Cuánto me gustaría, a la hora de elegir la noticia sobre la
que escribo a diario, que pasara algún día sin encontrar en el panorama
informativo español, un solo caso de corrupción protagonizado a mayor o menor
escala, por elementos siempre relacionados con la Política, que aprovechan su
posición de mayor o menor poder, para saquear las arcas que nos pertenecen a
todos, contribuyendo grandemente al general empobrecimiento.
Cuánto me gustaría, no tener que hacer referencia a ninguno
de estos ladrones de guante blanco, para los que Arsenio Lupín era un aprendiz
en ciernes, a juzgar por los subterfugios que cada cual se busca para defraudar
y hacerlo en total impunidad, con la tranquilidad que les da la ligereza de
nuestras leyes con los delitos fiscales y el afán de aplicarlas siempre a favor
de los encausados, que están demostrando con sus sentencias, ciertos jueces.
Pedro es que sólo en esta semana, se ha hablado de la financiación ilegal del PP, por boca del juez
Ruz, el presunto desvío de fondos destinados a Cursos de Formación para
desempleados, por parte de UGT, la condena de cuatro años que le ha caído a
Fabra, el del aeropuerto fantasma de Castellón y hasta el intento de un Alcalde
de triplicarse el sueldo, además de nuevas informaciones sobre el caso
Urdangarín o el de Bárcenas.
¿Cómo se puede entonces, ignorar todas estas informaciones y
hurtar a los lectores su derecho a conocer una actualidad tan candente y tan
relacionada con su paulatino empobrecimiento, en pleno transcurso de la crisis?
A una le parece que si decide escribir sobre otras
cuestiones, ha de ser necesariamente, para despertar el interés de quienes se
dignan a seguir estos artículos de opinión con cierta regularidad y que siempre
merecen la consideración de que lo que leen se encuentre en ese momento en el
candelero informativo, por lo que la búsqueda de temas que superen la
curiosidad que despiertan las corruptelas políticas, es de una inutilidad,
rigurosamente manifiesta.
Y no es que quién escribe no esté absolutamente aburrida de
tener que recurrir casi a diario al mismo tipo de noticias, sino que a pesar de estarlo, se ve en la obligación de
seguir el rastro que dejan tras de sí estos impresentables y reclamar, a través
de estas letras, al menos, un poco de justicia.
Palabra de honor que me encantaría, el próximo Lunes, poder
dirigirme a ustedes con la buena nueva de que en el panorama político español
ha sucedido algo verdaderamente bueno para las mayorías a las que todos
nosotros pertenecemos, pero mucho me temo y ojalá me equivoque, que los
próximos días serán igual que estos, poco propicios para poder convencernos de
que algo está cambiando para mejor, en esta Sociedad nuestra y que la
actualidad que vendrá, incluirá otra vez, nuevas historias de nuevos corruptos
que han hecho de la política un vehículo para su propio enriquecimiento, a
costa de nuestras aportaciones fiscales y sin que nadie afee su postura o
condene su delito.
Esperar lo contrario, sería vivir en otra España distinta a
la que ahora mismo habitamos y contar con representantes institucionales y
dirigentes empresariales, de una moralidad y honradez que ahora mismo, qué
quieren que les diga, están brillando por su ausencia.
No sé que habremos hecho para merecer esta plaga
incombatible, pero de verdad que uno tiene la impresión de que de repente
hubieran sido puestos en libertad miles de ladrones y todos hubieran sido
además colocados, obviando sus pecados anteriores, en el mundo de la
política.