martes, 29 de septiembre de 2015

Rizando el rizo


A sólo dos días de la celebración de  Elecciones, el Tribunal  Superior de Justicia  de Cataluña imputa a Artur Mas, por la convocatoria del nueve de Noviembre, acusándole de un delito de desobediencia, prevaricación, malversación de caudales públicos y usurpación de funciones y, probablemente, aupándole a la categoría de primer mártir de la causa independentista.
El triunfo de Junts pel si, unido a los pésimos resultados obtenidos por el PP en los comicios, habría podido ser el detonante de que esta decisión, pospuesta durante casi un año, se tome precisamente ahora, quizá con la intención de recordar a los Partidos secesionistas catalanes, que Rajoy todavía tiene la sartén por el mango y que no está dispuesto a dar un solo paso atrás, en su concepción del conflicto.
Habiendo comprobado que un amplio sector del electorado catalán del PP ha ofrecido en bandeja de plata su voto a Ciudadanos, los asesores del Presidente, que no brillan precisamente por su lucidez, a la vista de los resultados que obtienen, han debido pensar que la debacle  habrá tenido que ver con el  hecho de no haber actuado durante la campaña con suficiente dureza y deben haber propuesto a Rajoy que la única salida que le queda no es otra, que la de esconderse tras el amparo de la Ley, en esta última etapa de su ajetreado mandato.
Pero Rajoy no solo ha sufrido una considerable pérdida de votos en Cataluña, sino que con su manera de hacer y ser, parece haberse grajeado la antipatía de muchísimos españoles, los mismos que hoy miramos atónitos esta decisión judicial, que con toda probabilidad forzará a la CUP a reconsiderar su postura en la Investidura y que, por ende, volverá convertir a Mas, otra vez, en Presidente de la Generalitat catalana.
Nada ayuda más a un líder defensor de una causa, que ser acosado por la justicia por motivos de ideología y más aún, si por las razones que fueren, acaba pisando  la cárcel, aunque sea por poco tiempo.
La imputación de Mas, será sin duda, interpretada en Cataluña como una nueva medida represiva contra la libertad de expresión y ya veremos si no acaba costando a Rajoy, el puesto.
El tirón de orejas lanzado por un Aznar furioso contra quien fuera por él designado para sucederle en la Presidencia , puede haber sido también, una de las causas que hayan acelerado esta imputación. Como demostración de que Rajoy tiene, cuando hace falta, esos redaños que le niegan los detractores de su propio Partido.
Ya dijimos hace tiempo que los peores enemigos los tiene este Presidente en sus propias filas y que le convendría más escuchar los discursos que llegan de fuera, que los cantos de sirena que susurran en sus oídos asesores y compañeros, quizá deseosos de sustituirle.
Llevar a Mas ante los tribunales, aquí y ahora, supone uno de los peores errores cometidos en toda la legislatura conservadora y  da a los nacionalistas catalanes, alas inmensas para continuar defendiendo el proceso que iniciaron hace tiempo y con varios mártires a la cabeza.
Ya veremos, cómo se complica la situación en los próximos días, pero no sería de extrañar que la respuesta de los nacionalistas catalanes fuera, sin hacerse esperar, mucho más contundente y feroz, de lo que en principio estaba previsto.
Ahora se les ha ofrecido un motivo de envergadura, para creerse en posesión de la verdad y otra vez, cómo no, se lo debemos a la soberbia de nuestro Señor Presidente.


lunes, 28 de septiembre de 2015

Fifty/fifty


Las elecciones catalanas forman ya parte del pasado y habrá que fijar la atención, a partir de hoy, en otras e importantes noticias, aunque la estela  de esta etapa trepidante de nuestra historia, continuará durante bastante tiempo salpicando  la temática de los debates, hasta ver qué hacen unos y otros, mientras se consigue o no, formar allí nuevo Gobierno.
Todos se han declarado vencedores en los comicios, pero los escaños son los que son y la única certeza que sobrevuela el entorno catalán, es la fortísima división que existe entre la totalidad de sus ciudadanos.
Ganar por cincuenta y tres por ciento a cuarenta y siete, no puede servir a los que no son partidarios de la Independencia, para alzar las campanas al vuelo y hacer como si se hubiera resuelto un problema, que en realidad, no puede estar más candente, ni para pensar que han derrotado ampliamente a los que se atrevieron a plantear el desafío, estando como están, orgullosos de haber obtenido una amplia representación en el Parlament.
Habrá que hacer borrón y cuenta nueva, a la vista de la poca capacidad de seducción que han tenido las otras fuerzas políticas, incluido Ciudadanos y obligatoriamente, convertir el diálogo en una costumbre que ayude a clarificar posiciones  para poder llegar a una solución aceptable, que el pueblo catalán exige, como ha demostrado con sus votos.
 Quienes piensen que todo ha terminado aquí, se equivocan de pleno y sólo habrán de esperar a la celebración de las Elecciones Generales para comprobarlo.
Mariano Rajoy, seriamente tocado por los resultados de su Partido en Cataluña y atacado de frente por una ciudadanía que no perdona ni sus ataques continuos ni su maléfica política de recortes, no podrá seguir dilatando la que será la convocatoria que le ratifique en el cargo o le apee del poder, quizá después de haber pasado el peor de los trances a que se ha tenido que enfrentar en toda su carrera política y habiendo fracasado estrepitosamente, quedando incluso peor que en las Municipales.
No había más que ver la cara del portavoz del PP anoche, para adivinar tras su triunfalismo españolista, un halo de amarga incertidumbre y una desazón que probablemente, acompañará los populares, hasta después de los próximos comicios.
Pero es que ha sido tan grande su error, al ningunear a siete millones y medio de ciudadanos, al ignorar las señales que llegaban altas y claras desde Cataluña y al empecinarse en defender un nacionalismo español, ciertamente obsoleto y retrógrado, que  no podía suceder otra cosa que lo que ha sucedido y que puede ser , por la premura del tiempo, el principio del fin del cuatrienio conservador y de la figura política que ha representado  nuestro actual Presidente.
Y es que más que el resultado de estas elecciones, lo que se ha hecho patente ayer es que ni en España ni en Cataluña, goza el PP de la simpatía popular y que así se le demuestra cada vez que los ciudadanos son llamados a las urnas.
En una situación normal, cualquier Presidente, reconocería en buena lid la magnitud de sus errores, aprendería de ellos y reconduciría su actitud, para tratar de llegar a la mayor parte de la sociedad y no sólo a aquellos que le acaman en los mítines que celebra y que le son incondicionales, por razones de ideología o de intereses.
Todos sabemos que nada de esto sucederá. El autoengaño que proporciona ese cincuenta y tres por ciento que en ningún modo le es atribuible al PP, será seguramente bastante, para afirmar que la sociedad catalana no quiere la independencia y para continuar presumiendo de habernos sacado de una crisis, que para muchos de nosotros continua siendo un gigante contra el que luchar, precisamente con la mirada puesta en las urnas.
Cuando se vaya diluyendo la inmediatez mediática de este plebiscito a Rajoy no le quedará otro remedio que caminar, en soledad, hacia el camino que le depare el futuro, seguramente en el mes de Diciembre. Se habrá terminado su huida hacia adelante y tendrá que enfrentarse, por fin, con la cruda realidad que ha venido ignorando durante los cuatro años que ha durado su nefasto mandato y que a todos nos han parecido un siglo.



domingo, 27 de septiembre de 2015

Insuficiente


Gana Junts Pel Si las Elecciones del 27S, pero no con la contundencia que seguramente habían previsto Mas y los suyos, cuando soñaban con obtener la mayoría absoluta para gobernar sin oposición y poder proclamar su soñada República independiente.
Los 62 escaños obtenidos por CIU y ER, no serán suficientes para que el promotor del proceso pueda siquiera ser elegido President de la Generalitat, si no es con el apoyo de la CUP,que ha venido repitiendo durante toda la campaña que jamás prestaría su apoyo  a la investidura, por no querer tener nada que ver con un Partido tan ligado a los últimos casos de corrupción, como es éste, al que Mas pertenece.
Sube como la espuma Ciudadanos, que según parece llegará a convertirse en la única representación fuerte de la derecha en Cataluña, apartando de un manotazo al PP del panorama político en este territorio, al que los ciudadanos no han querido perdonar los cuatro años de continuos ataques lanzados desde Madrid, por los principales líderes del actual Partido en el Gobierno.
Se abre pues, un periodo apasionante en el que no habrá más remedio que ampliar horizontes y que dejará claro a los defensores de la independencia que hay vida detrás de sus restringidas fronteras y al PP que  ha de evolucionar necesariamente en la manera de afrontar un problema que no sea la de atemorizar, amenazar, insultar o acallar la voz de los ciudadanos, vivan donde vivan y tengan las pretensiones que tengan.
Parece que al final, prevalecerá la sensata opinión de los que propugnaban, en franca minoría, que existe la vía de la negociación, ya acallado el fragor de la dura batalla y que unos y otros habrán en definitiva, de ponerse, a partir de mañana, a trabajar, porque la única verdad es que Cataluña no puede quedar paralizada tras la celebración de unas Elecciones, por muy plebiscitarias que éstas hayan parecido.
Queda como lección, como no podía ser de otra manera, aprender con celeridad de los errores y permitir a las personas, que en el fondo son lo único que importa, vivir y respirar en libertad y admitir, en ambos bandos, que la grandeza de los políticos ha de estar en fomentar, por encima  de todo, el respeto y no el odio, que acaba por matar la esencia misma de la Democracia.


jueves, 24 de septiembre de 2015

Las pagas del IFEMA



A sólo tres días de la celebración de elecciones en Cataluña y con un ambiente cada vez más caldeado por las intervenciones de empresarios, banqueros, Ministros y ex Presidentes, el imperdonable fenómeno de los casos de corrupción sigue su curso, ajeno a trepidante actualidad y se destapa ahora un nuevo escándalo ocurrido en la Comunidad de Madrid y que vuelve aponer en entredicho la transparencia en la aplicación de las políticas de recortes, llevadas a cabo por Rajoy y su Gobierno.
Como todos recordarán, en Diciembre del 2012, los funcionarios españoles, que ya habían contribuido generosamente a la economía nacional con una sustanciosa bajada de sueldo, se quedaron sin la paga extraordinaria de Navidad, por orden gubernativa, sin que hasta hoy hayan recuperado el montante de aquel clarísimo incumplimiento de contrato, por parte de la Administración del Estado.
Pues bien, nos enteramos ahora de que dicha medida no fue aplicada a todo el funcionariado y parece que Esperanza Aguirre se encargó de que los trabajadores de IFEMA, entre los que se encuentran gloriosos dinosaurios de su propio Partido, como el ex Alcalde de Madrid, Gregorio Álvarez del Manzano, recibieran aquella Navidad la totalidad de su sueldo, incluida la extra que a los demás se les negaba.
Una vez más, ha tenido que ser la prensa quién ha destapado el escándalo, justamente cuando el Ministro Montoro presume por activa y por pasiva de que finalmente, devolverá a los funcionarios aquella paga sustraída, en Enero de 2016, utilizando el tema como una medida de presión electoral, por la cercanía de los nuevos comicios.
Naturalmente, no ha tardado en saltar la duda de qué habrá de hacerse con esta gente que en su momento no perdió nada y que mucho nos tememos que de no haber saltado la noticia, estarían probablemente dispuestos a cobrar por segunda vez, aquello que ya percibieron.
Espanta pensar, que mientras los ciudadanos de a pie de este País, eran vapuleados por las políticas de recortes que los populares anunciaban como estrictamente necesarias para salir de la crisis, las leyes no parecían haber sido escritas para ser aplicadas con la misma dureza, cuando se trataba de  ilustres militantes conservadores, aplicando descaradamente medidas de excepción, con tal de no perjudicar de ninguna manera el bolsillo de su propia gente.
Sin embargo, se podría afirmar sin temor a equivocarse, que tampoco esta nueva tropelía, mezquina dónde las haya, acabará por traer consecuencias para el PP, antes de que lleguen las Generales, a pesar de constituir un clarísimo agravio comparativo para todo el colectivo funcionarial, que ha pagado, con creces, la parte económica que le correspondía, durante los últimos cuatro años.
Oír como hemos oído a Aguirre tantas veces, vilipendiar el buen nombre de los trabajadores públicos, llegando a acusarles de vagos y cosas peores e ideando estrategias para aumentar sus horarios y reducir sus sueldos, cobra hoy una especial relevancia, si como se sugiere, el cobro de las pagas en el IFEMA fue presuntamente orquestado por la ex Presidenta de la Comunidad de Madrid.
Debe ser que su ideología radicalmente clasista, le hace pensar que también entre los funcionarios hay rangos que nunca deben traspasarse y que Álvarez del Manzano y otros de igual estatus que él, pueden estar, per se, por encima de las leyes que a los demás nos toca cumplir religiosamente, o estaríamos cometiendo un delito.


Cierre de capítulo


Cae ayer uno de los últimos reductos que aún quedan de ETA, saldándose la intervención policial con la detención de los tres supuestos encapuchados que anunciaron el cese de  la violencia y que parecen haber sido los encargados de tomar las últimas decisiones importantes en esta Organización, en los últimos años.
Sin que se haya producido una rendición formal ni se hayan entregado las armas y a pesar de que el gobierno español da hoy por finiquitada la existencia de ETA, esta detención cierra, eso sí, el  capítulo de una obra que sin embargo, sus autores no dan por concluida, aunque el argumento ha sido reconducido por una senda mucho menos violenta y se han dado pasos de suma importancia en la resolución del llamado conflicto vasco.
 Es verdad que la voluntad de ambas partes, ha conseguido mejorar considerablemente la situación que se vive en los  espacios de Euskadi y que incluso se han dado bastantes casos en los que se ha establecido contacto para pedir perdón a los familiares de las víctimas de la violencia, pero subyace aún, en una gran parte de la ciudadanía que puebla las grandes ciudades y sobre todo, los pueblos que conforman este territorio, un sentimiento de que para completar un proceso de paz, resultaría imprescindible un gesto del Gobierno de Rajoy, iniciando un acercamiento de presos que siempre se negó, pero que las familias reclaman por considerar  que también ellas están pagando, en cierto modo, las penas a que fueron condenados los suyos.
Naturalmente que perdieron más aquellos que murieron y no se puede ni se debe discutir que el sentimiento de dolor ha de ser, en su caso, infinitamente más grande, pero en una negociación, para que funcione, todos han de poner sobre la mesa concesiones, a veces hasta entonces impensables, si con ellas se garantiza, por fin, una paz que nunca podrá darse por duradera, mientras ETA no firme un documento que así lo acredite.
Así que estas detenciones sólo significan un avance en la llamada vía policial y no concluyen definitivamente absolutamente nada, por mucho que el Ministerio de Interior así lo afirme.
Los líderes de ETA han sido repuestos en cuestión de horas durante muchísimos años, como todos sabemos, y no cabe la menor duda de que ahora sucederá igual, si se tiene en cuenta que la ideología abertzale no solo no ha desaparecido en Euskadi, sino que ha conseguido sentar a sus representantes en todo tipo de Instituciones, legalmente. 
Unos días de estancia en estas tierras, confirmaría a cualquiera esto que digo y  bastarían para entender con toda claridad que la realidad del País vasco tiene mucho que ver con un esfuerzo común por mantener ciertas normas de convivencia.
Sin embargo, haber llegado aquí constituye todo un triunfo y que un numeroso grupo de personas se manifieste pacíficamente a favor del acercamiento de presos, en la Plaza de la Virgen Blanca de Vitoria, por ejemplo, mientras otro grupo numéricamente igual se mantiene al margen de tal evento, es ya en sí, algo que hubiera resultado absolutamente impensable,  hace relativamente poco tiempo.
Así que sólo depende de las intenciones de los interlocutores que esta historia de sangre y violencia, pueda ser concluida del todo, sin que se llegue nunca a reavivar lo que quiera que fuera que hizo saltar la chispa que trajo la desolación y el miedo a tantísima gente.
No queda más que desear que la intolerancia y el odio entre las partes, pueda ser transformado en entendimiento, por el bien de todos nosotros, aunque no sea fácil el camino.


martes, 22 de septiembre de 2015

La escuela y la doctrina


Se ponen en práctica los preceptos de la Ley Wert y aparece en Madrid un libro de texto para alumnos de 11 a 12 años, en el que no sólo se elogia descaradamente la labor de Esperanza Aguirre, atribuyéndole la construcción de ocho hospitales y más de ochenta Colegios, sino que  se declara que la guerra civil española se  asocia mucho más con la Segunda República, que con la Dictadura de Franco.
Trae también el citado libro, un ejercicio en el que los alumnos han de situar cronológicamente a varios Ministros de Educación, dándose la circunstancia de que todos los que aparecen en la página, pertenecen exclusivamente al PP, como si los que lo fueron en los gobiernos socialistas no hubieran existido jamás, o se quisiera que los alumnos ni siquiera aprendieran sus nombres.
Naturalmente, las Asociaciones de Padres no han tardado en pedir la retirada de  la que de otro modo sería la guía en la Asignatura de Ciencias Sociales, durante todo el curso, denunciando que se evidencia en el texto una clara intención de adoctrinar y una manera de entender la historia que podría falsear la verdad, en el aprendizaje de estos alumnos.
Ya habíamos advertido en numerosas ocasiones, que el auténtico fondo de esta Ley Wert, que fue aprobada con el voto en contra de toda la oposición parlamentaria en pleno y que ha sido protestada en infinidad de ocasiones por todas las partes presentes en materias educativas, no era otro que hacer de nuestro niños y jóvenes, seguidores leales de la ideología del PP y desconocedores de la verdadera realidad acaecida antes y ahora, en este País en el que vivimos.
Aquellos temores, se van materializando , como demuestra claramente la aparición de este libro y sumándose al encarecimiento paulatino de las tasas en la Enseñanza y a la obligatoriedad de las clases de Religión Católica para todos los alumnos, vuelven a convertir la Educación en sectaria y oscura, asemejándola a la que nos vimos obligados a recibir los mayores, en los durísimos años de la dictadura franquista.
Este adoctrinamiento tácito, anula para nuestros hijos, cualquier posibilidad de ser educados en libertad y de una manera responsable para poder después, decidir por sí mismos, qué rumbo dar a su pensamiento en un futuro y cercena, además, la natural evolución que debe seguir un alumno en los años que pasa en las aulas u obligándole a complementar las materias aprendidas en ellas, fuera del ámbito estrictamente académico.
Y como muchos de nosotros aún recordamos perfectamente el oscurantismo de aquellos tiempos en que éramos niños, parece imprescindible conseguir que esta nefasta Ley sea retirada a la mayor brevedad posible, antes de que pueda producir estragos irreparables para nuestros descendientes.
Habrá pues, que recordar a todos los Partidos que se opusieron contundentemente a la aprobación de esta Ley y muy especialmente a los que ganen las próximas Elecciones Generales, que sea puesta fuera de circulación en cuanto tomen posesión del poder, sin dilación alguna y con auténtico carácter de urgencia.
Los colectivos de Padres y Profesores, ya han iniciado un calendario de lucha, en este recién iniciado curso, a   este respecto.
El libro de Sociales, añade una baza más a la defensa de sus argumentos.



lunes, 21 de septiembre de 2015

El voto rebelde


No se rinden los griegos a las exigencias de la troika comandada por los más opulentos líderes europeos y vuelven a votar a Tsipras, haciendo alarde de una rebeldía que no puede extrañar en quiénes descienden de los que fueron los padres de la primera Democracia.
Da el pueblo heleno una lección magistral de probidad, de lucha en libertad por la defensa de una identidad propia y también de fidelidad al único de sus políticos que al no ser capaz de cumplir una promesa electoral, se dirigió a la nación para contar la estricta verdad de lo que estaba sucediendo, a la vez que se retiraba, convocando estas nuevas elecciones.
Perdió Tsipras en este farragoso camino a una parte importante de sus seguidores, que quizá no supieron comprender cuánto difieren los planes que un político tiene cuando se da de bruces con la cruda realidad del poder, viéndose obligado entonces a hacer, lo que sea mejor para la mayoría de su pueblo.
Ganó, sin embargo, la humilde lealtad de la gente de a pie, que no entiende de cifras de macroeconomía y a la que únicamente  interesa tener un puesto de trabajo al que acudir, que le reporte un salario digno con el que mantener a sus familias y conservar intactos esos derechos sociales que se han ido yendo por la alcantarilla, al son del discurso europeo, en los últimos tiempos.
No puede caber duda, sin embargo, que Alexis Tsipras, aún en su espantosa soledad, ha supuesto un punto y aparte en  el concepto de la política europea y que su denodada lucha ante los gigantes extorsionadores de las economías nacionales, está dando y más que dará, algunos frutos.
De momento, su victoria de anoche deja meridianamente claro a Merkel y los suyos, que a pesar de los corralitos, de la presión y la angustia agónica sufrida por los ciudadanos brutalmente, los griegos continúan convencidos de que la historia puede cambiarse y que quién debe liderar el proceso, no es otro que este Presidente.
Luego vendrán las negociaciones, la coacción, el catastrofismo y otra vez,  las teorías del terror, para tratar de dominar, por la fuerza de la pobreza, el alma misma de los ciudadanos.
Pero entretanto, el tiempo corre y las elecciones de otros países también muy heridos, como España, se irán celebrando y el voto de esa indignación generalizada, conseguirá hacerse sitio, aún a empujones, en todos y cada uno de los Parlamentos.
Y no es lo mismo luchar contra uno solo que contra muchos. Quizá por eso, los que dominan se apresuran a intentar desesperadamente ganar terreno de la manera que sea, para que su debacle no alcance las dimensiones que merece la oscura práctica de su tiranía.
¿Cómo? Pues como aquí. Ofreciendo, otra vez, el espejismo de ir abriendo la mano para devolver una mínima parte de lo sustraído durante estos años , como si eso bastara para remediar el terrible daño infringido a millones de seres humanos, en todo el Continente.
Verán, la época de bonanza ha sido absoluta y deliberadamente destruida y nunca volverá. Y un Sistema que hace infelices y pobres a la mayoría de los ciudadanos, no merece continuismo.
La única manera de cambiar, es empujar con la fuerza de los votos, como han hecho los rebeldes griegos, a todos aquellos que son los auténticos responsables de todo lo ocurrido.
Tsipras y la conmovedora lealtad de su pueblo han abierto el camino. Ahora nos toca a los demás hacer posible que el sueño se nos haga tangible.


domingo, 20 de septiembre de 2015

Una simple cuestión numérica



Entra la Banca a saco en la Campaña de las Elecciones Catalanas, comunicando a los partidarios de la Independencia que de triunfar su opción, no les quedará otro remedio que abandonar el territorio para posicionarse junto a Europa y el dinero.
Se suma a los grandes empresarios que ya manifestaron hace tiempo esta misma intención, dejando claro que las fuerzas de poder se hallan bien cohesionadas en esto de manejar nuestros destinos y que no dudan en anteponerse a nuestras decisiones, incluso en cuestiones políticas de las que debían mantenerse al margen, para dejar a los ciudadanos elegir en libertad plena, a quienes quieren que los representen.
Pareciera que no le queda al hombre de hoy otra salida que acatar sumisamente los mandatos de los magnates del capital, si no quiere vivir en la más extrema pobreza, sólo o en compañía de otros, como si no quedara ya ninguna posibilidad de recuperar la esencia misma de lo que fue la Democracia y el mundo hubiera sido derrotado, en su totalidad, por entes sin rostro a los que ni siquiera podemos mirar a los ojos, mientras manifestamos nuestro profundo desacuerdo.
Y así nos va. Hemos estado demasiado relajados durante muchos años, aletargados por los oropeles que se nos ofrecían a precio de saldo durante la era dorada de las burbujas y se nos acostumbraba de forma torticera a un tren de vida, del que después nos apearon bruscamente, cuando ya se había convertido para nosotros en  una auténtica necesidad, seguros de que haríamos lo que fuera, por recuperarlo de nuevo.
Ahora nos tienen en sus manos y no les duelen prendas en hacer valer su hegemonía con toda la crudeza, siempre empleando el miedo como arma principal de cualquier argumento, sabiendo como saben, que ya ganaron nuestra voluntad y aplastando inmisericordemente cualquier intento de rebelión, en Grecia, en Cataluña  o allá donde surgiere.
Ha de ser por tanto nuestra respuesta, global. Ellos han tenido desde el principio muy claro que la unión hace la fuerza y han llevado esa bandera ideada por los trabajadores hace siglos hasta sus últimas consecuencias, demostrando con su vil ejemplo, que quién la ideó tenía la razón de su parte, aunque después la perdiera en el camino por el fraccionamiento incomprensible de la clase obrera.
No me voy, por supuesto, a posicionar hoy al lado de ninguno de los grandes nacionalismos, ni el español ni el catalán, ante la inminencia de estas elecciones, pero no me queda otro remedio, para conservar la coherencia, que recriminar sin ningún género de dudas esta inadmisible injerencia de Banca y Empresariado en asuntos de estado que sólo a la decisión libre de los ciudadanos corresponde, sin que existan de por medio amenazas que coarten el color de los votos que se introduzcan en las urnas.
Muchos catalanes, han empezado a retirar ayer sus fondos de las entidades bancarias que han firmado la nota. Yo haría lo mismo. Y no por ser independentista, sino porque  sé que sin los fondos de los ahorradores, a esos bancos no es quedaría otro remedio que amoldarse a lo que a sus clientes convinieran y no al revés, como parecen querer dejar claro los que intentan manipular nuestras opiniones.
¿Qué sería del sistema bancario si todos nos sumáramos a esta iniciativa?
¿Y a dónde irían a parar las grandes empresas si los trabajadores recuperáramos ese espíritu combativo que nos robaron después de hacernos creer falazmente que podíamos ser ricos?
Es una simple cuestión numérica, que todos deberíamos plantearnos, si de verdad queremos volver a recuperar la esencia de ser hombres.


jueves, 17 de septiembre de 2015

Difícil de cumplir


Unas de las amenazas más comunes en el discurso de Rajoy y los suyos, en contra de los independentistas catalanes, es la que se refiere a su permanencia en la Unión Europea, si llegara a constituirse como nuevo País, separándose de esta España que hasta ahora conocemos.
La teoría catastrofista que tanto gusta al PP, si se diera tal circunstancia, pinta un panorama desolador para los habitantes de esta tierra, que tendrían que empezar desde cero, sin el amparo de los que hasta ahora habían sido sus socios en el Continente e incluso, cambiar de moneda, pues inmediatamente dejarían de pertenecer al “selecto club” de los que manejan el euro.
Esta hipótesis, que algunos dan como cierta y sobre la que ninguno de los dirigentes de la Comunidad se ha pronunciado con claridad, al menos hasta este momento, adolece sin embargo, de una seguridad absoluta en que las cosas habrán de ser así, sobre todo porque si nos paramos a pensar, su puesta en práctica tendría unos costos tan altos, que quizá resultara mucho más conveniente mantener a Cataluña en la misma situación que ahora se encuentra, que expulsarla de la Unión, colocando a varios millones de personas en la tesitura de tener que cambiar su modus vivendi, sus leyes y su dinero, en un corto plazo de tiempo, para en definitiva, ponerse a la cola para volver a Ingresar en una Comunidad, a la que ya pertenecen desde hace tiempo.
No está la situación europea para menudencias de este calibre, ni goza Rajoy de un amor tan incondicional por parte de Merkel y sus íntimos, como para que se le llegue a dar la razón en el conflicto, creando un problema en pleno corazón del Continente, con un Estado nuevo, independiente y libre de la influencia comunitaria, que puede costar más de un disgusto serio a los que manejan los hilos del cotarro.
Guste o no a nuestro Presidente, si Cataluña llegara a alcanzar la independencia, nadie les va a obligar a salir de la Unión, porque resulta más provechoso para todos mantener la situación tal y como se encuentra.
Y aunque puede que la estrategia del miedo funcione el día veintisiete con mucha de la gente que acuda por fin a las urnas, lo cierto es que los populares saben bien que sus aspiraciones contra el fervor independentista en Cataluña no sólo no se cumplirán, sino que ni siquiera serán tomadas en serio por aquellos a quienes solo ellos, consideran como sus amigos.
Preso de sus propias convicciones, si Cataluña se independizara, Rajoy habrá de rendirse al culto que quienes gobiernan Europa profesan al dinero y triunfará, sin ningún género de duda, la postura que resulte más útil para aquellos que más poseen. 

Si ya con Grecia, en la situación que se encuentra, Merkel y los suyos han luchado con uñas y dientes para que no abandonaran el euro, imagínense lo que harían si unas cuantas provincias económicamente bastante saneadas se quisieran marchar. Juzguen ustedes mismos.

miércoles, 16 de septiembre de 2015

Una grabación inquietante


Continúa la investigación de la trama Gurtel, que parece no tener fin y cada novedad que aparece en los medios viene a confirmar que el tamaño de la tela de araña urdida por políticos y empresarios para beneficiarse de favores mutuos, es en realidad, mucho mayor de lo que en principio todos imaginamos y que los implicados hasta ahora conocidos, representan únicamente una pequeña parte de lo que podría ser el trasfondo de esta historia de corrupción.
Avanza hoy la prensa que el juez ha admitido una grabación de las conversaciones telefónicas de la secretaria de Correa, en las que no sólo admite que Bárcenas visitaba a su jefe para hacer negocios por la noche, sino que asegura que por el despacho en el que trabajaba pasaron en reiteradas ocasiones, muchos de los ya imputados en la trama, un hombre de confianza de Javier Arenas y también el actual Presidente del Senado, Pio García Escudero.
La gravedad de estas acusaciones no puede ser mayor, si se tiene en cuenta que se habla del que es la cabeza de una de las Cámaras de representantes de nuestro Parlamento y que como tal, el personaje ha de manejar una información absolutamente privilegiada de todo lo que sucede en el País.
Naturalmente, García Escudero se ha apresurado a desmentir tal afirmación, casi al mismo tiempo en que era interpelado por los representantes de las otras fuerzas políticas, que le urgen a ofrecer una explicación de lo que dice la secretaria e incluso, a dimitir, si llegara a probarse la veracidad de sus palabras.
De momento, Rajoy ni siquiera se digna a  comentar el incidente, enfrascado como está  en la dura batalla que libra contra Mas y sus socios independentistas y como en otras muchas ocasiones, amparándose en la tranquilidad que le ofrece la mayoría absoluta que obtuvo cuando llegó al poder  y que impide cualquier tipo de acciones contra él mismo y contra su Partido, por parte de los demás representantes parlamentarios.
Sin embargo, nadie podrá impedir que esta legislatura se recuerde como la etapa en que se produjeron más casos de corrupción, ni  la constante sospecha de que personas muy relevantes del PP hayan estado implicadas en ellos, para enriquecimiento propio o para financiar ilegalmente las actividades de su Partido.
Esta última posibilidad ya la señalaba con toda claridad el juez Rus, antes de tener que abandonar su puesto, en plena ebullición del caso Gurtel y los ciudadanos, en general, no tenemos por qué dudar de las conclusiones judiciales, aunque muchas más veces de las que nos gustaría, los implicados escapen a la acción real de la justicia, inexplicablemente.
Lo que si podemos hacer, es no volver a votar nunca más a todos aquellos sobre los que recaigan dichas sospechas y mucho menos, a los Partidos políticos que consideran al país, como un feudo en el que actuar a su antojo, por encima de la opinión de los ciudadanos e incluso de las leyes.
Echando la vista atrás  y analizando uno por uno todos los escándalos que han salpicado a miembros del PP, desde que Rajoy llegara a Moncloa, en 2011, la voluntad de muchos que le otorgaron su confianza en aquellas elecciones, ha de ser necesariamente, cambiante y terminar por decidir otras opciones que al menos, ofrezcan una imagen de total transparencia.

No se puede ni se debe vivir de espaldas a una realidad manifiesta y menos aún, huir continuamente hacia adelante, con el único propósito de dilatar en el tiempo que nos alcance la verdad, porque es terca y acaba colocando a cada cual, en su sitio.

martes, 15 de septiembre de 2015

Las otras noticias


La crisis de los refugiados y la Campaña electoral catalana acaparan la actualidad informativa y aunque continúan produciéndose importantes noticias en el país, todo pasa a un segundo plano, eclipsado por las terribles imágenes que nos llegan desde los puestos fronterizos y los cruces de acusaciones que se producen entre Mas y Rajoy, dispuestos a mantener su batalla personal, hasta el último momento.
Atónitos, los ciudadanos contemplamos cómo aparecen, prácticamente a diario, nuevos casos de corrupción y que los recién imputados siguen perteneciendo a los mismos Partidos  que tantas páginas de tinta han dejado en los periódicos españoles, sin que de momento, los escándalos hayan provocado ni una sola dimisión, aunque hace tiempo que sobran motivos para ello.
Algunos gestos puntuales de los Ayuntamientos, como la iniciativa de Ada Colau, de multar a los bancos que acaparan pisos procedentes de los desahucios, pasan inadvertidas al resultar para los medios más interesante si la Alcaldesa apoya o no a los independentistas de Mas, aunque la medida es significativamente plausible y merece una consideración que no ha obtenido,  fagocitada por el fragor de la Campaña.
Pasa también incomprensiblemente desapercibido, el crimen atroz de la peregrina del Camino de Santiago, a pesar de ser un hecho que pone en cuestión la seguridad de unos caminos tremendamente transitados por personas de todo el mundo, que a partir de ahora, habrán de pensarse dos veces hacer la marcha en solitario, a la vista de lo sucedido.
Tampoco se ha dado ningún bombo a la condena del principal opositor venezolano, como si toda la palabrería empleada por la prensa de la derecha contra este país en los últimos meses, hubiera de pronto sido silenciada y ahora que verdaderamente hay algo que criticar, los detractores de Maduro se hubieran quedado sin argumentos con los que combatir o su ira hubiera sido dirigida por una mano oculta, exclusivamente, contra los que en Cataluña se declaran abiertamente independentistas.
Uno no abre un periódico o pone una cadena televisiva, en los que no copen las primeras páginas las declaraciones de los principales candidatos a las Elecciones, llegando a obviarse el hecho de que Rajoy aún no se ha dignado a convocar las Generales, a pesar de que lo tendría que haber hecho hace tiempo y aunque se maneja el 20 de Diciembre como fecha más que probable, el Presidente, como siempre, calla y continúa haciendo gala de su abigarrado nacionalismo español sin percatarse de que comete el mismo pecado que atribuye a Mas y del que tanto abomina.
No estaría mal preguntarse qué sucederá cuando pase el día veintisiete, fundamentalmente, porque al acercarse el Otoño, se acaba la temporada estival para el sector de la Hostelería y el turismo, por lo que con toda probabilidad, habrá un fuerte incremento en las cifras del paro, hasta ahora mejoradas por las campañas que en el verano ofrecen gran cantidad de empleos de temporalidad absoluta.
Pero este problema, claro está, no parece preocupar ni a la prensa, ni a nuestro Presidente y aunque las Elecciones Catalanas no son, en definitiva, más que unos comicios más de los muchos que se han celebrado en nuestro País, durante el periodo democrático, algunos se empeñan en convertirlas en una cuestión de vida o muerte, lo que está resultando verdaderamente útil para tapar los desmanes que se siguen cometiendo, delante mismo de nosotros.




lunes, 14 de septiembre de 2015

Asunto de Estados


Desbordada por la llegada de refugiados, que conociendo la realidad europea, prefieren asentarse en países del norte, Alemania se ve obligada a cerrar sus fronteras, mientras sigue sin arbitrarse una solución para este éxodo, que se está convirtiendo en el más importante de cuántos han ocurrido en la historia reciente.
Las terribles escenas de las madres atravesando las concertinas acompañadas por sus hijos de corta edad, han continuado repitiéndose a lo largo de toda esta semana y evidencian que no hay muro capaz de frenar a los hombres cuando está en juego su supervivencia y la necesidad imperiosa de libertad.
No estaba Europa preparada para afrontar un hecho como éste, fundamentalmente porque ha venido desoyendo reiteradamente las advertencias de los socios del sur, que ya sufrían en sus fronteras, aunque a un nivel mucho menor, la llegada de una inmigración procedente de África, que hemos tenido que asumir en soledad y esencialmente sostenida por la solidaridad ciudadana.
Pero el desarrollo de la crisis ha mermado considerablemente los recursos de naciones como Grecia, España e Italia y esta nueva inmigración, absolutamente devastada por los horrores de la guerra, ansía formar parte de los territorios que encabezan la hegemonía europea, por si tuviera que permanecer en ellos, sin poder volver jamás a su casa.
Habrán de entender pues, los dirigentes de Alemania o Finlandia, que el grueso de los refugiados deseen trasladarse bajo el amparo de sus banderas, a la vista de cómo han dejado sus políticas de recortes, a los hermanos más desamparados de la Comunidad, que continúanos luchando contra el fantasma del paro y la miseria que nos han acarreado las Reformas que tan fervientemente nos exigieron, estos últimos tiempos.
En su mano y no en otras, pues así lo decidieron ellos cuando optaron por liderar el desarrollo económico del Continente,  está ahora resolver, desde el poder, qué hacer con estas personas que huyen desesperadamente de la desolación y aunque se haya de compartir entre todos el número de familias acogidas, justo es que ofrezca más quiénes más tienen y menos, aquellos a quienes les cuesta, incluso sacar adelante al grueso de su población, como es nuestro caso.
Y no es ésta una cuestión que tenga que ver con la solidaridad ciudadana, que ya en sí está respondiendo ofreciendo mucho más de lo que en realidad puede, sino un asunto de Estados, que durante años se han dedicado a reforzar su superioridad, por encima de los demás y sin que importara el coste humano que supusiera esta postura de prepotencia.
Al final, los peores dramas humanos se les han echado encima sin contemplaciones, como si una mano divina hubiera hecho de pronto justicia, en defensa de todos los que quedaron dañados en este camino pedregoso por el que nos han obligado a caminar, indiferentes a nuestra tragedia.
Históricamente, ya se sabe, todos los imperios terminan cayendo.

 


domingo, 13 de septiembre de 2015

La llegada de Corbyn


La irrupción en escena del líder laboralista inglés, Jeremy Corbyn, con  su intención de abandonar las teorías socialdemócratas que han defendido los Partidos socialistas europeos en los últimos años, se suma a las corrientes de indignación surgidas, sobre todo en el sur del Continente, añadiendo interés al panorama político que las derechas se han encargado de ensombrecer, a base de recortes económicos y merma de derechos sociales.
Soplan nuevos vientos cargados de intenciones de cambio, ahora también en la tradicional Inglaterra y la era de la globalización, que tantos y graves problemas ha acarreado a los ciudadanos desde que comenzara la crisis, parece a punto de tocar a su fin, empujada por masas ingentes de descontentos, que han empezado a canalizar su impotencia, a través de la fuerza verbal de los líderes de nuevos Partidos, que rompen radicalmente con la manera de entender la gestión de lo Público, ofreciendo una participación activa, al pueblo soberano.
Los españoles fuimos los primeros en asistir a este giro, a través de las manifestaciones del 15M, de las que después salieron líderes como Pablo Iglesias o Ada Colau, que ahora gozan de un enorme número de seguidores y que tendrán mucho que decir, en cuanto tengan representación real en el Parlamento.
Pero el triunfo de Jeremy Corbyn, entre los laboralistas ingleses, podría considerarse como la corroboración final de que esos movimientos provenientes de la indignación ciudadana se están convirtiendo en imparables y de que todos los días aparecen nuevas voces que se suman a las que ya reclamaban un cambio absoluto en la forma clásica gobernar, hartas de soportar la hegemonía de los factores económicos sobre las personas y la estela de imperdonable corrupción que ha acompañado a una multitud de  políticos de peso, en los últimos años.
Inglaterra, que siempre fie considerada como un bastión en la toma  decisiones políticas que mueven el mundo, parecía en esta historia, haberse quedado a la zaga de lo que ocurría, fundamentalmente en los países del sur de Europa, sobre todo desde que Cámeron empezara incluso a plantear la necesidad de convocar un Referendum sobre la permanencia o no de los suyos, en la Unión Europea.
Jeremy Corbyn, representa pues, un soplo de aire fresco en el ambiente enrarecido que se respiraba en su Nación y abre una puerta a la esperanza de que, por fin, se pueda conseguir dar un giro de ciento ochenta grados, a la terrible situación que viven los ciudadanos de este Continente.
El que pudo ser pionero, Tsipras, fracasó al encontrarse en soledad frente a los gigantes económicos de la Unión, pero si de aquí a un tiempo prudencial, las nuevas Formaciones van ocupando un número grande de escaños en los Parlamentos, a Merkel y los suyos no les va a quedar otro remedio que avenirse a las decisiones que vayan tomando las mayorías y abandonar las prácticas tiránicas que han destrozado la vida a cientos de miles de personas, en todo el periplo europeo.
Se abre pues formalmente y con la aquiescencia también de Inglaterra, un periodo de trepidante interés, por los acontecimientos que puedan sobrevenir en los próximos meses.

Bienvenido sea Corbyn y ojalá que entre todos logremos hacer tambalearse la idea que ahora se tiene de Comunidad, para poder asentar otra nueva, en la que se cuente para todo, con la opinión de los pueblos.

jueves, 10 de septiembre de 2015

Mucho que pensar


Por si no estuviera suficientemente complicada la cuestión catalana, la celebración de la Diada, en pleno periodo electoral, podría dar una idea aproximada de hacia qué lado se inclinará finalmente el voto de los ciudadanos o, al menos, ofrecer una imagen real de lo que podría representar el próximo 27 de Septiembre, según el número de gente que decida acudir a la convocatoria.
 Entretanto y mientras Rajoy y Mas, acompañados de sus más fieles seguidores, continúan lanzándose mutuas acusaciones y reproches, que en algunos casos rozan peligrosamente el límite de la legalidad, Pablo Iglesias entra en Campaña, desligándose absolutamente de unos y otros, volviendo a cargar las tintas sobre las terribles políticas de recortes, que han sido impuestas por igual, a catalanes y españoles.
Está Iglesias, en la línea de los que pensamos que el ahínco con que Mas defiende la independencia, no es más que una cortina de humo que ha conseguido ocultar casi por completo la desastrosa gestión que ha sido su mandato y que ha dejado a los catalanes mucho más empobrecidos de lo que estaban, cuando se hizo cargo de la Generalitat.
Y es verdad, como decía ayer un reconocido economista, que la Independencia catalana, si llegara a conseguirse, funcionaría de modo desigual, según a qué corriente ideológica perteneciera su primer Presidente, por lo que los ciudadanos que acudan a votar el día veintisiete, habrán de tener en cuenta que no sería lo mismo que Cataluña fuera gobernada,pongo por caso, por Ada Colau, que por este Artur Mas que intenta privatizar la Sanidad o la Enseñanza, en su línea de neoliberal convencido.
De momento, la nueva Alcaldesa de Barcelona, que ya debe haber pensado estas cuestiones, ha decidido descolgarse de la Convocatoria de la Diada, por considerar que acudir a ella sería como mostrar su apoyo tácito a Convergencia, con cuya manera de gobernar no está en absoluto de acuerdo, como por todos es sabido y que está siendo seriamente investigada por asuntos de corrupción, precisamente estos días.
Así que en esta Campaña subyacen varios frentes encubiertos y aunque pudiera parecer que el grueso de la sociedad catalana espera el día veintisiete como si representara la liberación de un largo cautiverio, la verdad es que un importante número de ciudadanos, a la vista de la particularísima situación que se vive en este momento en ese territorio, tienen aún por decidir a quién votarán, porque no todo el monte es orégano.
Comete Mas el error de creerse ya vencedor absoluto en los Comicios y de adoptar una soberbia inadmisible antes de conocer los resultados que saldrán de las urnas y Rajoy peca de amenazar con implantar medidas demasiado drásticas, como las que propone su Ministro de Exteriores, dando por sentado que perderá, no ya como miembro del PP, sino como Presidente de España.
Los ríos revueltos, suelen traer, dice el refrán, jugosas ganancias a los pescadores y en esta durísima partida, parece que será Albert Rivera quién vea incrementados sus beneficios, pues ya las encuestas le colocan en un dignísimo segundo lugar, que ni se hubiera atrevido a soñar, hace sólo unos meses.
Así están las cosas, mientras los catalanes de preparan para celebrar su Día Grande y nadie podría aventurar qué ocurrirá en las próximas semanas, ni qué estrategias se les ocurrirán, en la recta final, al PP o a Convergencia.
En el fondo, yo creo que todos deseamos que pase de una vez el día veintisiete, aunque sólo sea para despejar todas las dudas de manera real y no a base de elucubraciones, como han venido haciendo, los dos grandes protagonistas de esta historia.




miércoles, 9 de septiembre de 2015

Regreso a las aulas


Vuelven nuestros niños al Colegio, a enfrentarse con una Ley Wert aprobada en solitario por un Partido Popular, al que probablemente sólo le quedan unos meses en el poder, hasta que se celebren las próximas elecciones.
Vuelven, para ser dócilmente adoctrinados, a causa de su edad, en la obligatoriedad de la religión Católica como asignatura puntuable, a pesar de vivir en un país constitucionalmente laico, en el que hasta ahora, eran las familias quiénes decidían si sus hijos optaban por esta materia o por la ética impartida por profesores de Filosofía, que ven con el cambio, sensiblemente reducidos sus horarios.
Vuelven, para ingresar en un sistema educativo distinto al que tuvieron sus padres y que gracias a la lucha incesante de muchísima gente, llegó a ser prácticamente gratuito, ofreciendo a todos por igual, la oportunidad de acceder a la Universidad, sin que tuviera importancia su procedencia.
Vuelven, esperando que cualquiera que gane en las Generales, si no es el PP, derogue inmediatamente esta Ley, concebida para disfrute de ricos, que anula cualquier posibilidad a todos aquellos que por razones económicas, no pueda costearse las altísimas tasas que han implantado, impertérritamente, los populares.
Vuelven, a un Colegio que volverá a separar a listos y torpes, como ya ocurría cuando muchos de nosotros éramos pequeños, amparándose en ofrecer una enseñanza de calidad, que sin embargo discrimina de modo fulminante a todos aquellos niños que no alcancen un determinado nivel, sin investigar las razones que producen este retraso, ni procurar en casos de que provengan de ámbitos familiares en riesgo, una integración, que como todos sabemos, es posible, si se lucha por el menor y se le conceden ciertas oportunidades para recuperar el tiempo perdido.
Vuelven, habiendo tenido que madurar  a causa de la pobreza que ha traído a sus casas la Reforma Laboral de Rajoy y muchas veces, sin tener siquiera sus necesidades más elementales cubiertas, por estar sus progenitores en paro y sin ninguna esperanza de encontrar, a corto plazo, un empleo digno.
Vuelven, con la lección tristemente aprendida de que lo que uno tiene no dura para siempre e incluso avergonzándose de tener que vivir como hoy viven, a pesar de que por su corta existencia, no han podido  incurrir en pecado alguno que justifique la mala vida que padecen.
Y sin  embargo, las calles se llenan otra vez de sus risas, como en cualquier comienzo de Curso en que no hubieran ocurrido ninguna de las terribles historias que acucian a nuestras familias, intacta la ilusión y preparados sin saberlo, para afrontar con toda la entereza del mundo, lo que les sobrevenga.
Ignorantes del futuro incierto que les aguarda, acuden a la Escuela esperando aprender, creyendo aún que basta con aferrarse a la mano de sus padres, para encontrarse a salvo de todos los peligros.
Mirarlos hoy jugar en los patios de recreo, aviva las ganas de continuar en la lucha, para que al menos tengan la oportunidad de poder cumplir todos sus sueños.




martes, 8 de septiembre de 2015

El gesto insolidario


A pesar de que muchos de los refugiados que huyen en estos día masivamente de los horrores de la guerra son musulmanes, las Iglesias asentadas en Europa y muy fundamentalmente la Católica, al ocupar el Estado Vaticano, no pueden ni deben cerrar los ojos a los dramas personales que estas personas traen detrás y  habrían, necesariamente, siguiendo los principios de su credo, de colaborar mucho más de lo que lo están haciendo hasta ahora, en mejorar la terrible situación que padecen.
Ya hemos oído al Papa Francisco sugerir que cada Parroquia tendría que acoger a una familia de estos refugiados, pero su  solución, la verdad, parece claramente insuficiente.
Estamos hartos de ver a voluntarios civiles solidarizarse con las multitudes hacinadas en las estaciones y aeropuertos, pero resulta difícil distinguir a sacerdotes ejerciendo allí las labores que exige su Religión para con los más necesitados, o manifestarse en las calles, como otras muchas veces han hecho contra el matrimonio entre homosexuales o el aborto, exigiendo a los gobiernos una pronta resolución de este problema, que está minando, ante las cámaras de todo el mundo, la dignidad de miles de seres humanos.
¿Qué ha hecho, por ejemplo, el archiconocido Rouco Varela, tan proclive a intervenir en los asuntos de Estado, cuando considera que están en peligro los intereses de su Iglesia?
¿Qué han propuesto Cardenales y Obispos al Presidente Rajoy, en nuestro caso, para paliar las condiciones inhumanas en que se ven obligados a vivir, ahora, en el mismo corazón de nuestra Europa?
No se puede creer que la Iglesia no ofrezca parte de sus incontables recursos para colaborar con las Naciones en la integración de esta gente y que sus propuestas se hayan limitado a las tímidas palabras papales, mientras miles de seglares se hallan dispuestos a abrir las puertas de sus hogares en todo el continente, para acoger bajo su techo, a estas familias.
Flaco favor se hace a sí misma la Iglesia católica ofreciendo este ejemplo de clara insolidaridad a sus fieles, que deben estar atónitos ante esta actitud que contradice diametralmente, la propia doctrina que predicó Jesucristo.
Porque si el argumento para permanecer al margen se basa tácitamente en que los refugiados son islamistas, su mutismo podría ser perfectamente interpretado como una forma  velada de otra clase de fundamentalismo.
Difícilmente podrán así atraer a su religión a nuevos feligreses, ni mucho menos, convencer a los que se alejaron de ella hace tiempo, intuyendo que algo como esto podría pasar, a la primera oportunidad que se presentara, de tener que arrimar el hombro, en ésta o en otra tragedia.
Si las imágenes que recibimos a través de la televisión son la vergüenza de Europa actualmente, en el caso de la Iglesia es mucho más aún. Es la indiferencia ante el sufrimiento ajeno y una de las muestras más claras del papel camaleónico que siempre tuvo la Curia, que salvo gloriosas excepciones, acostumbra a elegir una incomprensible neutralidad, cada vez que se produce algún conflicto.


lunes, 7 de septiembre de 2015

El padre de la abeja


Muere José María Ruíz Mateos, uno de los primeros personajes mediáticos que conocimos los españoles como implicado en un delito de corrupción y cuyas empresas fueron nacionalizadas por el Estado, siendo Presidente Felipe González, en los primeros años ochenta.
El empresario, que no tardó después en convertirse en una imagen esperpéntica, por la lucha privada que mantuvo durante años contra el que fuera Ministro de Economía, Miguel Boyer, no tardó sin embargo en recuperarse, al menos aparentemente, de los estragos que según él, había causado en sus financias el Gobierno socialista y tras una aventura también fracasada como dueño del Club de Futbol Rayo Vallecano, emprendió una nueva y arriesgada odisea comprando un buen número de negocios y sacando a la venta una serie de participaciones, que muchos incautos compraron, creyendo en las vanas promesas de rentabilidad que a través de la televisión, ofrecía el propio dueño. 
Aquellos inversores, pronto empezaron a comprender que la oferta del  jerezano no era más que otra estafa monumental que sólo sirvió para mantener durante cierto tiempo el tren de vida de la numerosísima prole de la familia de Ruiz Mateos, teniendo muchos de sus miembros, incluido el padre, que enfrentarse nuevamente con la justicia, en otro episodio delictivo que aún no se ha cerrado, debido a la cuantía de las deudas.
Entretanto y habiendo ganado cierta popularidad entre la gente, ante la que aparecía continuamente disfrazado de un buen número de conocidísimos personajes y acudiendo reiteradamente a múltiples entrevistas de televisión, Ruíz Mateos, se atrevió incluso a crear un Partido Político, siendo elegido Eurodiputado, por una de esas cosas inexplicables que a veces ocurren en el mundo de la política.
 Católico recalcitrante, miembro del Opus Dei y ultraderechista convencido, no cabe duda sin embargo que Ruíz Mateos ha podido representar, exactamente, lo que nunca podría considerarse como un empresario ejemplar, sino más bien como lo que la lengua española define como “vividor”, sin que ningún otro calificativo exprese mejor lo que de este personaje pensamos la mayoría de los españoles.
Parece mentira que habiendo sido ya cuando el asunto Rumasa, desposeído de sus empresas por el estado, se le permitiera  de nuevo iniciar un episodio de similares características que, naturalmente, acabó como era previsible, de forma catastrófica.
Tras su muerte, lo que ocurra con su familia, absolutamente implicada en los negocios fraudulentos que el padre emprendiera durante toda su vida, es una incógnita que a todos los ciudadanos nos encantaría resolver, aunque no nos faltan razones para pensar que probablemente, todo este caso se diluya, sin que los estafados lleguen nunca a recuperar  el montante de sus inversiones.
Otra de ésas fábulas que parece directamente sacada de las manos del genial Luis Berlanga, pero que constituyen una página negra más, de las muchas que últimamente se están escribiendo en nuestra historia más reciente.




domingo, 6 de septiembre de 2015

Podríamos entendernos


A pocas fechas de la celebración de Elecciones, Artur Mas dirige una carta a los españoles, enalteciendo los valores democráticos y solidarios que siempre tuvo Cataluña, quejándose y lamentándose  a la vez, de la discriminación reiterada que ha sufrido la Comunidad que preside, por parte de los gobiernos españoles y muy especialmente, de éste que encabeza Rajoy, llegando a considerar que mientras los habitantes de otros espacios son considerados como ciudadanos, los catalanes podrían ser definidos, teniendo en cuenta los agravios sufridos, como súbditos.
Dice también que llegados a este punto no hay Tribunal Constitucional ni Organismo que les frene y que el 27  de septiembre es pues, el día para decidir si los catalanes quieren seguir formando parte de España o prefieren intentar la aventura independentista de convertirse en país, como es el sueño de quién firma esta carta, cosa que desde hace tiempo todos conocemos.
Parte de razón tiene el President de la Generalitat en sus afirmaciones y la inteligencia de los españoles que no formamos parte de su territorio, da para entender a la perfección eso y mucho más, a pesar de que el contenido de la misiva parece convertirnos a todos en auténticos represores de lo que representa la identidad catalana y en una especie de enemigos exacerbados de todo cuanto pueda  representar algún tipo de simbología propia de esta tierra que también para muchos de nosotros y no sólo por proximidad, es querida y respetada tal como es e incluso   admirada  por su tenacidad y otras muchas virtudes que no vienen al caso.
Es por eso que pensamos que aunque Mas acierta en el fondo, se equivoca en las formas, ya que no sólo Cataluña ha sido visiblemente atacada y despreciada por las políticas del Partido Popular, sino que más bien, el despropósito que ha constituido esta última legislatura, nos ha afectado a todos por igual, a pesar de no haber manifestado los demás, nunca, ninguna intención de llegar a conseguir la independencia y que todas las medidas adoptadas por el Ejecutivo han sido durísimamente criticadas desde todos los puntos del país sin que ninguna de ellas haya encontrado apoyo de ninguna de las Fuerzas Políticas que forman parte del Parlamento Nacional…exceptuando en algunos casos, el de Convergencia y Unión, que es casualmente, el partido que él preside y que también colaboró estrechamente, en el pasado, con Aznar y González, cuestión que obvia definitivamente, en el texto que ahora emite.
Tampoco es bueno el tono en que escribe la carta, que parece sugerir tácitamente que todos los españoles coincidimos con Rajoy en sus apreciaciones sobre Cataluña o en el tipo de estrategia adoptada  por el Partido Popular en pleno, en relación con el conflicto.
Somos muchos, más de los que se piensa, los que consideramos democrático que los catalanes celebren una Consulta sobre la Independencia, fundamentalmente, porque el Resultado de dicho Referendum podría, por fin, aclarar cuál es el pensamiento real de la mayoría de la sociedad de éste territorio, a la que tanto unos como otros, presuponen afín a su teoría, en los mítines abarrotados de seguidores, que celebran en los últimos meses.
Tampoco se sabe qué porcentaje de la sociedad española se manifestaría como auténticamente anti catalanista, pues no hemos sido preguntados nunca por esta cuestión, por mucho que sirva como piedra de toque a los líderes que ahora defienden la independencia y sería bueno, de todos modos, diferenciar que a muchos de los que son considerados como tales, lo que no les gustan, en general, son los nacionalismos, procedan o no de la zona que ahora nos ocupa y quizá porque los que recuerdan a lo largo de la historia, han resultado bastante  perjudiciales para el género humano en general, desembocando en episodios terribles.
A mi entender, a catalanes y españoles, nos encantaría fundamentalmente, poder llegar a acuerdos y aunque eso nunca se logrará con las posturas que adoptan en estos momentos Mas y Rajoy, puede que exista algún modo de lograr la concordia, en el momento en que ambos líderes abandonen el poder, si son reemplazados por personas de visión mucho más amplia sobre la política en general y principalmente, sobre este conflicto.
Huelga pues, la carta de Mas, que no hace más que añadir leña a este fuego que todos avivan contundentemente con sus afirmaciones partidistas, españolistas o catalanistas, nacionalistas en fin, de bandos diferentes.
Y aunque mantenerse  al margen de esta radicalidad de ambos frentes resulta harto difícil, sin ser acusado por algunos de apátridas desarraigados, razonar una salida dialogada y en paz, que facilite la convivencia entre tierras con idiosincrasias distintas, habría de ser, necesariamente, una prioridad, si lo que se pretende es terminar para siempre con estas hostilidades, que probablemente, sólo existen en las mentes calenturientas de determinados personajes y no en la realidad cotidiana que vivimos los ciudadanos de aquí o de allá, que por supuesto, podríamos entendernos, manteniendo cada cual intactas sus naturales diferencias.









jueves, 3 de septiembre de 2015

Muerte en el mar


La imagen del cuerpo de un niño de cortísima edad, arrastrado sin vida por las olas hacia la playa que hubiera representado para él la oportunidad de vivir en libertad, estremeció ayer a todos los seres humanos que nos atrevimos a mirarla y arrancó de nosotros un sentimiento de rabia contenida, por no haber podido hacer nada para salvar al pequeño.
Pero el cadáver de este niño no es más que una representación de lo que ocurre en demasiadas ocasiones en las aguas que separan al tercer mundo del nuestro y los españoles sabemos bien las fosas comunes que se ocultan bajo la aparente calma del oleaje, un día sereno.
Cómo pueden los líderes de Europa no arbitrar una solución urgente a este incesante éxodo de personas inocentes que luchan hasta perder el aliento por aproximarse a nosotros, con la mera intención de procurar para sí mismos y para sus hijos, un poco de dignidad y decencia con la que poder afrontar el futuro?
¿No les causa vergüenza, indignación e impotencia contemplar inertes desde sus posiciones de poder, estas crudísimas imágenes que retratan imperativamente las diferencias que existen, en este mundo que andan creando para nosotros, desde la más absoluta indiferencia?
¿No defienden una tierra globalizada? Pues habrá que globalizar también los problemas.
Porque seguir discutiendo exclusivamente sobre economía, animar al consumismo feroz, mientras el hambre y la miseria corroen la misma médula de los países más desfavorecidos, mientras las guerras y conflictos aún peores, impiden a las personas disfrutar de sus más elementales derechos, constituye simple y llanamente, una imperdonable traición que atenta contra todos los principios morales que fueron siempre lo que nos diferenció de las bestias.
El genocidio tácito que se está produciendo ante nuestros ojos, parece que ni siquiera será juzgado por ningún tribunal internacional y organismos como la ONU, se conforman con sugerir que deben entablarse conversaciones, para encontrar una pronta salida a la terrible tragedia.
Pero la gente no sobrevive sólo con las palabras y menos aún, con la creación de fronteras inexpugnables que no sirven para nada más que para dilatar en el tiempo, una realidad que sin embargo, permanece latente tras los muros y las alambradas, llevándose del mundo a cientos de miles de inocentes.
Sus vidas, sacrificadas en un sin sentido, mientras el primer mundo continúa disfrutando alegremente de su situación de privilegio, son también, responsabilidad nuestra y no sólo de los ciudadanos que solidariamente hacen lo que pueden por remediar la amargura y la desesperación que mueve a estos seres a llamar con insistencia a nuestras puertas, sino, fundamentalmente, de los Gobiernos.
Flaca memoria tienen algunos. Merkel parece haber olvidado que hubimos de reconstruir , entre todos, su país, después de la guerra y Rajoy, no debe recordar que no hace tanto tiempo, miles de españoles fueron también, refugiados que hubieron de huir de aquí, para buscar asilo en otras naciones que entonces, nos abrieron sus puertas.


miércoles, 2 de septiembre de 2015

A la carrera


Mariano Rajoy se ha propuesto llegar a las elecciones del próximo Otoño aglutinando el mayor número de votos posibles y no hace últimamente otra cosa que urdir planes que le faciliten en la medida de lo posible, una permanencia en Moncloa, que no ha merecido ni merece, si se hace balance de lo que han sido para los españoles sus cuatro años en el Gobierno.
Pero ya se sabe que la erótica del poder acaba envolviendo a quiénes alguna vez lo tuvieron y resulta tremendamente difícil renunciar a los muchos privilegios que los cargos de relevancia ofrecen.
Quizá por eso, una de las primeras medidas que ha tomado el todavía Presidente en esta última etapa de su mandato ha sido la de bajar el IRPF a los trabajadores que todavía tienen la suerte de estar en activo, probablemente pensando que las cuestiones que afectan al bolsillo han cobrado más importancia de la que nunca habían tenido, sobre todo para quiénes como él, se rinden incondicionalmente ante el ídolo del capitalismo.
Y como, además, ha fracasado estrepitosamente en cuánto tiene que ver con temas sociales y muy especialmente promulgando una ley que arrebataba la cobertura sanitaria a los inmigrantes sin papeles, se ha propuesto ahora resarcir, en parte, a los afectados por la medida, ofreciéndoles una especie de componenda para que puedan ser atendidos en los Centros, aunque sin otorgarles la ansiada tarjeta sanitaria que supondría  la posibilidad de poder hacer uso de la medicina, en todo el ámbito de la Comunidad Europea.
Compra con ello, al menos tácitamente, la permanencia de estas personas en España, considerando quizá, que podrían serle útiles como mano de obra más que barata, esperando de ellos cierta correspondencia a cambio de unos servicios sanitarios, que en otra parte les serían negados sistemáticamente.
Por si fuera poco y en vísperas de la Celebración de las importantísimas Elecciones Catalanas, encontrar el modo de poder parar a Artur Mas y los suyos, en sus afanes independentistas, se ha convertido en una especie de cuestión de honor para el líder del PP y no se le ha ocurrido otra cosa que hacer uso de su mayoría absoluta para aprobar a la carrera una Ley, que le permita juzgar y condenar a todos aquellos que atenten contra la unidad de España.
Nada importa si Europa se enfrenta en este momento al mayor problema que ha tenido desde que la Comunidad se creara, con la suerte de miles de refugiados pendiendo de un hilo, aunque sólo sea por cuestiones humanitarias, ni que el paro en Agosto haya crecido, como era de esperar, contradiciendo las ínfulas triunfalistas que han sido el motor de su gobierno, ni la oposición contundente de todos los Partidos a la promulgación de Leyes que, al menos en apariencia, parecen hechas para favorecer en exclusiva, los intereses del Partido Popular al que pertenece.

Rajoy quiere, por encima de todo, ganar las Elecciones Generales y en el tiempo que queda para que se celebren, acuérdense, aún habremos de ver como su lucha personal se plasma en contentar, de la manera que sea, a  estos votantes españoles que tan poco le hemos importado durante los últimos cuatro años, pero de los que ahora depende su futuro y el de todos aquellos que le apoyaron incondicionalmente, aún en perjuicio de la ciudadanía.

martes, 1 de septiembre de 2015

Éxodo


El destino de miles de personas, procedentes de países en guerra y cuyo único sueño es el de sobrevivir  bajo la ansiada paz de cualquiera de los países europeos, pende de un hilo ante las alambradas colocadas  con el propósito de frenar su incesante éxodo, mientras los líderes de las principales potencias del Continente se debaten ante el dilema de qué hacer para remediar el problema sin demasiado costo económico, como si el sentido de solidaridad hubiera perdido de pronto, toda la esencia de su propio significado.
Esta triste realidad constituye sin duda la noticia más relevante del verano y todo hace presagiar que de no encontrarse a la mayor brevedad posible, una solución para esta inmigración sobrevenida, Europa tendrá que cambiar la naturaleza de un pensamiento ciertamente intolerante con los extranjeros y amoldarse, del modo que sea, a la posibilidad de tener que abrir sus fronteras, permitiendo la entrada a todos estos seres desesperados que son, en muchos casos, producto de situaciones extremas que los grandes líderes han ayudado a provocar, por colaboración u omisión, durante los últimos años.
La crudeza de los tiempos de crisis, los problemas originados fundamentalmente en el sur europeo e incluso la pobreza generada por los recortes impuestos, parecen carecer de importancia ante el drama personal que arrastran estos miles de refugiados que a diario se juegan la vida, por mar o por tierra, huyendo desesperadamente del horror de una guerras que ya se han cobrado miles de víctimas inocentes y que no tienen visos de terminar, sino más bien de recrudecerse, en una especie de vuelta de tuerca que convierte en peor que el anterior, cada uno de los días que van transcurriendo.
La misma Europa que nunca terminó de entender, por ejemplo, la gravedad de las olas migratorias que llegaban a España a través del estrecho, se ha encontrado de pronto, con un problema cuya magnitud sobrepasa exageradamente cualquier intento anterior por alcanzar el paraíso de la civilización que se contempla desde los lugares más desfavorecidos y ahora sí, tendrá por fin que tomar decisiones de peso, si como dice, no puede tomar   bajo su protección a los cientos de miles de refugiados que pretenden establecerse al amparo de sus fronteras.
Alemania, Suecia o Finlandia, los destinos más deseados por todos aquellos que consiguen pasar hasta los improvisados campos en los que se hacinan en espera de poder circular libremente por los países comunitarios, se dan ahora de bruces con una realidad que durante años han ignorado sistemáticamente, al no verse afectadas en ningún caso, por un problema que sin embargo, conocen bien Italia o España, por experiencia propia.
Sin embargo, vistos los acontecimientos vividos por los europeos, sobre todo por los del sur, desde que se iniciara la crisis, que la Señora Merkel y sus socios habiliten una vía de solución para que estas personas puedan alcanzar finalmente un estatus de dignidad, parece algo imposible de creer, sobre todo teniendo en cuenta que ni siquiera han sido capaces de proteger la dignidad de los habitantes comunitarios, a los que han, literalmente, masacrado con sus políticas económicas.
La búsqueda de un camino que nos permita compartir con estos refugiados políticos lo poco que nos han dejado a los que aquí vivimos, puede sin duda convertirse en un dilema que seguramente y como siempre, acabará por resolver, la propia solidaridad de los pueblos y no la negociación de estos líderes que ahora nos gobiernan.
Y a pesar de que cualquiera de nosotros podría, en un futuro, encontrarse en la misma situación en la que estos seres humanos se encuentran, la dificultad del momento que atravesamos nos hace temer que está próximo el día en que lo que decidan los mandatarios europeos sea más bien, construir altos muros con los que preservar sus ansiadas posesiones y no abrir puertas que permitan acercarse  a estos seres humanos a los que se abandonará a su suerte, como si vivieran en otro universo y nada tuvieran que ver con nosotros.