martes, 31 de enero de 2017

Asuntos reales


Los ciudadanos nos habíamos preguntado muchas veces por qué los miembros de la familia Pujol continuaban en la calle, a pesar de los muchos delitos financieros que se les imputan y ha tenido que ser de nuevo la prensa, la que nos ofrezca una explicación, que sin haber sido aun demostrada, parece tener sentido aunque la historia parezca, a primera vista, bastante rocambolesca.
Esta explicación, conocida ayer mismo, relaciona directamente al antiguo Rey Don Juan Carlos, con unas cuentas en Suiza gestionadas a través de la Gurtel y de las que Jordi Pujol parecía tener conocimiento, insinuando que la policía intentó desvelar hace tiempo esta trama, pero que el CNI se encargó de parar que la información saliera a la luz, llegando a un pacto con los Pujol que garantizaba su impunidad, a cambio de su silencio.
El CNI no ha tardado nada en negar la veracidad de la historia, pero el tiempo transcurrido desde que se conociera el caso de los Pujol, sin que la justicia haya actuado aún en su contra, resulta ser altamente sospechoso y más aún, si se recuerdan aquellas palabras del ex President de la Generalitat, en las que amenazaba con que si se tiraba de una rama, en este caso los problemas de su familia, caería el árbol entero.
También llama poderosamente la atención que hace sólo unos días, Francisco Correa se negara a contestar a las preguntas formuladas sobre este tema por los  fiscales, argumentando poco más o menos que su respuesta podría hacer tambalearse los cimientos del Estado y declarando, literalmente, que si entraba en ese asunto, abriría las primeras páginas de todos los diarios del país, haciendo tácitamente alusión a la naturaleza del escándalo.
Mientras se aclara o no la autenticidad de esta noticia, que ningún medio se atrevería a ofrecer sin contar con alguna prueba que la respalde y que podría de nuevo poner a la familia real en el punto de mira, aunque continuamos a la espera de la sentencia del caso Urdangarín, ha empezado a correr como la pólvora por las redacciones de los periódicos, en un momento en que el comportamiento del nuevo Rey estaba siendo cuestionado, por su visita a Arabia Saudí, colocándole en la difícil situación de tener que decidir qué hacer con su propio padre, si llegara a probarse la existencia de las cuentas y la procedencia de ese dinero.
Habiendo apartado ya a su hermana  del más estricto ámbito familiar, la vergüenza de tener que admitir algo así de su progenitor, no debe ser plato de gusto para Felipe, que  ni siquiera cuenta con el apoyo de la totalidad de un Parlamento, en el que muchos de los Partidos que lo forman se han declarado abiertamente republicanos y contrarios a la figura de la Monarquía.
Ya la semana pasada, las revistas del corazón y algún que otro medio pusieron encima de la mesa la existencia de la relación amorosa del Rey emérito con una conocida vedette, asegurando que se había comprado su silencio por una cantidad cercana a los 500 millones de las antiguas pesetas, procedentes de los fondos reservados que presuntamente manejaba el CNI, según las fuentes que desvelaron la noticia.
De todos es sabido que durante muchísimos años la vida de los Reyes se consideraba para la prensa un tema tabú, pero los tiempos han cambiado y ha llegado la hora de que los ciudadanos tengan derecho a saber cómo vivía y cómo gestionaba sus finanzas el que durante mucho tiempo fue su Rey y que aún continúa representando a la nación en algunos actos, meramente protocolarios.
De probarse ahora que el mismísimo Rey manejaba cuentas en el extranjero, fuera de la mirada curiosa del fisco del país en el que era Jefe de Estado, el escándalo no sólo estaría servido, sino que además, habría obligatoriamente de asumir responsabilidades por estos hechos y si es cierto que se llegó a un acuerdo con los Pujol, la magnitud podría multiplicarse por mil, al implicar también de manera directa, la limpieza en el funcionamiento de la justicia.
Mucho hemos esperado los ciudadanos para recibir una información veraz, libre de injerencias políticas y ahora no se puede ni debe consentir que este asunto se vaya diluyendo con el paso del tiempo, sin que llegue a saberse, tal vez nunca, si la noticia era cierta y si finalmente lo es, no quedará otro remedio que exigir que se trate a Juan Carlos de Borbón, rey emérito, con la misma contundencia legal que se trataría a cualquiera de nosotros, en un asunto del mismo calado que éste.
La justicia ha de ser, forzosamente igual para todos y consentir la impunidad de los Pujol o del que fuera nuestro Rey, no puede sino generar una desconfianza total en la gente, difícil de regenerar, si se continúa consintiendo que escándalos de esta naturaleza, se pasen definitivamente por alto.



lunes, 30 de enero de 2017

Manda huevos


Parodiando aquella famosa frase pronunciada precisamente por Federico Trillo, a micrófono abierto, cuando era Presidente del Congreso de los diputados, manda huevos que hayan tenido que pasar más de catorce años para que un Presidente de gobierno del PP reciba a los familiares de las víctimas del Yak 42, una historia de terror que ha mantenido viva la lucha por el esclarecimiento de una verdad, que los políticos directamente relacionados con los acontecimientos, han tratado infructuosamente de  enterrar bajo una espesa capa de oscurantismo y de silencio.
Este cambio de actitud, que empezó a percibirse cuando la nueva Ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, accedió a reunirse con las familias y en el que ha tenido mucho que ver la heterogénea composición del actual Parlamento, no representa sin embargo, que se vaya a hacer todo lo posible por reabrir una investigación que se abandonó incomprensiblemente, dejando innumerables incógnitas por resolver, como sería el deseo de estos incansables luchadores, a los que ahora se dan nuevas esperanzas, pero a los que no quedan claras las intenciones reales de este Gobierno.
Sin poder cerrar un duelo que se mantiene fresco en sus corazones, incluso con más crudeza que el mismo día  que se produjo la tragedia, los familiares de los militares fallecidos, acuden a esta nueva puerta que se les abre, escarmentados por el trato vejatorio que durante todo este tiempo han recibido y exigiendo, porque ya no les queda nada más que perder, primero, que aparezcan los contratos de los aviones que desaparecieron misteriosamente, en la etapa de Trillo y después, que se trate por todos los medios de impedir la incorporación al Consejo de Estado del ex Ministro, al que siempre consideraron como primer responsable de lo que ocurrió y de los sucesos que después se derivaron de la espantosa gestión de su tragedia.
No se puede olvidar que Mariano Rajoy reaccionó, hace sólo unos días, a la pregunta de un periodista sobre lo ocurrido con el Yak42, diciendo que consideraba el caso resuelto y que además, ya había pasado mucho tiempo, como dando por buenas las conclusiones que entonces presentara el Ministerio que dirigía Trillo, a quién se premió después, nombrándole Embajador en Londres, eximiéndole así de cualquier responsabilidad, no sólo en la contratación de aviones que no se encontraban en situación de volar, sino también de la terrible confusión que se provocó con la identificación de los cuerpos.
Sin que sepamos aún qué piensa decir u ofrecer el Presidente a quienes se van a reunir con él esta mañana, la indiferencia demostrada por el PP, durante estos catorce años, ante el profundo dolor de las familias que perdieron en este accidente a sus seres queridos, no parece augurar que en ningún caso se atreva ahora a darles la razón y menos aún, que se atreva a indagar profusamente en algo que de llegar a esclarecerse hasta sus últimas consecuencias, podría perjudicar seriamente no sólo la imagen de su Partido, sino que también pondría en tela de juicio la falta absoluta de ética de algunos personajes que han sido pilares en el PP, aunque ahora hayan quedado relegados a puestos de retaguardia, si bien conservando un honor, que quizá nunca merecieron.
Expectantes, los ciudadanos aguardamos, más que lo que pueda ocurrir en el encuentro, las medidas que puedan tomarse a continuación y que debieran ser contundentes, si de verdad se quiere cerrar esta herida abierta en el corazón de los familiares de los militares fallecidos entonces y también de todos los españoles.
Este negro episodio de nuestra historia reciente, merece ser clarificado, sin que se ahorren medios en conseguirlo y caiga quien caiga en el intento.
Lo merecen, los que han luchado sin rendirse jamás, durante estos últimos catorce años, contra un gigante de incomprensión que no ha hecho otra cosa, más que mancillar los nombres de sus muertos y sobre todo, para que sea  imposible que hechos como estos puedan llegar a repetirse jamás, porque las vidas de las personas, militares o no, han de estar necesariamente por encima de las finanzas y de los turbios negocios que se mueven en las trastiendas, sin que la mayoría de las veces, lleguemos a saberlo.



Medidas desesperadas


Nueve días ha tardado Donald Trump, en poner en marcha unas cuantas de sus más polémicas promesas electorales, como si le faltara tiempo para justificarse ante un electorado cuya verdadera ideología supone todo un enigma y como intentando demostrar que es capaz de hacer realidad todos aquellos mensajes explosivos que lanzó, a lo largo y ancho de su vasto País, cambiando el rumbo de una serie de acontecimientos que no sólo preocupan a EEUU, sino también al resto del mundo.
Empeñado en hacer visible la fuerza con la que ahora cuenta, por ocupar uno de los cargos más importantes de cuántos existen en la tierra, borrar en la medida de lo posible, el paso de su antecesor, Obama, por la Presidencia, parece haberse convertido en su prioridad más absoluta y poco o nada le importa, si con ello se convierte en detractor del medio ambiente, como en el caso de los oleoductos, o transforma en enemigos cervales de su Nación, a países que hasta ahora se consideraban aliados de USA, como es el caso de su vecino México, con quién ha iniciado un litigio, a causa del muro, de incalculables consecuencias.
 Pero sin duda lo peor, ha sido impedir el libre tránsito de los ciudadanos provenientes de siete países musulmanes, por Estados Unidos, llegando incluso a detener en las aduanas a los pocos valientes que se atreven a llegar hasta los aeropuertos, aunque las aerolíneas de las naciones en cuestión, ya se están encargando de filtrar escrupulosamente, el embarque de estos viajeros.
Traspasando todos los límites de las leyes internacionales y violando gravemente los principios de la propia ética, sobre la libertad de circulación, Trump dice pretender acabar del todo con el riesgo de terrorismo islamista, aunque provoque con su actitud un efecto rebote que ponga en pie de guerra a la enorme comunidad islámica que ya vive en EEUU.
 Todos hemos oído las declaraciones que durante la Campaña ha venido haciendo este candidato republicano, ahora convertido en inesperado Presidente, que ha llegado a decir, en una especie de incomprensible delirio, que la única manera de acabar con ISIS sería la de liquidar a los familiares de los terroristas, equiparando su pensamiento con el de los radicales a los que pretende combatir, sin ahorrar en bombas, literalmente.
Llama la atención, sin embargo, que en la lista de países vetados no se encuentre Arabia Saudí, al que se considera como el principal financiador de las armas utilizadas por ISIS, quizá porque los intereses comerciales establecidos entre este país y EEUU, pesa más en la balanza, que las supuestas buenas intenciones de Trump, inexplicablemente.
Pero este afán de cumplir escrupulosamente con las medidas estrella de su Campaña puede tratarse de una cortina de humo que oculte las verdaderas intenciones del recién estrenado Presidente y sobre todo, lo que hará, durante el resto de la legislatura que ahora empieza y que podría tener que ver mucho más con el mundo de los negocios a gran escala a los que siempre se ha dedicado, que con el bienestar de unos seres humanos, americanos o no, a los que desde luego, no respeta.
Peligrosamente cerca de los movimientos ultraderechistas europeos y empeñado también en un acercamiento con Putin e incluso con el líder de Coirea del Norte, con el que ha manifestado su intención de hablar, la política de Trump parece encaminada a un nacionalismo carpetovetónico, que choca frontalmente, por ejemplo, con la globalización defendida por Europa, por lo que la inquietud de los líderes de las principales naciones del viejo continente, va creciendo considerablemente, a medida que van pasando los días.
Françoise Hollande, ya se ha atrevido a sugerir que se debe luchar con contundencia contra la que podría ser, a partir de ahora, la política norteamericana y de seguro, no le faltará el apoyo de sus socios comunitarios, que ven peligrar los intereses de la Unión, a la que Trump acusa directamente, de estarse aprovechando, en varios frentes, de los recursos norteamericanos.
Y aunque en su propio país está encontrando una contestación, hasta ahora desconocida a pocos días de la llegada de un nuevo Presidente, nada hace presagiar que este carismático personaje tenga previsto, en este inicio de mandato, abandonar su intención de continuar cumpliendo una a una, todas sus macabras promesas.
Pasar por alto lo que está ocurriendo, no puede convertirse, en ningún caso, en una salida para el Continente europeo y más que nunca, aquí y ahora, es necesaria la unidad para poder combatir con urgencia, tamaño despropósito.
El peligro que supone que una gran parte del poder de la tierra se encuentre en las manos de un individuo como éste,  recuerda y mucho, episodios pasados de la historia que no trajeron, precisamente, paz a este mundo nuestro.
Entonces fueron los judíos, hoy son los musulmanes, pero la xenofobia, el odio insuflado a la población de occidente, contra un colectivo concreto, no puede, sino acarrear, por una y otra parte, un reguero de violencia indeseable e irreflexiva, que ninguno de nosotros desea.

Los cuatro años venideros, marcarán el rumbo de nuestra futura historia y no creo que a nadie le guste ser recordado como protagonista de un periodo de involución del que seguramente costará sangre, sudor y lágrimas, salir, si no se cambia pronto esta dinámica tenebrista.

jueves, 26 de enero de 2017

En la inopia


Decepcionante, la manera de comportarse del Presidente Mariano Rajoy, en la entrevista que le ha concedido esta mañana a Carlos Alsina, en Onda Cero y en la que ha dejado claro que llevaba un camino marcado, bien por sus asesores o por decisión propia, del que no ha querido apartarse y que no era otro que hacer gala de los supuestos logros conseguidos desde que se hiciera con el poder, en 2011 y presionar para tratar de hacerse con el apoyo del PSOE, para poder salir airoso de la presente legislatura, sin tener que abandonar los intereses políticos que defiende y que no suelen coincidir en nada, con los que mejorarían el nivel de vida de la mayoría de los ciudadanos.
Esquivo y reservado, como suele ser habitual en él, ha evitado contestar a las preguntas que pudieran comprometerle, sobre cualquiera de los múltiples frentes que tiene abiertos, dentro y fuera de su Partido y poco o nada le ha importado ofrecer a los oyentes de la emisora una imagen de ignorancia supina, que no se correspondería en nada con la lógica preparación en los temas de actualidad, que debiera caracterizar a cualquier Presidente.
Muy especialmente, cuando el periodista ha tratado de abordar el tema del juicio de la Gúrtel y de recabar la opinión personal que Rajoy tenía sobre el que constituye uno de los mayores casos de corrupción de los últimos tiempos y que atañe directamente, como imputados, a muchos que ocuparon cargos de relevancia en el seno de su Partido, Mariano Rajoy se ha limitado a contestar escuetamente que su atención se centraba únicamente en la difícil tarea de gobernar, llegando a admitir que desconocía del todo, no sólo el desarrollo del juicio, sino también que los abogados del PP, habían solicitado con anterioridad, que la causa fuera sobreseída.
De nada ha servido la insistencia de Alsina, a quién ni siquiera se ha atrevido a mirar a los ojos abiertamente, llegando a producirse entre los dos, una especie de tenso silencio que denotaba la incredulidad del periodista, ante lo que estaba sucediendo y también que Rajoy prefería dar la impresión de ser un ignorante, que mojarse las manos en un asunto del que prefiere no hablar, quizá por ese miedo a cometer algún error de peso, en la evaluación de unos acontecimientos que, por qué no decirlo, le han tocado demasiado cerca.
Poco importa a Rajoy que los ciudadanos tengan derecho, no sólo a conocer la verdad de lo que ha ocurrido con los caudales de todos, a lo largo de los últimos tiempos, sino también a recibir explicaciones detalladas de parte del que ocupa la Presidencia de su Gobierno y que se encuentra obligado a mantener informado al país, de temas que como este que nos ocupa, constituyen una flagrante violación de la Ley y por eso está siendo juzgado actualmente.
Porque le guste o no a Rajoy, hable o calle, según su voluntad, la Gurtel siempre estará vinculada al PP y a la ambición desmedida que demostraron durante años, muchos de sus relevantes miembros y no habría más que tirar de hemeroteca para comprobar dónde se encuentran las raíces de este caso de corrupción y la cercanía personal que los imputados tenían con el Presidente.
Tratar de convencer a la audiencia de su desconocimiento sobre el tema, suena demasiado a estrategia preparada meticulosamente para huir del compromiso de tener que enfrentarse a los fantasmas que le persiguen, sin ofrecerle siquiera una tregua.
Y habría que aclarar, ya lo hemos dicho muchas veces, que el grado de  inteligencia de los ciudadanos de este país resulta ser mucho más elevado del que se les presume cuando se trata de maquillar asuntos de fea apariencia, por lo que este tipo de maniobras, no hacen, sino mermar considerablemente la credibilidad del interlocutor que las utiliza, dejándole, perdonen la expresión, con el culo al aire, delante de toda la audiencia.
A todos nos consta que Rajoy, lo confiese o no, está mucho más que preocupado por lo que ocurre y pueda ocurrir en el juicio de la Gurtel, o en cualquier otro de los muchos frentes en los que la gente de su Partido, se sienta en los banquillos.

Y más que le van a preocupar, porque en cuanto empiecen a conocerse las sentencias y muchos de los que fueron sus íntimos sean condenados, de facto, por apropiarse de lo ajeno, en algún momento, tendrá que emitir su opinión, pues de lo contrario, pasaría a la historia como el Presidente que menos respeto demostró hacia los medios de comunicación de un país, en  el que afortunadamente para todos, aún rige la libertad de prensa. 

miércoles, 25 de enero de 2017

Pecados capitales


Se desmorona por momentos la imagen ideal que se tenía sobre la unidad en Podemos y a medida que pasan los días se van haciendo más evidentes los terribles desencuentros que se dan entre Iglesias y Errejón, sin que ninguna de las otras voces autorizadas, como la de Bescansa o Rodriguez, consigan amainar el temporal que parece haberse desencadenado entre dos corrientes opuestas, incapaces de hallar un punto intermedio en el que converger, por el bien de una gente que había puesto todas sus esperanzas en que se pudiera conseguir un cambio político, sobre todo, incruento.
Los pecadillos veniales que hasta ahora habían cometido estos líderes, casi siempre motivados por su falta real de experiencia, se han ido agravando, primero, con los cruces de acusaciones mutuas que se han venido lanzando a través de las redes sociales y después, a causa de la vanidad que suele acompañar a todos aquellos que en algún momento de su vida tocan con sus manos algún tipo de poder, perdiendo la memoria de lo que fueron sus primeros comienzos e intentando ascender en una escala de valores bien distinta a la que manejamos el resto de los humanos, por pura inconsciencia.
A mí me parece que a Podemos le sobra en general, juventud y que adolece, seguramente por voluntad propia, de líderes de peso con una trayectoria política y humana de la que los recién llegados podrían aprender, pues nadie nace sabiendo y la experiencia es un grado que solo se adquiere, con el paso de los años.
Ya sabemos que en general, los viejos políticos, fundamentalmente los que proceden de los dos grandes Partidos que hasta ahora se han alternado en el poder, no han sabido evolucionar en el sentido que de ellos se hubiera esperado y que una gran parte, se han acomodado plácidamente en un lugar de privilegio, del que no hay manera de apearles, si no es a base de golpes de efecto, que en cierta medida, remuevan los cimientos de sus conciencias.
Pero ser mayor, no ha de suponer necesariamente haberse vendido en algún momento de la vida y el empeño de Podemos en mostrarse como un Partido dirigido exclusivamente por jóvenes, como si de repente hubieran desaparecido de la faz del país, todos aquellos que superaron los cincuenta,le resta una importante fuente de credibilidad y desdeña los sabios consejos que seguramente podrían recibir los recién llegados y que nada tendrían que ver con su indiscutible preparación y mucho con la astucia que genera haber vivido situaciones diversas y lo que se ha aprendido, in situ, de cada una de ellas.
Está muy claro que el camino emprendido por Iglesias y Errejón no acabará llevando a buen puerto y que o bien por endiosamiento personal o porque los equipos que conforman su entorno no son capaces de arbitrar soluciones que convenzan, lo único que puede ocurrir, cuando se celebre el acto de Vista Alegre, es que una de las dos posturas se acabe imponiendo a la otra por la fuerza, produciendo un terrible desgaste, en la idea de lo que tendría que ser Podemos.
 Parece, como si se hubiera olvidado que el Partido procede directamente de los movimientos asamblearios del 15M, que se caracterizaron por saber encauzar de una forma abierta y sincera, todas y cada una de las innumerables intervenciones que se produjeron en las tribunas de las calles y que consiguieron aunar el paso de los millones de participantes, aunque hubieran llegado allí, desde distintas procedencias.
Y es precisamente esa unidad, sin cortapisas, la única que puede salvar los cimientos que se crearon en aquel momento y que constituyeron la sólida base capaz de mover a los ciudadanos, devolviéndoles la ilusión en el triunfo de las nuevas ideas.
Haberse convertido en líder de aquella Revolución, ha de ser, necesariamente, un honor para los que ahora se sientan, gracias a nuestros votos en el Parlamento y a los que únicamente exigimos, que luchen por hacer mejor el país, en base a los principios que entonces todos asumimos como nuestros.
Poco, nada, importan sus nombres. Están dónde están, porque nosotros quisimos. Y si no son capaces de arbitrar un camino por el que confluir, tal vez haya llegado el momento de dar un paso atrás. Ni Iglesias ni Errejón son, para los que creemos en Podemos, imprescindibles.



martes, 24 de enero de 2017

Imborrable


Se cumplen cuarenta años de la terrible matanza de Atocha, en la que cinco defensores de una incipiente Democracia, que luchaban aún clandestinamente, por los derechos de los trabajadores de este país, se toparon con las pistolas asesinas de una ultraderecha, que se había propuesto contundentemente terminar con los sueños de libertad que soplaban tímidamente entre nosotros, después de los cuarenta años de oscuridad, que había supuesto la Dictadura.
Yo vivía entonces en Madrid y a pesar de que los acontecimientos en aquel mes de Enero, ya preludiaban algún tipo de tragedia, la noticia nos sorprendió como un mazazo que nos heló la conciencia y que incluso nos obligó a replantear qué hacer con la información que por aquel entonces manejábamos y que era como un tesoro con el que luchar por que se conociera la verdad de lo que realmente estaba ocurriendo, pues se empezó a temer que se produjera una noche de cuchillos largos, si los asesinatos tenían un efecto rebote en todos aquellos que no se resignaban con el sendero que  estaba tomando en la Nación y que conocían perfectamente la identidad de mucha de la gente de la izquierda.
Los crímenes se vivieron en la capital de una manera absolutamente diferente, pues la cercanía física suponía en sí misma, un hándicap para los que defendíamos, desde posiciones diferentes, que el proceso democrático pudiera llegar a coronarse y a lo largo de toda mi vida, muchas veces he llegado a pensar que la izquierda tuvo en aquellos momentos, una especie de mágica iluminación que le dictó el camino a seguir, y que no fue otro que huir de una provocación que seguramente estaban esperando, los que teníamos enfrente.
No ha habido en las calles un silencio más denso que el que reinó en aquel entierro, ni una emoción más contenida que la que ascendió a los cielos de Madrid, durante aquel interminable cortejo. Jóvenes, viejos y niños, con la imagen de la tragedia escrita en el rostro, con los ojos llorosos y ese frío que atenazaba las manos unidas en un abrazo fraternal, consiguieron poner la cabeza por encima del corazón, evitando lo que podría haber sido una masacre, si algo hubiera fallado y se hubieran llegado a producir algunos enfrentamientos.
Era el pueblo gritando con la elocuencia del inmenso silencio, que el tiempo de las pistolas, de las revanchas, de la violencia y el rencor, tenía que terminarse para siempre y que no bastaba el derramamiento de la sangre de aquellos inocentes, para frenar el empuje de una revolución popular, hastiada de la presión de las cadenas.
No hubo jamás, un dolor más sentido que aquel de aquellos días, ni un esfuerzo común más admirable que aquel que tuvimos que hacer, para que no se nos escapara de las manos la posibilidad de ver la luz, después de cuarenta años de tinieblas.
Aquellos mártires que  recordamos, para que se sepa, nunca tuvieron justicia y aún hoy, después de cuarenta años, muchos continuamos preguntándonos quiénes estuvieron detrás de la organización de aquel asesinato cobarde, pero nunca nos vencieron.
Continuamos adelante y seguimos, algunos durante toda la vida, su ejemplo y aunque las cosas después derivaran hasta traernos a la situación que hoy vivimos y muchas veces haya que sacar fuerzas de flaqueza, sobre todo por razones de edad, para continuar en la lucha, basta recordar la dureza terrible de aquellos tiempos, para evitar la rendición y contribuir, cada uno dentro de nuestras propias posibilidades reales, a procurarnos un futuro mejor y más honesto.

Los que estuvimos allí, los que recorrimos las calles de la mano, en un ejemplo de unidad, sólo comparable a la que se produjo tras los atentados del 11M, conservamos fresco en la memoria el recuerdo y siempre podremos decir con orgullo que superar aquella espantosa dificultad, sobrevivir al horror y no caernos, fue una de las cosas más importantes que hicimos en la vida y que siempre estaremos orgullosos, de nosotros mismos y sobre todo, de aquellos que eran nuestros muertos.

lunes, 23 de enero de 2017

Hablando de Podemos


No resulta fácil hablar de lo que está ocurriendo en Podemos, ni tampoco discernir por cuál de las corrientes que emergen en su interior decidirse, sobre todo cuando en el momento en el que vivimos, la izquierda necesita más que nunca caminar en unidad, si es que verdaderamente se quiere cambiar el rumbo que ha tomado la política en los últimos años, en este querido País nuestro.
El intercambio de opiniones, de viva voz o a través de las redes, protagonizado por Iglesias y Errejón, que juntos hicieron saltar la chispa de la ilusión en una buena parte de los ciudadanos y cuyo ascenso a las Instituciones consiguió transformar la composición anodina del Parlamento, se está convirtiendo, más que un debate ideológico perfectamente aceptable cuando se milita en un Partido que proviene de los movimientos asamblearios del 15M, en un tira y afloja personal que descorazona considerablemente a todos aquellos que vimos en Podemos una posibilidad real de salir del gravísimo bache en el que nos habían sumido los señores del bipartidismo y muy especialmente, los del Partido Popular, durante los años de mayoría absoluta, en los que ha gobernado nuestro bienestar humano y social, a golpe de Decreto.
El carisma de ambos líderes no admite discusión y precisamente por ello, porque el tándem que formaban permitía flexibilizar el amplio abanico de las diferencias en la izquierda, las cosas han marchado tan bien, arrastrando a simpatizantes e inscritos de muchas y variadas corrientes, que hasta ahora habían logrado convivir, a base de diálogo pacífico , en el seno de esta gran familia que se ha formado, a lo largo y ancho de nuestra geografía.
Puede que el punto de inflexión se diera, aunque nadie quisiera admitirlo, cuando hubo que hacer frente a las negociaciones con el PSOE de Pedro Sánchez y la moderación que preconizaba Errejón, como jefe de campaña, no lograra más que mermar apoyos, a pesar de que IU se sumara al acuerdo y puede que hasta fuera un error tratar de reprimir la radicalidad natural del discurso de Iglesias durante sus intervenciones, pero un momento puntual, no puede ni debe marcar para siempre las relaciones entre los integrantes de una Formación y es necesario pasar página, si lo que de verdad se desea, es afrontar nuevos retos.
El estrepitoso fracaso de los socialistas, no ha debido, de ningún modo, hacer mella en la manera de mirar al futuro que le corresponde a Podemos y menos aún, arrastrarle con él al mismo abismo de indecisión, de luchas internas y de ambiciones personales en el que ahora se debate el PSOE y que podría dar lugar a un hundimiento similar al que sufre este Partido, dejando huérfanos a los votantes de izquierda.
Si lo que se desea es que de Vista Alegre salga una Formación reforzada que pueda optar realmente a la consecución del poder, tanto Errejón como Iglesias, deben aprender a ceder en sus planteamientos y ser capaces, con inteligencia, pero sobre todo con astucia y mano izquierda, de hallar un camino de reconciliación que en lugar de mostrar abiertamente las distancias que les separan, constituya un intento contundente de caminar en unidad, porque ésa y no otra, es la actitud que de ellos esperan, aquellos que les eligieron.
Ser capaces de conseguirlo, ha de ser absoluta prioridad para ambos, lejos de disquisiciones teóricas que no ayudan en nada a mejorar la situación real de los ciudadanos.
Hallar soluciones a los gravísimos problemas que padecemos, acercar las Instituciones políticas a la gente y procurar devolver la dignidad sustraída a este sufrido pueblo que tanto esperaba de ellos, ha de ser argumento suficiente para que ambos reconsideren su empecinamiento personal y se presten a arbitrar un reencuentro que posibilite en un futuro, una victoria.
Al final, va a ser verdad que existe una profunda brecha entre la teoría y la praxis. La historia, que tiende a repetirse periódicamente, lo ha demostrado muchas veces, aunque en el fondo habría que admitir, que el grueso de la población, de esos cinco millones y pico que decidieron poner su confianza en Podemos, prestándoles sus votos, poco o nada entienden de hipótesis intelectualoides y mucho de si pueden o no, volver a tener sus necesidades primarias cubiertas, pudiendo contar con el apoyo de su Gobierno.
De pensadores fracasados, está el mundo lleno y aún continuamos encadenados a las premisas de este capitalismo feroz que está devorando la tierra, con la ayuda de los grupos más poderosos que avanzan con férrea unidad, sólo a favor de sus propios intereses.
Así que lo primero es actuar y poco o nada importa quién lidere este movimiento.
No parece de recibo jugar con las ilusiones que se tejieron alrededor de Podemos, por cuestiones que escapan a la sagacidad de los que decidieron sumarse al ejemplo de cambio que se proponía en un principio.
A veces, sólo hay que volver a los orígenes, para entender que es fácil no cometer errores cuando se parte de la razón y no se abandonan las líneas que se marcaron, para perderse por senderos que no conducen a ninguna parte, más que a la desunión y por ende, a la pérdida de confianza con la que se contaba anteriormente.



domingo, 22 de enero de 2017

El amo del mundo


Coronado Donald Trump, como nuevo Presidente de los Estados Unidos de América, el mundo aguarda estupefacto el inicio de su mandato, teniendo la impresión de que el orden establecido durante años y el modo de vida a que estamos acostumbrados en Occidente, empezará a tambalearse preludiando el inicio de una era desconocida que se nutre de malos augurios profundamente ligados al discurso empleado durante la Campaña electoral, por el que acaba de convertirse en el amo del mundo.
La toma de posesión, seguida de manera muy desigual por sus conciudadanos y conducida desde una estética faraónico-hortera absolutamente diferente en el fondo y la forma de la que se siguiera en la de su antecesor Obama y contemplada desde cerca por un público entre entusiasta e incrédulo que se había congregado, sin llegar a creer que un hecho tal estuviera de verdad produciéndose, no contó siquiera con la participación de los habituales famosos que han solido apoyar a todos los candidatos anteriores a éste y hasta el himno hubo de ser interpretado por una adolescente de dieciséis años que fue la única que se atrevió a prestar su voz para tal fin, quizá por no poder haber formado aún una opinión concreta, sobre la personalidad del nuevo Presidente.
Entretanto y no lejos de allí, miles de manifestantes se pronunciaban en contra de Trump, llegando en muchos casos a la violencia y mientras el protocolo continuaba y los Obama se despedían de la Casa Blanca, cientos de miles de mujeres organizaban por todo el país, actos de protesta contra el que por su discurso habitual y sus hechos, ha logrado ganarse a pulso el calificativo de recalcitrante machista.
Nunca antes, la llegada de un Presidente había suscitado en Estados Unidos tal controversia y cabe preguntarse, mirando alrededor, en qué momento, cómo y de qué manera, el pueblo americano empezó a perder el rumbo, atreviéndose a otorgar el poder a un candidato, con el que más de la mitad de su población no está de acuerdo.
Las medidas anunciadas por Trump, su reconocida xenofobia y ese americanismo trasnochado que le ha ayudado tanto a ganar terreno entre los miembros del Tee party y en la América profunda, su declarado nacionalismo  obsoleto y la patética teatralidad con que acomete todos sus actos, no resultan nada tranquilizadoras para los que hasta ahora se habían considerado como socios políticos de USA, que consideran al recién llegado como un intruso procedente del mundo de los negocios, que ha conseguido introducirse por la fuerza del dinero en un oficio del que nada sabe y cuya práctica puede generar para otros países, una profunda negatividad que no están dispuestos a aceptar, de ninguna de las maneras posibles.
Su idea de encerrar a los Estados Unidos en un muro de contención que le separe de cualquier injerencia de otras culturas, el odio que demuestra hacia los millones de extranjeros que durante años se han establecido allí y su afán por explotar únicamente dentro del país todos los recursos y negocios presentes y futuros, sugieren una especie de aislacionismo superpoderoso, que abandona la forma de globalización que ha caracterizado las últimas décadas, mermando el intercambio  entre naciones que para muchas de ellas, resulta necesario para sobrevivir y que sin poder acceder al mercado americano, sufrirían de una muerte lenta.
Las pasiones que levanta en los movimientos ultraderechistas europeos y el repentino acercamiento a Rusia, que parece haberse propuesto, a pesar de que tradicionalmente han mantenido una enemistad irresoluble, parecen sugerir una transformación radical del modo de entender la política que se practicará durante los próximos cuatro años y `podría influir muy negativamente en los resultados que se produzcan en los próximos comicios que se convoquen pronto en el viejo Continente.
Nos guste o no, la influencia de lo que ocurra en esta parte del mundo, habrá también de afectarnos indefectiblemente a nosotros y habremos de prepararnos para ello.
Esto no ha hecho más que empezar y sólo queda rogar que al recién elegido no le sea permitido cumplir la mayor parte de las promesas que ha lanzado durante la sucia campaña que ha protagonizado con tan buena fortuna para sus propios intereses.
Algo va a cambiar en Estados Unidos. Quizá estamos asistiendo al principio de la caída de un Imperio.




jueves, 19 de enero de 2017

El abuso de las Eléctricas

Lo de las Eléctricas en este país está resultando tan descaradamente escandaloso, que resulta imposible establecer una comparación con cualquier otro asunto relacionado con mercancías de primera necesidad para la subsistencia y no parece que vaya a tocar techo, al menos mientras sigamos siendo gobernados por un Partido que no sólo no se atreve a poner límites a tamañas tropelías, sino que encima trata de justificar las inabordables subidas con que se grava a los ciudadanos, un día y otro también, con no se sabe qué argumentos que seguramente justifican después que se abran las puertas giratorias de las Compañías, para albergar en sus Consejos de Dirección, a todo el que decide retirarse de la vida política.
Estos negocios malsanos, que han demostrado por activa y por pasiva no tener corazón, cortando el suministro sin rubor, a todos aquellos que por problemas económicos derivados del paro que nos ha traído la Reforma Laboral de Rajoy, no pueden hacer frente a las abultadas facturas que les llegan, continúan sin embargo campando por sus respetos y doblando los precios en los días más crudos del invierno, sin encontrar oposición alguna por parte del Ministro encargado del tema y dudando de la inteligencia de los ciudadanos, a los que ni siquiera se nos permite entender los enrevesados informes que nos envían sobre nuestro suministro, sin que se les haya exigido nunca un poco de transparencia.
El absoluto abandono de las energías renovables que inició el Gobierno Rajoy, desde el mismo momento en que tomó posesión del   poder y que nunca se ha vuelto a plantear, a pesar de que vivimos en uno de los países más soleados de Europa, ha hecho crecer en el corazón de las eléctricas la esperanza de que al tratarse el producto que nos ofrecen de un artículo imprescindible para nuestras vidas, no nos quedará otro remedio que pagar por él aquello que se nos pida, aunque para ello hayamos de prescindir hasta de la comida, para cuadrar nuestras miserables cuentas.
Tampoco resulta fácil contestar al atropello, cuando las temperaturas bajan de cero y aunque merecen nuestro más absoluto desprecio, por jugar con nuestra salud de la manera que lo hacen, precisamente cuando más se precisa del suministro, la única solución del problema, pasa irremediablemente por un plante político y por empujar a este Gobierno, impasible ante las desgracias de los españoles, a dar un puñetazo en la mesa, aunque sea a base de Decreto, cosa que no les costará trabajo, si se tiene en cuenta la cantidad de ellos que han firmado, sin contar con la aquiescencia de nadie.
Como eso no pasará, estamos seguros de ello, queda en manos de las demás fuerzas políticas forzar algún tipo de acuerdo o mucho me temo que la situación acabará por desbordarse en breve, produciendo una desestabilización social, de esas que tanto odian los Ministros conservadores, pero que en casos como el que nos ocupa estaría absolutamente justificada, a la vista de los abusos que estas Compañías están cometiendo, con la totalidad de los ciudadanos.
Y si para ello hay que nacionalizar, que se nacionalice. Como ustedes comprenderán, a  las familias nos importa bien poco que la electricidad la suministre una Compañía o el Estado y lo único que nos preocupa es poder sobrellevar los fríos del invierno y las altas temperaturas de los veranos, al menos, con cierta dignidad y no teniendo que hacer cábalas todos los meses, para poder responder al odioso recibo, que se está convirtiendo en una pesadilla, de la que no vamos a despertar nunca, si nadie lo remedia.
Así que habrá que exigir al PSOE y a Ciudadanos que en nombre de la más pura justicia retiren su apoyo al PP, al menos en este tema y que empiecen a cumplir las magníficas promesas que hicieron durante las campañas electorales, a favor de la justicia social, obligando a su socio prioritario a actuar con urgencia, ya que está en juego su credibilidad para próximas ocasiones, cosa que no conviene a ninguno de los dos, si pretenden continuar teniendo alguna importancia, en el plano de la política.
Y no basta con las paupérrimas ayudas sociales que se han venido ofreciendo como un triunfo y que ni siquiera consiguen atajar el más grave de los problemas, que es el corte de la energía, sino que habrá que optar por la contundencia, que es el único idioma que parecen entender aquellos que hoy ocupan el poder y que necesitan desesperadamente de su ayuda, para poder seguir haciéndolo.

No he oído sin embargo, ni a Susana Díaz, ni a Rivera, dar un ultimátum a Rajoy, en este asunto de las Eléctricas. Debe ser porque esperan ser acogidos por ellas, como ha ocurrido con muchos de sus ilustres compañeros, cuando los españoles nos cansemos de votarlos y los obliguemos a retomar el camino de una vida civil, que resulta muy duro cuando no se tienen contactos y hay que buscarse el pan debajo de las piedras.

miércoles, 18 de enero de 2017

El Club de las ilustres idiotas


Cómo me gustaría pertenecer a ese Club de las ilustres idiotas, del que ya forman parte mujeres de renombre como la Infanta Cristina, la ex Ministra Ana Mato, la Pantoja y también desde ahora, la esposa de don Luís Bárcenas, todas ellas con formación académica o artística, ricas por cuna o por adquisición posterior, pero despreocupadas del todo de lo que ocurre en su entorno más cercano, quizá por aquello de que la vida es bella cuando se cuenta con haberes que surgen espontáneamente, sin que haya que trabajar para conseguirlos, como nos ocurre al resto de las sufridas ciudadanas que habitamos este país nuestro.
Cómo me gustaría despertarme en un Palacete de Pedralbes o en cualquier otro sitio, sin saber cómo he llegado allí, ni si puedo o no pagar la millonaria hipoteca que sin duda me han concedido los bancos, por estar en el Club o no darme cuenta de que en mi garaje descansa   ,sin que yo me haya percatado de su presencia, un Jaguar que ha debido llegar allí sin conductor y que como seguramente está enfundado, ni siquiera me toca la curiosidad de destapar, ya que el chófer no ha mencionado nada, cuando me llevó a las tiendas del Centro.
Cómo me gustaría, que a mi casa llegaran bolsas de basura llenas de billetes de quinientos, aunque yo nunca las viera o creyera, tonta de mi, que contienen desperdicios procedentes de la cocina o cartones de esos que envuelven los muebles de Ikea,  que una tiene que armar a golpe de destornillador, cuando no se cuenta con la ayuda impagable de un servicio que te evite estos sofocones, aunque luego se les pague en negro y se le exijan cláusulas de confidencialidad, seguramente para que no puedan declarar nunca que la señora es tonta de remate y que a pesar de haber estudiado carrera, nunca se entera de nada.
Cómo me gustaría aterrizar en Suiza, creyendo firmemente que mi marido me lleva hasta allí para que admire la monumentalidad y la naturaleza que caracteriza a esta tierra y quedarme atónita ante los escaparates de las relojerías, aunque esto me impidiera advertir que el cónyuge falta de mi lado durante un buen rato, porque ha entrado en alguno de los múltiples bancos en los que nunca se hace nada bueno, o a lo mejor sí, según se mire y dependiendo de las cifras que engrosen mi cuenta.
Cómo me gustaría tener esa apariencia bobalicona de no haber roto un plato y la mirada perdida en el cielo que siempre cubre las entradas de las salas de justicia en las que se han empeñado en interrogarnos por problemillas insignificantes que a mí, ni me van, ni me vienen, pero que seguramente por el cauce que está tomando la política en esta España nuestra, han empezado a cobrar una inusitada importancia que nunca tuvieron, a pesar de que estas cosas han ocurrido, entre los de esta clase, durante toda la vida.
Cómo me gustaría que las del Club me admitieran entre ellas, incluso aunque tuviera que renunciar a la sagacidad natural que te da el haber tenido que ser pobre desde que una naciera y hasta a la intención de preguntar  qué o quién mantiene el tren de mi plácida subsistencia, pues al fin y a la postre, el caso es vivir bien, aunque la sociedad te considere tonta de capirote y tu vocabulario se reduzca, obligatoriamente, a tres o cuatro frases inconexas.
En su lugar, una se levanta por las mañanas en la cama de siempre, con auténticos remordimientos por encender la calefacción, sea lo crudo que sea el invierno y vaga por la casa, que como es habitual, no ha cambiado absolutamente en nada durante toda la noche, se recompone como puede para enfrentarse a la rutina diaria de empezar a trabajar y sale a la calle rogándole a todos los santos que no le hayan robado el coche de catorce años que ayer quedó aparcado en la esquina y sobre todo, que arranque el cabrón y que no te deje tirada, porque vas con la hora pegando al culo y aún tienes que pasar por el banco, que probablemente te desahucie, si advierte que no has pagado el recibo de la hipoteca, la luz o el teléfono.
Sin nadie que te sirva, no te queda otra que hacer la puta compra, que se está convirtiendo en un Máster en Economía familiar, cuyas enseñanzas hay que aplicar antes de adquirir todos y cada uno de los productos y que por mucho que lo intentes, te pone contra las cuerdas cada vez que llega el fin de mes y no te digo nada, si se mete por medio alguna fiesta.
Ya me gustaría a mí, que me celebraran por sorpresa los cumpleaños de los niños, sin tener que preguntar en  cien locales buscando una rebaja de un euro por cubierto y que me mandaran de vacaciones al Caribe o pusieran un yate a mi disposición para recorrer las islas griegas, en lugar de tener que hacer más números que un contable para buscar un apartamento de playa en el que los muebles datan del año cuarenta del pasado siglo y encima, estar contenta, porque se me concede la oportunidad de hacer las labores domésticas en otro lugar, que no sea esa casa que compartimos con el banco, hasta que no pasen veinte años y de una vez, sea nuestra.
Las ventajas de ser idiota, como verán, resultan ser muchas más que los inconvenientes y aunque si me admitieran Club creo tendría serios problemas de comunicación con el resto del personal que lo forma, no vendría nada mal, aunque fuera por una temporada, descansar del estrés que supone andar todo el día de la Ceca a la Meca, esperando que no suceda algún revés, que te desequilibre el milimétrico plan que has de urdir para que el dulce hogar conserve el equilibrio y no se vaya todo al carajo, como suele suceder, en cuanto te surge algún imprevisto.

Lo único que me consuela, es tener la conciencia tranquila y mirar al que tengo a mi lado segura de que en ningún momento ha infringido la ley y sobre todo, que no guarda terribles secretos, ni oscuros negocios,  ni contabilidades en B y que no me entere yo que las tiene, por la cuenta que nos trae a ambos.

martes, 17 de enero de 2017

Los secretos de Bárcenas


Cada vez que declara delante de un Tribunal, Luís Bárcenas recurre a la misma estrategia. Da una de cal y otra de arena, manteniendo tensa la cuerda que por su pasado le une íntimamente al PP y lanza tácitos mensajes que son como afilados cuchillos que amenazan las principales cabezas conservadoras, aunque sin terminar de pronunciar los nombres que podrían revelar las oscuras vinculaciones de determinados personajes, con la extensa trama de corrupción que, presuntamente, se desarrollaba con toda normalidad, bajo el amparo de las paredes de Génova.
Los secretos que guarda Bárcenas y que seguramente nunca rebelará, pues terminará por conseguir todo aquello que pide a cambio de su necesario silencio, se han convertido en una especie de moneda de cambio con la que negociar la mejor salida posible para él y sobre todo, para limpiar del todo el nombre de su esposa, que siempre estuvo en entredicho por suponerse que conocía al pie de la letra cómo se desarrollaba la labor de su marido, al frente de su cargo en el PP, aunque nunca se la haya podido imputar, al carecerse de pruebas de peso y fundamento.
En esta tesitura, la aparición de Bárcenas estos días en los tribunales, no ha hecho más que corroborar que sigue jugando sus  cartas sabiamente y no ha aportado nada nuevo a todo lo que ya se conocía con antelación, más que una referencia, hecha con cierta dosis de cinismo, a la existencia de treinta cajas repletas de información, que al parecer guarda celosamente y cuyo paradero, a más de uno le encantaría conocer, por lo que pudiera representar su contenido.
No dice Bárcenas, sin embargo, si el material que encierran compromete a personas determinadas o simplemente a su antiguo Partido, pero deja entrever sibilinamente, que si llegara a hacerse público lo que allí se guarda, podría peligrar el apacible momento que viven los de Mariano Rajoy, que simplemente, no podrán respirar tranquilos hasta que no termine la larga cadena de procesos que tiene abiertos el que fuera su tesorero.
Algo hace creer que Luís Bárcenas nunca dirá dónde se encuentra este jugoso material y mucho menos, a qué se refiere, por lo que los medios ni siquiera han dado suficiente importancia a tal información, intuyendo que se trata de un nuevo aviso a navegantes, para que a ser posible, se vayan acelerando los acuerdos a los que probablemente han llegado encausado y Partido, sin que por supuesto se hayan hecho públicos, ni vayan a hacerse nunca, aunque existan.
Tampoco ha aportado Bárcenas nada novedoso con respecto al dinero que poseía en Suiza, ni ha podido probar cómo  obtuvo tan escandalosa cantidad, más que a través de una referencia repetida una y otra vez, a unas exitosas inversiones en arte, que según él, nada tienen que ver con la contabilidad en B que manejaba, ni por supuesto, con un Partido Popular, que de momento, va saliendo airoso de todas las sospechas.
Negando que su mujer conociera la existencia de esta cuenta, a pesar de que en alguna ocasión le habría acompañado a Suiza, Bárcenas deja claro que por encima de todo lo demás, su primera preocupación es que nadie pueda demostrar su complicidad, en ninguno de los enrevesados asuntos que él tiene pendiente con la justicia y que de algún modo pagará, según la información que finalmente rebele.
Por el momento, los oscuros secretos de Bárcenas, parecen estar a salvo de miradas curiosas y sólo si se torcieran las conversaciones que presuntamente mantiene con los responsables del que fuera su antiguo Partido, podrían estallar, llevándose por delante a una buena parte del aparato conservador, incluido el propio Gobierno.
A día de hoy, lo único que ha quedado claro, es que en este asunto nada importa el mal que se ha hecho a los ciudadanos y que con toda probabilidad, este tipo de acciones podrían repetirse sin que ocurra absolutamente nada y que la gente seguiría votando a los mismos sobre los que ahora recaen todo tipo de sospechas, como si corromperse fuera una obligación para los políticos de turno y los ciudadanos aceptáramos como algo natural, que ocurran escándalos como éstos.


lunes, 16 de enero de 2017

Rompiendo la unidad


Mientras Luís Bárcenas vuelve a declarar ante el Juez, sin acabar de tirar de la manta, pero admitiendo la existencia de una caja B en el PP, Pedro Sánchez, que aún no ha desvelado si se presentará o no a las Primarias del PSOE, se ha quedado estupefacto al conocer la candidatura de Patxi López y comprobar que le acompañan en su andadura, muchos de aquellos que creía sus incondicionales y que parecen haberle abandonado para colocarse al lado del ex Presidente vasco.
Traición o competencia, maniobra en connivencia con Susana Díaz para minar del todo las posibilidades de Sánchez o no, la candidatura de López, que siempre se declaró más cercano a los postulados de su defenestrado Secretario General, ha sido para muchos y en particular para una militancia con la que tan poco se cuenta, una sorpresa inesperada que complica aún más si cabe, el negro panorama que se cierne sobre este partido centenario, que navega a la deriva por causa de sus propios errores y que ni siquiera se pone de acuerdo en la línea política a seguir, mientras continúa alejándose de las preferencias de un electorado, que no puede comprender la podredumbre en que se mueve cierta clase política.
Encadenado en el momento actual a las exigencias de un Partido Popular, que le amenaza de forma reiterada con la convocatoria de nuevas elecciones, en el que se considera como el peor de los momentos, el PSOE no ha podido frenar la implacable lucha interna que enfrenta a varios sectores que en el pasado habían conseguido convivir en cierta armonía y cuya peor cara ha salido ahora, como consecuencia de su continuado y estrepitoso fracaso en los últimos procesos electorales.
Por no tener, no tiene el PSOE, ni la fuerza de un líder verdaderamente carismático que sea capaz de arbitrar una solución que zanje sus divergencias, ni tampoco, la suficiente credibilidad para convencer a todos aquellos que le abandonaron para votar a Ciudadanos o Podemos, pues los errores cometidos una y otra vez y no sólo en lo relativo a sus decisiones políticas, sino muy fundamentalmente en lo que se refiere a las oscuras maniobras que se adivinan en su propio entorno, han terminado  por dilapidar aquel prestigio acumulado durante mucho tiempo y que ha caído al abismo, empujado por el ego de personajes como Susana Díaz, por mucho que a algunos les pese.
Haciendo equilibrios sobre la cuerda floja que ellos mismos colocaron bajo sus pies, los integrantes de la Gestora, una serie de actores anodinos, sin ninguna valía ni convicción para el público que les observa, ofrecen una imagen esperpéntica que parece preludiar una agonía, que la militancia socialista ni ha buscado, ni merece.
Lo que no ha conseguido la corrupción reinante hacer con el PP, relegarlo a una mera representación testimonial en el Parlamento, lo ha logrado la ambición desmesurada de determinados barones del PSOE, en contra de su propio Partido, demostrando fehacientemente que las malas acciones acaban por traer consecuencias y que para el electorado, lo primero, es mantener una férrea unidad, si se quiere conseguir el tesoro impagable de los votos.
Podría tomar buena nota de lo que está pasando en el PSOE, por ejemplo Podemos y aprender que los enfrentamientos ofuscados entre líderes, la falta de negociación en los postulados y el empecinamiento en mantener posiciones, sin ceder en nada, frente a los oponentes ideológicos, no puede traer más que un tormentoso final y no hay ejemplo mejor, que el que ofrecen los socialistas, en los últimos tiempos.
Queda la izquierda con estas guerras internas, considerablemente mermada para poder enfrentarse a la derecha de Rajoy y Rivera, que a pesar de lo que ha llovido y de los gravísimos casos que se han cernido a su alrededor, han sabido mantener una tónica de aparente armonía, que augura que se queden en el Gobierno, durante mucho tiempo.
La maldición, que tradicionalmente ha rodeado en España a los Partidos de izquierdas, parece volver a cumplirse inexorablemente, dejando huérfanos a los ciudadanos de una opción de progreso que pueda remediar sus problemas, de manera real y esforzada, lejos de divismos personales o relaciones irreconciliables que en política, no hacen más que emponzoñar el negro cielo bajo el que vivimos.


domingo, 15 de enero de 2017

Juego de tronos


Comienza la guerra en el PSOE, cuya Gestora decide convocar el Congreso para el mes de Junio y se empieza a vislumbrar cuáles serán los candidatos que saldrán a la arena, para disputarse ese trono que desde hace tiempo viene desencadenando oscuras luchas encarnizadas entre figuras de renombre en este Partido, cuya situación es ahora, gracias al golpe de estado que protagonizaron los susanistas en Ferraz, una bomba a punto de estallar, según por quién se incline la balanza en unas Primarias que prometen ser las más intrigantes de cuántas han celebrado los socialistas.
No es ésta, una batalla en la que se juegue únicamente la Secretaría General, y por ende, la candidatura a la Presidencia del país, sino que además, supondrá un punto de inflexión en la clase de ideología que definirá a esta Formación centenaria y que originalmente nació en la izquierda, pero que a la vista de lo acontecido en los últimos tiempos, y según quién sea finalmente quién rija su futuro destino, bien podría colocarse en un pensamiento peligrosamente cercano al del PP, dejando en manos de Podemos, todo el peso de la oposición parlamentaria que tradicionalmente protagonizaron aquellos socialistas que decían luchar por una política de progreso.
Da un primer paso Patxi López, aún antes de  Pedro Sánchez y Susana Díaz clarifiquen si piensan presentarse o no, a un proceso de Primarias que podría ser manipulado para  favorecer a la andaluza, situándose en una posición de tercero en discordia, que no se sabe si le favorecerá, por aquello de que en el medio está la virtud, o le perjudicará, al considerar los militantes que en cierto modo, divide los votos que un principio podría obtener el madrileño, aunque adivinar con antelación las jugadas de la gente del PSOE, se ha convertido últimamente en algo prácticamente imposible de conseguir, pues están en un punto en el que ya no se sabe bien a qué atenerse.
Los barones en general, que esperan y desean que sea Díaz la que se alce con el poder, fundamentalmente para no perder un ápice de sus múltiples privilegios, podrían sin embargo, si las cosas se torcieran y la andaluza no viera claro esa entrada triunfal en Madrid, que tanto ha preparado, decantarse por el vasco, antes que conceder a Sánchez  la satisfacción de humillarles, volviendo a hacerse con la Secretaría General, de la que fue apartado de tan mala manera, hace sólo unos meses.
No obstante, a López no le vendría nada bien conseguir el poder de tal modo, pues la vorágine en la que entraría, sería demasiado similar a la que tuvo que soportar su antecesor en el cargo, al que todos querían manejar desde sus posiciones autonómicas, privándole continuamente de la libertad de decisión de la que debe disfrutar, cualquier mandatario que se precie.
En el caso del vasco, la larga trayectoria política que le precede y que le llevó a ocupar el puesto de mayor responsabilidad en Euskadi, en tiempos francamente difíciles, supondría para él,  de vencer, una complicación aún mayor que para Sánchez, que al fin y al cabo, no era más que un recién llegado inexperto al que todos creyeron poder manejar y que sólo se rebeló abiertamente, cuando se vio apeado del poder y ya no hubo nada que hacer para remediar el apoyo del PSOE al PP, para coronar a Mariano Rajoy, presidente.
Este paso que da, supone para Sánchez arriesgar toda una carrera de militancia en el socialismo español y también, el poco o mucho prestigio que puede haber ganado como figura de relevancia en el panorama político y aunque no parece un hombre fácil de manejar, carece sin embargo, de la clase de carisma que posee la andaluza, con ese punto de populismo hortera que atrae a cierto sector del electorado que aún no se atreve a creer en Podemos como representante de la izquierda y para el que quizá, el vasco resulte poco atractivo, por la naturaleza de su propio carácter.
No obstante, nada puede preverse mientras no se conozcan las intenciones de Sánchez y Díaz, que a día de hoy permanecen bajo el secretismo más absoluto y cualquier cábala que pudiera hacerse carecería de todo fundamento, si alguno de los dos se apeara del carro que mantiene la atención sobre este Partido, que sigue perdiendo en intención de voto, a pesar del golpe perpetrado y para el que no se sabe muy bien cuál sería la mejor solución, en estos momentos de incertidumbre.
Que Sánchez se ha desinflado, lo sabemos. El paso del tiempo, como ya dijimos cuando se marchó, ha jugado en su contra y hasta puede que cuando llegue el momento de hacer pública su  decisión, pudiera decantarse por apoyar al vasco con las fuerzas que cuenta, con tal de conseguir una derrota de su enemiga andaluza.
En esta tesitura, el tiempo que viene se presume interesante y violento. El juego, limpio o sucio, por el trono, no ha hecho más que empezar. Ya veremos cuántas cabezas caen hasta  que alguien se coloque la corona y el cetro.


viernes, 13 de enero de 2017

Un sabor agridulce


La dimisión de Federico Trillo, a última hora de la tarde de ayer, anunciada en una apresurada rueda de prensa a la que no dio tiempo a llegar a una buena parte de los representantes de los medios y en la que no se admitieron preguntas, deja a los ciudadanos un sabor agridulce difícil de  digerir, pues aunque su marcha supone una victoria para los familiares de los fallecidos en el Yak 42, no colma sin embargo, su esperanza de que el ex Ministro asuma en ningún momento su responsabilidad en aquellos hechos, ni tampoco la de que haya sido cesado fulminantemente, como hubiera sido de recibo, por este Gobierno de Rajoy, al que le cuesta tanto tomar decisiones justas, cuando se trata de alguno de sus pesos pesados, como es el caso de este controvertido personaje, al que todos nos hubiera gustado ver tratar, al menos con la misma contundencia que los conservadores exigen a sus oponentes políticos, incluso cuando se habla de cuestiones de mucha menor importancia.
Se va Trillo, eso sí, absolutamente forzado por la deriva que está tomando estos días el asunto de aquel avión, cuya salida autorizó inexplicablemente cuando regentaba el Ministerio, aunque manteniendo la habitual soberbia que siempre le caracterizó y que hemos tenido la oportunidad de ver tantas veces en sus enfrentamientos en directo con las indignadas familias de los fallecidos, que nunca le perdonaron, no sólo la malísima gestión que se hizo por la contratación del avión, sino también y muy fundamentalmente, los hechos que siguieron al suceso y que derivaron en la terrible identificación que se hizo de los cadáveres y más tarde, en el maltrato continuado que se dio a los allegados de las víctimas, que llegaron a ser amenazados de manera  violenta, por el mero hecho de querer conocer toda la verdad de lo que había ocurrido, antes, durante y después de su tragedia.
Sigue el ex Ministro, frío y altivo dónde los haya, a pesar de su declarado catolicismo apostólico y romano, sin entender siquiera el concepto de caridad, que aconsejaría por su parte, el reconocimiento de sus reiterados errores, profesional y personalmente, para pedir, después de trece años de sufrimiento, ese perdón que se le reclama como principal responsable que fuera de las Fuerzas Armadas españolas, bajando al nivel de los que tanto han luchado por devolver la dignidad a los suyos y empatizando con la angustia y la desesperanza que ha provocado en ellos durante tanto tiempo y por las que no se le ha visto jamás, un solo signo de arrepentimiento.
No solo no parece probable que esto llegue a ocurrir, sino que en su lugar, anuncia el dimisionario su intención de reincorporarse profesionalmente al mismo Consejo de Estado que aprueba por unanimidad el informe que le implica personalmente en lo ocurrido entonces, dejando claro que los valores éticos por los que debe moverse cualquier ser humano, no tienen la menor importancia para él, como si estuviera por encima del bien y del mal, cubierto por un halo de santidad trasnochada e hipócrita.
Puede que lo que pretende sea legal y que desafiando los consejos de los dirigentes de su propio Partido, acabe instalado exactamente en el lugar que ahora pretende, pero la memoria que deja en los ciudadanos, la imagen que proyecta como político en el país y la estela que deja tras de sí, del tiempo que ha vivido asumiendo labores de Gobierno, no puede ser peor y tengan por seguro, que le acompañará durante el resto de su existencia, vaya donde vaya y  ocupe el puesto que ocupe.
Trillo es y será para los españoles, aquel que permitió que el Yak despegara en las condiciones que lo hizo, que gestionó los desaparecidos contratos, que urgió a enterrar los féretros en los que se agruparon apresuradamente los restos mezclados de los soldados muertos y que engañó y vejó a sus familias, con un imperdonable despotismo, negándoles el respeto que merecen como seres humanos azotados por una espantosa tragedia.

Ese y no otro, es su epitafio político y tendrá que vivir con ello.

jueves, 12 de enero de 2017

Un rayo de luz


Aterrizamos en la realidad, después de haber estado flotando unos días en una especie de ensueño y nos encontramos de bruces con varios temas que nos devuelven la sensación haber perdido toda la importancia que le deben a los seres humanos sus  Gobiernos, pues tanto en el pasado como hoy, no se nos brinda la menor oportunidad de controlar las vicisitudes que ocurren a nuestro alrededor, llegando muchas veces a no tener derecho siquiera, a ser tratados con equidad, por la Justicia.
Falla el Consejo de Estado a favor de las tesis que vienen manteniendo los familiares de los fallecidos en el Yak 42, que a pesar de las múltiples vejaciones sufridas a lo largo de todos los años que han transcurrido desde aquel fatal accidente, se han encargado de mantener vivo el recuerdo en el corazón de los ciudadanos, sin rendirse jamás en su incansable lucha porque salga a la luz la verdad y porque los culpables paguen las imperdonables acciones que se negaron a admitir, a pesar de haber sido, literalmente, arrollados por las evidencias.
Vuelve el nombre de Federico Trillo a las primeras páginas de la prensa, traído a ellas, desde su cómodo retiro de Embajador en Londres, por la contundencia del texto del Consejo de Estado y aún así, poseído tal vez por la misma soberbia que demostrara cuando se empezaron a hilar los argumentos que llevaron a la conclusión de que el avión, no debió nunca haber despegado, continuando por el mismo camino que le condujo a un enfrentamiento sin cuartel, con aquellos que le reclamaban responsabilidades, como Ministro de Defensa que era y sobre todo, sin haber perdido perdón por la espantosa gestión que se hizo posteriormente con las identificaciones de los fallecidos y que todos conocemos, gracias a los emocionados relatos de sus familiares y por algún sector de la prensa.
 A pesar de que todos los grupos políticos en el Congreso, con la excepción del PP, se han apresurado a pedir la destitución inmediata de Trillo de su puesto de Embajador, Mariano Rajoy, enseguida declaró que aquellos hechos ya habían sido juzgados y que además, ya había pasado demasiado tiempo.
Las palabras del Presidente, reabrieron las heridas nunca cerradas de estas familias, que no tardaron en contrarrestar sus palabras con la fuerza incontestable de sus argumentos y ante el revuelo mediático que volvía a poner encima de la mesa, un tema que los populares ya daban por zanjado, a la nueva Ministra, María Dolores de Cospedal, no le ha quedado otro remedio que recibir a los allegados de los muertos, admitir como buenas las conclusiones del Consejo de Estado y comprometerse a reabrir una investigación que jamás se completo, fundamentalmente porque desaparecieron una serie de documentos probatorios, que no volvieron a encontrarse.
Hemos dicho muchas veces que el pasado persigue sin tregua a todos y cada uno de nosotros y que la verdad, tenaz e implacable, acaba imponiéndose siempre sobre la falsedad, colocando inexorablemente a la gente, sean príncipes o mendigos, allá dónde les corresponde, por la naturaleza de sus acciones.
A la hora en que escribo este artículo, Cospedal se enfrenta a un Parlamento, que desgraciadamente para ella no es, ni parecido a aquel en el que el PP dominaba con mayoría absoluta y a la vista de las circunstancias presentes, no le va a quedar otro remedio que admitir, uno tras otro, los gravísimos errores que cometiera, como responsable del Ministerio entonces, su compañero Trillo.
Ya era hora que se pudiera hablar sin tapujos de este escándalo, que en cualquier otro país del mundo hubiera sido un motivo innegable, para que cayera un Gobierno al completo.
Y es momento, aunque sea tarde, aunque algunos de los familiares de aquellos muertos ya no se encuentren entre nosotros y los que aún están aquí, hayan crecido y no sólo en edad, por la injusticia que con los suyos se ha venido cometiendo, primero, de resarcir el mancilladísimo honor robado durante los años de litigio, de ofrecer comprensión y ayuda, en lugar de intolerancia y violencia y después, de exigir implacablemente que el peso de la Ley señale a todos y cada uno de los culpables de aquellos trágicos acontecimientos.
Este Parlamento plural, que hemos elegido los españoles como alternativa a la tiranía de las mayorías absolutas del PP, está obligado a poner todos los medios posibles para que se reabra la investigación, sobre todo, porque está en deuda con todos los ciudadanos, que necesitan saber que ocurrió realmente durante aquellos días y también que ningún delito puede quedar en la impunidad, para poder creer en la Justicia.
Un aplauso, a la tenacidad de los que nunca tiraron la toalla, durante estos años de oscuridad, en los que se les negaba sistemáticamente poder cerrar su historia.
Gracias, por haber vuelto a llamar de nuevo, cada vez que se les cerraba una puerta, por mantener fresca la información en la cabeza de todos los que desde el primer momento estuvimos con ellos  y por ser, en definitiva, titanes que a pesar del inmenso dolor, fueron capaces de pelear con uñas y dientes, por ofrecer un poco de dignidad a sus muertos.
Al fin un rayo de luz, al final del túnel que les ha tocado recorrer a ellos, pero que podía habernos tocado a cualquiera de nosotros.



miércoles, 11 de enero de 2017

El mejor regalo


Nace nuestra nieta Ainhoa, en medio de las fiestas de Navidad, trayéndonos el mejor de los regalos que cualquiera de nosotros pudiera imaginar y haciendo realidad la ilusión de ver cómo se completa esta familia, a la que ya no falta nada para ser plenamente feliz.
Llega con su pequeña humanidad, a recordarnos la inmensa suerte que tenemos de haber coincidido en la vida, por medio del amor, en este complicado cruce de caminos en el que no siempre se cumplen las esperanzas que uno puso cuando  comenzó a recorrerlo y que es, como una peregrinación impredecible, que sin embargo preludia un final apoteósico que colma sobradamente todas las expectativas que se pusieron en el intento.
Esperar su nacimiento, ha significado para todos nosotros, como volver a enfrentarnos a la blancura de un papel, en el que hemos ido, a lo largo de los meses, garabateando esperanzas e ilusiones que basadas del todo en nuestra propia imaginación, han terminado configurando el que será su gran apoyo en los primeros años de su vida y que moldearán, con un poco de suerte y buena voluntad, eso que después será su carácter y la manera de entender un mundo que aunque en nada se parecerá al nuestro, nos encargaremos de cimentar sólidamente, al menos en el plano familiar, que al fin, es casi siempre el viento que se encarga de empujar apaciblemente el barco en el que ahora emprende su viaje, procurando que la lleve a buen puerto.
Conocerla por vez primera, empezar a tomar contacto con sus manos, colocarse en la línea de sus ojos y habituarse a la inmensa gama de sus gestos, que a todos nos recuerdan por su similitud, los primeros momentos de otros de nuestros niños, aún siendo única, como es, ha extraído lo mejor de nosotros, acogiéndolo todo bajo un manto de cálida ternura, que parece borrar cualquier huella de insatisfacción que pudiera quedarnos por dentro, como si repentinamente, no existiera otro mundo que el que rodea a la cuna que la arropa y a los brazos maternos que cobijan la bóveda celeste de sus sueños.
Susurrarle al oído, procurar que conozca nuestras voces y ofrecerle la impagable seguridad que le reporta aferrarse con fuerza a nuestros dedos, ha sido y es, como parte de un sosegado ritual, que irá cambiando a medida que vaya creciendo, cuando empiece a explorar otros medios de comunicación, con aquellos a quienes querrá y que sin duda alguna, la querremos, de manera incondicional, durante el resto de nuestras vidas.
Darle la bienvenida y tener el enorme privilegio de poder enseñarle la belleza del mundo, ir compartiendo los descubrimientos de aquellas cosas con las que se tropiece por vez primera e inculcarle esperanza e ilusión, ha de ser, a partir ahora, una agradable obligación impuesta por esos lazos del amor, que sin ser  del todo visibles, se perciben intensamente en el terreno virgen de los sentimientos y que se hacen más grandes, cuando uno se queda en soledad, dando gracias al destino que nos ofrece la oportunidad de estar aquí, en este preciso y precioso momento.
Ainhoa querida, vive con esperanza e ilusión y que se cumplan siempre todos tus sueños.