jueves, 28 de julio de 2016

Un sí con condiciones


Acepta mariano Rajoy el encargo del Rey para presentarse a la investidura, con la condición de obtener el plazo necesario para buscar los apoyos que le faltan y que de momento, le niegan todos los Partidos, excepto Ciudadanos, que le ofrece  su abstención en segunda vuelta, pero cuya decisión podría cambiar, a juzgar por la trayectoria que lleva, de aquí a que llegue el día señalado.
No hay error más grande que jugar con certezas, cuando de política se trata, pues la información que llega a los medios y a la ciudadanía, nada tiene que ver con lo que a la vez, pueda estar sucediendo en las altas esferas, dónde las negociaciones, las cesiones y las renuncias, se plantean a un nivel absolutamente desconocido para la gente corriente  y rodeadas de un inmenso secretismo, que los propios artífices siempre se encargarán de preservar, aunque sea contra viento y marea.
Pero la imaginación  y la capacidad de formar hipótesis, de momento, continúan siendo libres, por lo que la lectura de las palabras que acaba de pronunciar el todavía Presidente del Gobierno, bien puede ser entendida como una señal de que la negociación encubierta continúa avanzando, aunque quizá no con la celeridad que Rajoy esperaba y que con toda probabilidad, en los próximos días, los españoles conoceremos que los de Rivera, apelando a cuestiones de patriotismo, estarán dispuestos a apoyar la investidura , empujando con ello a los socialistas a la abstención, o al menos, a ofrecer a sus diputados una libertad de voto, que aporte al popular  la ayuda necesaria, para volver a ser Presidente.
Al no haberse dado jamás, en la corta historia de nuestra democracia, un caso como este, resulta especialmente difícil dilucidar cuál será finalmente la reacción de cada cual y el oscurantismo y la ambigüedad con que se están afrontando las negociaciones, por parte de casi todos, obliga a estar continuamente leyendo entre líneas y también, a poner una especial atención a los pequeños detalles que suceden a nuestro alrededor y que en otros momentos, carecerían importancia, sobre todo cuando las mayorías parlamentarias resultan suficientes, para no necesitar ningún tipo de apoyos.
Y sin embargo, esa misma indefinición en la que se mueven los principales protagonistas de esta historia, no hace, sino acabar de convencer a los ciudadanos de la ineptitud de una clase política, incapaz de afrontar con éxito, cualquier tipo de situación que se salga, por su complejidad, de unos cánones que durante años han sentado un precedente de una continuidad, de la que ahora  se carece
Naturalmente y ellos lo saben, los populares serían los más beneficiados, si Rajoy fuera reelegido como Presidente, pues el éxito final de la operación concedería al PP una impagable oportunidad de regenerarse, sin haber tenido que pagar precio alguno por la corrupción, ni por los recortes infringidos, aunque dejándole una deuda con los de Rivera que a lo largo de la legislatura habrá que pagar, sin que aún se hayan determinado cuáles han sido las condiciones de los a cuerdos.
Sólo Sánchez, acosado por su permanente inestabilidad, saldría seriamente perjudicado, si finalmente claudica  y casi se podría afirmar que en cierto modo, estaría certificando su propia defunción política, tragado inexorablemente por las aguas turbulentas que se mueven bajo sus pies, en el seno de su propio Partido.
A este PSOE atrapado entre los populares y Podemos, le aguarda, irremediablemente, un futuro difícil que incluso podría terminar con un cisma entre los partidarios de izquierda y los complacientes benefactores de la derecha.

Ya se verá. Pero ya les adelanto y no creo equivocarme, que Rajoy, para nuestra desgracia, será otra vez, Presidente.  

miércoles, 27 de julio de 2016

Obras son amores


Desde que Podemos apareciera como Partido, en el panorama político español, todos sus dirigentes se han esforzado de manera especial en defender, por encima de todo, una imagen de limpieza, que en el caso de sus oponentes se había ido enturbiando de manera considerable, a causa de los innumerables casos de corrupción que incomprensiblemente, se han convertido en una rutina con la que nos hemos, incluso, acostumbrado a convivir, como si fuera natural que los políticos cruzaran habitualmente las líneas de la legalidad, sin que nadie se escandalizase por ello.
El empeño constante de los representantes de la Formación morada, en denunciar contundentemente todos los casos relacionados con este tipo de irregularidades financieras, viene hoy a chocar, diametralmente, con el hecho de que Pablo Echenique haya mantenido a una persona a su servicio, durante un año, sin contrato y sin darle de alta en la seguridad social, contraviniendo con ello, de manera fehaciente, los principios de su propio Partido.
Escudarse en el desconocimiento de la Ley, reconocer ahora los hechos ofreciendo ante los medios explicaciones que tratan de minimizar una acción que no por ser frecuente en la sociedad en que vivimos, resulta menos punible, no exime sin embargo, al líder de   Podemos, del obligado cumplimiento de las normas establecidas a este fin, ni resta importancia a la falta cometida por quién, además, se define como defensor de la transparencia.
Verdad es que la gravedad del pecado resulta ser minúscula, si se compara con la mayoría de los casos de corrupción que hemos conocido, pero dar ejemplo, en el caso de un líder procedente de esta Formación en concreto, se hace imprescindiblemente necesario, si se desea que el mensaje transmitido a los demás sea creíble y no se confunda, en el fondo, con la versatilidad huera que suelen utilizar las Formaciones tradicionales, cuando se refieren a estos temas tan tratados.
Por ello, no  basta pedir perdón, aunque la historia ya no tenga remedio y se impone quizá, una toma de medidas ligeramente más drásticas por parte de sus propios compañeros, que no deben ni pueden permitirse que se manche toda una trayectoria de transparencia por un hecho así, por mucho que en el fondo, les duela.
Viviendo en la época que vivimos, la forma de afrontar  este tipo de asuntos, en el seno de los  partidos, empieza a marcar las diferencias y no debe, por tanto, obviarse aquello que en este caso ocurrió, cayendo en el error de perdonar algo que resulta ser del todo imperdonable, al afectar a quién afecta.
Mucho hemos defendido desde aquí el modo de actuar de los líderes de Podemos, pero si se quiere mantener el prestigio ganado a lo largo del tiempo y fomentar que los ciudadanos cumplan escrupulosamente con sus obligaciones fiscales, sin excepción, se impone predicar con el ejemplo.
Y como obras son amores, convendría recordar a Echenique que nada, ni siquiera la necesidad más extrema de un asalariado que prefiere no declarar su propia situación, debe obstaculizar el cumplimiento estricto de las leyes.
Los cambios, en esta sociedad, desgraciadamente infectada de casos como éste, han de comenzar necesariamente, por uno mismo, pues de nada serviría criticar la conducta de los demás, cuando la nuestra se asemeja tan peligrosamente a la de ellos.





martes, 26 de julio de 2016

Odio en las entrañas


Mientras el Rey iniciaba los contactos con las fuerzas políticas del país, de cara a la posible investidura como Presidente de Mariano Rajoy, en un pequeño pueblo de Normandía se perpetraba un nuevo atentado que ha dado como resultado la muerte de un sacerdote y en el que han resultado heridos varios feligreses que  se encontraban en ese momento en la Iglesia, en la que dos hombres armados con cuchillos, que después fueron abatidos, los atacaban por sorpresa, declarándose seguidores de ISIS.
El problema de estos lobos solitarios, que parece ir creciendo en Europa de manera espontánea y que resulta muy difícil controlar por la imprevisión de sus actos, refleja sin embargo que el llamamiento doctrinal que realizan a diario los radicales islamistas a través de las redes está encontrando un inesperado apoyo dentro de los grupos marginales que durante años han poblado los arrabales de nuestras ciudades, sin que se haya encontrado un modo de motivar a los miles de jóvenes que los habitan, para que encuentren un camino que les permita alcanzar un futuro de esperanza, a través de una educación que sistemáticamente, por su situación, se les niega.
Sumidos en el pozo negro de la incomprensión y la pobreza endémica característica de determinados grupos urbanos, incomprendidos y olvidados de manera permanente por los gobernantes o simplemente, hacinados en guetos en los que la falta de oportunidades les impiden mantener unas relaciones sociales sanas con individuos de otros colectivos, la promesa de convertirse en héroes que les ofrecen los terroristas y que muchas veces van a acompañadas de una fuerte mejora económica para sus familias, les hace, en cierto modo, adquirir una importancia que necesitan para satisfacer  sus emociones personales y les brinda, por una única vez, la impagable fortuna de ser importantes para una causa, proclive a ser aceptada sin reservas, por quiénes nada tienen ya que perder y a los que nada les importa, en última instancia, entregar la vida.
Éste tipo de acciones, que nada tienen que ver, en el fondo, con motivos religiosos entendidos como tales y mucho con la ineficacia de los gobiernos de las potencias europeas para conseguir que todos los ciudadanos, sin excepciones, que habitan nuestro viejo Continente, se integren en igualdad de condiciones en la Sociedad, revelan el grave problema que subyace bajo las diferentes formas que tenemos de afrontar la inmigración y han resurgido con fuerza desde que con la llegada de la crisis se multiplicara por mil el crecimiento del paro, construyendo un panorama laboral en el que la competitividad por conseguir un trabajo ha alcanzado niveles de ferocidad, hasta hace poco, inimaginables.
La culpabilización de los inmigrantes que han esgrimido en los últimos tiempos los Partidos de extrema derecha, que han venido disfrazando su xenofobia ideológica bajo el argumento de que los extranjeros nos roban las oportunidades de trabajar, consiguiendo que una buena parte de la población autóctona haya llegado a creer firmemente estas afirmaciones, ha aumentado considerablemente las desigualdades que, ya de por sí, sufrían estos grupos excluidos de la convivencia general, colocando a muchas de las personas que los integran, al límite de una desesperación, de la que no consiguen salir y que les persigue, inexorablemente, todos los días de sus tristes vidas.
Sin que exista absolutamente nada que pueda justificar estos actos de terrorismo, se podría decir sin embargo, que en cierto modo, son, más que fruto de un adoctrinamiento progresivo lanzado por los integristas, una muestra de nuestro propio fracaso como gestores de las relaciones con las personas procedentes de otras culturas y una prueba fehaciente y desgraciadamente luctuosa, de cómo las políticas de integración llevadas a cabo por los gobiernos europeos, no han conseguido otra cosa que generar focos localizados de extrema virulencia.
Las guerras, como la de Siria, las invasiones injustificadas, como la de Irak y el tratamiento que los occidentales hemos dado, fundamentalmente desde las altas instancias del poder, a los refugiados y migrantes que huyen de la muerte y de la pobreza, no han hecho otra cosa que aumentar de manera casi irreparable, las enormes distancias que separan a este primer mundo nuestro, de la selva inhabitable en que apenas sobreviven, aquellos que son, también, seres humanos, como nosotros.
Es la suya, una locura inducida por la crudeza de las circunstancias, que no se combate, además, con la fuerza de las armas, ni con la atrocidad de las guerras.
Quizá si fuéramos capaces de ofrecer soluciones que posibiliten a estos jóvenes que caen en la radicalidad, poder aspirar a una vida mejor, lejos de la marginación y la indignidad del terrible silencio, podríamos encontrar un camino por el que transitar  hacia un mundo más igualitario en el que no tuvieran cabida ni las injusticias, ni los resentimientos.



lunes, 25 de julio de 2016

Todos quieren el cambio


Siguen pasando los días sin que ninguno de los Partidos  del país, excepto Podemos, se atreva a definir qué línea seguirán, si mariano Rajoy decide, por fin, atreverse con la Investidura y una especie de urgencia por un cambio por el que sólo apostaban unos cuántos, a los que se tildaba de locos y populistas, se ha apoderado de todos y cada uno de los líderes políticos, incluido Mariano Rajoy, que está dispuesto a negociar, como hemos visto días atrás, hasta con los nacionalistas, con tal de mantenerse en el poder, ahora que las cosas se le han torcido y aquella mayoría absoluta con la que nos tiranizó durante cuatro años, ha quedado muy lejos.
La insufrible ambigüedad con que se comportan unos y otros, sin atreverse en algunos casos ni siquiera a confesar los votos que emitieron en la elección de la mesa del Parlamento y los vaivenes entre el sí, el no y la abstención que airean ante los medios Rivera, Sánchez y los nacionalistas, transformando cada día, aquello que afirmaron ayer, han  convertido estos tiempos que vivimos en una especie de pasillo de comedia de enredo, en la que los ciudadanos no terminan de saber nunca quién es quién y menos aún, a qué corriente de pensamiento pertenece, pues todo indica que estarían dispuestos a vender a su propia madre, a cambio de una parcela de poder, aunque eso sí, declarándose adalides de un cambio que a este paso va a tardar muchísimo en llegar, si es que llega, cosa que dudamos seriamente los que apostamos por él, desde el principio.
Van y vienen, estos políticos ineptos para la negociación fuerte y sincera, de un ángulo al opuesto, en sólo una fracción de segundo, dejando al personal absolutamente boquiabierto con su más que evidente indecisión y sobre todo, con la capacidad de culpar a los demás que han desarrollado mientras fracasaban en sus encuentros con otras Fuerzas, como si cada uno de ellos rozara, en sí mismo, la perfección y fueran los otros los que no queriendo abandonar ciertas posiciones definitorias de su signo, quiénes erraran permanentemente en sus decisiones, sin nunca reconocerlo.
Pero el caso es que han pasado siete meses desde que votamos en Diciembre y aun habiendo tenido que recurrir a unas segundas elecciones en Junio, nada se ha avanzado en lo que desde las urnas ordenaron los ciudadanos, es decir, en el arte de negociar los unos con los otros, para hallar una buena solución que garantice que alguno de ellos se convierta en Presidente y empiece a trabajar de una vez, por mejorar la situación del territorio patrio.
Llegados a este punto, a uno no le queda más remedio que preguntarse si realmente no estamos mejor sin Gobierno, en una especie de sentimiento anarquista sobrevenido a través de la ridícula situación que estamos viviendo y sobre todo, si verdaderamente alguno de estos inútiles merece por mérito propio ser investido Presidente de la Nación, o estaría mejor en su casa, ejerciendo otras labores que nada tuvieran que ver con las disciplinas políticas.
Y lo peor, es que los ciudadanos, cansados de tanta incompetencia, estamos perdiendo todo interés por lo que sucede en este peculiar país nuestro, que de momento, avanza como pollo sin cabeza, hacia no se sabe dónde, bajo la batuta de un gobierno en funciones que se está haciendo eterno y más que se va a hacer, si no se encuentra pronto un camino que termine por romper la monotonía y  el tedio que provocan, la indefinición absoluta de todos éstos.
Muchos, se han marchado de vacaciones y otros lo haremos pronto, con la sensación de que a nuestra vuelta, nada se habrá resuelto y sobre todo, de que aún falta mucho para que a cada cuál le cuadre aquello que espera obtener, casi siempre gratuitamente, de la benignidad de los otros.
Dan ganas de mandarlos a todos a hacer puñetas.



domingo, 24 de julio de 2016

Víctimas del miedo


La psicosis de terrorismo islamista que se ha apoderado de Europa se hacía evidente el pasado Viernes por la tarde, cuando un chaval de dieciocho años disparaba indiscriminadamente matando a nueve personas e hiriendo a otras muchas, en un Centro Comercial de Munich, haciendo saltar todos los protocolos de seguridad y provocando que surgieran unos cuantos comentarios sobre tiroteos en la ciudad, que resultaron después ser del todo inciertos.
El desencadenante de dicha matanza, que nada tuvo que ver con motivos religiosos ni políticos y mucho, al parecer, con el fenómeno del bulling, que enloquece a nuestros jóvenes, acarreándoles terribles secuelas psicológicas, fue averiguándose en las horas que siguieron al luctuoso suceso, pero mantuvo en jaque a todos los servicios de seguridad europeos, cuya intervención aumenta considerablemente la sensación de pánico de una sociedad, demasiado manipulada por el tipo de información que a diario se le ofrece, desde los Gobiernos.
Sin restar un ápice de importancia a un suceso que pone de manifiesto la inestabilidad psicológica que todos padecemos y solidarizándonos sin resquicios con las familias de las víctimas de Munich, la creciente islamofobia que se apodera del Continente debe, sin embargo, ser corregida a la mayor urgencia o llegará un momento en que no podamos evitar huir, cada vez que nos crucemos en lugares públicos con algún musulmán, perjudicando seriamente las buenas relaciones que debieran reinar entre la gente de bien, pertenezcan al grupo étnico o religioso que pertenezcan.
Verdad es, que la gravedad de los atentados ocurridos anteriormente en Europa no permiten bajar la guardia en previsión de atentados similares a los que ya se han cometido, pero resulta absolutamente inadmisible que la población se deje dominar por el miedo y se imponen, soluciones que simplifiquen la convivencia pacífica de los europeos, que no pueden rendirse ante la amenaza permanente de un conflicto, que sólo corresponde resolver a los dirigentes políticos de los países enzarzados en esta especie de guerra sangrienta.
La búsqueda de nuevas vías, que reemplacen a las que ya conocemos y que por desgracia siempre están relacionadas con respuestas cargadas de nueva violencia, se convierte en una prioridad que de algún modo habrá que afrontar, si se quieren mermar los efectos negativos que sobre los pueblos están ejerciendo, la psicosis y el miedo.
Poco después, un crimen relacionado con la violencia de género, volvía a poner a Alemania en el punto de mira, sin que finalmente se encontraran, tampoco en este caso, evidencias que lo relacionaran, con actos terroristas.
Los dos sucesos, resultan ser sin embargo, claros ejemplos de otras plagas desgraciadamente presentes en nuestro mundo, a las que no se combate ni se ha combatido jamás con la misma intensidad que al terrorismo y que sin embargo, como se ha visto, pueden resultar igual de letales, sin que los gobiernos hagan nada por evitar que continúen siendo algo relativamente habitual, en nuestro Continente.
Indagar en las causas que llevan a un adolescente a disparar indiscriminadamente contra otros o a un hombre a matar a su pareja, a machetazos, en una estación, debiera ser también, una prioridad, si quieren erradicarse de nuestro mundo estos problemas ciertamente preocupantes, con los que sin embargo, convivimos de manera natural, sin escandalizarnos siquiera, cuando ocurren, casi a diario, al lado mismo de nuestras casas.
Algo ha de estar, necesariamente, fallando en nuestra sociedad, si este tipo de acciones, nos empiezan a parecer, rutina.


jueves, 21 de julio de 2016

Los límites de la libertad


Las comunicaciones a través de la red, que han enriquecido considerablemente los contactos entre personas, a lo largo y ancho de este mundo y que gozan de una libertad de expresión  incomparable, permitiéndonos opinar sin tabúes ni censuras, mucho mejor que en el resto de los medios, han de ser, sin embargo, escrupulosamente revisadas, a causa de las actitudes que demuestran ciertos individuos, que amparándose en un anonimato total, traspasan a diario los límites de esa libertad, mancillando los sentimientos de la gente.
Sin estar de acuerdo en absoluto con los festejos en los que se maltratan animales y convencida de que la pura razón acabará por extinguirlos, no puedo por menos que criticar todos esos twits que se han vertido a raíz de la muerte de un torero en Teruel y que demuestran una violencia brutal, por parte de quiénes los escriben, superando, con mucho, la crueldad que suponen las corridas de toros en las plazas.
Esta que escribe y que lleva haciéndolo en la red, desde 2010, de manera ininterrumpida, habiendo presenciado toda clase de situaciones extremas, a lo largo de estos años, ha procurado sin embargo, con cuidado exquisito, no perder nunca la educación, ni el decoro, a la hora de narrar cualquier noticia, del tipo que fuera y sobre todo, no mancillar jamás el honor de nadie, por duras que fueran sus acciones, ni herir en modo alguno, sus sentimientos.
Pero la delgada línea que separa lo válido de lo indigno, parece cada vez más, desdibujarse con demasiada frecuencia y ese nutrido grupo de supuestos valientes, que se esconden en la ambigüedad de la red, para insultar, vejar o maltratar a los demás, con una impunidad incomprensible,  no parecen tener la suficiente inteligencia que les permita discernir hasta dónde pueden llegar, casi siempre porque no han experimentado en carne propia, castigos similares a los que infringen a los otros, a través de unas pocas palabras.
Urge pues, una revisión del funcionamiento de las redes sociales, que incluya en el código penal esta suerte de ignominiosos delitos y que fije unos códigos éticos inviolables a  los que todos debamos atenernos, sin excepción, pues está claro que confiar en la autocensura, no ha funcionado en absoluto.
Verán, las mismas cosas pueden y deben expresarse en términos bien diferentes y ya les digo yo que no hace falta caer en el insulto, en la vejación, ni la infamia o restar un ápice de dureza.
·El idioma español es tan rico en modismos, en giros y palabras  distintas, que no resulta difícil encontrar una vía que canalice aquello que queremos decir, si uno se detiene a pensar, sin dejarse llevar, a la primera, por sentimientos como la ira, la indignación o la violencia.
Nada hay mejor, que un texto capaz de plasmar una circunstancia determinada, con la mayor simpleza, ni mayor satisfacción que aprender a hacerlo, a base de práctica, por uno mismo y comprobar de qué manera funciona, cuando llega a los lectores.
Buscar a la hora de escribir, únicamente la intención de mancillar la dignidad de los otros, provocar por provocar y lo que es peor, creer que esa provocación dota a quién la usa, de una inteligencia privilegiada, supone unos niveles de zafiedad, que podría definirse sin temor a equivocarse como una tara psicológica grave, que precisa con urgencia, un tratamiento.

Para los que utilizamos la red de otra manera, para los que respetamos a las personas y al idioma, la actitud de estos individuos es, absolutamente inaceptable y mucho agradeceríamos, por ejemplo, que fueran expulsados inmediatamente  y de manera inapelable de los chats,  para no volver nunca. Todos ganaríamos muchísimo, puesto que su libertad termina, exactamente, dónde empieza la nuestra.  

miércoles, 20 de julio de 2016

Los votos de la vergüenza


A última hora de la noche de ayer, el portavoz del PP, Rafael Hernando, admitía ante los medios la existencia de un acuerdo con PNV y el PDC catalán, dejando claro de dónde habían salido los diez votos sueltos que sumados a los de Ciudadanos y PP, habían apoyado la elección de Ana Pastor como Presidenta del Congreso y de José Ignacio Prendes, de Ciudadanos, como Vicepresidente primero, de esta misma Cámara.
El apoyo, que por inexplicable, había traído en jaque a los medios de comunicación y que en ningún momento ni fue, ni ha sido admitido, ni por los diputados vascos, ni por los catalanes, ha contribuido, sin embargo, eficazmente, a que la Mesa del Congreso se haya teñido mayoritariamente de azul, relegando a socialistas y podemitas, a un insignificante segundo plano, dejándoles en franca minoría, de cara a la próxima legislatura.
El portavoz de los catalanes, Homs, que ha intervenido esta mañana en un programa de televisión, tratando de zafarse del hecho de tener que confesar abiertamente que parte de sus diputados se habían rendido a las exigencias del PP, ha tratado de orientar la cuestión hacia un terreno meramente individual, como si los espectadores no supiéramos de sobra que la disciplina de grupo existe en todos los Partidos y que una desobediencia de este tipo, se castiga con sanciones económicas, tal  y como hemos podido ver otras veces.
Lo que ocurre en realidad, es que los catalanes y los vascos, en el fondo se avergüenzan de estos votos, fundamentalmente porque resulta inexplicable que después de todo lo que ha sucedido entre los nacionalistas y el Partido de Rajoy, incluida la convocatoria del Referendum y la llamada a la desobediencia al TC, estos declarados independentistas presten su apoyo, sin haber cambiado siquiera los nombres de quienes protagonizaron los hechos y no se entiende, sino es a cambio de algo muy sustancial, que de pronto la encarnizada enemistad entre catalanes, vascos y populares, se suavice hasta el punto de marchar codo con codo, en cuestiones tan importantes como estas.
Subyace por supuesto, la idea, de que ambos Partidos estarían interesados en tener grupo parlamentario propio y que sería en este sentido, como el PP correspondería a la inestimable ayuda prestada por estos socios de ocasión, a los que no parece importar aparcar sus propios principios, cuando se trata de obtener los beneficios que les proporcionaría tal acuerdo.
Dónde quedaron las proclamas independentistas y las soflamas anti populares emitidas hasta ayer mismo por los antiguos convergentes y las diferencias irreconciliables que señalaba el PNV, con la Formación de Rajoy, son dos incógnitas que en este momento permanecen abiertas y que mantienen estupefacta a la ciudadanía en general y espero que muy especialmente, a la catalana y la vasca .
Porque al final, las cuestiones ideológicas y los catecismos grabados a fuego en los discursos que acaloran a las masas, para conducirlas hasta el punto en que los políticos quieren que estén, quedan apisonados por la cruda evidencia de las cuestiones crematísticas, por lo que habría que deducir que todo, hasta el propio pensamiento, tiene un precio.
Nada importa, defraudar la confianza de quiénes siguieron ilusionados el camino que les marcaba una idea, ni perder abrumadoramente el concepto de dignidad que debiera caracterizar el ejercicio limpio de la política, ni ofrecer a la ciudadanía una imagen esperpéntica del papel de los líderes que se postulan para dirigir nuestros destinos. Cuando se trata de dinero y poder, prostituirse, está permitido.

Menos mal que nuestra inteligencia es infinitamente mayor que la que nos presuponen y por fortuna, aún somos capaces de discernir, muy claramente, entre lo correcto y lo incorrecto y ya les digo yo, que estos diez votos que nadie quiere asumir, acabarán por pasar factura a los que los emitieron y lo harán, precisamente, en las urnas.

martes, 19 de julio de 2016

Se constituye el Parlamento


Por segunda vez en seis meses, los diputados electos del Parlamento español eligen al que será su Presidente durante la próxima legislatura, habiendo negociado hasta el último minuto los Partidos, para hacerse con la mayoría de la composición de la mesa.
Esta vez, han funcionado los acuerdos entre el PP y Ciudadanos y los desacuerdos entre PSOE y Podemos, para que haya sido Ana pastor, quién se haya alzado con el triunfo y aunque los de Pablo iglesias, en un gesto de buena voluntad, hayan votado a Patxi López, en segundas vueltas, han sido las abstenciones y algún que otro voto incontrolado de los nacionalistas, los que curiosamente, han otorgado la Presidencia del congreso a la candidata del PP, hasta ahora, Ministra de Fomento.
Para Mariano Rajoy era prioritario colocar en el puesto a una persona de su total confianza, y en este caso además, amiga personal y leal colaboradora y quizá por ello, no le han dolido prendas en ceder la vicepresidencia primera a un miembro de Ciudadanos, haciendo patente con ello que las negociaciones que se están manteniendo con Rivera, de cara a la posible investidura, no están exentas de variar en el último momento sus contenidos, ofreciendo un sí, en lugar de una abstención, al candidato popular, que conseguiría un total de ciento sesenta y nueve diputados a favor, sin que de momento tengamos claro aún, cuántos le votarían en contra.
Están encima de la mesa unas conversaciones con los nacionalistas catalanes, procedentes de la antigua Convergencia, que luchan denodadamente por obtener un grupo parlamentario propio en el Congreso y que inexplicablemente, parecen dispuestos, a pesar de la cruenta guerra que han mantenido en los últimos tiempos con el PP, a brindarle a Rajoy algún tipo de apoyo, con tal de conseguirlo.
Como ya hemos dicho muchas veces, la política crea extraños compañeros de viaje, cuando la ambición y el poder están por medio y en las circunstancias actuales, repletas de confusión y abocadas a la necesidad de negociar de manera permanente, todo puede pasar, aunque nadie esperaba que los diputados catalanes olvidaran tan pronto sus exigencias independentistas, para echarse a un lado mientras llega al poder, precisamente aquél, al que hasta hace poco consideraban como el causante de todas sus penurias y desgracias.
Mientras los Parlamentarios, a esta hora, siguen prometiendo o jurando sus cargos, según sus convicciones personales, todo un submundo de negociación permanece en ebullición, lejos de las miradas de los curiosos y muy especialmente de la prensa, seguramente encabezado por el principal interesado en repetir mandato, en los próximos cuatro años,  por todos los demás y también, por un Pedro Sánchez que continúa debatiéndose entre considerar la abstención o dar un paso al frente que le pondría en serios apuros con su propio Comité Federal y empezar un proceso de acercamiento con Podemos.
Así que continúa esa incertidumbre que se ha instalado entre nosotros desde hace varios meses y el sofocante calor del aire que nos llega del Sahara, no parece suficiente para restar emoción al momento político que vivimos.
Al menos, ya sabemos que tendremos una mesa del Congreso claramente escorada a la derecha y que los Ciudadanos de Rivera, no sólo no eran tan de Centro como presumían, sino que estaban dispuestos a renunciar a muchas cosas, con tal de favorecer la continuidad del PP, al frente de las labores de Gobierno.
Ahora sólo falta que se aclare la izquierda y que algunos dirigentes socialistas manifiesten abiertamente cuáles son sus apuestas y si de verdad apoyan o no, las preferencias de su secretario general, que no parecen coincidir con las de la poderosa Susana Díaz, deseosa de relevarle en su puesto.
Podemos, ha dado un primer paso importantísimo, para hacer posible un acercamiento. Cabría esperar, al menos, un poco de correspondencia por parte de quienes dicen ser de izquierdas, pero que cada vez, se acercan más a las derechas. Quizá sea ese su destino-



lunes, 18 de julio de 2016

Venganza incontrolada


Nada hay peor, que no saber permanecer dentro de los límites que marca estrictamente la justicia, cuando se sale vencedor de algún conflicto y caer en la tentación de ejercer una venganza extrema, contra los que resultaron perdedores, en aras del ejercicio de un poder, que suele obnubilar al que lo posee y más aún a aquel que habiéndolo tenido en sus manos, sintió la amenaza de perderlo violentamente, por medio de las armas.
Mucho entendemos los españoles de esa represión inhumana y brutal que persiguió  sin tregua a los perdedores de nuestra guerra civil y que convirtió al que venció en una persona odiosa que nunca consiguió conciliar las relaciones entre los ciudadanos que pertenecieron a uno y otro bando, haciendo que el conflicto se haya prolongado, en esencia, muchos años después de su muerte y que todavía hoy, haya personas que esperen una restitución del honor de sus familiares, al pie de las fosas que aún quedan sin abrir, a lo largo y ancho de muestra geografía.
Las medidas que está tomando Erdogán en Turquía, tras sofocar el intento de golpe de Estado de la pasada noche del Sábado, parecen ir directamente encaminadas en esa dirección y hacen concluir que ese país no tardará mucho en convertirse en una dictadura , en la que la figura del actual Presidente, se vaya convirtiendo en imprescindible, a juzgar por los más de siete mil detenidos que ya se contabilizan, apenas en una jornada y que incluyen no sólo a militares relacionados con la intentona golpista, sino también a jueces y periodistas declaradamente contrarios a las políticas de un Presidente, que se ha sentido reforzado con el apoyo recibido por su pueblo, que permanece en las calles.
Erdogán, que ya ha sido apercibido por Europa, al sugerir que podría volver a instaurar la pena de muerte en el país y que siempre ha sido un personaje oscuro, de cuyas auténticas intenciones se sabe muy poco, no ha tardado en tomar el mando de modo absolutamente radical, dejando claro que no perdona ni perdonará nunca a los que intentaron arrebatarle el poder, sino que tampoco consiente ni va consentir en el futuro, ningún tipo de oposición que pueda poner en peligro su permanencia en el cargo.
Este peligrosísimo viraje, complica extraordinariamente la situación política en la zona, teniendo en cuenta que Turquía era hasta ahora una especie de muro de contención que en cierto modo, frenaba con su aparente europeización, los conflictos entre Oriente y Occidente y coloca a la Unión Europea, que aparentemente estudiaba la posibilidad de admitir a los turcos como socio en la Comunidad, en una agónica situación  de la que le va a resultar francamente difícil salir, si allí se instaura una Dictadura.
Con la guerra de Siria en plena ebullición y los radicales islamistas atentando indiscriminadamente de manera periódica en pleno corazón de Europa, el golpe de Estado en Turquía y las consecuencias que traerá consigo, a partir de ahora, reclaman con urgencia un análisis a fondo del panorama político que puede abrirse ante nuestros ojos en aquella zona y una toma de decisiones milimétricamente estudiadas, que no vayan a constituir un nuevo error del que después sería difícil resarcirse.
Porque permitir que siga produciéndose esta purga indiscriminada que ha seguido al golpe y que continúe esa especie de llamamiento a la radicalización ciudadana que está alentando el Presidente, podría llevar a una nueva guerra civil, de características similares a la que se desarrolla en Siria y a una nueva intervención del llamado Estado Islámico en el conflicto, deseoso como está, de ampliar límites territoriales, del modo que sea.
Con el atentado de Niza muy presente y la amenaza del terrorismo latente en todo el Continente, sin excepción de Países  ni ciudades, Europa no puede permitirse mirar hacia otro lado mientras se desarrollan ante sus ojos, hechos de la contundencia de los que están ocurriendo en Turquía.
Bien está, que se juzgue a los golpistas y que paguen por su acción, con las penas que marca la ley, los instigadores de la intentona, pero atendiendo a los hechos ocurridos y teniendo en cuenta el estrepitoso fracaso del golpe en sí, carece de toda verosimilitud que hubiera más de seis mil personas implicadas en la acción, por lo que no cabe sino deducir, que un buen número de los detenidos, lo han sido por motivos, meramente políticos y según el criterio personal del Presidente.
Teniendo en cuenta que en España aún no hemos conseguido saber, después de treinta y cinco años, quiénes formaron parte de la trama civil del 23F, cuesta trabajo creer que en Turquía hayan sido capaces de dilucidar la participación de todas y cada una de esas siete mil personas, en un solo día, en el intento del asalto al poder.

Con esa reflexión les dejo.

domingo, 17 de julio de 2016

Jaque a Turquía


Sin haber podido recuperarnos de la tragedia de Niza y con el corazón destrozado al ver lo que los hombres somos capaces de hacer contra los de nuestra propia especie, nos llega en plena noche la noticia de que se está produciendo un golpe de Estado militar en Turquía, que activa la memoria de los españoles al recordar aquel fatídico 23F, en el que vivimos en carne propia la incertidumbre de no saber cuál  iba a ser, a partir de entonces, nuestro destino.
Aprovechando la ausencia de Erdogán y con las miradas de todo el mundo puestas en Francia, un grupo nutrido de militares turcos, partidarios al parecer, de un clérigo  exiliado en Pelsilvania, por motivos políticos, sacan los tanques a la calle, tomando las sedes de las principales televisiones, como siempre con nocturnidad y alevosía y comienzan a moverse a lo largo y ancho del país y fundamentalmente en Ankara y Estambul, causando el pánico, no solo en la población autóctona, sino también en los muchos turistas que visitan a diario este maravilloso país, al que tanto admiramos por su cultura y por sus gentes.
La noche se hace eterna y otra vez, como en aquel 23F nuestro, la radio se convierte en compañera de la oscuridad y comparte protagonismo con las redes sociales que tantas veces ha desacreditado Erdogán y que ahora se convierten en su principal apoyo para dirigirse a la Nación y pedir a sus conciudadanos que se echen a las calles para tratar de detener lo que está ocurriendo.
Se produce el milagro y cientos de miles de turcos obedecen el ruego de su Presidente, a cuerpo limpio, jugándose la vida y sin temor y protagonizan uno de los episodios más admirables de cuántos hemos conocido en estos tiempos convulsos, logrando finalmente sofocar la rebelión y dando tiempo al Presidente para volver al país, a última hora de la madrugada.
Muchos de ellos, pagan con su vida el atrevimiento y son masacrados por un ejército armado hasta los dientes, que no parece considerar otra posibilidad que vencer, una vez que ha tomado la decisión de cercenar, de raíz, cualquier atisbo de democracia.
Aún ayer, algunos sectores se hacían fuertes en ciertos puntos del país, pero todo pareció volver a una tensa calma, en cuanto Erdogán empezó a detener masivamente a todos y cada uno de los implicados en el golpe, incluidos una serie de jueces, que debieron ser parte de la trama civil del entramado, aunque aún no tengamos clara, su vinculación con el suceso.
Teñido de sangre y horror, este fin de semana de Julio que siempre recordaremos como profundamente amargo, relega a cualquier noticia nacional a las últimas páginas de los periódicos y se nos antoja fatídicamente estremecedor, si nos atenemos al número de víctimas que se han producido, a cargo del fanatismo y la indecencia.
A la espera de las reacciones que sin duda no tardarán en producirse en Francia y Turquía, solo cabe rogar que las medidas que se tomen a partir de ahora, no sean también, generadoras de violencia.
Sin duda, ha de haber otros caminos que explorar, lejos de ataques furibundos que incitan al  crecimiento del racismo y que sólo consiguen alinear a los hombres en dos bloques, cada vez más lejos de poder llegar a un entendimiento.
Descansen en paz, todos los que perdieron la vida en Niza y en Turquía y ojala que su sacrificio sirva para poner un poco de cordura, en este mundo nuestro.


jueves, 14 de julio de 2016

Desolación


Cuando la violencia y el odio sin sentido se apoderan de las calles, robando las vidas de los inocentes de manera indiscriminada y sembrando el pánico alrededor, como si el mundo se estuviera hundiendo, las razones políticas, las diferencias que puedan separar a los pueblos, las injusticias y la iniquidad, se diluyen inexorablemente perdiendo cualquier atisbo de razón y la racionalidad que define a los seres humanos,  desaparece engullida por el fanatismo, en toda su crudeza.
Lo ocurrido en Niza esta noche, igual que si hubiera sucedido en cualquier otro sitio de este vasto mundo, vuelve levantar las conciencias de los hombres y mujeres de bien, deshaciendo por medio del horror, todos los argumentos esgrimidos a favor de una paz conseguida a través del diálogo entre los pueblos y coloca una piedra más en el muro que vienen levantando los belicistas, para compartimentar este mundo, cada vez más dividido en dos bloques irreconciliables que  caminan hacia ninguna parte, sumidos en la devastación que produce el terror, en el pensamiento.
No cabe, buscar explicaciones a estos actos imperdonables que convierten a los seres humanos en títeres a merced de la fuerza, ni pararse a encontrar explicaciones que puedan justificar lo injustificable, tratando de esgrimir alguna clase de débil argumento. La muerte y la desolación que pululan a nuestro alrededor eligiéndonos con su dedo azaroso y la contundencia de la respuesta que sigue a los ataques terroristas, van creando una vorágine de violencia de la que no se puede escapar y que nos deja a merced de un destino que nos persigue inexorablemente, sin que podamos encontrar una salida.
Huelga decir nada más. Las muestras de solidaridad que hoy veremos de nuevo, en forma de ramilletes de flores, canciones y minutos interminables de silencio, hablarán por todos y cada uno de nosotros, gritando que continuamos unidos, esperando un milagro que solucione estos conflictos que se están convirtiendo, en las señas de identidad de nuestro tiempo.  

Por todos los que han perdido la vida, anoche en Niza y en otros momentos en cualquier otra parte, en la guerra o en la paz, estas letras humildes escritas en un rincón solitario, quieren transmitir hoy, únicamente, esperanza.

miércoles, 13 de julio de 2016

Entre dos aguas


Mientras Albert Rivera sigue al pie de la letra el guión previsto y confirma esta maña que Ciudadanos apoyará a Rajoy, con su abstención, en la  segunda sesión de Investidura, Pedro Sánchez, tras su reunión con el Presidente en funciones, ofrece ante la prensa la imagen de un Partido agónico que se debate en una disyuntiva aún sin resolver de cuya decisión depende ahora, incontestablemente, que Mariano Rajoy vuelva a ser Presidente de este país, que pueda intentarse una contra jugada o por la izquierda, o que haya que ir finalmente a unas terceras elecciones, otra vez, por falta de acuerdos.
No quería el PSOE  tener que verse en esta tesitura en la que ahora se encuentra, pero la mala gestión que hizo de las posibilidades que se le brindaron, después del veinte de Diciembre,  el gravísimo error de pactar con Ciudadanos, sus reiterados desprecios a las ofertas de Podemos y el empecinamiento de sus barones en manejar entre las sombras las directrices del Partido, le han colocado en la peor posición de cuántas se podrían imaginar y por tanto, tendrá que asumir las responsabilidades que le tocan, aunque a día de hoy, navegue entre dos aguas, ofreciendo a los ciudadanos, una trágica imagen de deriva.
Porque las reminiscencias de aquel socialismo primero, que fue la base de la ideología que movió a este Partido durante mucho tiempo, han de exigir, necesariamente, una negativa rotunda al ofrecimiento de una gran coalición, que jamás puede ser efectiva, cuando los protagonistas son seguidores de ideologías tan diferentes, pero la vorágine en que han caído los socialistas en los últimos tiempos, sus posturas de apoyo a las directrices europeas y sobre todo, las encarnizadas luchas internas que llevan a cabo entre sí, una buena parte de sus líderes, va moviendo hacia la derecha la posición de la que ha sido una fuerza política que ha ejercido varias veces un poder, que no quiere abandonar, bajo ningún concepto.
Sin embargo, el PSOE perderá muchas cosas, decida lo que decida y aunque son muchos los que temen únicamente, al hecho de ser fagocitados por Podemos, en caso de alcanzar un pacto con ellos, el deshonor de ayudar a Rajoy a proclamarse Presidente, aunque sea con una mínima abstención, resultaría ser mucho más grave, pues demostraría fehacientemente que ya nada importa la naturaleza de lo que fue su pensamiento y que el Partido que fundó Pablo iglesias, se rinde sin condiciones, al causante de todos los males que han asolado este país, sin que la situación en que se encuentran los ciudadanos que lo habitan, resulte trascendente.
Sumidos en estas dudas, Sánchez, los suyos y los otros que sólo intentan arrebatarle cuanto antes el liderato, aplazan hasta el último momento, la toma de esta importante decisión y mantienen a  la opinión pública, en vilo, mientras dan bandazos sin sentido, de un lugar a otro, manejando burdamente un discurso de ambigüedad, que empieza a resultar, insufrible.
Los millones de personas que a lo largo de los años, confiaron profundamente en el socialismo español, como garante de los valores de la izquierda, miran hoy, afligidos, la patética imagen que ofrecen, vencidos por  la rotundidad de la voluntad de los electores y por su propia manera de afrontar los momentos que vivimos, estos líderes incompetentes y ambiciosos, que anteponen su propio lucimiento, al bienestar de su pueblo.
Haga lo que haga, el PSOE ya no volverá nunca a ser el mismo. Se ha dejado por el camino tantas cosas imprescindibles y ha hecho tantas concesiones al miedo, que su credibilidad, su decencia y esencialmente, los principios de su pensamiento, no podrán recuperarse jamás, si no es dinamitando sus propios cimientos.
Nada convence ya el manido argumento de la salvación nacional, que reclaman los patrioteros de turno, cada vez que las cosas se les tuercen. A los españoles, nunca nos ha ido bien con los salva patrias. No hay más que ahondar en nuestra Historia, para comprenderlo.





martes, 12 de julio de 2016

Objetivo alcanzado


Concluye la labor del Partido de Albert Rivera, que no era otra que debilitar al PSOE, con la firma de aquel acuerdo absurdo al que llegaron, tras las elecciones del 20D y también, la de arrinconar a Podemos, culpabilizándole de la imposibilidad de alcanzar acuerdos, sin que quedara otro remedio que convocar nuevas elecciones, para ahora, ponerse a las órdenes de un Mariano Rajoy, fortalecido por las trifulcas de la izquierda, que de alguna manera, premiará la labor de zapa realizada por Ciudadanos, durante todo este tiempo.
Va a esperar, como no podía ser de otra manera, hasta el último momento para desvelar si su apoyo consistirá en dar un sí, o en la abstención, seguramente porque estará negociando algún tipo de favor que colme sus ambiciones personales, como por ejemplo, la Presidencia del Congreso, pero tras la rueda de prensa ofrecida hoy por el líder catalán, no puede, sino deducirse que su apoyo en la sesión de investidura estará garantizado, en primera o segunda vuelta.
Atrás quedaron pues, los vetos y las líneas rojas que imponía Ciudadanos a la figura del actual Presidente y también todas esas exigencias de limpieza frente a una corrupción, que ha rozado, como todos sabemos, muy de cerca a Rajoy, al aparecer su nombre en los papeles de Bárcenas y no haberse aclarado aún, este hecho.
Pronto ha olvidado Ciudadanos el amor expresado hacia Pedro Sánchez, en aquella impagable escena de la firma de su pasado acuerdo y las coincidencias que decían compartir con el programa de los socialistas, alrededor de una serie de medidas sociales que estamos seguros que el PP nunca aprobará, pero que suponían, según Sánchez y Rivera, la única vía para sacar a los ciudadanos del laberinto oscuro en que los había metido  Rajoy, en sus cuatro años de gobierno.
Ahora, siguiendo las directrices de un plan diseñado milimétricamente, toca recurrir al argumento de la salvación de la Patria y sobre todo, asegurarse de que en la presente legislatura, los del PP puedan continuar con las políticas impuestas desde Europa, cuántas veces se pueda, sin que les moleste una oposición que Rivera ha sabido hábilmente fragmentar, haciendo añicos cualquier posibilidad de unidad que facilitara la llegada de un Gobierno de Progreso.
Así que finalmente se han destapado las cartas, colocando a cada cual en el sitio que ideológicamente les correspondía desde el principio y mucho nos gustaría saber qué opinan ahora la Señora Susana Díaz y todos los barones socialistas que se empeñaron frenéticamente en el acuerdo con Rivera, de la frágil lealtad del Partido que eligieron como socio, para intentar la pantomima de la investidura fallida y sobre todo, de ese líder que se deshacía en halagos hacia la figura de Sánchez, al que poco ha tardado en abandonar a su suerte, en cuanto se le ha presentado la oportunidad de escalar puestos en el poder, aunque sea con Rajoy al frente.
El error cometido por los socialistas al despreciar la ayuda de Podemos, anteponiendo una relación imposible con un Rivera demasiado alejado de sus posiciones políticas, liberal convencido y ambicioso dónde los haya, resulta, a día de hoy, absolutamente imperdonable y clarifica meridianamente todo lo ocurrido desde Diciembre, adjudicando de lleno la culpa de la falta de acuerdos por la izquierda, a un PSOE agónico, en el que ya sólo tienen importancia, las luchas encarnizadas que mantienen entre sí, algunos de sus miembros.
Porque al final, Mariano Rajoy, va a volver a conseguirlo y lo hará, con la impagable ayuda del socio que eligió el PSOE para intentar un cambio que nunca llegó, aún a sabiendas de que numéricamente, el triunfo resultaba imposible.
El complicado puzzle va encajando matemáticamente y la propia composición del Parlamento, ayuda considerablemente a ir forjándose una idea precisa del papel que va jugar cada Formación, de aquí en adelante.
Hace tiempo que habíamos avisado de la peligrosidad política de Rivera y el paso de los meses, termina por darnos la razón y les aviso: no va a parar hasta que consiga coronarse como líder de una nueva derecha.


lunes, 11 de julio de 2016

Delitos imperdonables


Las múltiples agresiones sexuales que vienen ocurriendo, año tras año, en las Fiestas de san Fermín y que la mayoría de las veces no son denunciadas, por temor a que las versiones de las mujeres no resulten creíbles, al desarrollarse los hechos en un ambiente sobrecargado de alcohol y sustancias estupefacientes, se están convirtiendo en una macabra rutina  que atenta directamente sobre el papel de la mujer en una sociedad, cargada aún de un machismo sin control, imperdonable en la época que vivimos.
Todos hemos visto concretamente en estas fiestas, ataques de mayor o menor envergadura, cometidos contra mujeres abiertamente y en presencia de las miles de personas que se congregan durante estos días en Pamplona, como si las leyes establecidas pudieran obviarse, por motivos meramente lúdicos y lo que es peor, como si el hecho de ser mujer, en medio de una marea de semineardentales ansiosos de mantener contacto corporal con las hembras de su especie, fuera considerado como una permanente provocación que da patente de corso para agredir, tocar o violar, sólo o en compañía de otros, sin que por ello se pague ninguna clase de castigo.
La indiferencia de las autoridades navarras en este tipo de hechos y la falta de vigilancia en los lugares más concurridos, en los que estamos hartos de ver cómo se producen tocamientos, delante mismo de las cámaras que retransmiten los festejos, sin que se produzcan intervenciones policiales contra los agresores, resulta ser inaceptable y merece en sí misma, una denuncia colectiva que contribuya a erradicar estas prácticas abusivas sobre las mujeres, que son en definitiva, las únicas víctimas reales de su incompetencia.
No cabe, sino preguntarse qué clase de educación están recibiendo estos delincuentes sexuales, que para mayor inri, suelen atacar en manada y grabar sus ataques para colgarlos después en las redes sociales, como si hubieran ganado una copa del mundo y qué parte de culpa podría atribuirse, primero a las familias de las  que proceden y después a la sociedad en general, en la poca evolución mental que han experimentado estos individuos que permanecen anclados al mundo de las cavernas, sin que su mente se haya desarrollado más allá, de sus propios instintos.
Tampoco se entiende que las mujeres navarras permanezcan inertes ante la reiterada consumación de este tipo de aberrantes delitos  en su ciudad y que no hayan exigido aún, a las autoridades pertinentes, una intervención seria que les garantice la seguridad de poder andar por las calles libremente, en condiciones de igualdad con los del sexo opuesto y sin tener que estar mirando continuamente alrededor, con miedo a ser agredidas en cualquier momento, del día o de la noche.
Sinceramente, las Fiestas de San Fermín, se están convirtiendo en peligrosas para todas y cada una de las mujeres y no estaría mal, en vista de los sucesos que vienen ocurriendo, recomendar que no se asista a ellas, hasta que no se logree erradicar esta lacra social, que equipara a ciertos hombres, con las peores bestias.
La indignación que causa comprobar que los festejos siguen adelante, como si no hubiera ocurrido nada, mientras las víctimas tienen que acostumbrarse a vivir con toda la crudeza del trauma que les han producido, no puede ser mayor y reclama, con toda urgencia, una justicia poderosa que castigue hasta sus últimas consecuencias a estos agresores reprimidos, machistas recalcitrantes y orgullosos de serlo, con penas que les hagan aprender todo lo que nunca quisieron saber sobre la igualdad y el respeto que se deben entre sí los seres humanos, sean hombres o mujeres, indistintamente.



domingo, 10 de julio de 2016

Compuesta y sin novio


Se queda Sevilla, engalanada, relimpia como los chorros del oro, adornada con miles de flores multicolor que duramente resistirán la solemnidad de los 42 grados de temperatura que incidirán directamente sobre ellas, tomada por un despliegue de seguridad faraónico, montado para una ocasión de esas que algunos consideran irrepetibles y hasta libre de la delincuencia habitual, que ha huido despavorida, en la seguridad de ser pillada infraganti por alguno de los policías camuflados que esperarían entre la multitud, el corto paseo entre la Catedral y el Alcázar, que pensaba dar el Rey, en compañía de Obama, y digo pensaba, porque finalmente, no ha venido.
Con la circulación a punto de ser cortada y los grandes aparcamientos de la ciudad cerrados a cal y canto, para evitar posibles tentaciones y la gente, preparada con sus mejores galas para aguantar el sol de justicia y la ilusión de estrechar la mano del Amo del Mundo, todo el dispositivo se ha venido abajo y también, las arcas del Ayuntamiento, a las que nadie restituirá el desembolso que ha tenido que hacer, en espera de la visita.
A la vista de lo ocurrido, uno no puede por menos que recordar, por la enorme similitud de ambos sucesos, aquella magnífica película de Berlanga “Bienvenido, Mr. Marshall”, en la que el imborrable Pepe Isbert se volcaba afanosamente en preparar su pequeño pueblo, para la visita de los americanos, llegando a contratar a una cantante de copla, que protagonizaba Lolita Sevilla y a la que representaba un Manolo Morán, en todo su esplendor, que tanto nos hizo y nos hace reír, cada vez que volvemos a verla.
Claro que esta vez, ni siquiera han tenido los vecinos ocasión de ver pasar por la ciudad, a toda velocidad, el coche del Presidente y tampoco les quedará el consuelo de que venga el Rey, que ha cancelado, naturalmente, su visita, en vista de los acontecimientos.
Un poco más de suerte van a tener los roteños, que también habrán gastado lo suyo, pero a los que la presencia física de la base americana concede ciertos privilegios y quizá alguno pueda contar a sus nietos que vio a Obama pasar cerca de sí, como si rozar la mano del Presidente fuera a solucionar alguno de los graves problemas que padece la zona, por arte de una magia secreta.
Puede que hasta tengamos la oportunidad de contemplar alguna de esas manifestaciones contrarias a las políticas que se practican en USA y hasta que se detenga a los participantes, bajo el amparo de la Ley mordaza aprobada por el PP y que no deja títere con cabeza desde que entró en vigor, como hemos podido comprobar, a menudo, los que defendemos la libertad de expresión que nuestro gobierno nos niega.
Así que todo el esfuerzo que ha puesto Mariano Rajoy en recuperar las buenas relaciones con Estados Unidos, que se rompieron estrepitosamente cuando Zapatero retiró las tropas españolas de Irak, con toda  la razón, por cierto, van a quedar finalmente eclipsados por la gravedad de los sucesos vividos en Dallas durante estos días y por el peso de un problema racial que aquel territorio, continúa produciendo miles de víctimas y al que nunca termina de dársele solución, probablemente  porque las enormes desigualdades  entre negros y blancos, continúan creciendo.
Pero eso, poco importa a quiénes se habían hecho a la idea de pasar el día de aquí para allá, persiguiendo un selfie con el Presidente y que ahora, por el rigor estival, han tenido que meterse en las caravanas domingueras que conducen a las playas más cercanas, con los niños, el perro y sin tiempo para hacer las tortillas y lo que es aún peor, con la sensación de que nunca más tendrán la posibilidad de estar cerca de un líder de estas características.
Menos mal que la mayoría de nosotros no pertenecemos a esa extraña especie y poco o nada nos importa si viene Obama o no, para disfrutar de un fin de semana pleno de diversión, cada cual, a su propia manera.
De todos modos, ya se encargarán las televisiones de dar, hasta la saciedad, cobertura al evento y hasta puede que con un poco de suerte podamos ver a Pablo Iglesias decirle al number one, alguna de esas cosas que a todos nos gustaría poder decirle.






jueves, 7 de julio de 2016

Las huellas de Irak


Las demoledoras conclusiones del informe Chilcot, sobre lo que ocurrió en los meses previos a la invasión de Irak, que capitanearon los protagonistas de la foto de las Azores, viene a corroborar todos los temores que se barajaron entonces sobre la manipulación descarada que se hizo sobre un conflicto que podría haberse resuelto por la vía diplomática, pero que por cuestiones de intereses, se derivó intencionadamente hacia un camino belicista, cuyas consecuencias aún estamos pagando.
En dicho informe, se menciona especialmente la estrecha relación que mantenía el entonces Presidente español, José María Áznar , con Blair y cómo entre ambos diseñaron una estrategia para manipular la opinión de sus respectivos conciudadanos, para justificar una intervención armada en Irak, a la que se opusieron, no sólo los Organismos internacionales, sino también, masivamente, los ciudadanos de todo el mundo.
Como todos sabemos, Áznar es el único de los protagonistas de aquella fatídica foto, que todavía no ha  pedido públicamente perdón por las mentiras sobre las armas de destrucción masiva que entonces se manejaron y también el único que continúa manteniendo la tesis de que no se equivocó al sumarse al bando de los invasores, a pesar de que la historia ha ido, inexorablemente, demostrando la naturaleza de su fracaso.
Aquel Partido Popular de entonces, cuyo vicepresidente, por cierto, era Mariano Rajoy, ha intentado infructuosamente, durante años, negar la evidencia de que nuestras tropas intervinieron en Irak y han alimentado de manera descarada y reiterada, teorías de falsas conspiraciones, incluso sobre la autoría de los atentados de Madrid y aún hoy mismo, han negado, por boca del entonces ministro de defensa Federico Trillo, la existencia real de aquella guerra.
La importancia fundamental de este informe, que está poniendo en auténticos apuros al ex Presidente Blair, es que viene a dar la razón a todos los que en aquel momento defendimos que se estaba cometiendo un gravísimo error de incalculables consecuencias y también a los que afirmaron que la invasión de Irak potenciaría el crecimiento de un terrorismo islamista, cuyas acciones estamos sufriendo de manera indiscriminada en la actualidad y que se deriva, en gran medida, del odio generado por aquellos líderes occidentales de entonces, a los que no importó al parecer, el incontable número de víctimas que acarrearon sus decisiones.
A pesar de haber pasado mucho tiempo, la memoria conserva fresco el recuerdo de aquellas multitudinarias manifestaciones, en contra de esta guerra que ahora desearían muchos borrar, como si nunca hubiera existido y también, una por una, las palabras que pronunciara el señor Áznar, en el Parlamento y ante los medios, defendiendo la imperiosa necesidad de una intervención, que ya por entonces costó a su Partido, la pérdida del poder, después de las mentiras fabricadas deliberadamente, tras los atentados de Madrid, en 2004.
Afortunadamente, la Historia, acaba por colocar a cada uno en su sitio y este informe que ahora aparece, esclareciendo secretos inexpugnables  y estrategias inconfesables que entonces se practicaron impunemente, encaja por fin, todas las piezas del puzzle que  fabricaron minuciosamente los protagonistas de Las Azores, en uno de los episodios más vergonzosos de cuántos nos han tocado vivir y que reclama a gritos, por lo menos, un poco de justicia para las víctimas.
El mutismo de Áznar y las evasivas de Rajoy, ponen de manifiesto que en nuestro país, jamás se pedirá perdón por lo ocurrido entonces y sobre todo, da una idea de lo que podría ser capaz el PP, para llevar adelante cualquier resolución en un futuro, que no puede por menos, que antojársenos cómo incierto.
Al menos, queda la decencia de haber defendido la verdad, de haber participado activamente en aquellas manifestaciones contra la guerra y de haber mantenido, inamoviblemente, la postura de la orquestación de la invasión de Irak, que ahora viene a rebelarse como innegablemente cierta y que más tarde o  más temprano, terminará de minar el prestigio de los tres líderes Occidentales que tanto sonreían, cuando les hicieron aquella foto, de infausto recuerdo.


miércoles, 6 de julio de 2016

Sin acuerdos


Tanto se ha preocupado el PP, durante los años que ha estado en el Gobierno, de grajearse la enemistad del resto de las fuerzas del arco parlamentario español, a las que ha ignorado sistemáticamente, en la toma de todas las decisiones, que ahora que necesita apoyos para poder mantenerse en el poder, no encuentra a nadie que quiera arriesgarse a pactar, pues ello  supondría causar una grave decepción a los ciudadanos que les votaron.
Hemos dicho muchas veces que los errores políticos terminan por pagarse y aunque por circunstancias que todos conocemos, los electores no hayan respondido con contundencia a lo que ha ocurrido en el pasado más reciente, los incontables casos de corrupción, los recortes y la considerable merma de derechos civiles y sociales, pululan sobre la mesa de negociación abierta tras el 26J y nadie quiere ser el primero en alinearse con un Mariano Rajoy, al que persigue la naturaleza de sus propios actos , encadenándole sin remisión, al aislamiento.
Así, los nacionalistas vascos y catalanes le han negado la mano que les pedía y aunque aún no  tengamos certeza de lo que ocurrirá finalmente, para ninguno resulta fácil prestar ayuda  al mismo que ignoró las voces que reclamaban insistentemente el cese de unas políticas de austeridad, que sólo a sus socios europeos convencían, por motivos más que evidentes.
Con Pedro Sánchez desaparecido y el PSOE debatiéndose agónico entre los partidarios de no pactar jamás con el principal enemigo y los que son favorables a facilitar con la abstención, el nombramiento de Rajoy como Presidente, el resto de las Formaciones han debido pensar que esta batalla debe librarse, en toda su intensidad, entre los dos grandes Partidos tradicionales y todos se apartan prudentemente de los primeros planos de la actualidad, esperando que entre ellos, sean capaces de resolver una situación que  generaron y que ahora les pesa como una losa, de la que no pueden desprenderse, por mucho que lo hayan intentado.
Porque pactar con Rajoy ha de acarrear necesariamente serios perjuicios, ni siquiera los que comparten ideario con él, pueden justificar de manera natural la firma de un acuerdo que supondría perdonar y olvidar, no solo los gravísimos casos de corrupción que circundan al candidato, rozándole peligrosamente incluso en el plano personal, sino también, la situación desesperada  a la que ha llevado a millones de ciudadanos, que reclaman de sus representantes en el Parlamento, por lo menos, un poco de justicia.
Así, ni tan siquiera Ciudadanos se atreve a ponerse abiertamente al lado del candidato conservador y prefiere aguardar, en la penumbra, a que el PSOE tome por fin una decisión que marcará un antes y un después en la propia historia de este Partido, históricamente enemigo de la derecha  y tradicionalmente líder de una oposición que ahora se antoja mucho más colorida y variopinta, por la composición del Parlamento.
Los  fantasmas del pasado, acosan a un Mariano Rajoy que al menos, se está viendo obligado a pagar, con enormes dosis de incertidumbre, lo ocurrido durante una legislatura plagada de soberbia y tiranía.

Pase lo que pase, el debilitamiento de su figura política es una evidencia que nadie puede negar y el futuro que tiene por delante, no podría ser menos halagüeño. 

martes, 5 de julio de 2016

Cesiones inconcebibles


Debe ser verdad eso de que la posesión del poder nubla el entendimiento y en estos días de negociaciones, abiertas y encubiertas, entre las fuerzas políticas de nuestro país, nos llegan informaciones que hace sólo unos pocos meses, nadie habría podido creer y ahora tampoco, si no se estuviera jugando en esta partida, nada menos que la futura Presidencia del Gobierno.
En esta línea, Mariano Rajoy se afana por no perder la oportunidad que generosamente le han ofrecido los ciudadanos en las urnas y aunque en principio se declaró partidario de una gran coalición en la que también estuviera el PSOE, las circunstancias parecen haberle hecho ser previsor, por lo que ha empezado por reunirse con Partidos mucho más pequeños, que naturalmente, han puesto sobre la mesa condiciones indispensables para prestar su apoyo, porque como todos sabemos, nadie da nada, a cambio de nada.
Como era de esperar, el PNV, al que Mariano Rajoy necesitaría poderosamente en estos momentos, ha empezado jugando fuerte y aún antes  que se celebre una reunión prevista para mañana, ya se ha aventurado a exigir un acercamiento de presos de ETA  y aunque parezca mentira, Rajoy parece que estaría dispuesto a conceder este deseo, a cambio del apoyo de los vascos.
Este paso adelante, que tantas veces hemos oído criticar al PP con vehemencia, cuando la propuesta venía de otros Partidos y al que en general, se le ha prestado poca atención en los medios, a lo largo del día de hoy, supone sin embargo, un cambio radical en las políticas inamovibles del PP, en todo lo relacionado con el terrorismo y una vez más, una utilización chapucera de los sentimientos que albergan los familiares de las víctimas, a las que siempre prometieron que nunca harían nada que rompiera su compromiso con ellas, aunque facilitara la reconciliación que necesita Euskadi.
Por mucho menos que esto, hemos oído a los líderes del PP, en incontables ocasiones, tachar de amigos de los etarras a miembros destacados de otros Partidos e incluso prevenir a los familiares de las asociaciones de víctimas contra ellos, manifestando abiertamente que mientras no se produjera la entrega de armas y la rendición incondicional, el problema vasco  no estaría resuelto.
Lo que ha cambiado, es que Mariano Rajoy precisa ahora con urgencia, para su permanencia en el poder, llegar a un acuerdo con los nacionalistas del PNV y como estamos acostumbrados a ver en su trayectoria política, las promesas hechas no tienen, ni han tenido jamás, ninguna clase de valor, cuando la tenencia del poder, se pone en juego.
Y no es que esté mal que el PP reconsidere su postura sobre el acercamiento de presos, sino que esta concesión, al producirse precisamente en un momento en que la situación de los conservadores, pende de un hilo extremadamente fino que podría romperse en algún momento, no deja de ser, por lo menos, indicativa de hasta dónde podría llegar su ambición y de hasta qué punto serían capaces de conceder prerrogativas a los demás, con tal de mantenerse en el gobierno.
Verdaderamente, los familiares de las víctimas, han debido sentirse absolutamente decepcionados ante la actitud de los que consideraban como sus defensores más directos y deben estar preguntándose hoy, qué más puede ocurrir a partir de que el acercamiento se produzca y si lo próximo que negociará Urkullu no será una amnistía general, para los asesinos de sus allegados muertos.
Tampoco creo que haya sentado muy bien el ofrecimiento a líderes como Mayor Oreja, Aguirre o al propio Áznar, que podrían representar el ala más conservadora del Partido y que siempre sostuvieron una férrea oposición  a hacer ningún tipo de concesión, ni a los etarras, ni a sus familiares, mientras aseguraban que la única opción para terminar con el conflicto era la policial, lejos de negociaciones y acuerdos.
Dicho esto, habrá que ver ahora cuáles son las condiciones que ponen los demás jugadores de esta interesante partida y si finalmente logra Rajoy gobernar, aunque sea en minoría y a costa de una pérdida más que notable, de su línea de pensamiento.

Lo dicho. Cuando se habla de poder, los mayores enemigos pueden de repente convertirse en íntimos y hasta comulgar juntos con ruedas de molino, imposibles de tragar, pero que finalmente, acaban por tragarse, con un poco de esfuerzo.

lunes, 4 de julio de 2016

Efectos de un verano distinto


Para sorpresa de todos los analistas económicos, que esperaban que con el brexit y la ausencia de gobierno, los datos del paro del mes de Junio fueran absolutamente desastrosos, las cifras que hemos conocido hoy, resultan ser  las mejores desde el año 2009, por lo que podría deducirse, poniendo un poco de malicia de nuestra parte, que a los españoles se nos contrata más, cuando no tenemos Presidente.
La noticia, que sería buena si no supiéramos que la precariedad y la temporalidad están presentes en todas estas nuevas contrataciones,  pone de manifiesto, al menos, que estando como está el gobierno en funciones, por cuestiones de carácter electoral, el país sigue marchando, sin que por lo tanto nadie pueda adjudicarse las claves de esta mejoría relativa.
Con un Mariano Rajoy asentado en una postura de absoluto mutismo y un Pedro Sánchez desaparecido desde la misma noche electoral, cualquier teoría sobre pactos, para una investidura que debiera ser indiscutiblemente urgente, se convierte en una mera elucubración y los ciudadanos seguimos en vilo, asombrados por la parsimonia y la falta de responsabilidad que demuestran nuestros políticos, para encontrar una solución al problema.
Pero entre el campeonato de fútbol europeo y la llegada de las vacaciones estivales, que ya de por sí lo paralizan todo, en este país nuestro, las dificultades para el ejercicio de una política que requiere cierto nivel, por lo complicado de la situación, parecen haberse multiplicado por mil  y mucho nos tememos que se agotarán todos los plazos posibles, hasta que podamos saber quién será nuestro próximo Presidente.
Entretanto, los de Podemos hablan de una renovación total en su manera de plantearse las líneas que seguirá su Partido, a partir de ahora y los de Ciudadanos, hasta ayer solícitos y dispuestos a facilitar la investidura a cualquiera que comulgara con su ideología liberal, dan un paso atrás, dejando que sean los socialistas quiénes carguen con la responsabilidad de decidir y también con los riesgos que conllevaría para su prestigio como Partido, aupar hasta la Presidencia a quién hasta hace bien poco, consideraban como su peor enemigo.
La forma de afrontar el problema no se antoja precisamente como la más correcta y mientras el tiempo pasa, y ya son siete meses los que nos separan de aquellas elecciones de diciembre, todo sigue parcialmente paralizado en una especie de compás de espera que se está haciendo eterno, sin que seamos capaces aún de saber qué sucederá, ni qué clase de futuro nos aguarda a todos los que pagamos escrupulosamente, los sueldos de estos políticos ineptos.
Lo que intuimos que pasará, es que al final,  todos acabarán cediendo y que será Rajoy, apoyado por una gran abstención en la sesión de su investidura, el que se alce con una agónica victoria que le permita gobernar, en una legislatura que se augura para él, corta y plagada de sufrimiento.
Afectados también nosotros, por la desgana que produce el insoportable calor, sólo nos queda, armarnos de paciencia y disfrutar, en el caso de poder permitírnoslo, de esas vacaciones a las que todos tenemos derecho, con la esperanza de que a nuestra vuelta, los políticos hayan sido capaces de ponerse de acuerdo y ya tengamos Presidente.




domingo, 3 de julio de 2016

La decisión del PSOE


Sin haber conseguido aún los apoyos necesarios para la investidura, Mariano Rajoy se atreve a sacar 8.700 millones de euros de la caja de las pensiones, sin ofrecer explicación alguna al resto de los partidos políticos, quizá como un anuncio de la clase de medidas que nos esperan, para los próximos cuatro años, si finalmente obtiene la presidencia.
Venido arriba por los resultados electorales, Don Mariano ha debido pensar que los ciudadanos aplaudimos la política de recortes que ha llevado a cabo en la pasada legislatura y que por tanto, estamos de acuerdo con que continúe ejerciendo el cargo, en la misma línea de actuación y sin esperar ningún tipo de consenso.
Claro que olvida que aquella mayoría absoluta que obtuvo en 2011, quedó muy atrás y que a partir de ahora, gobierne en coalición o en solitario, no le va a ser fácil sacar adelante cualquiera de sus aberrantes propuestas, pues la oposición que va a tener enfrente, nada tendrá que ver con la que ejerció tibiamente el PSOE, en el Parlamento, sino que de seguro se recrudecerá, transformando el camino de rosas por el que están acostumbrados a caminar los populares, en un auténtico infierno.
Que la izquierda y fundamentalmente Podemos, no hayan conseguido los resultados que esperaban en los últimos comicios, no quiere decir, cómo les gustaría a muchos, que se haya debilitado la fuerza de su discurso, sino más bien, que habiendo aprendido la lección que le han dado los electores con sus votos,  probablemente recuperen toda la intensidad que erróneamente abandonaron para captar a los moderados de centro y que no ha servido para otra cosa que para perder más de un millón de votos, procedentes de su propio espacio ideológico.
Así que a Rajoy no le va a quedar otro remedio que abandonar la placidez de la que ha gozado cuando nada le importaba la opinión, ni de la calle, ni de sus oponentes y empezar a trabajar, en la que  sin duda va a ser la legislatura más ardua que haya tenido que vivir el PP y en la que será permanentemente cuestionado, por la peculiar composición del Parlamento.
De nada le va a servir la victoria pírrica de la que tanto presumen ahora, sus barones y sus leales periodistas, si no logra obtener cualquier tipo de apoyo, total o parcial del PSOE, que sería lo único que le permitiría gobernar con cierta tranquilidad, aunque nunca como antes lo hizo, para desgracia nuestra.
Es pues el PSOE, el que carga sobre su espalda en estos precisos momentos, toda la responsabilidad de lo que pueda ocurrirnos a todos en el futuro y de su decisión dependerá, independientemente de si le gusta a Susana Díaz y los suyos, o no, cómo se encaucen los pactos, para la formación de gobierno.
Porque si los socialistas ayudan a Rajoy, aunque sea bajo mínimos, a ser de nuevo Presidente, habrán perdido la poca credibilidad que aún les pueda quedar y cualquier tipo de autoridad moral para criticar las gestiones que pueda llevar a cabo, el día de mañana, el posible gobierno.
Grande es la encrucijada, si se tiene en cuenta que en cuanto han pasado las elecciones, el PP ha vuelto mansamente al redil por el que Europa quiere que circule y que no ha podido esperar, para asaltar otra vez, la hucha de unas pensiones, que se tambalea enferma de gravedad y sin recuperación aparente.
Sin haber oído a Pedro Sánchez una sola palabra de autocrítica por los malos resultados de su Partido y dando la impresión de que ni siquiera ha habido en el PSOE, un momento para reflexionar seriamente sobre cuáles han sido las claves de su fracaso, los españoles y muy fundamentalmente los socialistas de corazón, esperan para valorar positiva o negativamente y para siempre, la decisión que tome el Comité Federal, en relación con la investidura del candidato conservador a la presidencia.
No les quepa la menor duda de que si finalmente apoyan de algún modo a Rajoy, los próximos tiempos, para el PSOE, serán indiscutiblemente convulsos, tanto, que empieza a recordar a aquella UCD de Suárez, que por razones de personalismos, finalmente, acabó por romperse.
Uno no puede, aún sin estar de acuerdo con las propuestas que hacen estos socialistas en la actualidad,más que sentir pena al ver lo que pueden hacer los hombres con lo que fue una maravillosa ideología y que por ambiciones personales, ni siquiera les importe destruir aquello en lo que creyeron millones de personas, durante tanto tiempo.