martes, 25 de septiembre de 2018

No a todo



Aunque las encuestas del CIS dan como ganador de unas hipotéticas elecciones al PSOE, con cifras que superan el 30% y prevén una caída de nueve puntos para el PP, situando la suma de los dos Partidos de izquierdas ligeramente por encima del resultado que obtendrían uniendo sus votos, las dos Fuerzas conservadoras, los últimos escándalos aparecidos en la prensa sobre algunos Ministros socialistas  y especialmente el asunto de las grabaciones de Delgado con Villarejo, que hoy han continuado apareciendo con nuevos contenidos, podrían hacer peligrar la fulgurante subida en  intención de voto que ha propiciado la llegada de Sánchez al Gobierno, cuestión que estamos seguros, Casado y Rivera aprovecharán, sacando a su favor el máximo jugo que la situación vaya permitiendo.
Poder aprobar los Presupuestos se ha convertido en una prioridad absoluta para este Gobierno, que nada puede hacer sin embargo, con los pocos escaños que cuenta y el apoyo de los socios ocasionales que secundaron la Moción de Censura para arrebatar el poder a Rajoy, se ve cada vez más debilitado, pues las exigencias de los independentistas catalanes, que empiezan por la liberación inmediata de los presos por los sucesos del primero de Octubre, no dependen realmente del Partido en Moncloa, sino de las decisiones que pueda tomar la Justicia, como poder independiente.
Junto con Podemos, Sánchez parecía haber encontrado una fórmula que conseguía evitar que el Senado, que cuenta con mayoría absoluta del PP, pudiera rechazar los Presupuestos que se presentaran, pero ayer, en una reunión que duró casi cuatro horas, la Presidenta de la mesa del Congreso, Ana Pastor, con el sostén de los representantes populares y de los de Rivera, consiguió abortar tal iniciativa, protagonizado una acción que hasta el momento, no había tenido precedentes.
Este NO rotundo, que ha roto momentáneamente todas las expectativas de socialistas y podemitas y que coloca a Sánchez contra las cuerdas, a no ser  que se encuentre a la mayor brevedad posible, algún modo de evitar lo que empieza a parecer ineludible, es la tónica general que parecen haber adoptado, como línea a seguir, Casado y Rivera, como forma de poder vengar el agravio sufrido cuando el pacto para la Moción truncó el camino de los populares para terminar la legislatura y la ambición desmedida de Rivera, que ya se veía como Presidente de Gobierno, tras el empujón que le ofrecía una mayoría de derechas, por su manera de afrontar el problema de Cataluña.
Inesperadamente desbancados por quién hasta una buena parte de sus compañeros de Partido consideraban como un intruso, nada preparado por cierto, para las labores de Gobierno, pero que logró convencer, primero a su militancia, que lo aupó en volandas hasta la Secretaría General del PSOE y después, al resto de fuerzas del Parlamento, de que el momento de apear a Rajoy del poder se basaba en una cuestión de aunar ímpetu y criterios, la renovación del Gabinete, de claros tintes feministas, acabó por descolocar a las derechas hasta límites insospechados y su ira se hizo totalmente visible, desde el primer momento y no hay más que recordar el rostro de Rivera, cuando bajaba las escaleras el día de la Moción, para constatar esta evidencia.
Puede quedarle claro a Sánchez que jamás podrá contar con ninguna de estas dos Fuerzas y que lo que pueda o no pueda hacer, dependerá directamente de su poder de seducción con el reto de os Partidos del arco parlamentario, con los que tendrá que negociar con algo más que la agudeza de sus argumentos.
Pero es preferible ceder a algunas de las peticiones que desde estos Partidos le llegan, que sucumbir al acoso y derribo milimétricamente preparado por populares y ciudadanos, contra su Gobierno al completo, porque  hacerlo representaría una rendición que perjudicaría gravemente, no sólo a su prestigio personal o a la imagen de la Formación a la que representa, sino también y muy fundamentalmente, al futuro de unos ciudadanos, esperanzados en que las políticas de progreso, consigan sacarles del hoyo en el que les sumergieron  los recortes conservadores.
Muchos apuestan por una convocatoria inmediata de elecciones, que clarifique el panorama de confusión que vivimos en los actuales momentos, más sin embargo, Sánchez debe esperar, asentarse plenamente en una postura de fuerza que determine su valía real para ocupar la Presidencia e ir así ganado la confianza de los electores, que de otro modo siempre le reprocharían su debilidad ante las presiones ejercidas por las derechas, contra su Gobierno.
Sin saber lo que pueda ocurrir mañana con el caso Delgado, nuestra impresión a esta hora de la noche, es que la Ministra debe ofrecer muchas más explicaciones de las que ha dado, pero no dimitir, al menos, no antes de que Casado demuestre fehacientemente que su Master no fue un regalo o  Rivera no clarifique qué titulación posee de verdad, pues es indispensable que se aplique un criterio de justicia, exactamente igual, para todas las Fuerzas políticas.

lunes, 24 de septiembre de 2018

Uno tras otro




Desde que Pedro Sánchez  se hiciera con el poder, tras ganar la Moción de Censura presentada contra  Rajoy  y con el apoyo de todos los Partidos del arco parlamentario, a excepción de PP y Ciudadanos, una especie de ira descontrolada se desató inmediatamente, sobre todo en los medios de comunicación claramente identificados con las ideologías de las derechas que en cuanto se nombró el nuevo Gobierno, iniciaron un estudio minucioso, en lo personal y en lo profesional, de todos y cada uno de sus miembros, con la intención de encontrar, a toda costa, algún resquicio de suciedad que permitiera exigir que fueran dimitiendo y acarreando con ello un gravísimo perjuicio a la imagen renovadora  que los socialistas pretendieron dar ante una  Sociedad, que celebró ampliamente la irrupción torrencial de estas figuras, diametralmente opuestas a las que habían ocupado, durante los años de mandato del PP, todas las carteras ministeriales.
Bastaron unos pocos días para que salieran a la luz una informaciones que recordaban que Maxim Huerta, nombrado como Ministro de Cultura, había tenido un encontronazo con Hacienda y había sido condenado a pagar trescientos y pico mil euros a las arcas públicas, por una especie de fraude fiscal y unas pocas horas más tarde, el recién llegado al cargo tomaba la decisión de hacerse a un lado, según palabras textuales, “para no interferir en la buena marcha de los cambios que tenía previsto realizar el nuevo Presidente, ni perjudicar en modo alguno, al resto de su Gobierno”.
Unos meses más tarde y en plena efervescencia de los casos de los Masters, que ya habían salpicado gravemente a Cifuentes y al propio Casado, elegido entretanto como líder absoluto del PP, le llegó el turno a Carmen Montó y al mismísimo Pedro Sánchez, al que llegó a acusarse de no haber escrito su Tesis, provocando el efecto inmediato de la marcha de la que fuera hasta entonces Ministra de Sanidad, al demostrarse que había copiado una parte de su trabajo y que las Universidades pusieran en marcha los mecanismos de que disponen, para comprobar la autenticidad del trabajo del Doctorado del Presidente.
Habiendo flaqueado esta última suposición, que aún colea, aunque pareció quedar probado que la Tesis es genuina y auténtica, el ataque se fijó después en la persona de la Ministra de Justicia, María Dolores Delgado, a la que algunos medios acusaban de haber tenido una relación estrecha en lo profesional y lo personal, con el ex Comisario Villarejo.
En un alarde de precipitación, la Ministra se apresuró a negar tajantemente lo que estos medios daban como cierto, sin contemplar que cuando cierto tipo de prensa lanza sus dardos es porque ciertamente posee algún tipo de información, que guarda para hacerla pública en el momento más oportuno y esta misma mañana, hemos conocido la grabación efectuada durante un almuerzo de carácter privado, al que no sólo asisten Delgado y Villarejo, sino también Baltasar Garzón y otros tres personajes de cierta relevancia, en asuntos policiales y judiciales.
Se reconocen en dicha grabación, perfectamente, las voces de la Ministra y el ex Magistrado, charlando distendidamente con Villarejo y aunque en la conversación no paree haber ningún indicio de ilegalidad, sí consigue probarse que Delgado mintió descaradamente, en las declaraciones realizadas ante la prensa.
Que más pronto que tarde las derechas van a exigir también, la dimisión de esta Ministra y que seguramente los medios que han hecho pública esta cinta guardan bajo la manga informaciones mucho más comprometedoras, lo puede imaginar cualquiera, por lo que no sería de extrañar que Pedro Sánchez tuviera que enfrentarse al descarte forzoso de la que eligiera para ocupar la cartera de Justicia y que se convertiría en la tercera en tener que abandonar el Cargo, en el transcurso de sólo unos meses.
En estos tiempos que vivimos, guardar secretos de cierto calado, cuando se habla de la política, resulta ser una misión imposible, a causa de la cantidad de medios de que se dispone para poder averiguar cuánto ocurre, en un corto espacio de tiempo, por lo que habría que aconsejar al Presidente Sánchez que se cerciore con contundencia de cuántos fantasmas almacenan en sus armarios particulares los miembros de su Gabinete, pues a este  paso, acabará por perder con deshonor, a la totalidad de su Gobierno, ya que como todos sabemos, las derechas ni olvidan ni perdonan jamás y harán todo cuánto esté en su mano, por ir exterminando uno a uno, a todos los Ministros socialistas que permanecen en sus cargos, en estos momentos.
Todos, tenemos en la vida luces y sombras, pero resulta ser del todo inaceptable que antes de proponer un nombramiento de tal importancia a determinadas personas, los asesores de Sánchez no se hayan asegurado de su total transparencia, pues es del todo vergonzoso que la prensa, del color que sea, posea más información sobre las vidas de esta gente que se ha dado por válida desde Moncloa para ocupar unos cargos de tal envergadura, sin haber tenido, incomprensiblemente, ninguna sospecha de lo que ha sucedido posteriormente.
Exigir desde la oposición, como ha venido haciendo el PSOE durante años a los demás, fundamentalmente, limpieza, implica ser en la vida política, académica o privada, impecables y estos asuntos irregulares que salpican, uno tras otro, a los Ministros de Sánchez, cada vez se parecen más a una broma macabra de un destino que se prevé, por lo que parece, bastante incierto.

domingo, 23 de septiembre de 2018

En contra de la evolución



Viendo hace un par de días el Debate organizado por El País, entre Felipe González y José María Aznar, moderado por Soledad Gallego y perteneciendo a una generación que vivió la llamada Revolución del 78, como militante activa de la vida política, aunque en un plano de inferioridad en relación con estos debatientes, al oírles hablar sobre lo divino y lo humano y de las acciones que convirtieron la Transición española en un hecho único e irrepetible que nos trajo una Constitución consensuada que satisfizo medianamente las aspiraciones primarias de todos, no pude por menos, que estar de acuerdo en que las decisiones que se tomaron entonces, fueron quizá las menos lesivas para la población en general, aunque nadie nos dijo que los textos que se escribieran en aquella Carta Magna que aprobaron por mayoría todos los españoles, tuvieran que durar para siempre, como si la vida se hubiera detenido en el tiempo en que se redactó, sin contemplar en ningún momento que la Historia evolucionaría en el mundo y también en este país, como ha solido ser natural, a lo largo de todos los siglos.
Fue el Debate entre los ex Presidentes, una loa continua que ensalzaba la supuesta grandeza de su propia labor y que se limitó a resaltar, desde una posición de egocentrismo totalitario,  irrespetuoso para los telespectadores, las bondades casi dogmáticas de las acciones que se realizaron bajo sus dos mandatos y desdeñando, de manera desconsiderada y absolutamente tajante, no sólo el trabajo de los Partidos políticos actuales, sino también, cualquier posibilidad de cambiar la  Constitución, que pudieran estar reclamando en estos momentos, algún colectivo o la totalidad de los españoles.
Sin poder dar crédito al pasteleo que fluía entre ambos ex Presidentes, pues una recordaba a la perfección los durísimos enfrentamientos protagonizados entre ambos años atrás y la más que probada enemistad que entre ellos existía y no sólo en el ámbito de la vida política, parecía imposible entender que simplemente con el paso del tiempo, los pensamientos diametralmente opuestos de antaño, hubieran podido acercarse de tal suerte, que parecieran uno mismo, como si las enormes brechas que les separaron, se hubieran convertido en un bloque sin fisuras, del que ahora emanaba una ideología casi idéntica.
De nada sirvieron los esfuerzos mutuos por demostrar que continúan siendo expertos en el arte de la oratoria, pues los contenidos de los mensajes que se lanzaron denotaron una oposición absoluta a cualquier tipo de evolución, demostrando que ninguno de ellos se ha resignado nunca al hecho de haber tenido que abandonar el poder y que ambos continúan creyendo que poseen una superioridad natural, sobre el resto de los ciudadanos.
Pretendiendo en todo momento ofrecer lecciones magistrales de Historia y Política a los nuevos líderes de los Partidos actuales, con un tono de condescendencia que ofendía, en sí mismo y  supuestos consejos que parecían querer brindar a quiénes nunca los han pedido y que probablemente no los necesitan, llegaron hasta el punto de poner en duda el hecho de que alguno de ellos se hubiera tomado la molestia de leer la Constitución, dando por sentado que de haberlo hecho, resultarían impensables algunas de las sugerencias de cambio que estaban proponiendo.
Afortunadamente para esta Nación nuestra, no todos los que protagonizamos la transición hemos permanecido anclados a lo que ocurrió en aquellos momentos, sino que hemos  ido, como suele ser lo normal, creciendo y desarrollando un proceso de adaptación a las vicisitudes que se han convertido en evidencias y luchando a la vez, contra todo aquello que nos ha ido pareciendo que no era justo, a lo largo de estos cuarenta años y muy especialmente, en los últimos tiempos.
Por ello creemos que la Constitución del 78 no es, como sugirieron González y Aznar, durante todo el supuesto Debate, un Catecismo inalterable, parecido a los que poseen todas las religiones que conocemos, sino un texto que ha de ir contemplando las necesidades que vayan surgiendo al paso de los tiempos y que pudieran lesionar gravemente los derechos de los ciudadanos, debiendo ser incuestionablemente reformada, si así lo requiriera la ocasión o lo exigiera el grueso de la Sociedad, que por Ley está obligada a acatarla, aunque no esté de acuerdo con su contenido total o parcial, como es evidente.
¿Temen acaso los ex Presidentes que si se admiten cambios en la Constitución, ese prestigio del que presumen quede minimizado ante la mirada de las nuevas generaciones y también de las viejas?
Lo que hicieron, las decisiones que cada uno de ellos tomó en su momento, las luces y las sombras de lo que ocurrió mientras permanecieron en el poder, se encuentra ya, para bien o para mal, plasmado en los libros de Historia y por ello resulta ser inalterable, por lo que habrá de perseguirles mientras vivan y aún después de muertos.
Esta oposición declarada, obtusa e inaceptable, a cualquier cambio que pueda producirse en el ámbito constitucional, el empeño en perseverar  en unas ideas que han envejecido con ellos y el desprecio demostrado hacia los conocimientos y la ideología de los jóvenes que les han sucedido en sus cargos y que luchan ahora por cambiar, porque es su momento, aquellos conceptos que les parecen contra derecho, no hace, sino mostrar una imagen parecida a la que debieron dar todos aquellos supuestos científicos que durante años se negaron a aceptar las teorías de Darwin, allá por el siglo XIX.
Son el retrato amarillento y desgarrador de una época que ya pasó y esconden, bajo su apariencia de pulcritud, la oscura y única ambición de no ser olvidados, aunque sin asumir que las nuevas generaciones están en su derecho de ocupar puestos de relevancia política y de tomar sus propias decisiones, como ya ellos mismos hicieran, en sus tiempos de gloria, por la voluntad expresa del pueblo.
Poner palos en las ruedas, minimizar el talento de los políticos actuales o su capacidad para gestionar los asuntos de Estado, constituye una imperdonable falta de respeto, no sólo a sus propios compañeros, sino a todos los que creemos en el futuro que pueden ofrecernos.

jueves, 20 de septiembre de 2018

Gigantes intocables




Lo que está sucediendo en nuestro país con las Compañías que se encargan de proporcionar a los hogares el suministro eléctrico y a las que ningún Gobierno, hasta ahora, se ha atrevido a enfrentarse, a pesar de que debieran haberlo hecho hace tiempo, por el grave perjuicio que están causando a la economía familiar y también a sectores empresariales y muy especialmente a los pequeños autónomos que no se encuentran, precisamente en su mejor momento, se ha convertido en un conflicto de considerables dimensiones que todos los ciudadanos debiéramos exigir que se resolviera a  la mayor brevedad y que se convirtiera por tanto, en una prioridad perentoria, en la agenda de este Gobierno.
Teniendo en cuenta las constantes subidas que se producen en el recibo de la luz, por motivos que resultan imposibles de entender, incluso habiendo cursado un Doctorado en Economía,  todos nos sentimos avasallados sin remisión por la fuerza de un poder absoluto que en muchísimos casos pone en riesgo nuestra salud y nuestra estabilidad familiar, pues hacer frente a este gasto, en un artículo de primera necesidad, se nos presenta como un lastre que nos ancla indefectiblemente a un nuevo tipo de pobreza, que a veces ha traído como consecuencia la pérdida de vidas humanas, en pleno siglo XXI, a causa del frío.
La permisividad que han mantenido todos los Ejecutivos con las Eléctricas y la falta de interés por cambiar estas situaciones ciertamente insoportables e insostenibles, no sólo tiene que ver con la falta de voluntad por hacer frente a estos Gigantes intocables del mundo empresarial, sino seguramente también, con el hecho de que estas Compañías, han representado y siguen representando, un paraíso en el que se refugian un número incalculable de altos cargos políticos, que pasan a formar parte de ellas, a través de las llamadas puertas giratorias, cuando agotan del todo el ejercicio de una profesión, en la que el interés por lo público debiera prevalecer, obligatoriamente, sobre los intereses privados, aunque casi nunca sea así, desgraciadamente.
Esta misma mañana, el Gobierno de Pedro Sánchez anunciaba una pequeña batería de medidas, de entrada ya del todo insuficientes, entre las que se incluyen la mejora del bono social y una pequeña bajada en los impuestos que se esconden en el recibo de la luz, pero que mantiene el IVA, en un producto indispensable, en el 21% , cuando se podría incluir en la lista de los que pagan sólo el 4%, lo que supondría, en general, un cierto alivio en la Sociedad, cansada de soportar los desmanes de estas Empresas que juegan impunemente con el poder adquisitivo que tenemos, dedicando todos sus esfuerzos, únicamente, a subir cada año considerablemente, su volumen de beneficios.
Siendo el nuestro uno de los países de Europa en el que los salarios se han visto más rebajados por los efectos de la crisis y en el que la tasa de paro continúa siendo muy elevada, es sin embargo, en el que se paga el precio más elevado por el suministro eléctrico, muy alejado de lo que ocurre, por ejemplo, en Naciones mucho más poderosas que la nuestra, como Alemania o Inglaterra.
Pero estos Oligopolios sin corazón, que ha encontrado la gallina de los huevos de oro en nuestro territorio y que cuentan con la aquiescencia tácita de los Gobiernos, para hacer y deshacer a su antojo, de una manera sibilina y torticera, una labor de saqueo permanente al bolsillo de todos los ciudadanos, por supuesto, no están dispuestos a renunciar ni a uno sólo de los privilegios de que disfrutan actualmente, por lo que sería necesario que desde el poder político se frenara, radicalmente y sin contemplaciones, la voracidad de su insaciable ambición, aunque hubiera que nacionalizarlos a todos, aunque fuera temporalmente.
Siendo como somos una tierra en la que las energías renovables podrían sustituir en su totalidad, los servicios que ahora brindan las Eléctricas, no se comprende que ninguno de los Gobiernos que hemos tenido, se haya atrevido a dar un paso al frente en este sentido, actuando con implacable contundencia.
La potenciación del auto aprovisionamiento de los hogares, la instalación masiva de placas solares y de energía eólica, a lo largo de toda nuestra geografía, con toda seguridad paliaría considerablemente los efectos de los abusos  que estamos sufriendo y ofrecería a nuestros gobernantes, un poco de credibilidad, pues de algún modo, estas acciones nos compensarían de la pasividad con que han venido afrontando este gravísimo problema, durante demasiado tiempo.


miércoles, 19 de septiembre de 2018

Lo que nunca debió existir




Después de que hayan pasado casi cuarenta años desde que se instaurara en este país la Democracia y de que hayan circulado por Moncloa , siete Presidentes de Gobierno, al mundo de la política parece haberle entrado mucha prisa por terminar con los aforamientos que han constituido un privilegio para todos ellos desde el principio y que  los ciudadanos de a pie, juzgamos siempre como un asunto que nunca debió aprobarse, tal y como está expuesto, simplemente porque brindaba una especie de inmunidad  a unas doscientas cincuenta mil personas, si añadimos representantes policiales,  de la judicatura y la Casa Real, violando gravemente el derecho de  ante la justicia, que a todos debiera asistirnos de la misma manera.
Durante años, pero sobre todo en los últimos tiempos, hemos asistido atónitos a una serie de casos de corrupción, fundamentalmente relacionados con el mundo de la política, en los que por el hecho de ser aforados, muchos sospechosos se las han venido ingeniando para   evitar con total desfachatez, el hecho de poder ser imputados en estos delitos, estableciendo ante ellos una barrera infranqueable que les ha protegido de sentarse en los banquillos que ocupaba la gente corriente, provocando en la población en general, una suerte de indignación, que  pretende corregirse, en parte, pues los Partidos establecen criterios distintos, que no terminan de convencer  a los que creemos firmemente en una igualdad real de nuestros derechos.
Esta serie de prerrogativas de que disfrutan estos doscientos cincuenta mil aforados y que recuerdan ostensiblemente a las que disfrutaban los nobles en la Edad Media, no admiten ser afrontadas con medias tintas o contemplando exclusiones personales o motivadas por si los delitos que pudieran cometerse tuvieran que ver con el ejercicio de sus funciones o con la vida privada de cada cual, sino que deben ser eliminadas en su totalidad y de raíz, pues suponen un flagrante agravio comparativo con el resto de las personas que formamos parte de esta Nación y que nos vemos obligados en todo momento a someternos a los dictados de la Ley, si no queremos terminar siendo juzgados por Tribunales ordinarios que decidirán si somos culpables o inocentes de los delitos de que estuviéramos acusados.
Perderse en  disquisiciones absurdas o dividir en apartados distintos a los aforados, estableciendo entre ellos categorías o pretendiendo mantener la idea de la inviolabilidad de los miembros más relevantes de la Monarquía, resulta simplemente inaceptable, en cuanto se recuerda que vivimos en pleno siglo XXI y que ya de por sí, la Institución representa un reducto feudal sencillamente obsoleto y más aún cuando circulan por todas partes rumores de que el Rey emérito podría haber estado, presuntamente, cobrando comisiones indebidas y manteniendo durante años, cuentas en paraísos fiscales, mientras los demás nos enfrentábamos a la dureza de los peores años de la crisis, acusados además, por Rajoy y los suyos, de haber intentado vivir por encima de nuestras posibilidades, culpabilizándonos sin decoro, de todo cuánto estaba ocurriendo.
Lo que estaban haciendo una buena parte de estos aforados entretanto, como apropiarse indebidamente de fondos públicos, o extorsionar a los empresarios para obtener dinero negro destinado a financiar ilegalmente Campañas electorales o  simplemente al enriquecimiento personal obtenido a través de la evasión o el blanqueo, ha costado al bolsillo de los ciudadanos, que se sepa hasta ahora, una cantidad aproximada a los ochenta mil millones de euros, aunque al no haber podido juzgarse aún a muchos de los implicados, a causa de su aforamiento, no podemos calcular totalmente el montante de las operaciones fraudulentas que se han venido desarrollando a través de estas tramas, que seguramente nunca conoceremos.
Por ello y porque en conciencia no creemos que La Constitución actual haya de ser un documento intocable, cuyo contenido haya de permanecer tal como está, indefectiblemente, la cuestión de la supresión total de los aforamientos, no admite negociación o discusión, pues lo que los ciudadanos deseamos es que se nos considere exactamente iguales a todos los efectos, ante la Ley, sin que pueda haber, ni siquiera uno solo entre nosotros, que por cuestiones de apellidos o cargo, sea sostenido en volandas, disfrutando de este tipo de privilegios.
Si para ello se impone una Reforma urgente de la Constitución, que se haga y a ser posible, aprovechando la oportunidad para poner al día otras muchas injusticias que en  ella se contemplan y que aunque puede que fueran útiles en el momento en que se elaboró, los años transcurridos y los cambios naturales producidos en el país, se han encargado de invalidar, lógicamente.
Yo aconsejaría a Pedro Sánchez que no incurriera en el mismo error  que su antecesor y que se interesase todos los días en saber lo que piensa el pueblo, porque en el fondo, es la opinión de los ciudadanos la que suma o resta poder y los políticos, todos sin excepción, son simples aves de paso, aunque la mayoría de ellos adolezca del defecto de creer que ese poder les durará para siempre.
Proponga pues, señor Presidente, con toda la valentía que el momento requiera y con la sinceridad que siempre faltó a sus antecesores, una retirada total de los aforamientos. Atrévase. No se arrepentirá de hacerlo.
                                                                                                

martes, 18 de septiembre de 2018

Retrato de la soberbia




Han bastado unos pocos minutos, desde que comenzara la comparecencia de José María Aznar, ante la Comisión que investiga la financiación ilegal del PP, en sede parlamentaria, para que todos los ciudadanos pudiéramos comprobar que los años que lleva oficialmente apartado de la Política, no han conseguido mermar ni un ápice la acritud natural de su carácter, ni mucho menos, su soberbia.
Endiosado como un ídolo  acartonado por el paso del tiempo y mostrando una imagen de consciente frivolidad absolutamente inapropiada en relación con la gravedad del momento, Aznar ha optado por la estrategia del ataque directo, en un intento a la  desesperada por escapar de los golpes continuados que le alcanzaban por todas partes, desde la oposición al completo, llegando incluso a recurrir a la negación de evidencias probadas en los tribunales, como la existencia de una caja B en el PP o que el Partido que presidió se hubiera nutrido de dinero negro proporcionado por empresarios, a cambio de la concesión de determinadas obras y servicios.
Con actitud inaceptablemente chulesca y recurriendo continuamente a esa sonrisa irónica que todos conocemos, desde que fuera Presidente, ha ido  capeando  el vendaval de preguntas que se le venía encima, con cada nuevo interlocutor, aunque sin conseguir que sus respuestas llegaran jamás a ser creíbles, pues su presunta ignorancia de lo que estaba ocurriendo a su alrededor, en un Partido que gobernaba con mano de hierro, resulta ser un débil argumento, si se tienen en cuenta todos los casos de corrupción que se producían a su alrededor  y que muchos líderes de la Formación conservadora y  un buen número de los empresarios imputados, han declarado en los juicios celebrados que participaba en ellos, activamente.
Su enfrentamiento con Rufián, de Esquerra Republicana, que se ha dirigido a él en el tono habitual de dureza que suele emplear cada vez que se le presenta una oportunidad como esta y que ha llegado a su punto álgido cuando mostrando una foto de José Couso, le ha interrogado sobre su implicación en la guerra de Irak, ha conseguido que por unos momentos perdiera los papeles y que sin responder a la pregunta que se formulaba, acusara directamente y con malas formas al diputado de pertenecer a un Partido golpista, mostrando claramente lo que provoca en él, cualquier asunto relacionado con la crisis de Catalunya.
Hasta dónde habrá llegado su desfachatez, que cuando ha tomado la palabra Toni Cantó, en nombre de Ciudadanos, el diputado manifestaba que tenía serias dudas de que el ex Presidente supiera realmente por qué había sido citado por la Comisión y sobre todo, si verdaderamente conocía la relevancia del trabajo que allí se estaba intentando realizar, poniendo en duda el desconocimiento de los hechos que alegaba, sobre todo teniendo en cuenta que una buena parte de los que habían ocupado cargos ministeriales bajo su mando, se encontraban en estos momentos, imputados por corrupción o siendo  investigados por la justicia, haciendo especial hincapié  en el caso de Rato, que durante años fue considerado como mano derecha y delfín, del ex Presidente.
Aduciendo que nadie puede adivinar lo que podrían hacer las personas que uno conoce, con diez años de antelación a la consumación de determinadas transgresiones, Aznar ha procurado zafarse de la verdadera inatención que guardaba la pregunta, olvidando que todos los ciudadanos recordamos con meridiana claridad  que muchos de los graves delitos de corrupción que esta gente cometiera y sobre todo, la financiación ilegal de las faraónicas Campañas electorales financiadas ilegalmente, ocurrieron cuando él ocupaba la Presidencia del país.
Absolutamente convencido de tener controlada la situación, cuando Pablo Iglesias ha entrado en escena y esperando quizá del líder de Podemos, esa agresividad verbal que a veces utiliza en casos similares a éste, a Aznar se le han roto todos los esquemas cuando se ha encontrado con un interlocutor que empleando un tono ciertamente moderado, no ahorraba sin embargo esfuerzos en ahondar en cuestiones ciertamente incómodas, tratando de demostrar y consiguiéndolo, que el ex Presidente había mentido en varias ocasiones a lo largo de la mañana y recordándole, contundentemente, la obligación de decir verdad, que tienen los que comparecen en Comisiones como esta.
La buena argumentación del líder morado ha logrado, en un momento determinado, que Aznar  iniciara una táctica de clarísima provocación, llegando incluso a mencionar los problemas personales que Iglesias acaba de sufrir con el nacimiento de sus hijos, sin lograr romper la serenidad de  su interlocutor, que ha soportado estoicamente la embestida, provocando en Aznar una especie de ataque de incontrolable ira que ha canalizado por la vía de las referencias a Venezuela e Irán, que usan continuamente, sin poder haberlo probado jamás, los medios de comunicación más afines a las derechas.
Sólo al final, Iglesias se ha dolido de que una figura como Aznar haya podido ser el Presidente de todos los españoles y rogado, terminando su intervención, que tal cosa no pudiera jamás repetirse, pues a su entender, había quedado claro a lo largo de la Comparecencia, la catadura política y moral del que fuera considerado como un referente por las Derechas.
Un rato después, el ex Presidente abandonaba el Parlamento contestando brevemente a las preguntas de algunos periodistas e incluso bromeando con el hecho de que le gustaría volver, aunque para entonces ya saltaba la noticia de que Pablo Iglesias había resultado ser el   claro vencedor de la mañana y el único  capaz de demostrar las mentiras que Aznar había tratado de colarnos, volviendo, como ya es costumbre, a poner en duda nuestra inteligencia.

lunes, 17 de septiembre de 2018

De mi corazón, a mis asuntos




He de reconocer que en los peores momentos de mi vida, siempre me viene a la memoria, no sabría explicarles por qué, La Elegía de Miguel Hernández, cuyos versos he repetido interiormente tantas veces y que se han convertido para mí, en una especie de oración que me reconforta profundamente, proporcionando aire fresco a los pulmones colapsados por la angustia y un reposo al espíritu maltratado que lucha denodadamente por escapar de la angustia o el sufrimiento.
De algún modo, siento una conexión tan especial con este poema de juventud, que Hernández recitara por vez primera en el entierro de su amigo Ramón Sijé,  haciéndose famoso después en todo el mundo y que yo conocí de la  mano de una buena profesora de Literatura, en mis años de escuela, que he llegado a pensar que a pesar del tiempo real que separa aquella época de la mía, en cierto modo, fue escrito especialmente para mí, pues no puedo, sino agradecer a cada uno de los versos que lo forman, la suerte de haber encontrado en ellos, una identificación plena con lo que encierran, dejando a un lado el motivo real por el que fueron escritos y transformándolos, personalmente, en un himno al amor que somos capaces de sentir por todos aquellos que se cruzan en nuestros caminos, a lo largo de nuestras vidas, convirtiéndose en parte indispensable de ella, sin que para ello exista un motivo lógico que justifique que nuestra mirada y nuestras querencias, se posen irremediablemente en ellos.
Tras una noche de reposo, me he despertado esta mañana repitiendo, aún en duermevela, este verso que da título al artículo que hoy escribo y haciendo, como se diría en lenguaje popular, de tripas corazón, me he puesto de pie, con la intención de retomar la tediosa rutina, que siendo como es, reiterativa e invasora silenciosa del ambiente que nos rodea, nos proporciona sin embargo, una sensación de normalidad, que se agradece y mucho, en momentos de excepcionalidad, como el que acaba de asaltarme, por sorpresa, pues no se puede ni se debe, dejarse vencer por la tristeza.
Así que he echado un rápido vistazo a las noticias de actualidad (les confieso que anoche fui incapaz de ver la entrevista que Ana Pastor le hizo al Presidente) tratando de encontrar un hilo conductor del que tirar para retomar el camino habitual que suelo seguir en la mayoría de los artículos que escribo, comprobando inmediatamente que la lucha entre los Partidos españoles continúa siendo encarnizada y que nadie parece dispuesto a rendirse o a reconocer los errores cometidos, a veces con plena consciencia, porque lo único que de verdad parece importar es llegar y permanecer en el poder, aunque para ello haya que cometer todos los pecados capitales que reconoce como tales hasta la Iglesia, traspasando todas las líneas invisibles que marcan la ética o la moral y que debieran ser inviolables, si realmente lo que se quiere es construir un mundo mejor, en el que tengan cabida toda clase de opiniones y pensamientos.
El asunto de los currículos falseados que parece afectar a una buena parte de personajes políticos de peso y que ha salido a la luz, como una riada, desde que se descubriera el caso de Cristina Cifuentes y que ha salpicado después a Casado, que no ha podido ser imputado a causa de su aforamiento, ha despertado las ansias de venganza de los medios afines a las derecha  que  no han tardado en encontrar el modo de hacer dimitir, con toda justicia, por cierto, a la Ministra Montó, cuestión que les ha insuflado una inyección de fuerza para cargar contra la Tesis de Sánchez, cuya autenticidad ha quedado demostrada, sin embargo, tras pasar una serie de pruebas realizadas por la Universidad y también por alguna cadena televisiva, que ha obtenido en su análisis, resultados idénticos.
Ahora acusan PP y Ciudadanos a Sánchez de haber amenazado a los medios que han lanzado la noticia en cuestión, con presentar contra ellos demandas y querellas, llegando a compararle los de Rivera, con Maduro, como si defender el derecho al honor en los tribunales no fuera lo más natural, cuando considerando que alguien te ha calumniado y no está dispuesto a retractarse de ello, no queda otra  salida para poder demostrar tu inocencia.
Tras la entrevista de anoche, el Presidente anunciaba por sorpresa su intención de presentar en el Parlamento un proyecto para que sean anulados los aforamientos de todos los políticos, cuestión que de momento, ha contado con el apoyo inmediato de Podemos y que podría clarificar la postura que con respecto a este asunto de esencial importancia tienen, todos los Partidos representados en el Hemiciclo.
Mientras desde la izquierda se continúa pidiendo explicaciones a Casado sobre su Máster, Aznar comparecerá mañana ante una Comisión que investiga la financiación ilegal del PP y Pablo Iglesias ya ha anunciado su intención de estar presente para interrogarle, por lo que el día se presenta más que interesante, desde este punto de vista, como seguramente comprobaremos.
Nunca antes se ha enfrentado el ex Presidente a nadie con unas perspectivas políticas de calado de la las que representa Podemos.
Estamos impacientes por conocer su reacción cuando tenga, obligatoriamente, que contestar las preguntas de Iglesias, sin poder esconderse en Fundaciones o foros afines a su pensamiento y arropado por el calor de sus incondicionales, como ha solido ser su costumbre, en los últimos años,

domingo, 16 de septiembre de 2018

Canto de esperanza



Una mala noticia sobre la salud de un gran amigo, traslada mi pensamiento muchos años atrás, evocado estos tiempos en que hemos compartido tantas cosas y tantas querencias, apoyándonos mutuamente en los buenos y malos momentos, cayendo y rehaciéndonos y construyendo un camino  que ha mantenido nuestra comunión sin reservas, mucho más allá de las vicisitudes y los cambios sobrevenidos sorpresivamente.
El hachazo, que me ha descompuesto por dentro como si repentinamente  me hubiera roto en dos, deshaciéndome todos los esquemas ya preparados,  sobre los que pensaba escribir, me retrotrae a mi vida interior, haciendo que me reafirme en mi teoría de que las cosas mundanas pierden en un instante toda su importancia, si lo que nos sucede como seres humanos que somos, sensibles al dolor, consigue superarnos de pronto recordándonos nuestra extrema fragilidad y sobre todo, el peso incandescente de nuestra propia conciencia.
Gracias a que creemos en la esperanza y a que nuestro afán de superación nos presta una inestimable ayuda en casos parecidos a este, procuramos recomponernos poniendo nuestras  expectativas en que la suerte y la buena labor de los profesionales de nuestra sanidad logren dar con una rendija por la que pueda entrar un poco de luz que nos saque de las tinieblas, pero el impacto de esos primeros instantes, esos primeros minutos que transcurren hasta que una es consciente de no haber abandonado jamás  la rebeldía y que el deber ahora es apoyar sin tregua la lucha y no rendirse  a los reveses que puedan ir viniendo, te sumen en un mar de incertidumbre y desesperación, difícilmente superables, por la propia naturaleza de la magnitud de los sentimientos.
Comprenderán mis lectores, humanos como yo, simplemente porque pertenecemos a una misma e irrepetible especie, que obvie hoy los temas que pensaba, pues sencillamente han quedado reducidos a una especie de polvo sin  valor, al haber perdido toda su trascendencia, ya que el mero hecho de haber sido capaz de sentarme a escribir, tras haber conocido la mala noticia, ha supuesto, para esta humilde bloguera, un esfuerzo inconmensurable, pues no puedo evitar que los pensamientos  se  un hayan estancado en un bucle de irracionalidad, al que después trataré de encontrar una salida, cuando consiga controlar este vendaval de sufrimiento.
Par alguien que nunca ha sido amiga de la resignación y que jamás ha apartado la mirada de los problemas, habiendo encarado, durante toda la vida, lo malo y lo bueno, de frente, nada hay peor que ese periodo incierto en el que todavía no se ha tomado la decisión del camino a seguir y en el que uno queda paralizado por la acción directa del miedo, como si de pronto se hubieran cerrado todas las ventanas y se produjera en nuestro interior una especie de niebla intensa que nos impide analizar con perspectiva, la realidad de lo que está ocurriendo.
Permítanme dedicar esta tarde, al llanto y a la meditación y también a buscar una tabla a la que agarrarme con todas mis fuerza, para  poder ofrecer en breve a quién ahora más lo necesita, la voluntad de acompañarle en el duro camino que le espera, pues a los compañeros del corazón, hay que brindarles siempre una mano fuerte que les sostenga en los malos momentos y unas palabras cálidas que mitiguen las circunstancias adversas, con amor, pues este sentimiento es el único capaz de ayudar a realizar milagros, que en principio, podrían considerarse imposibles.
En este mundo extraño, por su incondicionalidad, de la amistad, en el que uno entra y se queda al lado de determinadas personas, aceptándolas como son, sin esperar de ellas nada más que su confianza plena y su afecto eterno, dar es mucho más importante que recibir y cuando se ha compartido toda una vida con seres únicos e irrepetibles, que han convertido tus circunstancias en las suyas y tus alegrías en sus alegrías y  tu angustia en  la suya, resarciéndote con su compañía de otros muchos fracasos y sinsabores, surgidos a lo largo de un viaje que todos hacemos, devolver todo lo que te dieron, procurar el bienestar de aquellos a los que amas o simplemente estar a su lado cuando lo necesitan, ha de ser una obligación inaplazable y una manera de dejar constancia de que estar en el mundo merece la pena, aunque sólo sea por la inmensa suerte de haber conocido a los que llevaremos en  el corazón para siempre, nuestros amigos.

jueves, 13 de septiembre de 2018

La Universidad, a juicio



Para los que tenemos cierta edad y procedemos de familias humildes que se vieron obligadas a soportar durísimas condiciones vitales, entre las  que  destacaba la imposibilidad material de tener acceso a la educación, entonces concebida en exclusividad para las clases más poderosas de la Sociedad, concebir el sueño de que alguno de sus miembros pudiera llegar a cursar una carrera universitaria que le permitiera salir del bucle de pobreza y desolación intelectual en el que se encontraban sumidos nuestros padres y nuestros abuelos, podía considerarse simplemente como una inalcanzable utopía, que algunos, como en el caso de mi padre, con respecto a mí, consiguieron hacer realidad, a base de agallas, lucha y un gran esfuerzo.
La Universidad representaba para nuestros antecesores y por ende, también para los pocos de sus descendientes que logramos entrar en ella, una Institución siempre ligada a la propagación de la Cultura, la Ciencia y la Sabiduría, que otorgaba un prestigio inalterable a los que pasaban por ella, permitiéndoles una libertad de pensamiento y opinión, que no sólo marcaba el camino que cada uno tomaría después en su vida, sino que además moldeaba ,en cierta medida, el carácter individual, pues el hecho de abrir la mente, gracias a las enseñanzas allí recibidas, suponía ya una curiosidad permanente por continuar aprendiendo y una tolerancia con la diversidad, que convirtió a una buena parte de nuestra generación, en personas mucho más valiosas para construir un futuro en el que la lucha por la igualdad de oportunidades para todos, se convirtiera en un hecho.
 Allí dimos nuestros primeros pasos en el dominio de determinadas materias, esforzándonos hasta límites insospechados por no defraudar las ilusiones que en nosotros habían depositado los nuestros y allí también, se nos abrió otro mundo, en el que parecía posible escapar de la oscuridad que dominaba los años de la dictadura franquista, hasta transformarnos en auténticos luchadores que habiéndose zafado de la ignorancia, pelearon sin tregua porque  en nuestro país se instaurara una Democracia y muy fundamentalmente porque a todos nos fueran reconocidos nuestros derechos.
Nadie se habría atrevido a poner en duda en ningún momento que la única manera de obtener una Licenciatura o un Doctorado podía basarse en nada más que en la capacidad de trabajo que cada uno de nosotros tuviera, por lo que la posibilidad de alcanzar un buen expediente, se encontraba directamente  relacionada con la cantidad de horas dedicadas al estudio y la investigación, en lo que constituía un durísimo camino que culminaba con la recompensa de la satisfacción personal que suponía aquella firma que constataba que habías superado todas las pruebas.
Jamás se nos pasó por la cabeza que ninguna Universidad pudiera aventurarse a poner en riesgo el honor de ser considerada como la cuna del conocimiento y menos aún, que aquellos profesores a los que admirábamos y respetábamos, en mayor o menor medida, pudieran pensar siquiera en la eventualidad de dejarse corromper, ofreciendo a cambio de dinero o privilegios, regalos académicos como los que estamos conociendo en estos días, pues obtener una Cátedra universitaria y ganarse el respeto  de la intelectualidad en general y muy especialmente de alumnos y compañeros, requería una implicación absoluta con las reglas marcadas por la Institución y un compromiso inalterable con la decencia y la honradez, pues lo que se jugaban por su criterio, era el futuro de las nuevas generaciones de españoles.
Asistimos atónitos y casi sin poderlo creer a esta degeneración progresiva de aquellos valores que se nos inculcaron y en los que creímos, comprobando que desgraciadamente los tentáculos de la corrupción han llegado también y probablemente para quedarse, a las Universidades públicas del país y algo se nos remueve por dentro, pues el agravio comparativo que establecen estos títulos regalados con el trabajo real de los alumnos que de verdad cursaron y pagaron estas materias, perjudica seriamente a los afectados y no sólo porque otros obtuvieran sin esfuerzo exactamente lo mismo que ellos poseen, con toda justicia, sino porque la imagen de los Centros en que pasaron estas cosas, devalúa gravemente las titulaciones allí obtenidas, restando oportunidades de trabajo a quienes las disfrutan de manera real, sin haberse beneficiado nunca de convalidaciones imposibles, trabajos copiados o notas infladas o inventadas y habiendo asistido además, a todas y cada una de las clases requeridas para la obtención del Máter o Tesis, en concreto.
Resulta pues imprescindible, primero, destapar todos y cada uno de los casos que hayan podido darse a lo largo y ancho del país, sin importar los nombres o cargos que ocupen, los que se han beneficiado de estos regalos habilitados en exclusiva para ellos e investigar, hasta las últimos consecuencias, las tramas de corrupción que pudieran existir en todas y cada  una de las Universidades públicas españolas, inhabilitando para siempre a todos aquellos, cuya participación en estos hechos quede probada, sin permitirles volver al ejercicio de la profesión que tan vilmente han denostado con sus comportamientos.
A los jóvenes que se sientan indignados y decepcionados por todo lo ocurrido, incluidos nuestros propios hijos y nietos, que lograron a través de su trabajo y dedicación, lo que tienen, decirles que les acompaña,  en todo momento, la razón y que la única vía para conseguir que asuntos como éstos no se repitan, es la de hacer efectiva una lucha sin tregua para que se haga pública la verdad, aunque para ello haya que emplear muchas horas en manifestaciones y protestas.
Y a todos los que han colaborado en las tramas, dejándose seducir por los cantos de sirenas que entonaban en sus oídos los políticos, asegurarles que no hay perdón para la pérdida de su honor, pues con sus actos no sólo han cometido los delitos de los que se les acusan, sino que al prestarse a estos juegos, han perdido para siempre su dignidad y han dañado, quizá de manera irreversible, la reputación de la Institución más importante que posee cualquier país, pues sin educación, nada seríamos,


miércoles, 12 de septiembre de 2018

Diada, Dimisión y partido




En un día cargado de noticias, que comenzaba con la desazón de no saber lo que podía ocurrir en la celebración de la Diada y que todos esperábamos con expectación, por las acontecimientos que se están viviendo en Catalunya es estos momentos, el periódico que dirige Ignacio Escolar sorprendía a primera hora de la mañana publicando una información sobre supuestas irregularidades encontradas en un Master que había cursado la Ministra de Sanidad, Carmen Montó en la Universidad Juan Carlos I, la misma en  la que Cifuentes y también Casado cursaron unos estudios que han sido puestos en tela de juicio y por los que algunos de los profesores que los impartieron se encuentran  actualmente imputados.
Los primeros actos de la Diada, las ofrendas de flores y la evocación de determinadas figuras de importancia en la Historia de Catalunya estuvieron claramente marcados por la reivindicación de que los políticos que se encuentran en prisión, sean liberados de manera inmediata e incluso pudimos ver a la Alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, que muchas veces ha declarado no ser independentista, luciendo en la solapa un lazo amarillo, que se confundía con la marea de símbolos de este color, que portaban los asistentes, en formas muy diversas.
Un Torra seguramente dirigido por Puigdemont, al que pudimos ver observando atentamentee el desarrollo de los eventos, desde su retiro, sacó de la chistera uno de esos discursos incendiarios, milimétricamente  preparado para la ocasión, en el que reclamaba, por en enésima vez, la proclamación de la República y en el que aconsejaba la gente  no dar ni un paso atrás, mientras Oriol Junqueras, desde la cárcel, hacía llegar un comunicado en el que aconsejaba prudencia y se ponía, claramente, a favor de las negociaciones con el Gobierno español, en la misma línea que ya lo hiciera el otro día Joan Tardá, desde su escaño del Paramento, alegando que no se puede imponer la proclamación de la República, si no se cuenta con el respaldo de al menos un cincuenta y un por ciento de la sociedad, como establecen las leyes por las que se rigen, todas las verdaderas Democracias, en el mundo entero.
Este comunicado, que vino a poner en evidencia la brecha que parece haberse abierto entre los antiguos socios en el camino de la independencia, adquieren sin embargo, en el momento actual, una importancia de hondo significado, pues aclara en cierta medida, que las líneas propuestas por el PdeCat y las de Esquerra podrían llegar a ser bien diferentes y que los segundos serían mucho más proclives a negociar con Sánchez una salida pactada que pusiera fin a los conflictos generados, fundamentalmente, en la sociedad, mientras que los primeros, serían partidarios de continuar el pulso que mantienen con el Gobierno español, seguramente porque si se prestaran a hacer concesiones, el futuro de Puigdemont acabaría por ser bastante incierto.
La manifestación de la tarde, que transcurrió con total normalidad, cosa bastante natural si se tiene en cuenta que la organización había asignado a los participantes, incluso el sitio en el que debían colocarse y que contó, según la Guardia Urbana, con un millón de asistentes, un millón menos que el año pasado, fue al final, eclipsada por la repercusión mediática   que tuvo la Dimisión de Montó, que se precipitó al demostrarse que su trabajo de fin de Master contenía capítulos copiados íntegramente de Internet, de otros trabajos realizados por otras personas.
La inmediatez con que presentó la Dimisión, puso seguidamente en el candelero al recién elegido Pablo Casado, que continúa caminando por una cuerda floja, en el asunto de su Master, que ni mucho menos se ha dado por zanjado, al menos por parte de determinados periodistas y tampoco  por los políticos que desde la oposición, continúan reclamando explicaciones que nunca llegan a producirse.
Casi al mismo tiempo que Montó anunciaba su marcha y que muchos manifestantes daban por terminada su participación en la Diada, empezaba la retransmisión del partido que la Selección española juagaba contra Croacia, que acababa de obtener la segunda plaza en el Mundial de Fútbol, como todos sabemos, por lo que toda la atención del personal en general, pasó repentinamente a fijarse exclusivamente en las pantallas de los televisores, sobre todo desde que dio comienzo el festival de goles que protagonizaron los futbolistas españoles, ahora dirigidos como seleccionador por Luis Enrique y que acabaron marcando seis contra cero.
La euforia que produjo el resultado, reventó la repercusión de las noticias políticas que nos había traído el día, incluidas las previsiones de publicidad que probablemente daban como seguras los organizadores de la Diada y ofreció, cierto respiro a Montó, pues a partir de la finalización del partido, ya no se habló de ninguna otra cosa, más que de la hazaña futbolística en los medios, hasta altas horas de la madrugada.
La particular idiosincrasia de nuestro pueblo es así y como todos admitimos, cuando el fútbol está por medio, lo demás pierde toda su importancia.

martes, 11 de septiembre de 2018

La droga de nuestro tiempo




Se aprueba en Francia una Ley que impide la entrada de teléfonos móviles en las Escuelas y también en algunos cursos de Secundaria, sentando un importante precedente que debiera ser puesto en práctica, en el resto de la Unión europea, pues el uso de estos aparatos, absolutamente generalizado a lo largo y ancho de todo el mundo, está provocando una oleada inmensa de adicciones, que en el caso de los niños y jóvenes, podría, literalmente, llegar a destrozarles la vida.
Casi sin darnos cuenta, nos hemos convertido en una especie de autómatas que caminan por las calles embelesados ante las pequeñas pantallas de esos celulares que son, para  una inmensa mayoría de la gente, absolutamente imprescindibles y de los que no somos capaces de separarnos, ni siquiera en las horas de reposo, como si nuestra existencia dependiera in extremis de lo que a través de ellos nos llega y el resto del paisaje que nos rodea, las caras con las que nos cruzamos y los lugares por los que transitamos, hubieran desaparecido de pronto, situándonos en una especie de burbuja insonorizada, en la que nos aislamos radicalmente, llegando incluso a  enojarnos severamente si al tropezar con alguien, se nos interrumpe lo que llevamos entre manos, en esos momentos.
Hemos cambiado el concepto de la amistad, transformando los encuentros periódicos con aquellos a los que amamos por interminables listas de gente que apenas conocemos y por ciertos chats ciertamente nocivos en los que intercambiamos opiniones personales con grupos formados por gente variopinta, con la que apenas compartimos algunos intereses, abriendo nuestra intimidad, nuestro pensamiento y hasta nuestras conciencias, a una nueva forma de comunicación, extremadamente peligrosa y que se mueve en un vacío legal que permite que ocurran a través de ella, todo tipo de atrocidades, en muchos casos irreversibles y todo en pos de una comodidad que sin embargo nos está transformando en seres solitarios y asociales, enganchados a la dureza de una droga que por no ser ingerida, puede parecer  inocua, aunque su abandono inmediato produzca en nosotros efectos similares o peores que los que pudiera sufrir cualquier adicto, por ejemplo, al consumo desmedido de cocaína.
 Si se nos estropea el móvil, se produce, como poco, un drama familiar que no cesa hasta que teniendo posibilidades económicas o careciendo de ellas, corremos hasta el Centro comercial más cercano para hacernos con uno nuevo, asumiendo la consabida deuda de años, con tal de no quedar apartados de este mundo particular que para nosotros han creado, seguramente, con la intención de conseguir una alienación colectiva y hasta podemos entrar en una profunda depresión, si por el motivo que fuere, no pudiéramos en ese momento hacernos con un nuevo celular, con el que seguir navegando,  charlando o jugando, durante horas, sin advertir que en el fondo hemos contraído una espantosa enfermedad, a la que no se conoce otra cura que la de recorrer un largo y doloroso camino hasta llegar a una desintoxicación que muchos no conseguirán alcanzar, recayendo de nuevo, porque así lo propicia el ambiente que nos rodea, en el oscuro pozo de esta droga de nuestro tiempo.
Estas actitudes, que nuestros hijos observan en nosotros prácticamente desde su nacimiento, se convierten pues para ellos, en algo con lo que conviven de  manera absolutamente natural y que a sus ojos reporta sin duda, un placer infinito, provocándoles la necesidad perentoria de imitar los comportamientos de sus progenitores, que además, en una gran parte de los casos, han adquirido la costumbre de entretener a los bebés, poniendo los móviles en sus manos y ofreciéndoles a través de ellos andanadas de música, juegos y color que logran embelesarles, mientras los papás disfrutan tranquilamente de su tiempo libre, por lo que no es de extrañar que en cuanto cumplen una edad que viene rondando alrededor de los cinco o seis años, reclamen con insistencia uno propio, que las familias otorgan con la excusa de poder tenerlos vigilados, en todo momento.
Estamos creando así, una masa ingente de pequeños drogadictos que sufren continuos ataques de ira, en el mismo momento en que se les prohíbe, por alguna razón, el uso de estas pantallas infernales y que ya en muchos casos, cuando alcanzan la adolescencia, se rebelan violentamente contra su entorno familiar, profundamente dañados por esta adicción que se ha convertido en una pandemia, para la que no existe un remedio conocido.
Totalmente ajenos al daño que estamos causando a nuestros hijos y aunque modelar su carácter y educarles corresponde obligatoriamente a los progenitores, ni siquiera nos planteamos la búsqueda de una solución, como si se pudiera delegar impunemente en otros, hablemos de los Gobiernos o simplemente del ámbito de la escuela, la responsabilidad de velar por su salud mental  y las consecuencias que para ellos puede traer el abuso de las nuevas tecnologías.
Por ello, no podemos sino aplaudir las medidas que se estrenan en Francia y exigir, en nuestro caso a nuestros gobernantes, que sigan a la mayor brevedad, también ese camino, pero el espejo en el que se miran nuestros hijos y las conductas que repiten en sus primeros años, son un reflejo de los actos que cometemos quiénes formamos su familia, por lo que resultaría ser extremadamente urgente arbitrar unos mecanismos de reeducación, que ayudara a todos aquellos que padecen esta adicción desenfrenada a la telefonía móvil y otros mecanismos relacionados con las nuevas tecnologías, a escapar, por su propio bien y por el de los suyos, de esta plaga que pone en peligro los principios fundamentales de la confraternización natural y que nos convierte en seres cada vez más instalados en el más absoluto aislamiento.

lunes, 10 de septiembre de 2018

La caída



Tras celebrar una reunión con Pablo Casado, la que fuera vice Presidenta del Gobierno con Mariano Rajoy  decide finalmente retirarse de la vida política, rindiéndose seguramente a la evidencia de que el que fuera uno de sus adversarios en las primarias y posterior ganador de las mismas, no contempla la evolución del PP del mismo modo en que lo han hecho durante años los colaboradores más íntimos del ex Presidente y probablemente convencida de no tener cabida en ningún puesto de responsabilidad, ahora que las líneas marcadas por los actuales dirigentes del que fuera su Partido, están girando peligrosamente hacia los planteamientos de la extrema derecha.
Habría que reconocerle a Santamaría, aún sin haber comulgado nunca con su ideario, un infatigable afán de trabajo y una lealtad para con quién fuera su superior más directo que ha traspasado con mucho los límites considerados como normales, pues como todos recordaremos, jamás ha rechazado enfrentarse a las situaciones más difíciles, cuando las circunstancias lo han requerido y mientras Rajoy decidía permanecer en un segundo plano, parapetándose descaradamente tras ella, evitando así, los peores golpes que le llegaban desde la oposición y sin llegar a reconocer nunca, los tragos amargos que ha tenido que soportar esta mujer, a causa de sus muchas ausencias.
Enemiga acérrima de Maria Dolores de Cospedal, todos tuvimos claro, en cuanto vimos que la ya ex Presidenta de Castilla La Mancha se apresuró a subirse al carro del ganador, pegándose a Casado, tan sólo unos minutos después de ser `proclamado como nuevo líder del Partido, que Santamaría no tendría cabida en el nuevo orden establecido por el recién llegado, dada su sintonía con personajes del estilo de Aznar y también que su dignidad no le permitiría aceptar el hecho de ser rebajada hasta la humillación, sobre todo, después de haber estado ocupando uno de los puestos de mayor responsabilidad política en el país , como todos recordaremos.
Denostada durante los últimos tiempos por una buena parte de sus compañeros y muy fundamentalmente por el ala más conservadora, a la que pertenece Casado, por su gestión durante la crisis catalana, los años de gloria de Santamaría,  al frente del poder, se precipitaron bajo el alud que se produjo tras la pérdida de la Moción de Censura y la marcha inmediata de Rajoy, que podría haber sido su principal valedor, de haberse quedado un poco más, aunque no hubiera sido más que para saldar la impagable deuda que con ella tenía.
Se cierra, con la marcha de Santamaría, una etapa de infausto recuerdo en la que los asuntos de corrupción protagonizados por multitud de líderes conservadores terminaron por pasar factura a quiénes trataron de taparlos sin importar los medios empleados para  conseguirlo y se abre otra de ideología ultraconservadora, que movida desde la sombra  principalmente, por Aznar y todos aquellos que aún le son leales, ofrezca a su fiel  electorado, una imagen mucho más radical, sobre todo en problemas relacionados con la Unidad territorial, como tratando de demostrar una clase de patriotismo, mucho más rancio y obsoleto.
Dónde irá a parar Santamaría, tras su abandono de la vida política y si utilizará o no alguna de las muchas puertas giratorias que se le habrán abierto de par en par, como a todos los altos cargos que antes que ella decidieron o se vieron obligados a dejar sus funciones, es una incógnita que aún está por resolver, aunque pronto sabremos qué destino aguarda a quien fuera durante legislatura y media, sparring de un Presidente demasiado flemático, incapaz de afrontar ninguna de las crisis que por razones de su cargo y por otras del todo inaceptables, le sobrevinieron.
Está claro, como ya hemos dicho tantas veces, que en Política todo es absolutamente efímero y susceptible de ser cambiado en cuestión de segundos y que se puede bajar del cielo a los infiernos porque nadie resulta ser imprescindible, aunque muchos piensen erróneamente que pueden llegar a serlo.

domingo, 9 de septiembre de 2018

Retomando contactos




Tras la inauguración del nuevo Curso político, el Presidente  Sánchez se  apresura a recibir en Moncloa a Pablo Iglesias, en un intento desesperado por asegurar el apoyo que de Podemos y sus Confluencias viene recibiendo, desde el mismo momento en que se animara a presentar la Moción de Censura que desalojó a Mariano Rajoy , para poder terminar una legislatura que, en principio se presenta difícil, sin el respaldo de los nacionalistas catalanes y vascos, como de todos es conocido.
La reunión transcurrió, según ambos interlocutores, en un clima de total cordialidad y aunque no hemos podido oír declaraciones del Presidente, acerca de los temas que allí se trataron, la posterior comparecencia de Iglesias y el tono empleado ante los medios, bastante conciliador por cierto, puede dar una idea de que entre ambos Partidos existe una buena sintonía, que podría fructificar dando lugar a una serie de interesantes acuerdos.
 Vimos al líder de Podemos, mucho más distendido de lo que suele ser habitual en sus intervenciones y admitiendo en todo momento que  su Formación y el PSOE están destinadas a tener que entenderse, sobre todo si lo que se pretende es combatir el amplio frente que conseguiría un gran acuerdo de las derechas, aunque para ello haya, en estos momentos, que obrar con minuciosa cautela en lo que a la relación con los independentistas catalanes se refiere.
Justificó Iglesias su moderación en el discurso con el argumento real de que en unas negociaciones todas las partes se ven obligadas a ceder, hasta hallar un punto de coincidencia que satisfaga mínimamente sus aspiraciones  y  reconoció públicamente estar dispuesto a hacerlo, con tal de poder sacar adelante un proyecto común que mejore sensiblemente las condiciones de vida de los ciudadanos y colectivos más afectados por los recortes laborales y de derechos acunados durante los años de gobierno de la derecha, incidiendo principalmente, en la importancia de que las grandes fortunas y la Banca, que hasta ahora han logrado mantenerse a flote, en medio del maremoto económico y social que todos hemos sufrido, empiecen a contribuir a una regeneración absolutamente necesaria para el país, aunque para ello haya que centrar una buena parte de la investigación sobre el fraude fiscal, precisamente en estos sectores tan controvertidos.
La rebaja en el tono y la distensión con la que Iglesias se comportó durante todo el tiempo que duró su comparecencia, dieron a entender que en principio, la Formación que dirige y todas las demás que confluyen con ella, incluida la Izquierda Unida de Garzón, estarían dispuestas a quedarse al lado de Sánchez, hasta que decida convocar nuevas elecciones y que se esforzarían todo lo posible por convencer a los grupos independentistas catalanes para que pongan de su parte en las negociaciones que les atañen particularmente, aunque mucho nos tememos que seguramente podrán contar con el apoyo de Esquerra Republicana, pero que convencer al PdeCat de Puigdemont, va  a ser una labor casi imposible de conseguir, a no ser que se produzca una debacle en las previsiones electorales de este grupo, con vistas al futuro y no les quede otro remedio que aflojar, cosa que de momento, parece bastante improbable.
Este empecinamiento, sin embargo, bien pudiera suponer un error de dimensiones imprevisibles, si tras e nuevos comicios, Casado y Rivera lograsen hacerse con el poder, pues toda la disposición al diálogo y la negociación que se está teniendo en estos momentos, se rompería inmediatamente, dando lugar a un retorno seguro a las vías represivas y legalistas que fueron las únicas que se exploraron, mientras Rajoy permaneció en el Gobierno
Habría pues que pedir a Torra y sobre todo a Puigdemont, un poco de sensatez a la hora de elaborar sus actuaciones futuras en el tema y tratar de persuadirles para que, al menos, arbitren una tregua que permita sacar adelante a Sánchez una serie de importantes medidas, que no sólo afectan a los ciudadanos españoles, sino también, en igual o peor medida, a los catalanes, que además de sufrir las mismas carencias que nosotros, se hallan inmersos en un conflicto que empieza a minar gravemente la convivencia pacífica entre ellos.
Es pues imprescindible, mantener y cuidar con esmero estos contactos periódicos entre las fuerzas que se unieron para desterrar del poder al PP, seguras de que representaba un obstáculo para poder avanzar en un camino de progreso y procurar, por encima de todo lo demás, mantener el espíritu de unidad que les movió en el momento de la Moción, pues de otro modo, el camino iniciado en este sentido, podría desmoronarse, propiciando un regreso triunfal de unas derechas, que no tendrían ningún problema, como ya hemos podido ver con anterioridad, en aunar fuerzas, para lograr esos objetivos que tanto daño han hecho a la Sociedad en general y que todos sabemos que supondrían un nuevo periodo de regresión, en todo lo que concierne a nuestras libertades sociales y laborales y sobre todo, a nuestros derechos.

jueves, 6 de septiembre de 2018

Una realidad paralela



Siguiendo punto por  punto el guion  escrito por los nacionalistas del ahora PdCat, cuando todavía Convergencia y Artur  Mas era President  de la Generalitat  y aplicaba sin reparos en su amada Patria, todos los recortes propuestos por el Gobierno del PP y algunos más de propia creación, de los que alguien tendría que hablar en algún momento, Torra visitó ayer a Puigdemont, como siempre, acompañado por un séquito de sonrientes acérrimos de la causa independentista, todos ellos pertenecientes a su propio Partido y luciendo, en solapa o en forma de pañuelo, los consabidos lazos amarillos y en un alarde de osadía, se atrevió a decir, lejos del territorio español, desde luego, que si los presos encarcelados por el asunto del Process, no eran puestos inmediatamente en libertad, usaría el poder que le otorga el cargo que ocupa para abrir las prisiones, levantando tal polvareda, que no le quedó otro remedio que desdecirse de sus afirmaciones, tan solo una hora más tarde.
El mundo paralelo en que se vive en Waterloo, lejos de las tensiones sociales que se producen a diario en los pueblos y ciudades de Catalunya, propicia de manera sensiblemente peligrosa, un clima de inquietante ilusión que una buena parte de los ciudadanos que creyeron sinceramente que el proyecto de la proclamación de la República sería posible, apoya hasta las últimas consecuencias, convencidos de una causa asentada sobre cimientos de fina arena, que hacen imposible que la construcción prometida se sostenga, sobre todo si se vuelven a cometer los mismos errores que trajeron las consecuencias que todos conocemos y que llevaron a una buena parte de sus líderes, directamente a las cárceles en las que permanecen.
Pone además, esta utopía esperpéntica y sin sentido que se transmite al resto del mundo desde el pacífico santuario que habita Puigdemot, en serio peligro, la vía abierta por Pedro Sánchez, con el apoyo de Podemos, para la reflexión, el diálogo y las negociaciones que pudiera arbitrar una solución al conflicto y enerva, como no podría ser de otra manera, a los principales representantes de Esquerra Republicana, que encabezados por el encarcelado Oriol Junqueras, están pagando todas y cada una de las consecuencias de unos actos que fueron cometidos, codo con codo, con otros muchos que optaron por la huida y que disfrutan de total libertad, lejos de los escenarios en los que se desarrolla la contienda.
También ayudan y de qué forma, sus continuas declaraciones a alimentar las tesis de las Formaciones de derechas y muy fundamentalmente las propuestas  por  Rivera, que ha convertido la crisis catalana, en un asunto personal y que daría todo lo que tiene porque triunfaran todas sus fórmulas represivas y legalistas, para catapultarse directamente a la Moncloa, dónde tiene puestos sus ojos, desde hace mucho tiempo.
Por otra parte, la estrategia de la insistencia en un mismo asunto, sin ofrecer un minuto de tregua, día a día, minuto a minuto, redundante y machacona en el mismo discurso, empieza a resultar ciertamente cansina y no solo para los españoles en general, que en muchos casos entendimos el derecho de los independentistas a manifestar libremente sus opiniones, sino también para una buena parte de sus propios seguidores, que están empezando a estar más que hartos de que las vanas promesas que se les hicieron no se hayan materializado, en modo alguno y que su vida no haya mejorado en ningún sentido, a pesar de los meses de  lucha continua.
Tampoco parecen convencer Puigdemont y los suyos a sus antiguos socios de la CUP, que siguen apostando, de acuerdo con su natural ideario, por una desobediencia plena a los dictados de la Justicia y el Gobierno español, por lo que se podría decir, sin temor alguno a equivocarse, que el PdeCat se está quedando solo sobre una cuerda floja que en cualquier momento podría romperse, sin que nada ni nadie pudiera evitar el descalabro que ello produciría, no ya en los líderes de este Partido, sino en general, en Catalunya.
 Sin querer renunciar a uno solo de sus antiguos privilegios, Puigdemont se ha convertido en una figura grotesca que se aferra a un momento de su vida que para él debió resultar francamente glorioso, sin percibir la dura realidad  de que ese instante ya pasó y que su plan quedó absolutamente desmantelado, en el mismo día en que decidió salir huyendo, ssidentin pararse a pensar en las consecuencias que su fuga podría acarrear para muchos de sus socios y compañeros.
Verdad es, que mientras Junqueras y los suyos continúan en prisión provisional, él está disfrutando de una libertad que constituye un evidente agravio comparativo en relación con lo que les ocurre a los de Esquerra, pero eso, poco o nada debe importar ni al ex President, ni a Torra, ni a ninguno de los que le profesan una devoción casi fanática, pues no hacen, sino ofrecer motivos a sus  adversarios, para que la situación de los presos se agrave, con sus declaraciones cargadas de amenazas imposibles, cargadas de materia explosiva.
Pedro Sánchez, se guarda las espaldas enviando un refuerzo de agentes, de cara a la celebración de la próxima Diada, que si se sigue calentando el ambiente, se augura como poco, difícil, aunque no sería de extrañar que además, tuviéramos que ver cómo se recrudece la violencia.
No estaría de más, que cada una de las Formaciones que se sumaron a esta curiosa Sociedad, en pos de conseguir la independencia para Catalunya, aclarara, antes de que llegara la Diada, en qué punto se encuentra en la actualidad y si realmente, quieren o no, iniciar un diálogo pacífico con el Gobierno español, dentro de la legalidad o en cambio, prefieren continuar con sus peregrinaciones y soflamas, prometiendo a las masas acciones que jamás podrán cumplir, porque entonces es que mentían cuando reclamaban negociaciones y eso sí que resultaría inadmisible.

miércoles, 5 de septiembre de 2018

Regresos y despedidas




Se reincorpora Pablo Iglesias a la vida política que abandonó hace unos meses para dedicarse plenamente al cuidado de sus gemelos, que como todos sabemos, vinieron al mundo prematuramente y lo hace, tras haber agotado su baja por paternidad, compareciendo junto a su compañera, Irene Montero, emitiendo un emotivo mensaje de agradecimiento a todos aquellos que nos hemos interesado, como no podía ser de otra manera, en la evolución de la salud de sus hijos, mencionando la inmensa gratitud que sienten por todos aquellos que les han ayudado, de manera profesional o personal a soportar la crudísima dureza de la situación que han vivido, sin olvidarse de ensalzar los enormes esfuerzos realizados por los curtidos trabajadores de la sanidad pública, la solidaridad los padres de otros niños nacidos en la misma tesitura que los suyos o la preocupación sincera de otros muchos, que discrepando radicalmente de su pensamiento político, se han interesado y hasta rezado por la recuperación de los pequeños.
Habría que decir que decir que esta comparecencia parece haber marcado un punto de inflexión que la distingue sustancialmente de otras muchas que esta misma pareja había protagonizado con anterioridad, quizá porque el hecho de ser padres suele cambiar siempre para bien, la manera de entender la vida, convirtiéndonos de repente en mejores seres humanos de lo que éramos, cuando no sentíamos esa inquietud interior que conlleva la enorme responsabilidad de tener que hacerte cargo de empezar a encauzar la vida de estos seres indefensos que formarán parte fundamental de las nuestras, ya para siempre.
Con admirable serenidad y un poso de preocupación natural evidenciado claramente en los rostros de ambos comparecientes, Iglesias y Montero se han colocado una vez más ante la ciudadanía, esta vez para informar de un problema personal y evitando hacer referencias a los temas políticos y por ello, nos han parecido en este caso tan particular, simplemente un par del  ciudadanos más que trataban de compartir una experiencia que sin duda les ha marcado profundamente y que incluso puede haberles hecho reflexionar, sobre lo que resulta ser verdaderamente prioritario, a lo largo de su propia existencia.
Apoyar su lucha por sacar adelante a sus niños y sentirse solidarios con su causa en estos momentos, no puede, sino ser algo imprescindible para todas las personas de bien y por ello, han de contar con la simpatía de toda la sociedad que les rodea, salvando las distancias que políticamente les pueda separar de ellos.
Casi a la misma hora en que se producía esta comparecencia, saltaba a los medios la sorpresa de que Xavi Domenech decidía abandonar todos los cargos que ocupaba hasta ahora en Podemos, causando en una buena sorpresa en militantes y simpatizantes de la Formación, que conocen de cerca la buena labor que ha venido realizando este hombre durante el tiempo que ha permanecido en el Congreso y los enormes esfuerzos que ha protagonizado por propiciar una solución pacífica, en el caso del problema de Catalunya.
Carismático y buen orador, mordaz y sarcástico en todas sus intervenciones sobre la Tribuna del Congreso, este líder, que alega para retirarse, el deseo de volver a su trabajo como docente, deja con su marcha, un hueco insustituible en el Partido que abandona y muchos de nosotros echaremos de menos su talante conciliador, sobre todo, en la mesa de negociaciones que se abre entre Gobierno e independentistas, en la que podría haber llevado a cabo un extraordinario papel, debido al conocimiento profundo que paree tener del conflicto.
Pierde con su marcha Podemos a uno de sus referentes esenciales que formaron parte desde el principio de su ambicioso e innovador proyecto y se queda, en cierta medida, huérfano de la cordura que siempre caracterizó a Domenech en sus análisis de las muchas situaciones complicadas que hemos vivido en los últimos años, ofreciendo siempre un ejemplo de honestidad personal, impagable en un mundo en el que lo habitual es utilizar cualquier clase de subterfugio, con la única intención de ganar un puñado de votos.
Su apuesta decidida por la neutralidad durante los peores tiempos de la crisis catalana y su defensa a ultranza de la necesidad de arbitrar una vía de diálogo y negociación que propiciara una solución meramente política del problema, sustituyendo a los recursos policiales y legales que el PP había estado utilizando sistemáticamente, como único medio de combatir el separatismo,  le costó una sustancial pérdida de votos en las últimas elecciones, aunque después de la Moción de censura, pudiera resarcirse personalmente del revés electoral, al mostrarse Pedro Sánchez, totalmente de acuerdo con sus tesis.
En estos días, en que unos regresan a la actividad y otros deciden despedirse de ella, pensar en la dificultad de los tiempos que se avecinan, no debe restar un ápice de trascendencia a estos temas personales que demuestran fehacientemente que los políticos, en el fondo, son seres humanos iguales que nosotros y que también ellos, aunque estén dónde están, han de afrontar sus luces y sus sombras en la misma medida en que lo hacemos todos, según las circunstancias del momento.