Con
media España enterrada bajo la nieve y otra media anegada por las lluvias torrenciales que desbordan ríos y afluentes, el
mundo de la política sigue su curso, impasible ante los temporales y atrapado
en otros que nada tienen que ver con la climatología, pero que apresan
igualmente a los ciudadanos en medio de un tornado que gira sobre nuestras
cabezas, sin concedernos un solo minuto de reposo o aliento.
Ayer
mismo se nos daban a conocer unas conversaciones grabadas entre el marido de
María Dolores de Cospedal, Ignacio López del Hierro y el ex Comisario Villarejo,
que se ha convertido últimamente en el perejil de todas las salsas, en las que
el último avisaba descaradamente al primero de una serie de investigaciones que
la policía estaba llevando a cabo, siempre en el entorno del PP, llegando a
prevenirle con la antelación suficiente y aconsejándole que se apresuraran a
hacer desaparecer las pruebas informáticas y de otros tipos, que pudieran
llegar a inculparles en delitos concretos.
Después
de lo sucedido con la Ministra de
Justicia, Dolores Delgado y la comida que compartió, hace unos cuántos años, con
este mismo personaje siniestro que parece haber estado jugando a dos bandas,
como esos espías dobles que aparecían en las películas de los años cincuenta,
la gravedad de las conversaciones que pudimos escuchar ayer, minimiza de manera
considerable todo lo sucedido en aquel almuerzo de infausto recuerdo y vuelve a
colocar en el punto de mira al Partido Popular y sus inagotables casos de
corrupción, salpicando ahora de lleno a la que fuera Secretaria General de su formación y
Presidenta de la Comunidad de Castilla la Mancha, durante los Gobiernos de
Mariano Rajoy.
Cospedal,
a la que Villarejo se refiere coloquialmente, cuando se dirige a López del
Hierro, como “Tu parienta”, intentó vanamente durante todo el día de ayer restar hierro al asunto, argumentando que las
grabaciones se trataban de unas conversaciones de carácter particular, aunque
en ellas todo el argumentario giraba,
exclusivamente, en torno al mundo de la política y en particular a altos cargos
pertenecientes al Partido conservador, que casualmente después han sido imputados
y condenados por delitos de corrupción, por la justicia.
Al
mismo tiempo que esto ocurría, volvía a las primeras páginas de la actualidad
el que fuera número dos del Ministro Zoido y ex Director de la DGT, Gregorio Serrano,
que habiéndose reincorporado a la Empresa privada, ha estado utilizando en
reiteradas ocasiones las instalaciones reservadas a los huérfanos de la Guardia
Civil, alojándose y comiendo en ellas, cada vez que ha estado en Madrid, sin
que le asista ningún derecho para ello.
La
mañana se completaba con las noticias que nos llegaban desde el Estado
Vaticano, dónde Carmen Calvo mantenía una reunión con Pietro Parolín, con la
intención de evitar que los restos del dictador Francisco Franco puedan ser
enterrados en La Almudena, una vez que se haga efectiva su exhumación del Valle
de los Caídos.
El
encuentro, al que el Vaticano no pareció dar a menor importancia, pues ni
siquiera apareció en L`Osservatore romano, periódico oficial que destaca cuanto
sucede en el pequeño Estado que gobierna La iglesia, fue sin embargo, celebrado
por la Ministra que pareció satisfecha con las respuestas que en principio allí
había recibido, aunque no queda claro para nadie aún, si la Iglesia va a
permitir o no que Franco sea enterrado en un lugar que por su situación, podría
volver a convertirse en un centro de peregrinación para sus leales afectos.
La
Iglesia, coma ha solido ser su costumbre a lo largo de los siglos, nada y
guarda la ropa, sin `pronunciarse abiertamente sobre una cuestión que ni
siquiera debía haberle sido consultada, aunque se haya hecho por deferencia y
mantiene, alrededor de este controvertido caso, una especie de halo de misterio
que hace presagiar que pudiera dar su consentimiento para que el traslado se
realice a La Almudena, sobre todo si esa parte de la curia española que
continua siendo fiel a los principios más recalcitrantes de su propia doctrina,
empieza a ejercer presiones en derredor que podrían volver loco al mismísimo
Papa Francisco, aunque aparentemente su ideología nada tenga que ver con la de
estos carpetovetónicos personajes, siempre dispuestos a poner en marcha la
maquinaria de sus influencias.
Y
por si las cosas no estuvieran ya demasiado complicadas, esta misma mañana, los
Ciudadanos de Albert Rivera se han atrevido a sugerir que estarían
dispuestos a dar carta blanca a los
presupuestos de Pedro Sánchez, sin especificar mínimamente, a cambio de qué
prebendas o si piensan hacerlo con su apoyo o con su abstención, tratando quizá
de evitar a toda costa que la aprobación de los PGE, quede exclusivamente, en
manos de sus odiados independentistas, baza fundamental en el discurso de sus
dirigentes.
Así
está el patio en este final de Octubre, en el que no queda claro si la intensidad
de las borrascas es más fuerte en el plano climatológico o en el político y con
el inicio de la Campaña de las elecciones andaluzas, se augura que aún pudiera
ir complicándose todo mucho más, a no ser que se produzca un milagro y las
aguas se vayan serenando, cosa bastante improbable, por cierto.
Cuando
a una le gustaría permanecer tranquilamente en casa, al abrigo de este tiempo
de perros y dedicada a labores mucho más lúdicas que estos tira y afloja que
protagonizan a diario nuestros amados dirigentes, la paz vuelve a verse turbada
por nuevos vendavales transformadores de escenarios y paisajes y no queda otra
que volver a sentarse a escribir, aunque ya les digo yo que cada día cuesta más
elegir un solo tema que tratar, entre tanto intríngulis y entuerto.