo nos atrevemos los hombres a celebrar el día de una tierra a la que como los maltratadores, decimos que amamos mientras atentamos contra su integridad de mil maneras diferentes.
No sé cómo nos atrevemos a disfrutar de las bondades que generosamente nos ofrece y a ocupar el espacio que previamente hemos contaminado con cuanto ha sido necesario para conseguir nuestra propia comodidad, pensando tal vez, que nuestras acciones individuales, por ser pequeñas, no tendrán esas consecuencias nefastas que auguran para las generaciones venideras, los expertos en la materia.
No sé como habiendo atacado durante siglos las inmensas posibilidades que nos brindaba este hermoso planeta, en el que por alguna circunstancia que aún se nos escapa del todo, se propició la vida, somos aún capaces de proseguir el calamitoso camino que decidimos tomar y que constituirá seguramente la que será su destrucción, sin que jamás hayamos demostrado una brizna de agradecimiento por haber habitado aquí, en este paraíso que aún hoy, todavía compartimos.
Quizá todo se torció cuando apareció en este mundo nuestro el valor material y el hombre creyó haber encontrado la manera de ser más feliz, por medio de la posesión de las cosas, aprendiendo a evitar, incluso aún teniendo que recurrir a la violencia, tener que compartir con los otros seres humanos un recién descubierto tesoro, que después ha traído, a lo largo de toda la historia, tantos horrores y pérdidas irrecuperables, indiscriminadamente.
Verdad es que en el hombre se da una dualidad que empobrece todo el sentido de racionalidad que le caracteriza y que somos la única especie capaz de albergar en un mismo individuo una dosis de bien y de mal que hace prácticamente imposible entender la línea de nuestro pensamiento, pero apelando al lado bueno que todos naturalmente poseemos y buscando argumentos para poder lograr nuestro propio bienestar, nada puede justificar que arruinemos el medio que nos proporciona la vida, ni la agresividad con que tratamos los recursos naturales que todos precisamos para continuar existiendo.
Es por eso, que el compromiso con esta tierra nuestra ha de ser obligadamente asumido y que cada cual, siendo pequeño o grande, debe en la medida de lo posible, potenciar que se exija hacia ella, un profundo respeto.
Así, no basta con recordar una vez al año que debemos hacer lo imposible por no contaminarla, herirla o asfixiarla, sino poner en práctica todos los días, de todos los años y siglos,  la fuerza del amor que reclama para poder sobrevivir y seguir regalándonos el milagro de nuestra supervivencia.
Sin nuestro aire, sin nuestros mares, océanos y ríos, sin las verdes laderas que acogieron al hombre premiando su esfuerzo con los frutos dulces de la cosecha, sin nuestros bosques y sin un medio ambiente limpio de toda contaminación, el futuro será un triste recuerdo de aquello que una vez tuvimos y que por alguna razón, absolutamente inexplicable, desperdiciamos hasta extinguirlo. 



martes, 21 de abril de 2015

Recortes que cuestan vidas


La última tragedia ocurrida en aguas del Mediterráneo, que se ha saldado con la pérdida de setecientas vidas y que ha conmocionado al mundo entero, no sólo por su magnitud, sino también por las condiciones en que las personas se ven obligadas a huir de sus países de origen, es la gota que colma el vaso de las relaciones que Europa trata de mantener con la inmigración y una muestra más de cómo la política de recortes exigida en los últimos tiempos, puede culminar en un desastre de dimensiones colosales que nunca hubiera ocurrido, de mantenerse determinados protocolos de actuación, que se abandonaron  por el coste que suponían.
La idea expresada por los dirigentes europeos, incluido nuestro Ministro de Interior, de que prestar atención sanitaria y proporcionar un alojamiento digno a esta inmigración de pateras podría constituir un efecto llamada para las personas que aún permanecen en sus países de origen, sobrepasa en mucho cualquier límite de la ética y constituye, en sí, un grave atentado para la nobleza de pensamiento que debiera caracterizar a todo ser humano que se precie de serlo.
Retirar el programa Mare Nostrum y con él unos medios que posibilitaban en los casos de naufragio el inmediato rescate de los ocupantes de los barcos hundidos, está acabando por Convertir el Mediterráneo en una fosa de incalculables dimensiones, similar a la que ya existe en el Estrecho de Gibraltar y que toca tan de cerca la conciencia de todos los españoles.
Es hora de llorar a estos muertos, que no por ser de la condición más humilde son menos importantes, pero también la hora de que los responsables políticos asuman la parte de culpa que les corresponde en el tratamiento de este problema, reconociendo que la atención que se le ha concedido dista mucho de parecerse a una solución y que blindar Europa como una unidad acorazada, no representa un elemento disuasorio para quiénes no encuentran otra salida que escapar de los lugares de conflicto, con la ilusión de encontrar, aún a riesgo de perder la vida en el viaje, un lugar donde hallar al menos, esa preciada paz de la que carecen.
Más que un tema político, es éste un tema humanitario que Europa no puede eludir por más tiempo y un gesto de caridad que debe asumirse sin tardanza y no con medidas de represión, como se viene haciendo de manera rutinaria, obviando el coste humano que supone.
Ponerse en la piel del otro, plantearse qué haríamos de encontrarnos en las agónicas condiciones en que estas personas se encuentran, ha de primar, necesariamente, por encima de cualquier tema económico o territorial, siendo como somos, todos, individuos pertenecientes a la misma especie.
Las fronteras que inventamos para reafirmar nuestros sentimientos de posesión, han de abrirse si existe una extrema necesidad de acogimiento, cuando las guerras, el hambre o la opresión, azotan a miles de inocentes, ajenos a las cuestiones de poder o política.
La pesada losa de esta tragedia sacude la conciencia de todos los hombres y mujeres de bien que no pueden evitar pensar si no será esto también, un exterminio de esos que de vez en cuando se producen en nuestra negra Historia.



lunes, 20 de abril de 2015

Pánico en la escuela


La indefensión de los profesores españoles ha vuelto a quedar en evidencia hoy, cuando un niño de trece años armado con una ballesta de fabricación casera, un machete y un cóctel molotov ha matado a uno de ellos en un Instituto de Secundaria, ante el estupor de los docentes y alumnos que se encontraban allí y que pronto comprendieron que venía dispuesto a disparar indiscriminadamente.
Cómo puede un niño de esa edad llegar a ser capaz de cometer una acción como esta y en qué momento se torció su camino para desembocar en tan nefastos pensamientos, sin que nadie hubiera advertido estas tendencias, pone en cuestión no solo los métodos educativos de determinadas familias, sino también la frágil salud mental que acompaña a algunos de nuestros adolescentes.
Aún sin conocer las condiciones personales en que se desarrollaba la rutina de este joven alumno, discernir que su modo de ver la vida distaba mucho de lo que podría considerarse normal queda suficientemente probado y seguramente no tardaremos mucho en comprobar que uno de los factores que le han llevado hasta donde ha llegado hoy, se encuentra estrechamente relacionado con una situación de extrema soledad que padecen casi desde la cuna muchos de nuestros niños, al no existir en casi ningún caso una compatibilidad entre la vida familiar y las jornadas laborales de los padres.
Buscar refugio en esas horas de soledad detrás de la pantalla de un ordenador, cuyos contenidos nadie controla por ausencia, se está convirtiendo en algo muy habitual y en más casos de los que pensamos, suele afectar de manera muy negativa a la estabilidad emocional de nuestros hijos, sin que se le conceda la importancia real que tiene, hasta que no ocurre un caso similar al que acabamos de vivir y saltan, de pronto y sin que ya tenga remedio, todas las alarmas.
Pero los profesores se ven obligados a convivir a diario con este problema y la Administración viene posponiendo desde hace demasiado tiempo proteger de manera contundente su integridad física y psicológica, como si la obligación de educar fuera responsabilidad de este colectivo y hubiera por ello de asumir, necesariamente, una vida de riesgo-
Hemos dicho muchas veces que la función de la escuela es enseñar y que la educación en valores de nuestros niños corresponde exclusivamente a la familia. Diferenciar estos dos conceptos, resulta absolutamente imprescindible, como lo es también comprender que la paternidad ha de ser siempre responsable y que cuando uno decide dar el paso de traer hijos al mundo ha de hacerlo asumiendo que conlleva la obligación de encontrar tiempo para estar con ellos, sin que este deber se pueda delegar en abuelos y familiares, ni por supuesto, en los profesores de la escuela.
El abandono de esas funciones, da lugar, en muchos casos, a que acontecimientos como el ocurrido hoy en Cataluña, sobrepase todos los límites de la imaginación, sobrecogiendo la parte más sensible de nuestro pensamiento.
Pero el camino hasta llegar ahí, ha tenido que ser, forzosamente, largo y tortuoso y  la ignorancia supina de los padres de este adolescente sobre el estado mental de su hijo, no va a consolar a los allegados del profesor muerto hoy, ni a paliar el trauma de todos los que han presenciado la escena.
La prevención de estas situaciones extremas y la urgente necesidad de acorazar la seguridad de nuestros docentes, no puede retrasarse más, como tampoco debe haber demora en exigir a las empresas un esfuerzo porque la conciliación familiar sea una realidad y no una quimera que siempre se aplaza, hasta que vuelve a producirse una nueva tragedia.



domingo, 19 de abril de 2015

Insultantemente rico


Si es cierto que Rodrigo Rato posee una fortuna valorada en veintisiete millones de euros, un Hotel de lujo en Berlín, varias propiedades inmobiliarias de incalculable valor y más de treinta y cinco cuentas en varios bancos, como parece haber detectado Hacienda, el entramado que debe haber organizado este hombre a lo largo de los años que ha estado ocupando cargos de relevancia en la política, ha de ser necesariamente faraónico, si se tiene en cuenta el tiempo que ha tardado en descubrirse.
Insultantemente rico en una España en la que cada vez hay más pobre y confeso de apoyar una ideología liberal, como la que defiende el PP, el Superministro de Áznar se ha postulado sin embargo, al lado de los que defendían a ultranza la necesidad de los recortes, aunque guardándose muy mucho de aplicar esa misma doctrina a sus propios asuntos de dinero y a los de topos los que le rodeaban.
Si hubiera que poner cara a la avaricia, esa sería sin duda la de Rato y si hubiera que señalar con el dedo al menos patriota de todos los españoles, tal deshonor correspondería también a esa misma persona, que para mayor inri, ha paseado durante años una exacerbada defensa de una trasnochada españolidad, que en nada corresponde a sus pensamientos más íntimos.
Declara el Presidente Rajoy, estar profundamente dolido por la detención de Rato, volviendo a eludir toda la responsabilidad que desde su cargo tiene en que se continúen repitiendo en su Partido asuntos como éste y en lugar de poner a disposición de los ciudadanos su cargo de poder, como ocurriría en cualquier país democrático del mundo, busca un punto de fuga por el que escapar desesperadamente de la inmundicia que le cerca, utilizando el enclenque argumento de que el ex Vicepresidente ya no pertenece al PP, cuando la realidad es que ni siquiera fue capaz de ordenar, en su momento, que se le diera de baja obligatoriamente.
Saca pecho, presumiendo de honestidad, sabiendo que su nombre está escrito en los papeles de Bárcenas, como perceptor de múltiples sobresueldos en negro y que la financiación ilegal del Partido, le acosa desde los juzgados, como una espada de Damocles a punto de caer sobre su cabeza.
Y al mismo tiempo, se encarga de ocultar durante el mayor tiempo posible el resto de los nombres de los setecientos investigados por Hacienda, sin tener siquiera, a pesar de encontrarse en plena campaña electoral, un gesto con los españoles que tienen derecho a saber una verdad directamente relacionada con el saqueo de una Hacienda Pública, orquestado en su mayoría, por cargos relevantes de su propio partido.
Por qué no se han filtrado más nombre que el de Rato y por qué la prensa afín el PP se ceba exclusivamente con este caso que aunque de extrema gravedad, no debe ser el único, es algo que no se puede entender si no se piensa qué otras personas aparecen en esa lista y qué cargos han ocupado, ahora o en el pasado, en las más altas Instituciones del Estado.
Porque si Rato defraudó, como se piensa, cinco millones de euros al Erario Público, aún desconocemos qué cantidades sumarán entre el resto de los investigados en la operación y créanme, que a lo mejor, nos llevamos una sorpresa.
¿Podrán los españoles perdonar al PP este flagrante   atraco a las arcas públicas y sobre todo, volverán a votar alguna vez, al Partido que alberga a los autores de estos hechos?




viernes, 17 de abril de 2015

Señor que vas a caballo


El que fuera uno de los grandes iconos del partido Popular y Vicepresidente económico en el Gobierno de José María Áznar, Rodrigo Rato, era detenido ayer por la tarde acusado de blanqueo de capitales, fraude fiscal y alzamiento de bienes, justo al saberse que su nombre era uno de los setecientos que se investigaba, tras haberse acogido a la amnistía fiscal aprobada por Montoro.
Durante años, se manejó el nombre de Rato como más que probable sucesor de Áznar, e incluso de oyó que el ex Presidente se había decidido finalmente por designar a Rajoy porque en el fondo, albergaba una secreta envidia hacia las simpatías que entonces levantaba su Vicepresidente y que para compensar el disgusto de quien esperaba ser candidato a la Presidencia del País, se le consiguió el puesto de mayor relevancia en el Fondo Monetario Internacional, que luego abandonó , sin que su labor allí quedara suficientemente aclarada para los expertos en el tema.
Todos los líderes actuales del PP han presumido abiertamente de las bondades y los milagros económicos conseguidos por Rato, hasta que se descubrió lo que había estado haciendo en la directiva de Caja Madrid y después de Bankia y se le consideró responsable directo del hundimiento de estas Entidades, que necesitaron de un enorme rescate que ahora estamos pagando todos los españoles.
Poco a poco, la imagen de Rodrigo Rato ha ido deteriorándose más y más hasta convertirse poco menos que en un apestado para la gente de su Partido, mientras paralelamente, iba siendo imputado en graves delitos por la justicia, llegando incluso a tener que pagar una fianza de ochocientos millones para mantener una libertad, que ayer por la tarde le fue finalmente arrebatada.
Nunca antes había sucedido en España un caso de tanta gravedad, al tratarse este detenido de todo un Vicepresidente de Gobierno y hay que reconocer que más de un español, al conocer su trayectoria, ha soltado un suspiro de alivio por haberse librado de que el Gobierno de la Nación, pudiera haber caído alguna vez en sus manos.
Pero esta caída estrepitosa de Rato en plena Campaña de las Municipales, sin dejar de ser absolutamente vergonzosa por lo que representa, abre desde luego una serie de incógnitas que a todos nos gustaría resolver, a la mayor brevedad posible.
La primera y más llamativa es la ocultación de los otros nombres que constituyen la lista de los setecientos, porque teniendo en cuenta que Rato ya estaba imputado por varios delitos, sacrificarle del todo podría constituir un mal menor, si otros apellidos de la lista son aún de mayor relevancia que el suyo, cosa que de momento no conocemos.
Acostumbrados como estamos los ciudadanos a que se nos niegue reiteradamente la verdad, pensar en lo peor se ha convertido en una especie de inclinación que ya nos sale de manera natural, aunque en el fondo no queramos hacerlo.
La corrupción generalizada tan extendida entre lo más granado de la clase política y mucho más entre los del Partido popular, invita a pensar si esta detención de Rato no será una cortina de humo que trate de ocultar la implicación en casos similares al suyo, de otros cuya aparición pudiera constituir para los conservadores la pérdida total de cualquier aspiración de poder, al menos en los dos próximos e importantes Comicios.
Habrá que esperar a que la maquinaria periodística consiga acceder a la lista completa de nombres y confiar en que la publicarán, sin ocultar a los españoles ningún tipo de información o prueba que se tenga.
El cadáver político de Rato, introducido con un golpe en la nuca en un coche de policía en la tarde de ayer, me recordaba la letra de una soleá que hace años cantaba Manuel Gerena:
Señor que vas a caballo
No tardarás en caer.
Tienes la cabeza de oro
Pero de barro los pies.


jueves, 16 de abril de 2015

Guardar las vergüenzas


Mientras los ciudadanos españoles pagaban religiosamente y de manera ineludible las consecuencias de la mala gestión política de la crisis y del rescate encubierto que le fue concedido a Rajoy para rescatar a la Banca, mas de setecientas personas, de las consideradas públicamente relevantes, se acogían a la Amnistía fiscal aprobada por Montoro, con la intención de blanquear unos fondos que todos ellos tenían depositados fuera de España.
Esas setecientas personas, entre las que se encuentra Rodrigo Rato, por ejemplo, están siendo ahora investigadas por considerar los inspectores de Hacienda que podrían ocultar otras muchas irregularidades muy estrechamente relacionadas con la voluntad de defraudar, aunque de momento, se nos hurte la posibilidad de conocer quiénes son y qué puestos o cargos ocuparon u ocupan, en las Instituciones más importantes del País.
Calla el Ministro, alegando que le está prohibido hablar de ningún contribuyente, olvidando quizá que durante toda la legislatura Popular, ha venido reiteradamente aludiendo a determinadas personas que no pertenecían, desde luego, a su cuerda política y no ha demostrado ningún pudor al referirse a las cuentas ilegales que poseía en Andorra la familia Pujol o a la irregularidad, después subsanada, que había cometido al declarar ante Hacienda, el señor Monedero.
También ha solido citar al conjunto de los actores y cantantes españoles como defraudadores natos y en más de una ocasión, se ha quejado amargamente ante la Cámara, de que no pagaran sus impuestos en el país y en cambio lo hicieran en otras latitudes, mucho menos exigentes con las cantidades, como es conocido.
Por qué evita Montoro mencionar a estos setecientos investigados y por qué rehúye, como si de la peste se tratara, de las preguntas de los periodistas, sólo puede tener una explicación y ésta es que muchos de los nombres que aparecen en esa lista, pertenezcan a vips afines o militantes del Partido Popular, lo que generaría para esa Formación, un enorme y definitivo perjuicio.
Olvida el Ministro, que al igual que Hacienda tiene sus métodos para investigar este tipo de corrupción tan extendida en los últimos tiempos, también la prensa cuenta con profesionales de altísimas capacidades y un sinfín de fuentes de total fiabilidad que tarde o temprano terminarán por descubrir y publicar hasta el último de los nombres que figuran en esa lista.
Pero el agravio comparativo que establece el gobierno de Rajoy entre estos delincuentes de guante blanco y los sufridos ciudadanos de a pie, a los que se les exige cumplir hasta las últimas consecuencias con la Hacienda Pública, resulta ser, al menos, del todo imperdonable y constituye, en sí mismo, una de esas atrocidades incomprensibles, cuya práctica ha instaurado el PP, a lo largo de toda la trayectoria de su mandato.
Guardar las vergüenzas de los defraudadores con tanto ahínco, evitar que la Sociedad conozca quiénes son de manera absolutamente consciente, debería ser, si no los es ya, una forma tácita de complicidad  con esta especie de delincuencia organizada que se ha convertido en una plaga devastadora para unos recursos que son de todos y dice mucho de cómo puede ser, a nivel personal, quien se preocupa más de proteger a las élites corruptas que a los ciudadanos que le otorgaron su confianza, mediante su voto y que continúan, muy a su pesar, teniendo que pagarle su inmerecido sueldo.


miércoles, 15 de abril de 2015

Electoralismo de urgencia


Intentando no perder para siempre al núcleo duro de su electorado, el PP parchea la Ley del aborto que se aprobara durante el mandato socialista y hace retroceder a las mujeres y muy especialmente a las adolescentes, unas cuantas décadas atrás, privándolas de la libertad de decidir sobre una maternidad, muchas veces no deseada y otras prácticamente inviable, por las condiciones económicas en que ahora se vive.
No llega por supuesto la reforma a la dureza que pretendía Gallardón, pero era el momento de hacer ver al electorado que el PP cumple al menos alguna de las promesas electorales que hizo para conseguir el poder, aunque este tema, espinoso por naturaleza, quizá no sea el más idóneo de cuantos quedaban pendientes en la larga cartera de incumplimientos que el PP guarda en su mochila.
Pero la presión de las autoridades eclesiásticas y el evidente distanciamiento de los militantes y simpatizantes más escorados a la derecha, no han dejado otra salida a un indeciso Rajoy que ha estado retrasando la aprobación de la nueva Ley, prácticamente hasta el final de la legislatura.
La debacle de las elecciones andaluzas ha debido ser el detonante que ha hecho sonar la voz de alerta y un PP bastante tocado por los malos resultados obtenidos, aunque no quiera reconocerlo, ha debido pensar que no es de recibo permitir que se escape a favor de otras Formaciones ni un voto más, sea cuales fueren las medidas que deban adoptar, antes de que se celebren los comicios municipales.
Ya veremos si les sale bien la jugada, porque Rajoy no debe obviar tan alegremente que su granero de votos también se nutre de otra gente mucho menos recalcitrante que la del núcleo encabezado por Esperanza Aguirre, a la que sin duda no ha debido agradar que todo el partido claudique a las exigencias de quienes representan un problema constante en las relaciones internas del PP, como se ha demostrado en tantas ocasiones.
Otra vez, Rajoy trata de contentar a toda su prole política con una medida controvertida y otra vez, probablemente perderá en el camino un buen puñado de votantes que para nada se sienten identificados con la beatería propia de la derecha más tradicional y obsoleta.
Lo que ocurre en esta ocasión es que Albert Rivera está esperando con los brazos abiertos a quienes en otras ocasiones se encontraban sin tener otra alternativa que votar y que ahora han encontrado en Ciudadanos un refugio al que acudir, sin tener que plantearse volver con la cabeza gacha, a un PP que hace tiempo dejó de colmar sus aspiraciones.
De todas maneras, La Ley no parece que vaya a gozar de larga vida, si se tiene en cuenta la oposición que ha encontrado en la mayoría de los grupos parlamentarios y por supuesto en partidos como Podemos, que vienen empujando con fuerza y que sin duda, irrumpirán en el Parlamento español, en cuanto se celebren las Generales.
Pero de momento, las jóvenes que deseen abortar a partir de ahora, van a tener que plantearse volver a viajar fuera de España para poder hacerlo, lo que ya constituye en sí, un agravio para su propia dignidad y una imperdonable vuelta atrás, que recuerda peligrosamente a épocas que ya creíamos superadas.
¿Quién nos iba a decir a los españoles, hace sólo unos cuantos años, que por una causa o por otra, todos seríamos víctimas de este Partido Popular, al que todos creíamos, por lo menos, mínimamente civilizado?



martes, 14 de abril de 2015

El ático de Rouco


Desde que Roma le despojó del poder que durante años había venido  ejerciendo en el arzobispado de Madrid,  Rouco Varela no ha disimulado el enojo que le produjo tener que acatar las órdenes de sus superiores , ni las más que evidentes diferencias que existen entre su modo de entender la Iglesia y el que el Papa Francisco pretende implantar entre los miembros de la curia que le rodea.
Empeñado en mantener el altísimo tren de vida que llevaba y en conservar los innumerables privilegios de que disfrutaba y que le permitían hacer y deshacer a su antojo en prácticamente todo el territorio nacional, primero pretendió seguir residiendo en el palacio arzobispal, mientras su sucesor esperaba su marcha en una residencia cercana para ocupar un espacio que ahora le correspondía y después,  rechazó sistemáticamente una serie de pisos que se le ofrecieron en Madrid, hasta conseguir ocupar un ático en pleno centro de la capital, valorado en más de un millón de euros y que ha necesitado una reforma que ha costado  otros trescientos mil, hasta que su eminencia ha decidido que por fin, se adaptaba a lo que consideraba sus “necesidades”.
Para que nos hagamos una idea de cuál puede ser la mentalidad de este señor, habría que reseñar que una de sus exigencias consistió en que se construyera en el piso un amplísimo vestidor que para sí quisieran muchas de las estrellas del cine y que como todas las demás, esta petición también le fue concedida por los mandatarios de la Iglesia Católica.
Conocer las veleidades de Rouco, precisamente en esta época que vivimos, en la que millones de españoles se ven abocados a una pobreza extrema de la que les está resultando prácticamente imposible salir, resulta ser no ya poderosamente escandaloso, al suponerse que un eclesiástico debiera predicar con el ejemplo, sino una afrenta imposible de perdonar que ensucia deliberadamente la imagen de una Iglesia, también infectada de estos casos de pura corrupción, que ni siquiera son susceptibles de ser juzgados en los tribunales, como sería de recibo.
Estas actitudes contradicen poderosamente el aire de austeridad que Francisco está pretendiendo implantar desde su llegada (recordemos que vive en una modesta habitación de una Residencia)  y pone en entredicho su autoridad frente a este núcleo duro de una curia que se resiste a dejar a un lado la cómoda vida de la que han disfrutado desde hace tantísimo tiempo.
Le falta a Francisco, la potestad de terminar fulminantemente con estos indeseables vestidos con sotanas de Armani, que hacen que su discurso parezca verdaderamente alejado de lo que luego es la realidad de su Iglesia y potencia la convicción de que en el mundo actual, la permanencia de gente como Rouco en cargos de poder, puede llegar a ser un gravísimo insulto para la multitud de pobres que habitan la faz de la tierra.
¿Cómo puede nadie seguir el Evangelio que predica la Iglesia, si al mirar a su alrededor encuentra a Cardenales y Obispos disfrutando de una opulencia escandalosa, mientras en su entorno las familias son desahuciadas de sus hogares y ni siquiera pueden encontrar un trabajo que les permita sobrevivir y cubrir sus necesidades más primarias?
El ático de Rouco, es pues, una prueba fehaciente y palpable de las enormes distancias que separan a los sacerdotes de la Iglesia y también de que las supuestas ilusiones del Papa Francisco, están encontrando una resistencia feroz para poder ser llevadas a cabo, mientras los católicos comprueban atónitos que quienes serían los encargados de dirigir su rebaño, injurian con su actitud, los principios fundamentales de la que sería su doctrina.
Pecan mortalmente Rouco y los suyos, de soberbia, de vanidad, de desobediencia consciente a las órdenes dictadas por el Vaticano y también de extrema impiedad con el sufrimiento de la buena gente de la calle, que quizá esperaría de ellos, al menos un gesto de caridad que suavizara en parte, la gravedad de sus problemas.
Flaco favor hacen estos individuos a los curas comprometidos de verdad con los pobres del mundo y mucho, muchísimo tendrían que aprender de la humildad y la sencillez con que afrontan el devenir, misioneros y sacerdotes de barrio, aunque vistan vaqueros y calcen sandalias, por cierto, igual que las de aquel Pescador de los primeros tiempos.












lunes, 13 de abril de 2015

Correas de transmisión


La desesperación de los medios de prensa afines a la derecha  desde que aparecieron nuevas Formaciones políticas que pueden poner en peligro la hegemonía de unos Partidos mayoritarios que imaginaban que la alternancia del poder sería para siempre, se hace evidente en todos y cada uno de los ataques que protagonizan en sus intervenciones televisivas, sobre todo contra Podemos, que ha cambiado en un solo año de existencia, la intención de voto de una buena parte de españoles.
Cada vez que a uno de estos periodistas se le da la oportunidad de participar en alguno de los muchos debates que programan las diferentes cadenas, un discurso que se parece sospechosamente al que suelen emplear los líderes del PP en cualquier acto en el que intervengan, suena machaconamente en el plató, procurando además, que el espectador no pueda escuchar lo que dicen los demás, sobre todo si sus argumentos no coinciden en nada con los expuestos por estos pseudo profesionales del periodismo.
Puede que antiguamente, el pueblo no estuviera entrenado para discernir cuando un periódico apoyaba tácitamente a un Partido concreto, pero los años de Democracia vividos y sobre todo los durísimos acontecimientos sufridos en los últimos tiempos, han aumentado poderosamente la sensibilidad de los ciudadanos, que han aprendido más de política y economía, que de cualquier otra materia de las que antes pudieran parecerles importantes.
Tampoco es que se cuiden mucho de ocultar sus tendencias estos tertulianos que cumplen a la perfección su papel de correa de transmisión de las diferentes ideologías y a los espectadores no les cuesta nada identificar a qué facción pertenecen y de qué cuerda son los dueños de los Periódicos para los que trabajan.
Se echa de menos, claro está, esa independencia defendida hasta las últimas consecuencias por aquellos periodistas de raza, siempre en pos de demostrar tajantemente la veracidad de las noticias y a los que desgraciadamente, no les han dejado otra opción que la de refugiarse en La Red, para poder continuar en una línea profesional insobornable y que ni siquiera merece un hueco, en ninguna de estas televisiones nuestras.
Desde que se permite hacer afirmaciones de cierto calado, sin tener que demostrar fehacientemente que son ciertas, la gente se atreve a acusar, vilipendiar y hasta injuriar a las personas y Partidos que no son de su agrado personal y para asombro de todos, ni siquiera les ocurre nada.
Lo venimos viendo todos los días con el manido asunto de la relación entre Podemos y Venezuela, sin que de momento, nadie haya publicado aún nada que demuestre que el Partido de Iglesias haya sido financiado por el de Chaves, aunque mucho se afanan en hacer creer a los ciudadanos que España será un calco de aquel país, si Podemos gana las elecciones generales.
Y la presunción de inocencia, que tanto defienden algunos en casos como el de la Infanta, por ejemplo, queda aquí, no solo silenciada, sino que ni siquiera se contempla para aquellos a los que se acusa tan alegremente, de algo de lo que no se presentan pruebas.
Hagan el ejercicio de sentarse ante la televisión y no tardarán en comprobar que lo que digo es cierto.
Una prueba más de que la inteligencia que se nos supone, es infinitamente menor de la que en realidad poseemos.



domingo, 12 de abril de 2015

Nuevo compás de espera


Sin que hayamos podido recuperarnos aún de los efectos de la pasada Campaña Electoral andaluza, los líderes de los Partidos saltan de nuevo a la palestra dando inicio a la de las Municipales y  comienza el cruce de acusaciones de los unos contra los otros, como si nuestra propia memoria no bastara para recordar lo que cada cual ha venido haciendo en los últimos tiempos y qué clase de méritos y deméritos pueden realmente atribuírseles.
PP y PSOE presumen con un descaro inaudito, apoyados en todo momento por sus incondicionales, de una honradez que en nada corresponde a la interminable lista de casos de corrupción que han protagonizado muchos de sus cargos en las Instituciones públicas y retornan a la estrategia del “y tú más”, a la que nos tienen acostumbrados cada vez que se enfrentan a los medios, obviando conscientemente referirse a los grandes pecados capitales que han cometido mutuamente y que como todos sabemos, están siendo investigados aún, por la justicia.
Duele oír a Rajoy o Aguirre, igual que a Sánchez o a Carmona, alardear de limpieza ante las cámaras de la misma televisión que ha venido ofreciendo  toda la información sobre casos como la Gúrtel, la Púnica, los ERE o el fraude en los Cursos de Formación, como si un ataque de amnesia les hubiera borrado de la mente que son los suyos y no otros, los imputados por tales acciones y los que seguramente serán juzgados y esperemos que castigados, cuando llegue el momento.
Entretanto, Podemos y Ciudadanos, afortunadamente ajenos a esta rivalidad, empiezan a desvelar los contenidos de lo que serán sus futuros programas, haciendo una especie de frente común contra los señores del Bipartidismo, aunque procurando que la gente no se llame a confusión entre lo que pueden representar en un futuro, los unos y los otros.
Languidece hasta la agonía UPD, precipitándose hacia un abismo del que parece que será imposible salir, no se sabe muy bien si por el empeño de Rosa Díez en permanecer en su cargo o por el hartazgo de otros muchos militantes de relevancia que consideran que su tiempo pasó y que no estaría mal una alianza con el Partido de Albert Rivera, si verdaderamente se quiere conseguir formar parte del poder, después de los próximos comicios.
Las grandes ciudades como Madrid o valencia, se han convertido en objetivos susceptibles de ser ganados para todos y no hay programa o página de Prensa en que no se entreviste a alguno de los candidatos a las Municipales para seguir aburriendo a la concurrencia con el manido discurso que cada uno de ellos repite punto por punto, allá donde aparece.
Y lo peor, es que durante este compás de espera, todo se paraliza  incomprensiblemente para los ciudadanos, que sin embargo, han de permanecer soportando en todos los casos las situaciones que padecen, sin tener siquiera el derecho a que la obligación de resolver problemas que tienen los políticos, continúe por un camino de normalidad, al suspenderse toda actividad por   la imprescindible presencia física de los líderes en los actos de Campaña.
Bendita paciencia la de este pueblo, que aguanta impertérrito también esta injusticia que se le hace, esperando como el santo Job, a que todo termine y alguno de estos que ahora  pide su voto, se compadezca de sus penurias y mueva la maquinaria para mejorar todo aquello que por ley, resulta que son inalienables derechos.


jueves, 9 de abril de 2015

Un fatal desacuerdo


Igual que ocurriera con la crisis del ébola, el gobierno no ha sabido gestionar de manera correcta las acciones de salvamento de los tres espeleólogos españoles que cayeron a un acantilado en Marruecos y que se ha saldado finalmente con la pérdida de dos vidas, a pesar de que hasta allí se habían desplazado unos cuantos compatriotas expertos en estas materias, a los que las autoridades marroquíes han impedido intervenir, probablemente por una falta total de coordinación con el Ministerio de Exteriores de España.
Atrapados en una roca situada en un lugar de difícil acceso, los espeleólogos  se han visto obligados a esperar una semana a que los equipos de rescate de Marruecos pudieran por fin llegar hasta donde se encontraban, acción que ha costado la vida al menos a uno de ellos, que probablemente habría podido salvarse si las labores no se hubieran interrumpido de noche, como sugerían los compañeros desplazados allí,mucho más acostumbrados a librar batallas de este calibre.
Ya sabemos que a pesar de las apariencias, las relaciones con Marruecos nunca han sido fáciles y que desde hace tiempo, en toda negociación entablada subyace en parte de los autoridades alauís, un deseo fehaciente de recuperar Ceuta y Melilla para integrarlas en su territorio nacional, por lo que casi nunca resulta factible conseguir un acuerdo que satisfaga plenamente a los diplomáticos españoles.
Pero quizá en esta ocasión, no pueda atribuirse toda la culpa a las reticencias de Marruecos y el origen del retraso en iniciar las labores de búsqueda se deban en realidad, a que en un primer momento en España no se concedió la importancia suficiente a la desaparición de estas personas, confiando erróneamente en que la experiencia con la que contaban, les haría volver sanos y salvos al punto de partida, sin necesidad de tener que recurrir a la vía diplomática, si podía evitarse.
Una vez iniciadas las gestiones, tampoco se ha debido incidir en la exigencia de que los espeleólogos que habían viajado desde España participaran activamente en el rescate  y lo que podía haber quedado en un susto, ha terminado convirtiéndose en una agónica aventura para los protagonistas de esta historia, ante la indignación de los compañeros que esperaban, sin que les fuera permitido  intervenir, al borde mismo del abismo en que se desarrollaba una escena dantesca.
Como otras veces, el Ministro ya se ha encargado de recibir al superviviente a pie de avión, a su regreso a España y a pesar de la insistencia de los medios en que ofreciera explicaciones sobre los graves errores cometidos en este asunto, se ha limitado a lamentar la pérdida de las dos víctimas, sin asumir, en lo que le toca, su parte de responsabilidad en la mala gestión del asunto.
Indignados, los compañeros de los fallecidos y del superviviente, que soportaron con impotencia una prohibición que les resultaba inexplicable, no han tardado en manifestar que estando allí les había parecido evidente que la falta de entendimiento entre los dos gobiernos, era la única causa que retrasaba de manera fatal, el desarrollo de unas labores que podían haberse concluido mucho antes.
También las familias han manifestado su intención de denunciar y aún se asombran de que uno de los espeleólogos haya conseguido sobrevivir en condiciones tan adversas, aunque naturalmente, las secuelas psicológicas que le quedarán tras haber visto morir a sus dos compañeros, serán posiblemente irrecuperables.
Tras los sucesos de los inmigrantes muertos en el mar, esta crisis de los espeleólogos, se le echa encima como un huracán al Ministro de Exteriores, volviendo a demostrar su ineficacia para ocupar el puesto y pone en evidencia, otra vez, su buena voluntad para ofrecer a los españoles un relato veraz de los hechos, aunque el paso de los días se encargue de que otros, como siempre, terminen por hacerlo, afortunadamente para todos nosotros.




miércoles, 8 de abril de 2015

Lavado de cara


Mientras las rencillas internas sacuden la mismísima médula del Partido Popular, tras el desastroso resultado obtenido en las Elecciones andaluzas, su Presidente, Mariano Rajoy, trata desesperadamente de lavar la cara de la Formación, haciendo alarde de una unidad, que todos sabemos,  no existe.
Le pasa al Presidente con esto, igual que con todo lo que resulte ser un problema, que prefiere cerrar los ojos y tratar de autoconvencerse de que la realidad es como le gustaría, pretendiendo además, que los otros crean ciegamente las afirmaciones que salen de su boca, como si su mero deseo transformara milagrosamente los hechos fehacientes, bañándolos de un color de rosa que nunca es, en verdad, el que percibimos los que le rodeamos.
En esta línea, a Rajoy le parece que España ha salido de la crisis, que en el PP nunca hubo una contabilidad B y que Bárecenas apuntó su nombre en los famosos papeles como perceptor de sobresueldos, por mera inquina,  doce años antes de que todo se descubriera y ahora también, que no existen enormes discrepancias entre Cospedal y Arenas y hasta que Esperanza Aguirre le es fiel, incluso cuando le reprocha frente a frente cualquier iniciativa en su manera de gobernar este país en el que vivimos.
El reiterado error, ya ha empezado a traerle consecuencias y los resultados andaluces son los que son, en parte por su empeño en visitar casi todos los días durante la pasada Campaña electoral, una tierra demasiado castigada por su política de recortes, intentando hacer creer a los habitantes de esta parte de la Nación que todo marcha estupendamente bien, incluso para los desempleados que hace tiempo dejaron de recibir alguna prestación y que tratan desesperadamente de salir sin conseguirlo, de su situación de miseria.
Pero la autocrítica no existe para este escéptico Rajoy y todo hace prever que la experiencia andaluza no le hay hecho escarmentar de la pretenciosa vanidad que le acompaña, cada vez que interviene en algún acto público, por lo que los candidatos del PP a las elecciones municipales, están aterrorizados con la sola idea de tener que compartir escenario con el Presidente, sobre todo en Valencia y Madrid, que hasta ahora habían sido feudos electorales del PP, pero que tampoco están contentos con las políticas llevadas a cabo, en los últimos cuatro años.
No es comprensible que nadie en un Partido de tanto poder, haya tenido aún el valor de abrirle los ojos al Presidente o al menos, de insinuarle que su postura ante los problemas resulta ser absolutamente inadecuada y hasta rayana en el más espantoso de los ridículos, fundamentalmente cuando los conflictos inciden en el devenir de una gran mayoría de los ciudadanos a los que supuestamente representa y que tienen el derecho a recibir una información real de lo que sucede en cada momento.
La tormenta desatada en el PP, quiera admitirlo o no Rajoy, tiene mucho que ver con esa incapacidad suya para enfrentarse a los trances, aunque éstos estén ocurriendo al lado de su puerta y callar, desaparecer, maquillar peligrosamente la realidad o huir por la puerta de atrás, culpabilizando a otros de lo que es exclusivamente responsabilidad suya, termina por hacer creer a los demás que cada cual puede imponer su voluntad en el seno del Partido a que pertenecen y luchar abiertamente por su parcela de poder, ya que desde arriba, nadie se opone a que tales cosas ocurran.
Nadar y guardar la ropa, todos lo sabemos, resulta ser absolutamente imposible y la primera labor de un Presidente de Gobierno y por añadidura, también la de cualquier Presidente de Partido, es la de implicarse con todas las consecuencias, positivas o negativas, en que todo transcurra de la mejor manera posible para las mayorías.
Eso se llama Democracia. Pero en esta materia, Rajoy nunca debió pasar del parvulario y ahora, lo está pagando, no solo en el País, sino también en la relación con su propia gente.




martes, 7 de abril de 2015

La epidemia maldita


El que fuera Ministro de Justicia con el PSOE, López Aguilar, ha solicitado la baja de militancia en su Partido, al ser imputado  por malos tratos a su ex esposa y que presuntamente se produjeron en presencia de sus hijos, causando el asombro general de cuántos le conocían y le consideraban, por su manera pública de actuar, un hombre totalmente pacífico.
No deja de sorprendernos que esta maldita epidemia de la violencia de género nada tenga que ver ni con las clases sociales ni con la educación de los maltratadores y que estos sucesos que muchas veces terminan desembocando en episodios de fatales consecuencias, a veces resulten difícilmente predecibles, si no fuera porque las víctimas se atreven a dar el dificilísimo paso de interponer la denuncia, desenmascarando ante los demás a quiénes para ellos se comportaba como una persona normal y sólo se transformaban en la intimidad de un hogar que habían convertido en un infierno.
Muchas veces hemos denunciado la lacra que representa el machismo fanático para la Sociedad y otras tantas, que las medidas adoptadas hasta el momento para la resolución de un problema que sesga la vida de sesenta o setenta mujeres cada año, resultan, como se puede ver, absolutamente insuficientes.
Pero es que además, los recortes impuestos por el PP en este apartado, han restringido considerablemente los fondos destinados a la protección de las víctimas y muchas de las mujeres que se hallan actualmente en situación de riesgo, ni siquiera se atreven a denunciar, por no tener un piso de acogida al que acudir con sus hijos y optan por continuar al lado de su verdugo, con la esperanza de que sus perspectivas cambien.
Como vemos, si se analizan los perfiles de los maltratadores, lo mismo podemos encontrarnos con un profesor de Universidad, con un médico, un juez o un obrero de la construcción, lo que viene demostrando que la violencia machista nada tiene que ver con la formación académica de quienes la practican y mucho con un exagerado sentido de la posesión, muchas veces mimetizado del comportamiento de los progenitores, durante la época de infancia.
 Hemos dicho también, que la labor de los padres con los hijos varones en este campo resulta fundamental, e incluso hemos advertido del repunte que se viene observando en los jóvenes, al recabar información sobre sus actuales comportamientos.
Luego entonces, habría que intentar y este intento no permite demora, orientar las medidas de prevención hacia otros y más eficaces caminos e incidir en la educación, ya desde las edades más tempranas, en esta materia, para aclarar a los hombres y mujeres de hoy y de mañana que la igualdad entre ellos ha de ser necesariamente total y que no se admiten fisuras, como disculpar algunos pequeños gestos, que casi siempre acaban por radicalizarse, cuando las relaciones se prolongan en el tiempo y se hacen más íntimas.
Si hay que endurecer las penas o invertir mucho más dinero en la atención a las víctimas, o hacer lo imposible para potenciar que la gente que advierte este tipo de actitudes en su entorno, denuncie sin que se sepa nunca su identidad, la obligación de este y cualquier gobierno es llevarlo a la práctica, cueste lo que cueste, a la mayor brevedad posible.
Y en el caso de López Aguilar, que curse o no la baja en el PSOE, resulta ser absolutamente anecdótico y lo que sería deseable es que si llega a demostrarse su culpabilidad, caiga sobre él de manera implacable, todo el peso de la justicia, sin que su condición de aforado pueda influir en modo alguno, en los jueces encargados de dictar sentencia.




domingo, 5 de abril de 2015

La imagen del balcón


Ver la imagen de algunos políticos de los grandes Partidos apostados en los mejores balcones de la carrera Oficial de la Semana Santa de Sevilla, contemplando de manera privilegiada el paso de las Procesiones, puede dar una idea de lo poco o nada que ha afectado la crisis al transcurrir de sus plácidas existencias y de lo distanciados que están, también en esto, del pueblo que se ve obligado a permanecer de pie en las calles, si quiere seguir el  mismo espectáculo al que nos estamos refiriendo.
Algunos de ellos, hasta se permiten el atrevimiento de sonreír, como si de un Emperador se tratara, mostrando complacencia ante las masas y saluda a los presentes con la mano, probablemente confiado en que el mero hecho de ser un rostro popular, le garantiza la aquiescencia de aquellos que le contemplan desde abajo, asfixiados por un calor de justicia y sin posibilidad  de que alguien contratado para tal fin, atienda todas las necesidades que puedan surgirle en cualquier momento, sin que le cueste un solo euro.
 Otros, como el Rey, se dan un baño de multitudes estrechando la mano de quienes aún consideran vasallos, ignorando también, que debajo de ese afán por evadirse que saca a la gente a las calles en estos días, subyace una capa gruesa de miseria sobrevenida, a causa de la espantosa manera de hacer que vienen teniendo ésos cuya misión debiera ser, precisamente, la de procurar el bienestar de todos nosotros.
Qué verdad es, que ya ni siquiera podemos ser considerados literalmente ciudadanos, sino más bien, esclavos del capricho de esta serie de señores aupados al trono de la vanidad por el poder del dinero, que  no se molestan en disimular las enormes distancias que les separan de nosotros y que han dado lugar al nacimiento de lo que algunos han dado en considerar una Casta, que lucha encarnizadamente por no perder ni uno solo de sus infinitos privilegios.
Mañana, cuando nos incorporemos a la rutina tras el descanso vacacional, bajarán de los balcones en que les vimos y tratarán  otra vez de convencernos, en cuanto se abra el periodo electoral, de las mismas falaces promesas que ya en otros momentos nos llevaron a ofrecerles una confianza que nunca merecieron de verdad, como después han demostrado ampliamente y volverán a sonreír, a estrechar manos y a mezclarse, ahora sí, entre las muchedumbres, como si realmente fueran parte de nuestro mundo, ese mundo que por desgracia les queda tan lejos y del que tan pocas cosas conocen.
Algunos, hasta les creerán, esperanzados por enésima vez, en que sean capaces de corregir sus errores y perdonando, quizá por tener buen corazón, todos los atropellos que sufrieron en propia carne, vejados hasta el límite, sin consideración ni respeto, por las reglas de nuevo cuño implantadas tiránicamente desde el poder, por estos reyezuelos adoradores de la riqueza.
Y otros, ojala muchos, considerarán que ha llegado la hora de encontrar nuevos horizontes y desterrar por fin del ámbito en que tan gozosamente viven, a todos los que tuvieron y tienen algún tipo de responsabilidad en que nuestro devenir se esté convirtiendo en una espesa niebla en la que no podemos ver ni a dónde vamos, ni de dónde venimos.
En fin, todo será, exactamente como nuestra voluntad colectiva quiera que sea, pero si hemos aprendido algo de estos años pasados es que la angustia, la tristeza y la desesperación, no son más que la cara más amarga que nos puede ofrecer la vida y que cada cual, debe asumir su parte de culpa, si es que de algún modo estuvo implicado en que nuestra existencia fuera así y nada hizo, aunque pudo, para cambiar una situación tan amarga.


miércoles, 1 de abril de 2015

Todo lo inaugurable


En pleno periodo vacacional, los políticos apuran las últimas horas que quedan para que se abra el plazo de las Elecciones Municipales y se apresuran a cortar cintas de todo lo inaugurable, con la intención de conseguir cuántas más fotos puedan, para presentarlas como testimonio de lo que ha sido su “buen hacer”, en el tiempo que ha durado su último mandato.
Viajes en Ave y por carretera que les llevan a los destinos más insólitos, para descubrir placas conmemorativas y hasta para dar el visto bueno a obras inacabadas, buscando ya los golosos votos de unos electores, que contemplan atónitos la extrema teatralidad   que caracteriza a estos personajes, que cada vez más, parecen sacados de una de aquellas películas de Berlanga.
Como si los ciudadanos estuvieran afectados de una epidemia de amnesia generalizada y no tuvieran presente todo lo que les ha ocurrido, contra su voluntad, en los últimos tiempos, todo aquel que tiene oportunidad de hacerse ver a través de los medios en una de estas inauguraciones, corre velozmente hasta el lugar en que se haya instalado el nuevo hospital, parque, jardín, polideportivo o escuela y sacando del fondo del armario la mejor de sus sonrisas, posa con la tijerita que declara abierto el edificio o se mancha su mejor traje con la tierra del pequeño arbolito que planta, sin demasiado interés, todo hay que decirlo.
Hasta el mismísimo Presidente del gobierno se dedica en cuerpo y alma a estas funciones, sin recordar el daño que ha hecho a su Partido su participación en la Campaña andaluza y eso, que sólo han pasado unos días desde que se produjo la debacle que hizo perder al PP diecisiete escaños, en tal evento.
Esperanza Aguirre opta por pasearse por un mercado, preocupándose por aclarar ante los atónitos televidentes que paga todo aquello que compra y manifiesta a regañadientes que el Presidente del Gobierno, por supuesto, intervendrá en la Campaña de Madrid, aunque todos sepamos en el fondo, que su deseo sería justamente lo contrario.
 El oficio de la política, pienso, ha de nublar necesariamente los sentidos de quiénes lo ejercen, porque si los protagonistas de estas acciones pudieran verse con los ojos con que les ve la gente corriente, estamos seguros de que prescindirían de inmediato de muchos de estos actos ridículos que no hacen en realidad otra cosa, que aumentar en mucho, la mala imagen que hoy por hoy, se tiene de ellos-
Sinceramente, poco importa a los ciudadanos que se inauguren más o menos edificios, si después, como suele pasar, ninguno de ellos funciona con regularidad, o terminan por convertirse en obras fantasmas de esas que se encuentran salpicadas por toda la geografía española y que no generan más que gastos a una Hacienda Pública, bastante necesitada de fondos, como aclara cada vez que puede, el Ministro Montoro, de cara a los españoles.
Menos mal que al menos en un tiempo, quedan desde hoy terminantemente prohibidas estas exhibiciones de poder y de aquí a Mayo, sólo tendremos que soportar el alarde mitinero de todos los participantes en la nueva campaña de elecciones, en las que por fin podremos decidir, cada cual atendiendo a su conciencia, en cuáles vamos a depositar la confianza  para otros cuatro años, en los que esperamos, de corazón, que algo empiece a cambiar de verdad y que se supriman, por fin, toda esta suerte de inútiles ostentaciones de vanidad que nos parecen tan superfluas.