domingo, 31 de julio de 2011

Al lado del amigo

A pesar de la convocatoria de nuevas elecciones, hoy no puedo pensar en otra cosa que en mi amigo Josep, que se enfrenta a una operación difícil y que no reside en la misma ciudad que nosotros.
Suele la lejanía agrandar las tristezas con un manto de incertidumbre por aquello que no se ve y a menudo nos arrastra a una desgana inducida, que se nos va instalando dentro, en forma de un deseo vehemente de acortar las distancias.
Muchas veces lo he dicho. La amistad es el único sentimiento en el que se es verdaderamente libre y a diferencia del amor, suele acompañarnos durante toda nuestra vida, estableciendo fuertes vínculos de unión, lejanos de intereses u otros sentimientos de posesión, como los celos o la pasión malsana, que terminan con los lazos de las parejas.
Mis amigos son además, seres entrañables con los que tuve la suerte de coincidir en el momento oportuno y que se han ido ganando un espacio donde permanecer, por tiempo indefinido, en ese órgano caprichoso al que todos llaman corazón.
Diseminados por múltiples lugares, son únicos e irrepetibles y cada recuerdo vivido en su compañía, forma parte de un álbum personal que no tiene precio y sin el que, sin duda, no sería yo misma.
Todos y cada uno de ellos, son el motor indivisible sin cuya inercia sería difícil continuar caminando hacia el futuro, o canalizar el pensamiento positivo que da ilusión a lo que me acontece y me rescata de la oscuridad, cuando creía agotadas las posibilidades de volver a ver la luz.
Es impagable la suerte de tenerlos y una obligación inaplazable, estar junto a ellos cuando se les tuerce la suerte y la vida les maltrata con golpes bajos inesperados, que les producen dolor.
Quizá por eso, la importancia de sus historias personales anulan cualquier otra noticia que se cruce en mi camino y se convierte en una cuestión íntima, que me enorgullece sacar a la luz para compartirla con ese misteriosos mundo al que me dirijo a diario, a través de estas pobres líneas que hilvano con dificultad cada tarde.
Porque de vez en cuando, se me rebela la pluma y se vuelve indómita, sin que mi mano sea capaz de llevarla por otros derroteros que los que ella misma establece, descubriendo sin recato aquellas sensaciones para las que desearía cierto recogimiento, produciendo una sensación parecida a la de andar desnuda ante los ojos indiscretos de los lectores, como llevada por un arrebato incontrolable de sinceridad primaria, que abre los ojos a las lágrimas, a la risa, o a cualquier cosa que me acerca a la humanidad de la que huyo cuando miro con objetividad las noticias del día.
El pequeño espacio del que dispongo para trabar los pensamientos que ahora ya no son sólo míos, se ilumina con la sencilla demostración de que soy vulnerable, afortunadamente, a las cosas cotidianas y pequeñas que me rodean y que suelo olvidar cuando me despojo de mi yo, para dirigirme a los desconocidos que siguen lo que escribo y que, seguramente, compartirán también esos momentos que te atrapan, cuando atañen directamente a la gente que quieres.
Hoy estoy con Josep porque no podría estar en ninguna otra parte y mi ánimo no estará sereno hasta que no reciba la información de que se encuentra bien y que todo se queda en un susto pasajero del que algún día, podremos reírnos juntos, en alguno de los lugares que, seguro, visitaremos cuando se restablezca.
Pero mientras, la espera se transforma, como no podía ser de otro modo, en palabras que invaden el espacio que nos separa, reafirmando lo que nos une y que no es otra cosa, que amistad.



jueves, 28 de julio de 2011

Elogio del respeto

Sin duda alguna, es el respeto quien se encarga de hacer que las relaciones humanas funcionen perfectamente y su pérdida, ha ocasionado a lo largo de nuestra historia, cuántos conflictos personales y colectivos han sucedido en nuestras vidas.
No es una virtud suficientemente elogiada, ni por los padres, ni por los maestros, ni por supuesto, desde las grandes instancias que nos gobiernan y parece haber caído en desgracia en los últimos tiempos, como si hubiera desaparecido de nuestro entorno, envuelto en una ola nefasta de mala educación e histeria colectiva.
A lo largo del tiempo, se ha visto siempre como necesario de parte de los más débiles hacia los que están por encima de ellos, en alguna de sus formas de relación. Así, se ha solido exigir respeto de los hijos a los padres, de los padres a los suyos, del alumno al profesor y del más ignorante hacia quienes, por sus conocimientos o profesión, se encuentran en un nivel superior al que ocupa su interlocutor, en ese momento.
Pero se olvida con demasiada frecuencia la otra cara de la moneda y la necesidad de respeto que también tienen los de abajo, para que no se llegue a un conflicto, si surge algún elemento discordante, que necesite discusión para ser resuelto.
También los padres debemos respetar la privacidad e idiosincrasia de nuestros hijos, los maestros de sus alumnos, los médicos de sus pacientes, los Estados de otros Estados, y los amantes de sus parejas.
No es válido el argumento de querer lo mejor para el otro, si el propósito que nos mueve es el de hacer prevalecer nuestra opinión, equivocada o no, llegando a reprimir con ella la voz que se alza en nuestra contra defendiendo otros argumentos. En este caso, suele ser aconsejable dialogar sin olvidar que el otro es también libre de mantener sus propias premisas y que en caso de no llegar a un acuerdo, siempre será mejor respetar la diversidad de criterios, que caer en el error de enzarzarse en discusiones paralelas que nunca llegarán a un punto de consenso.
Se evitaría mucha violencia si fuésemos capaces de utilizar el respeto como algo inherente al ser humano, sin dejarnos embaucar por ambiciones de gloria personales o colectivas y el camino del futuro sería mucho más gratificante, si fuera establecido como norma de convivencia el respeto a los otros, sin excepción alguna, incluso como ley añadida a cuántas rigen nuestro modo de vida.
Es muy posible que esto que digo, naturalmente, no interese a aquellos que hacen de la tiranía un modo de hegemonizar lo que tocan y que a los que manejan el poder les parezca mucho más fácil la dominación, por el medio que sea, que el entendimiento.
Pero es que lo suyo, es la mayor pérdida de respeto que puede darse en el mundo que vivimos, pues demuestra un aprovechamiento interesado de los resortes de poder, para una alienación generalizada de la sociedad actual, que ni siquiera se plantea reclamar su derecho a ser respetada por sus gobernantes, como primera regla del juego político.
En este negro periodo de la historia, el respeto debe ser la primera reivindicación del hombre moderno que, para empezar ha de hacerlo real en su entorno más cercano, e ir escalando posiciones para ganarlo en estancias superiores, sin límite alguno, ni techo en su exigencia.
Da igual a qué pueblo o nación pertenezca, a qué raza, religión o rama profesional, e incluso de qué clase social proceda, porque el derecho a ser respetado y la obligación de respetar son principios éticos fundamentales para un mejor desarrollo de la especie.

miércoles, 27 de julio de 2011

Un inoportuno recorte

Se anima la cosa política con los resultados de las nuevas encuestas, que dan al PSOE de Rubalcaba un avance de tres puntos con respecto al PP, no se sabe si cómo premio a su recién estrenada candidatura o por que se tienen en cuenta méritos de antaño, pero enseguida se nota cierto ensombrecimiento en las filas de la derecha, que temen lo que pueda venir, si finalmente se agota la legislatura.
Pide ahora Don Mariano un aplazamiento para el pago de las deudas de los Ayuntamientos y Comunidades heredadas o no heredadas, alegando que el retraso de los cobros a dichas entidades, no influiría para nada en la economía del Estado, lo que provoca como mínimo, una sonora carcajada por parte del ciudadano de a pie, que no está dispuesto a sufragar nuevos dispendios de la clase política y que además, no tiene derecho a ningún aplazamiento, si el paro le lleva a no poder pagar la hipoteca, o cualquier otra deuda contraída a la que no responda.
Los otros, ciertamente crecidos con la buena nueva de su recorte en intención de voto, oyen como quien oye llover las palabras del líder popular y le animan a hacer frente a los problemas que vaya encontrando allá donde le toque gobernar, poniendo en práctica su nunca revelado plan contra la crisis, pero sin moratorias.
Mientras, las cifras macroeconómicas siguen su nefasta danza ininteligible, colocando la espada de Damocles sobre la nuca de los gobiernos europeos, sin que por supuesto los grandes pierdan un ápice de poder adquisitivo, aunque revienten las bolsas, o los hermanos pobres aumenten su nivel de miseria, hasta límites impensables.
Suben las temperaturas considerablemente y lo que en realidad todos necesitamos con urgencia es ausentarnos por unos días de nuestras respectivas realidades, o al menos, disfrutar del silencio anormal de las ciudades de origen, abandonadas por las masas, en busca de destinos más gratificantes.
Más de uno, daría cuánto tuviera por ver qué expresión se les quedaba a los populares, si finalmente no son capaces, tampoco esta vez, de alzarse con el poder en las generales del año que viene. Ha sido tanta su soberbia, su pavoneo por los escenarios de todo el territorio, vendiendo la película de su supuesta implicación en los temas sociales, tendiendo su mano paternalista a los débiles, como única salvación a los múltiples problemas que les afectan, que han terminado por quedar en evidencia, en cuanto se ha podido comprobar que su gestión no da los frutos que prometían, ni tiene visos de llegar a darlos.
Se han ido librando de las críticas porque no detentaban el poder en los peores momentos de la crisis, pero ahora que se han hecho con multitud de Ayuntamientos y Comunidades, la indignación popular será sin duda, rápidamente redirigida hacia su gestión y pronto se verá en qué medida son capaces de conservar su nefasto orgullote raza.
Algún día habría que recopilar todos los nombres de los implicados en casos de corrupción en los últimos tiempos y prestar enorme atención a la filiación política en que se desenvuelve cada uno de estos elementos indeseables. Aunque quizá esquilmaron los recursos comunes por nuestro bien y nosotros, en nuestra ignorancia, no somos capaces de entenderlo.

martes, 26 de julio de 2011

La vida sigue igual

Se van esfumando aquellos poderes que se atribuía a sí mismo el PP antes de las Municipales y para asombro de los que utilizaron el voto de castigo contra el gobierno, nada ha cambiado en los territorios ganados por la derecha, e incluso tiene visos de poder empeorar.
La varita mágica que esgrimió el señor Rajoy, prometiendo una pronta resolución de los problemas a los incautos ciudadanos que quisieron oírle, parece haber perdido su capacidad de hacer milagros y deja a su dueño en bastante mal lugar, si se tiene en cuenta que las elecciones generales están, como quién dice, a la vuelta de la esquina.
La caída sin honor de Camps en Valencia, ha contribuido en gran modo a mostrar el enorme problema de corrupción que padece una gran mayoría de militantes de la derecha, cuya lista va aumentando día a día, haciendo tambalearse la imagen de supuesta honradez que pretenden dar de cara a la galería.
Así que es para ellos primordial ese adelanto electoral que con tanta insistencia reclaman, porque de prolongarse el mandato de Zapatero, aún podrían aparecer nuevos casos parecidos al Gurtel, ensuciando sin compasión el expediente de más de un peso pesado popular y poniendo el acceso al poder, francamente difícil.
El hecho de que no se atrevan a presentar una moción de censura, resulta así mismo, bastante sospechoso. Uno no sabe nunca si no lo hacen por miedo a fracasar o porque en el fondo subyace un sustrato de preocupación por encontrar un vacío en las arcas del Estado, similar al que dicen haber descubierto en Comunidades como Castilla-La Mancha, según sus propias fuentes.
También cuenta en su contra el paso del tiempo, pues si no se dan prisa en dar al pueblo resultados de su gestión en forma de puestos de trabajo y ayudas sociales, la ilusión que vendieron desde los púlpitos del territorio nacional, quedará enterrada entre las deudas de los Ayuntamientos y los papeles de los procesos incoados contra sus correligionarios corruptos.
Ahora, por ejemplo, se nos pide ayuda para Caja Mediterranea, curiosamente situada geográficamente en uno de sus feudos de poder, y la ciudadanía vuelve a ver con indignación cómo se van los fondos generales en socorrer a la banca y no en frenar las cifras de parados que siguen soportando estoicamente, la indignidad de su modo de vida cotidiana.
Y todavía se atreve a decir Rajoy que si llega a ser Presidente, prestará mucha más atención a los mandatos europeos, como si el sacrificio aportado por las clases trabajadoras no hubiera existido y nos amenazara con mayor austeridad y nuevas medidas en nuestra contra.
Pronosticar tiempos peores, sería quedarse corto, sobre todo si se analizan ciertas actitudes demostradas ya por los recién llegados a las instituciones municipales, como por ejemplo su férrea oposición a que los alcaldes dejen de ser, a la vez, parlamentarios, para ahorrar uno de sus sueldos.
Hay que sentirlo por los infelices que creyeron que todo cambiaría al día siguiente de la toma de posesión de los puestos y dejar claro que las derechas, jamás hicieron nada a favor de las clases humildes.

lunes, 25 de julio de 2011

En la brecha

Todavía sobresaltados por la tragedia ocurrida en Noruega, nos causa una enorme alegría volver a ver cómo se puebla la Puerta del Sol de Madrid, con la llegada desde todos los puntos de España, de integrantes del Movimiento 15M.
Los grupos, integrados mayoritariamente por jóvenes, no se dejan vencer por la natural apatía del verano y siguen firmes en sus reivindicaciones, sin que su indignación decaiga con el cierre del curso político.
Son muchas las asignaturas que han quedado pendientes a sus señorías y una multitud de temas los que necesitan urgente revisión, para que los sufridos ciudadanos podamos siquiera volver a intentar un acercamiento con nuestros representantes, sin que el aciago recuerdo de la reforma laboral y la ola de corrupción que nos circunda, nos impida retomar la confianza perdida en el duro camino recorrido durante los tiempos de la crisis, cuando descubrimos nuestra soledad y el abandono en el que nos habían dejado aquellos en los creímos una vez.
Si la coordinación del Movimiento no acaba por diluirse en la nada y permanecen las ganas de transformar enérgicamente el sistema que padecemos, es posible que cuando el verano termine, hayan sido redactadas una serie de sólidas propuesta, salidas de las exigencias populares, que puedan ser reclamadas ante los organismos oportunos para ser atendidas a la mayor urgencia.
Ya vivimos al margen de las luchas partidistas que se producen a diario entre los partidos mayoritarios y hemos de confesar que nos importa poco quién se acabe sentando en la Moncloa, si no da un vuelco radical a la dependencia de la economía europea, e instala una reforma total en las políticas laborales y sociales, que son, en el fondo, las únicas que nos atañen en nuestra vida diaria.
No parece que vayan por éstos derroteros, ni el reservado Rajoy, ni el recién proclamado candidato Rubalcaba, pues uno promete acelerar cualquier reforma impuesta por los socios capitalistas de la comunidad y el otro, si no quiere caer en grave contradicción, tendrá que continuar lo ya iniciado por su antecesor, mientras él ocupaba el cargo de ministro.
De todos modos, siempre se pueden forzar las situaciones si se juegan bien las cartas. De esto saben, y mucho, nacionalistas catalanes y vascos, que no dudan en rizar el rizo para alcanzar cualquier objetivo que se propongan, y la experiencia demuestra que acaban consiguiendo sus metas, en la mayoría de los casos.
Se abre ahora una durísima etapa de reflexión para nosotros, porque si en nuestras peticiones nos acercamos demasiado a la utopía, a nuestros experimentados políticos no les dolerán prendas en tacharnos de locos, como excusa para negarnos lo que reclamemos y si nos quedamos cortos, acabarán por taparnos la boca con cuatro concesiones pequeñas, condenado al movimiento al ostracismo, en la primera ocasión que tengan.
Creo que en este caso se impone la astucia como arma principal, para poder seguir el camino iniciado con tanto entusiasmo, por miles de personas anónimas.
Está claro que en la unión está nuestra fuerza, pero a la vez, necesitamos orientar con sabiduría qué prioridades se consideran estrictamente necesarias y cuáles pueden ser consideradas como menores, porque puede que afecten a colectivos más pequeños.
Es momento, creo, de abandonar el ambiente festivo de las concentraciones y buscar seriamente las vías por las que llegar a conseguir avanzar en este podrido mundo de intenciones fraudulentas.
Muchas personas están esperanzadas en aspirar a un futuro mejor y ponen su grano de arena, como pueden, para que entre todos podamos conseguirlo y no vuelvan a hipnotizarnos con promesas que nunca llegarán a cumplirse,

domingo, 24 de julio de 2011

Terror nazi en Noruega

La paz habitual de una tarde cualquiera, se rompía en mil pedazos en Noruega, a causa de una cadena de atentados, que empezaban con una enorme explosión en la sede de su gobierno, a la cual se sumaba el asesinato indiscriminado de casi una centena de jóvenes, que asistían a una reunión de ideología liberal, en una isla cercana a Oslo.
Tras la confusión de los primeros momentos, en que incluso se barajó la hipótesis de un atentado islamista, la policía no tardó en detener a un hombre de treinta y un años, que confesó la autoría de ambas acciones, alegando su disconformidad con la convivencia multirracial que está teniendo lugar en Europa.
Sin mostrar síntomas de arrepentimiento por lo que según él, consideraba como un acto necesario, también manifestó ser amante del nazismo y su afinidad con grupos integrantes de esta tendencia, asentados en el viejo continente, con los que se comunicaba asiduamente a través de la red.
La frialdad con que ha llevado a cabo la matanza, que los supervivientes relatan, aún aterrorizados, como cargada de saña y sin compasión, hace creer que la preparación de los atentados ha sido larga y meticulosa, sin dejar cabos sueltos a la espontaneidad y sin dar la más mínima posibilidad a los asesinados en la isla de recibir ayuda alguna, ya que las fuerzas de seguridad se encontraban atendiendo a los heridos de las explosiones y no pudieron prever que lo verdaderamente dañoso se estaba produciendo, al mismo tiempo, en otro lugar.
Lo ocurrido en Noruega, viene a ser un síntoma más del resurgimiento de neo nazismo en Europa y vuelve a dar la razón, ahora de forma contundente, a los que aluden a la permisividad de los gobiernos con este tipo de organizaciones, que debieran estar prohibidas, por ley, desde que se conocieron sus “hazañas” en los campos de exterminio, después de la segunda guerra mundial.
Queda claro que sigue vivo el deseo de que desaparezcan de la faz de la tierra de todos aquellos que pertenecen, según la doctrina de estos fanáticos, a razas inferiores y que están dispuestos a aprovechar cualquier oportunidad que se les presente para hacer realidad su sueño de superioridad étnica, sin que importe cuántos inocentes hayan de sucumbir a manos de su justicia ciega.
Aunque el autor confeso de la masacre ha declarado haber actuado en solitario, no sería de extrañar que una serie de cómplices aún libres, hubieran colaborado en su locura, como parte de una conspiración en contra de la oleada de inmigración que estamos recibiendo, a raíz de los sucesos ocurridos últimamente en los países del Magreb.
La racionalidad demostrada por los pueblos escandinavos, no debe ser ahora motivo válido para que toda la dureza de la ley no caiga sobre este iluminado, cuyo abogado seguramente basará la defensa en locura, adjudicándole la máxima condena que se contemple en Noruega y moviendo con rapidez a su gobierno a plantearse seriamente la ilegalización de estos grupos radicales que pueda haber en su territorio.
También Europa al completo debe pararse a examinar detenidamente qué clase de individuos se mueven por los derroteros políticos de sus naciones, aprovechando ahora el agónico momento de crisis que vivimos, para hacer despertar al monstruo dormido del nacional socialismo que representó Hitler, y que tan espantoso recuerdo dejó escrito para siempre en la historia.

jueves, 21 de julio de 2011

El nombre de cualquiera

Según las estadísticas, un gran número de las víctimas de violencia de género en nuestro país, se hallan en una franja de edad comprendida entre la adolescencia y los treinta años.
El último asesinato machista contabilizado, se acaba de producir en la persona de una niña de dieciocho años, que ha fallecido a causa de la brutal paliza recibida de parte de su pareja, sin que se aprecien en el cadáver señales producidas por ningún tipo de arma.
La saña demostrada por el asesino sobrepasa cualquier calificativo posible y muestra gráficamente toda la dureza y crueldad de este tipo de acciones contra mujeres absolutamente indefensas, dejando una imagen desoladora difícil de superar, si se analiza el crimen paso a paso, sin que se pueda encontrar una explicación que atenúe el móvil del suceso.
Matar a otro, hombre o mujer, pero en este caso en la más tierna flor de la vida a puñetazos, patadas y golpes, requiere un sadismo atroz y una enorme dosis de odio, del todo injustificable si uno se detiene a pensar en la inocencia que se tiene a los dieciocho años y muestra lo espantoso que debe haber sido el camino recorrido por esta chica, hasta llegar al momento en que se produce la mortal agresión.
Probablemente, como todos los implicados en la violencia de género, el presunto asesino acabará alegando una locura transitoria, como eximente de su culpa y mostrará un fingido arrepentimiento, aduciendo cuánto quería a la víctima hasta el momento en que perdió la razón.
Pero ha de quedar claro que la definición del amor no puede contemplar, en ningún caso, ni la más mínima dosis de violencia, ni ha de confundirse con el afán de posesión que sobre las mujeres, creen tener los que se sienten dueños y señores de las vidas ajenas y sobre todo, ha de erradicarse a la mayor brevedad posible de las mentes jóvenes, el hecho de que los celos o la necesidad de control, son necesarios cuando se establece una relación de pareja, Ni son una señal de hombría, ni demuestran un interés mayor por la mujer, a la que se mancilla gravemente con este tipo de actitudes.
Aconsejar a las adolescentes benevolencia con la violencia verbal, psicológica o física ejercida sobre ellas por parte de los que serán sin dudarlo, los maltratadotes del futuro, supone un gravísimo error que situa al adulto que lo hace, en un plano de complicidad con el agresor, cuyos primeros escarceos disculpan.
Una nueva educación ha de ser llevada a la práctica por los padres, corrigiendo equivocaciones establecidas como norma durante siglos, en el caso de los varones, y advirtiendo severamente a las hijas de que deben abandonar inmediatamente cualquier relación en la que se empiecen a producir actos violentos, e incluso denunciarlos, si acaban por convertirse en cotidianos o derivan al acoso.
Las instituciones tendrían que hacer un especial seguimiento de la violencia de género practicada sobre las niñas, que obnubiladas por la supuesta virilidad de ciertos adolescentes que traspasan la línea del respeto como afirmación de su hombría, acaban por verse anuladas como personas, aterradas por sus agresores o en el peor de los casos, muertas a manos de los que les juran a diario que las quieren más que a nada en el mundo.
La tolerancia que hasta ahora viene demostrando la sociedad con este tipo de sucesos, no contribuye en nada a la erradicación de esta plaga que invade los rincones de nuestras casas, arrancando la vida a cientos de mujeres que en algún momento empezaron a dejarse humillar. sin que nadie levantara la voz para impedirlo.
El dolor de la familia de esta niña de dieciocho años, merece al menos, la promesa de todos de intentar con contundencia no volver a permitir que sucedan ante nuestros ojos nuevos casos parecidos a este.
No cabe aquí la cobardía ni la prudencia, porque la joven que acaba de morir podría llevar el nombre de cualquiera que hubiera tenido la mala suerte de tropezar con una bestia como ésta.

miércoles, 20 de julio de 2011

Los trajes más caros del mundo

Agotando hasta el último minuto de tiempo y ante la confesión flagrante de sus compañeros imputados, el Presidente de la Generalitat de Valencia, Francisco Camps, ha presentado su dimisión con lágrimas en los ojos y esgrimiendo como bandera, el gran sacrificio que realiza para que Mariano Rajoy no pierda la oportunidad de llegar a la Moncloa.
Dando una esperpéntica imagen de victimismo, el ya ex presidente de la Comunidad valenciana, que tantas veces ha presumido de su inocencia, incluso a pesar de hallarse imputado en la trama Gurtel, se ve obligado por las circunstancias a dejar su cargo político, ayudado por las fuertes presiones ejercidas por sus propios compañeros, que empezaban a verlo como un enorme lastre en la carrera abierta hacia la presidencia del país.
Sin que una sola palabra salga de los labios del líder del PP, ni a favor ni en contra del que hasta ahora había llamado en numerosas ocasiones amigo, la evidencia del descubierto en que quedaba Camps y las numerosas muestras que apuntan a su culpabilidad, han precipitado su caída, sin que su partido haya mostrado la menor intención de disuadirle de la decisión tomada.
El descaro sin límites con que este personaje ha estado moviéndose por la escena política en los últimos tiempos, sin que nadie frenara su afán de poder, que le ha llevado a presentarse a las últimas elecciones estando imputado judicialmente, ha sido en numerosas ocasiones motivo de críticas feroces por parte de representantes de otros partidos y de la inmensa mayoría de los españoles, que nunca han llegado a entender cómo la ley podía permitir que se dieran situaciones como ésta y no atajar drásticamente que tales acciones fueran llevadas a término.
Sin que para los ciudadanos en general sea comprensible que Camps haya podido obtener la mayoría de los votos a pesar de sus deudas con la justicia, la soberbia con que ha comenzado lo que ahora resulta ser su corto segundo mandato, los ataques continuados a sus oponentes políticos con intervenciones en muchas ocasiones obscenas, han podido contribuir grandemente a que sus correligionarios hayan ido formando una mala opinión de su modo de actuar, temiendo graves consecuencias si, con prontitud, no se le cortaban las alas,
Además, subyace en este asunto el rumor de que posiblemente Camps pudiera haber sabido cosas a cerca de su partido, que habrían obligado a Rajoy a mantenerlo en el cargo como una forma de comprar su silencio, en beneficio propio.
Pero la confesión de sus dos camaradas, acusándose a sí mismos de cohecho, ha encendido la mecha sin ofrecer otra opción que la de abandonar el barco o admitir también su casi probada culpa.
Desaparecido de la escena política en los últimos días, es de suponer que habrá estado buscando asesoramiento a la desesperada para no tener que admitir su implicación en Gurtel y con la intención de continuar en el cargo, en la creencia de que Madrid le respaldaría, como siempre.
No ha sido así. Los lujosos trajes sin factura que Camps ha estado luciendo con orgullo durante el tiempo en que ha ocupado la presidencia valenciana, han resultado ser los más caros del mundo y ahora yacerán en la oscuridad de cualquier armario, junto al cadáver político de su dueño.

martes, 19 de julio de 2011

La desgracia de ser usuario

En el azaroso reparto de papeles que asigna la vida, ninguno más triste y desagradecido que el de simple usuario.
Has de aceptarlo forzosamente si quieres moverte por el mundo haciendo exactamente lo mismo que hacen los demás y no puedes permitirte el lujo de rechazarlo, a no ser que tomes la arriesgada decisión de vivir como un eremita, en la silenciosa soledad de un desierto, desprovisto de toda suerte de servicios.
Desde pequeño, ya dependes absolutamente de toda suerte de trabajadores para salir adelante, pues las primeras manos con las que tienes contacto al nacer, suelen ser las de una matrona adscrita a la sanidad pública o privada, cuyos servicios ya estás utilizando.
Desde ese mismo instante, pasas a una dependencia total de los designios de quien lleve la voz cantante en el área que precises y eso es algo que te acompañará toda la vida, hasta que tus restos mortales tomen tierra a manos del sepulturero municipal.
Estas circunstancias suelen ser hábilmente aprovechadas por todos aquellos colectivos que son necesarios para que nuestra rutina funcione y es prácticamente imposible encontrar una sola situación en que el usuario gane la partida y no acabe dañado en sus intereses, mientras los otros escapan olímpicamente de los abusos cometidos sobre los desgraciados que nos encontramos bajo su tiránico mando.
Por ejemplo, todos teníamos clara la huelga encubierta que llevaron a cabo los controladores aéreos el pasado diciembre, so pretexto de enfermedad colectiva y cuántas pérdidas ocasionó a los usuarios su lucha con el ministerio de fomento y en concreto con Pepe Blanco.
Pues bien, un juez malagueño les ha dado la razón alegando que efectivamente, todos habían abandonado su puesto de trabajo por prescripción facultativa y no en demanda de reivindicaciones salariales, como es manifiesto.
No aclara qué clase de médicos se dedican a firmar bajas a lo largo y ancho del país a todo un sector profesional, que hace tambalearse el trasporte nacional, sin sospechar siquiera que puede tratarse de una estratagema celosamente preparada para encubrir una huelga y aunque el juez no demuestra muchas luces al no investigar a fondo tan extraño suceso, la verdad es que quien termina de nuevo a los pies de los caballos, no es otro que el desgraciado usuario que en aquellas fechas tenía previsto desplazarse y hubo de quedarse a vivir en algún aeropuerto, hasta que intervino el gobierno.
Si esta sentencia llegara a sentar precedente, como es bastante lógico esperar, ningún consumidor tendrá pues, derecho a indemnización alguna y los pícaros, controladores y galenos, habrán vuelto a pisotear los derechos justos de las personas de bien, con el beneplácito de esta absurda justicia.
Desafortunadamente, resulta imposible cambiar papeles con los ganadores para tener alguna vez la oportunidad de saber qué coño se siente cuando le dan la razón a uno y tener además la satisfacción de poder ver las caras de los estafadores perdiendo en alguna ocasión frente al enemigo más pequeño.
Pero es tan arbitrario caer de un lado u otro de la red, que la seguridad de que nunca existirá para nosotros un momento de gloria como ése, es la certeza más absoluta que cabe en la inmensidad del universo.
Y además, no habrá pasado un solo minuto desde ahora mismo y ya estarán de nuevo apaleando nuestra sufrida dignidad con nuevas maldades urdidas con el único ánimo de fastidiar la placidez de nuestra existencia.
La desgracia de ser usuario no puede ser superada de otro modo, más que haciendo un aparatoso corte de manga a los que nos miran desde su posición de privilegio y pasando olímpicamente de caer en la tentación de estresarse cuando se pierden las batallas. Seguramente, ellos también son usuarios de otros servicios y ahí les va su merecida penitencia.

lunes, 18 de julio de 2011

Las teorías de Rosell

El nuevo Presidente de la CEOE, señor Rosell, parece haber encontrado unas cuantas teorías que nos ayudarían a salir de la crisis, aumentando a la vez la productividad de los trabajadores, que es en el fondo, lo que realmente interesa a todos sus representados, aunque cautamente, él no se atreva a confesarlo.
Dice que hay que extremar las precauciones con todos aquellos que se apuntan al paro y establecer una evaluación periódica del rendimiento de todos los funcionarios del estado, a los que acusa descaradamente de descuidar olímpicamente sus funciones, apoyados en la solidez de su empleo, que ganaron por oposición de forma vitalicia.
No sugiere a quiénes podrían ser encomendadas tales funciones, aunque para ellas es probable que se necesitara una especie de cuerpo de policía paralela, exclusivamente centrada en la vigilancia diaria del enorme número de personas que forman parte de los grupos aludidos, es decir, aproximadamente 4.200.000 desempleados y unos 2.000.000 de empleados de la función pública.
Naturalmente, esta teoría, de llevarse a cabo, seria una gran fuente de creación de puestos de trabajo, e incluso podría darse la curiosa coincidencia de estar un día en las colas del INEM y al otro, vigilando a los recién llegados, por si en alguna medida tratan de escamotear uno de los suculentos subsidios que ofrece el Estado, si se terminan las prestaciones a las que se tenía derecho.
Situar elementos de observación en los centros estatales, sería un asunto un poco más escabroso que recordaría en cierto modo, la presencia de antigua brigada político social en las fábricas y universidades, y cuyo fin no era otro, que delatar a todos aquellos descarriados que se atrevían a discrepar del pensamiento único impuesto por la dictadura.
Estos de ahora, supongo, estarían encargados de señalar con el dedo a los que no aportaran la productividad exigida por Europa para no tener que ser rescatados, como en el caso de Grecia , e incluso podría considerarse su delación como una heroica contribución a la salida de la crisis, todo según Rosell, que se erige en concienzudo luchador contra la desidia y la estafa en el campo laboral.
Curiosamente, olvida mencionar a personajes como su antecesor, Diaz Ferrán, y los delitos cometidos contra los trabajadores de las empresas que han sido cerradas sin móvil aparente, o exigido a sus operarios renunciar a parte de su bien ganado salario, o aumentar su jornada trabajando más horas de lo establecido, a cambio de conservar el empleo.
También omite que al funcionariado español ya se le retira de un cinco al ocho por ciento mensual de sus emolumentos y que las pagas extras de todos ellos, han sufrido un descalabro considerable desde que el señor Zapatero instauró tiránicamente esta medida, como primer paso de sus nefastas reformas laborales.
Al final va a resultar que los trabajadores nos estamos inventando la crisis, con el único afán de arañar en la medida de lo posible, los suculentos beneficios de sus representados y que las cifras del paro son una gran estafa urdida por unos cuantos millones de pícaros que lo que no quieren es trabajar nunca más.
Y el Estado, consintiendo además la extrema vagancia en todas sus instituciones y tolerando que el personal acuda a sus lugares de trabajo para aportar rendimiento cero a las arcas del país.
En fin, toda una trama hollywoodiense de desfalco generalizado, en la que únicamente quedan impolutos los sufridos empresarios, los banqueros y los políticos de derechas que siempre los representaron y que ahora se encuentran en la oposición, muy a pesar suyo.
Bien, puestos a crear policías, tampoco vendría mal unos cuantos, centrados en la persecución de la evasión de capitales, expedientes fraudulentos de regulación de empleo, o corruptelas relacionadas con los idilios protagonizados por empresarios y ayuntamientos, tan corrientes en nuestros días.
También sus representados, señor Rosell, suelen ser adeptos a la picaresca nacional, aunque a escalas mucho mayores que las de los cuatro pobres diablos que se dan de baja para ganar unos euros haciendo chapuzas.

domingo, 17 de julio de 2011

Su esperanza ...y la nuestra

Ahora que todos nuestros bancos han aprobado el exameny declarado públicamente que no necesitan dinero, quizá se acerca el momento de exigir que devuelvan lo que les prestamos cuando precisaban sacar de la ruina sus florecientes negocios, y al fin podamos empezar a reflotar de la situación agónica en que nos sumió su mala gestión económica y las salomónicas soluciones de nuestros políticos.
El discurso del Director del Banco de España, alabando las calificaciones obtenidas por las entidades de nuestro país, a pesar de ser soporífero y en casi su totalidad inteligible, podría tratarse si se escudriña un poco en él, de un síntoma esperanzador para los que desde hace tiempo contamos con que todo en la vidas es periódico y que tarde o temprano llega a su fin.
Puede que el auténtico problema de la nación no haya quedado claro a estos próceres de alto standing, que dirigen nuestras vidas a distancia desde las fabulosas mesas de caoba que adornan los magníficos despachos que ocupan, pero si cupiera la posibilidad de chequear el poder adquisitivo de la gente, de igual modo que se acaba de estudiar el de los bancos europeos, los resultados serían lo bastante didácticos, como para demostrar qué es realmente la desesperación y hasta dónde puede llegar el hartazgo de los que la padecen.
Indiscutiblemente, nada importa al pueblo si la jodida banca sigue obteniendo o no suculentos beneficios, ni si los problemas macro económicos van por buen camino para que este mundo globalizado no deje de funcionar de repente. Es más, casi agradeceríamos que se omitieran menciones directas sobre estos temas en lo medios de comunicación y que los esfuerzos de los políticos se encaminaran únicamente a encontrar con rapidez, un medio para sacar a la población del riesgo diario de volver a casa sin haber encontrado, de nuevo, un sitio para trabajar que les permita vivir con dignidad, sin los lujos de un estado de bienestar que ha terminado resultando auténticamente nefasto.
Es sabido, que ya a nadie le interesa ser rico, ni volver a caer en el hechizo de acariciar el glamour que nos metieron por los ojos cuando les interesaba atarnos de por vida a sus mezquinos intereses. Tampoco estamos ya en la onda de desear una segunda vivienda en la playa, ni coches de última generación para pavonearnos por las faraónicas avenidas que nuestros alcaldes construyeron con multimillonarios créditos, ahora impagables, ni de asombrar al resto del mundo con la presunción de que las clases sociales han desaparecido.
Lo que prioritariamente preocupa al pueblo español es no levantarse cada mañana más cerca del abismo y no poder confiar en que ninguno de sus representantes hará algo por él, allá dónde correspondería hacerlo.
La esperpéntica visión de la ministra Salgado y el ya mencionado director del Banco de España, mostrando el orgullo de haber hecho bien los deberes impuestos por sabe Dios qué manipuladoras manos, es un grave motivo de tristeza, que no hace más que ahondar la brecha que nos separa de este tipo de personajes, protagonistas de historias ocurridas en unas dimensiones que nada tienen que ver con la rutina diaria de la hastiada población a la que, supuestamente, sirven.
Si se pudiera someter a arresto domiciliario a estos embaucadores desvergonzados, sin el menor atisbo de autocrítica ni conciencia social, ni pundonor, la aclamación popular no tendría fronteras y la felicidad sería un bien globalizado, al mismo nivel que los mercados fluctuantes que tanto agradan a tan siniestros hacedores de desdichas ajenas.
Su silencio sería nuestra paz y su desaparición, nuestra futura esperanza.

jueves, 14 de julio de 2011

Se radicalizan las protestas

La agónica situación laboral que soporta un gran número de españoles, que se han visto obligados a malvivir con los subsidios sociales sin la menor oportunidad de volver a acceder a un puesto de trabajo, empieza a hacer mella en el estado anímico de los afectados y les va llevando irremediablemente a una radicalización de su protesta.
El factor tiempo, actúa en contra del pacifismo con que se suelen iniciar este tipo de acciones y la falta de comunicación entre la ciudadanía y sus supuestos representantes en las instituciones, va minando un campo abonado por la incertidumbre generalizada y sembrándolo de dudas sin resolver, que casi siempre terminan con algún brote de violencia.
Todo se agudiza si a los trabajadores se les adeudan salarios atrasados y no ven la menor posibilidad de llegar a un acuerdo para percibirlos a corto plazo, o si empresas de demostrada solvencia durante más de cincuenta años, echan de pronto el cierre mandando a sus operarios a las filas del paro, sin una explicación realmente convincente.
Esta mañana, trabajadores de un antiguo ERE con una deuda salarial de siete meses y los de la Fábrica Flex de Alcalá de Guadaíra, recientemente cerrada, han tomado al asalto un edificio de Hacienda en Sevilla, haciéndose fuertes en él durante unas cuantas horas, en demanda de una simple reunión con el Consejero de la Junta, que finalmente ha accedido a recibirlos, para encontrar una solución a los graves problemas que les aquejan.
Sin que exista una justificación para este tipo de acto, la triste realidad cotidiana que soportan las familias de estos trabajadores, sería motivo suficiente para que la preocupación del Consejero por hallar un medio de suavizar la situación, se convirtiera en prioritario y urgente.
Queda bastante claro que tenía tiempo para recibirlos, si a raíz de lo ocurrido hoy, se ha prestado a hacerlo, pero da la impresión de que ha sido necesaria la utilización de la fuerza para llegar a tener una cita, como si el único camino a seguir para lograrlo hubiera de pasar, necesariamente, por vías inusuales en cualquier negociación pacífica.
Al mismo tiempo, la policía sevillana liberaba a trece rumanos, traídos clandestinamente de su país para ser esclavizados por una familia en tareas agrarias, dando un ejemplo deleznable de cómo los hombres pueden llegar a ser los peores enemigos de sus semejantes, saltándose cualquier norma ética de comportamiento para logar un enriquecimiento personal.
No sé qué penas contempla el código penal para estos casos, pero si la repugnancia que provocan en la gente de bien, fuera castigada de manera proporcional, sin piedad y con la contundencia que merecen, los autores de estos delitos contra la humanidad no quedarían impunes, absteniéndose de repetir en un futuro su vergonzoso comportamiento.
La degradación del mundo laboral es tan evidente, que incluso pueden suceder dos noticias como las anteriormente citadas en un solo día y en el mismo sitio, sin que nos parezca que está ocurriendo a nuestro lado, nada que se salga de lo normal.
Llegar a acostumbrarse a convivir con este tipo de sucesos, es una prueba más de cómo nos deshumaniza este sistema atroz, convirtiéndonos en seres insensibles, incapaces de sentir siquiera un poco de piedad por quienes tienen la desgracia de protagonizar estas historias y mirar a otro lado, es dar la oportunidad a quienes los toleran o propician, de sentar precedentes para, en un futuro, convertirlos en habituales en la vida de todos y cada uno de nosotros.



miércoles, 13 de julio de 2011

Tedio parlamentario




Se estrena el nuevo ministro de interior, Antonio Camacho, soportando estoicamente las acusaciones del partido popular, que lo señalan como directamente implicado en el caso Faisán, que da como resultado la imputación de tres cargos policiales, sin que se aluda a la supuesta participación en él, ni de Rubalcaba, ni del recién llegado a la cartera.
Las tediosas sesiones del Congreso, cada vez más insufribles, se limitan a un cruce de palabras entre un presuntuoso Rajoy, que exige con contundencia la dimisión inmediata de Zapatero y lo que queda del presidente, que intenta estirar lo máximo posible su tiempo de mandato, ya sin argumentos y visiblemente tocado por los efectos que su impopularidad han causado en su imagen física.
Pasó el tiempo en que los debates políticos suscitaban enorme interés en la población y los líderes contaban con el suficiente peso para obnubilar por medio de la oratoria, a un país interesado en los asuntos de estado y en cómo se iban abordando las cuestiones más importantes.
Éstos de ahora, son soporíferos y maleducados por naturaleza y ni siquiera son capaces de agudizar el ingenio para jugar con la tan necesaria ironía, en la larguísimas sesiones que protagonizan, lanzando improperios unos contra otros, sin aportar ninguna clase de solución al grave problema de la crisis que nos afecta.
La única novedad, ha sido el abandono del escaño que ocupaba por parte del recién estrenado candidato socialista, y la incorporación de su número dos a un banco azul, bastante deteriorado por los acontecimientos protagonizados por sus ocupantes en los últimos tiempos y un tanto desangelado, en el preámbulo vacacional que vaticina que pronto quedarán vacíos.
Eta lanza un comunicado de los suyos, enalteciendo las maravillas de la recién estrenada Bildu en los municipios vascos y haciendo apología de la reiterativa independencia de sus llamados territorios, provocando la inmediata reacción de los populares, que se proponen recurrir la legalización de los abertzales, si es que finalmente llegan al poder.
También el PNV critica ahora las ínfulas de los que hasta ayer consideraban un poco hermanos en la causa, seguramente aún dolidos por los múltiples desplantes de los nuevos munícipes, que se han apresurado a desligarse de los nacionalistas conservadores, como si de la peste se trataran y sin ningún miramiento.
Los catalanes de Esquerra republicana, dan por buena la propuesta de Rubalcaba de reclamar impuestos a la banca para la creación de puestos de trabajo y urgen al Presidente a llevarla a cabo ipso facto, recibiendo la esperada respuesta de que se trata de una oferta de futuro que nada tiene que ver con la actual política económica de su gabinete.
Parece que el idilio con su amiga alemana ha entrado en crisis y eso debe doler amargamente a quien se entregó por entero a una relación que le ha llevado directamente a un estrepitoso fracaso personal y profesional, sin que haya vuelta atrás, y sin explicaciones convincentes.
Pero ésas son las cosas del amor y cuando uno asume el papel de siervo incondicional, sin ser capaz de plantar cara a las injusticias que con él se cometen, suele ser natural que la parte dominante exija más y más entrega, hasta terminar asfixiando al otro sin contemplaciones.
De todos modos, es tan evidente que las instituciones precisan un cambio radical que transforme sus modelos en nuevas formas de gobierno, que poco importan ya estos hombrecillos que a nada ni a nadie representan. Casi es mejor que se vayan de vacaciones…y a ser posible, que no vuelvan.

martes, 12 de julio de 2011

Las manos de Pedro Cavadas

A los tácitos defensores de la sanidad privada, tan dados a echar por tierra la labor diaria de nuestra seguridad social, no ha de sentar nada bien que personajes como el Doctor Cavadas, se coloquen en primera línea profesional, desde cualquiera de los hospitales públicos que salpican nuestro país, dejando boquiabierta a la comunidad científica, con el tipo de operaciones que realizan.
Son los suyos, pacientes desahuciados, privados de determinadas partes fundamentales de su cuerpo, por razones diversas, a quienes la vida, a través de este joven médico, regala una segunda oportunidad de disfrutar aquello que perdieron y cuyas imágenes acostumbran a dar la vuelta al mundo, en cuanto salta la noticia de que una nueva intervención ha sido finalizada con éxito.
La humildad del profesional no puede ser más evidente y se refleja incluso en su estética personal, más cercana a la de un cantautor hippie, que a la de una eminencia en el campo de la medicina, con las ínfulas que suelen gastar los que pertenecen a estos selectos grupos de élite.
Pero devolver la alegría a quienes habían perdido toda esperanza de volver a mirarse al espejo y poder contemplar un nuevo rostro, o a quien, como en el caso de ahora no contaba con piernas desde hacía tiempo, ha de convertirse sin duda, en una de las mayores satisfacciones que un ser humano pueda disfrutar y lleva implícita una solidaridad sin parangón, digna del mejor postulante de los principios éticos de la vida.
Hacerlo además, por un sueldo pagado por el estado, sin que al paciente le suponga ningún desembolso económico poder recuperar la autestima perdida, supone un éxito para los que defendemos a ultranza el valor inestimable de nuestro sistema sanitario y acalla las voces que lo denigran, en un intento desesperado de hacer negocio con la salud de los pacientes.
Las manos de Pedro Cavadas son un tesoro de inestimable valía, de ésos que hay que cuidar con mimo, para que no acabe fugándose a otras latitudes en las que se aprecien mejor sus dotes o se financien mejor sus proyectos.
Es un auténtico honor para nosotros admirar su valentía a la hora de acometer retos enormemente dificultosos y un privilegio contar con expertos de su categoría humana y profesional, en las filas de nuestros hospitales.
Lo suyo es un ejemplo para los que ahora deciden iniciar su camino en este campo y una prueba evidente de que cualquier cosa es posible si no falla la voluntad y se corren los riesgos oportunos en determinados momentos.
La oportunidad de ofrecer noticias tan gratificantes como ésta, no puede ser desaprovechada por los que colmo yo, aún creemos firmemente en la valía de los hombres y en que es posible realizar casi todos los sueños, si se pone en ello el empeño necesario, y se cuenta con el apoyo de los demás, también y sobre todo, cuando llegan los éxitos.


lunes, 11 de julio de 2011

En permanente estado de riesgo

Condenadas a una perpetua incertidumbre, mientras el problema griego no quede definitivamente resuelto, las naciones del sur de Europa viven pendientes de las fluctuaciones de la bolsa, sin tener nada claro cuál va a ser su futuro o si finalmente conseguirán remontar una crisis que las está desangrando lentamente, bajo los designios de múltiples especuladores, cuya avaricia no conoce límites.
La voz en off que amenaza periódicamente a los que no han cumplido estrictamente las órdenes dictadas desde arriba, ha dirigido ahora su dedo acusador a Italia, urgiéndola a tomar medidas que tenía previsto adoptar en 2013, si no quiere caer de la cuerda floja en la que todos hacemos equilibrios para mantenernos, a excepción del eje franco –alemán, con sus dos pesos pesados a la cabeza.
Nosotros volvemos a oír los ecos que nos advierten de una situación ciertamente inestable, sin que nuestros gobernantes parezcan hacer demasiado caso al aviso en cuestión, un poco ocupados en remodelaciones ministeriales y cambio de portavoces, asegurando que es más el ruido que las nueces y que lo que nos ocurre nada tiene que ver con Grecia u otros necesitados de rescate, aún más pobres y desamparados.
En una fugaz aparición, Zapatero reafirma que agotará la legislatura y sostiene que su única preocupación actual es la de crear empleo, un poco a la sombra del discurso de Rubalcaba, al que parece haber endosado todo el peso de las labores de gobierno, quizá como entrenamiento para un futuro, y porque no interesa que se le vea demasiado, dado el bajo índice de popularidad que le otorgan las encuestas.
En realidad todo el mundo se hace la pregunta de cuánto debemos a Europa y si será factible pagar esa deuda de alguna manera o habremos también de recurrir a la usura para salir del empobrecimiento feroz que nos acecha, pero curiosamente, ésta es la gran incógnita que nadie nos resuelve, no sabemos si por miedo a que la durísima realidad traspase todas las expectativas que tememos, o porque ni siquiera ellos mismos son capaces de calcular el montante de la deuda, ni las consecuencias futuras que traerá para nosotros.
Quizá para ahorrar, se suprime una de las vicepresidencias, pero la sensación general es que sólo se trata de ir tirando hasta los próximos comicios, con el único objetivo de hacer las cosas más difíciles a un Partido Popular, pletórico por los resultados en las municipales y proclive a comerse el cerdo antes de matarlo.
Y aunque no es sencillo vivir en permanente estado de riesgo, la gente de bien va capeando el temporal, con su indignación a cuestas y los pocos recursos que le quedan, procurando no sucumbir a las habladurías europeas, que nos sitúan a la cola del pelotón, como si fuéramos, otra vez, más africanos que parte de la Comunidad que crearon, para uso y disfrute de los más poderosos.
A lo mejor nos habría convenido más acercarnos al otro continente. Allí, seríamos el socio número uno y no habría crisis para nosotros.

domingo, 10 de julio de 2011

Intentando borrar el pasado

Aún fresco el recuerdo de las nefastas medidas adoptadas por el gobierno Zapatero en la última legislatura, el nuevo candidato del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, es presentado a bombo y platillo, arropado por la calidez de las palmas de sus correligionarios, haciendo lo posible por dar una impresión novedosa, de cara a las elecciones generales del próximo año.
Como un prestidigitador de experiencia, que riza el rizo en cada actuación asombrando al respetable, aportando mayor dificultad a los viejos trucos aprendidos a lo largo de su extensa andadura, se lanza por primera vez a la palestra, arriesgándolo todo a la máxima carta, convencido de que si su discurso consigue hacer mella en los españoles, el futuro podría pintar mucho menos incierto para su formación, de lo que hasta hace sólo unos días auguraban los negros resultados de las encuestas, que otorgaban la victoria a su oponente, por mayoría absoluta, en el nuevo parlamento.
Trae a sus espaldas toda la sabiduría que pueden ofrecer una treintena de años dedicado al oficio de la política y la brega diaria junto a dos Presidentes diametralmente opuestos en sus caracteres y también la picardía que da la lidia en varios ministerios, incluido el de Interior, que ahora deja, en el que ha conseguido la mejor etapa en cuanto número de atentados de ETA, en toda la etapa democrática del país.
Viene pisando fuerte, con propuestas que bien podrían haber salido de las mismísimas filas del movimiento del 15M, intranquilizando a los banqueros con impuestos que sirvan para la creación de puestos de trabajo y aludiendo a reformas electorales que traigan un poco de justicia a los resultados reales de los comicios, sin acritud hacia sus oponentes de la derecha y con cierto comedimiento, francamente impropio de su natural descaro y locuacidad, como un ser genuinamente desligado del pasado que le acompaña.
Queda clara su pretensión de romper cualquier amarra que pueda siquiera relacionarle con los últimos acontecimientos y su determinación por iniciar un camino que le ayude a instalar en la mente de las sufridas masas, las diferencias que le separan de quien hasta ahora ha llevado las riendas de la nación, como si desde siempre hubiera discrepado de las decisiones tomadas durante su pertenencia al gobierno y nada hubiera podido hacer para evitar lo sucedido en los últimos tiempos.
Su intento de hacer desaparecer el pasado, sin embargo, tropieza con la dureza de la memoria de los españoles, que aún viven los efectos de la crisis en carne propia y soportan colas inmensas delante de las oficinas del INEM, intentando encontrar un puesto de trabajo que les aleje del umbral de la pobreza.
Seguramente, cualquiera de sus oponentes se encargará de recordarle en más de una ocasión estos hechos probados y también que ha tenido en sus manos la posibilidad de llevar a cabo la política que ahora propone, sin que se haya notado en él el más mínimo atisbo de querer hacerlo.
No hace falta que nadie nos recuerde la listeza del candidato, ni que en este momento, no tiene otra opción para alejarse del abismo en que está sumida su formación, que dar un giro rotundo en sus ofertas, algo que atraiga deprisa a los descontentos y arrepentidos dispuestos a dar su voto a Rajoy, si los comicios se celebraran mañana, pero cuya opinión puede cambiar, si consigue enterrar a Zapatero en el mar del olvido y se firma la paz en Euskadi, antes de que se agote la legislatura vigente.
La carne está puesta en el asador y las espadas en alto para empezar la recta final que lleva directamente al poder y la gloria que da poseerlo.
A mí, particularmente, el discurso del candidato no me ha restado un ápice de indignación y no tengo la menor esperanza en que sus promesas lleguen a cumplirse.
Creo que somos de la misma edad y una también tiene ya su experiencia.

viernes, 8 de julio de 2011

Hasta donde el viento las lleve

Aprovecho una tarde de soledad para poner al día el desastroso estado de mis escritos, que aunque archivados en el escritorio de mi pequeño ordenador, no he tenido la prevención de copiar en otra parte, por si uno de esos virus caprichosos se cuela por las ventanas de la red y los convierte de un plumazo, en barro informático irrastreable, condenándolos al mas absoluto de los olvidos.
Me lleva un tiempo, porque desde que me decidí a crear el blog, he caído de bruces en brazos de la odiada disciplina que tanto aborrecemos los que tenemos espíritu de artistas y a trancas y barrancas, me voy obligando a pensar y escribir este pequeño artículo que os hago llegar, a los que me hacéis la merced de seguirme, parece que a lo largo y ancho de este mundo.
He de reconocer que no me cansa esta labor diaria, a pesar de tener que decantarme por una sola opción entre la multitud que ofrece el panorama informativo, sobre todo porque es algo que puedo hacer desde la visceralidad que siempre me ha caracterizado, para bien o para mal, desde que descubrí que puedo hacerlo todo mucho mejor cuando soy víctima de cierta intranquilidad anímica.
Compruebo que hemos recorrido un largo camino y tratado toda una gama de temas diversos y a veces me sorprende la aceptación de determinados artículos, que incluso confieso que escribí sin demasiada esperanza de éxito, pero el receptor está en su derecho cuando decide qué le interesa y no seré yo quien se interponga en su determinación al decantarse por según qué temática.
Me toca especialmente la sensibilidad saber que alguien me sigue, por ejemplo, desde Irán, donde la libertad para acceder a la red se haya especialmente limitada por un régimen severo, o que mis palabras viajan hasta países lejanos como India, Emiratos Árabes ó Japón, traspasando los límites de otras culturas para introducirse en las casas de lectores que nunca conoceré.
Quizá el mundo no es un lugar tan grande como nos parece y las diferencias que nos separan quedan reducidas finalmente a un invento de los pésimos políticos que soportamos, ya que basta lanzar un humilde mensaje de solidaridad, para obtener respuesta desinteresada desde lugares auténticamente remotos.
Es fascinante acabar entendiendo que el género humano se parece, sin que la pertenencia a un territorio específico sea capaz de desligarlo totalmente de lo que verdaderamente considera una causa justa y que ni siquiera el idioma constituye una barrera infranqueable para poder acercarse a un escrito, que nace sin ninguna intención crematística, en un humilde rincón y sin ningún otro apoyo que la voluntad y la paciencia.
Por eso nunca me arrepentiré de haberme enamorado de la pluma y por muchos años que pasen, sé que acudiré sumisa a la llamada de las musas, cuando me asalten sin recato, reclamando que les dedique un poco de mi tiempo.
Y ahora que me han convertido en viajera, puede que hasta convenga con ellas, en que ha valido la pena seguir hasta aquí, sin renunciar a la satisfacción de echar a volar mis frases hasta donde las quiera llevar el viento.

miércoles, 6 de julio de 2011

Hermanos íberos:

No penséis que por ser pequeños, habéis caído en ddesgracia.
Ya no cuenta la valentía que tuvisteis para acabar con la dictadura de Oliveira y los claveles de vuestra hermosa revolución yacen pisoteados y marchitos, en las calles de vuestra hermosa tierra.
La apisonadora capitalista no entiende de bellas historias de ideales, ni del esfuerzo de los hombres por ganar palmo a palmo la libertad arrebatada por la fuerza, a manos de algún tirano vesánico.
Pasaron los años de las canciones que escribieron una historia que asombró al resto del mundo, de los cuentos de hadas ilustrados por los tanques adornados con flores que ejemplificaron cómo debe ser un cambio pacífico.
Erais, como nosotros, pobres de solemnidad en el conocimiento y soportabais los desmanes de una élite privilegiada que manejaba las riquezas, sin derecho siquiera a discrepar de vuestro y nuestro modo de vida.
Nos ha costado mucho, ¿no es verdad?, alzar la cabeza por encima de la podredumbre para mirar con dignidad a un futuro labrado a base de trabajo forzado y alcanzar la deseada igualdad personal que deseábamos desde las cloacas que habitábamos, situadas en la niebla de la desesperanza.
Para vosotros también fue un triunfo poder subir al carro de Europa, con la ilusión de obtener una estabilidad que sostuviera todo el sentimiento de un país, salido de repente de la más absoluta inmundicia y es duro comprobar que esa Europa, la madre magnánima que todos mirábamos con admiración, sea ahora quien despiadadamente, esgrima sus armas antinaturales contra uno de sus propios hijos, despedazándolo con vileza hasta convertirlo en una mera posesión de especuladores sin alma.
También vuestros políticos se han rendido sin lucha a los oropeles de la avaricia, abandonando a los suyos en una tempestad que finalmente, ha deshecho los barcos con un oleaje arrebatador, sin poder llegar a la playa.
Realmente, nunca fuimos bien recibidos casa de los poderosos y nuestra aportación fue siempre considerada como aquella atención de gusto horroroso que aporta el pariente pobre invitado, por compasión, a la mansión de los ricos.
Nada importa nuestra desgracia a los usureros que nos ofrecen su ayuda interesada para evitar el naufragio, ni representamos ningún obstáculo a tener en cuenta para sus afanes expansionistas, aunque cumplamos rigurosamente todas las ordenanzas de las leyes que nos robaron el derecho a vivir dignamente.
Somos, un objetivo a conseguir, más pronto que tarde, Un lugar donde ir instalando núcleos de invasión desde los que esclavizarnos bajo el yugo arrebatador de conciencias, impuesto por sus cánones sangrantes.
Atrás quedó la gloria de protagonizar episodios impensables a favor de las clases humildes y la profunda convicción de ser dueños de nuestros destinos, sin tener que dar cuentas a nadie de nuestro paradero.
Estamos endeudados sin remedio, abochornados por la falta de decisión de quienes nos gobiernan y agotados por ese cansancio que da perderlo todo, a manos de quien era considerado amigo, sin esperar su traición.
Sólo nos queda compartir la indignación y volver a empezar de nuevo, como cuando nuestras palabras eran cercenadas por la imposición del silencio y nos movíamos clandestinamente por las oscuras esquinas de la noche.
Aquella vieja revolución vuestra, dejó grabado a fuego las palabras que ahora nos unen:
O povo unido jamais será vencido…

martes, 5 de julio de 2011

La primera piedra

Hemos llegado a un punto, en que parece imposible tropezar con un solo sector u organismo en el que no sucedan a diario casos de corrupción, como si la única manera de ganarse la vida estuviera. en la actualidad, estrechamente relacionada con el delito y apropiarse indebidamente de los fondos ajenos, fuera una tarea fácil y sin mayores consecuencias penales que unas fianzas que siempre quedan muy por debajo del montante de la estafa cometida, permitiendo al estafador vivir el resto de su vida, de manera relajada y opípara..
Se busca inútilmente la excepción que confirme la regla, llegando a escarbar literalmente en la prensa diaria y se comprueba que no existe día en que no se tope con varias noticias de esta índole y con sentencias judiciales sobre ellas, que escandalizarían a un niño de primaria, si se le explicara a su nivel su significado al completo.
Ahora le ha tocado a la SGAE, que no es otra cosa que ese organismo capitaneado por viejísimas glorias del panorama musical español, que nunca llegaron realmente a un estrellato de los de verdad, pero que andan empecinados en una lucha contra la piratería en la red, capitaneados por la ministra Sinde y que se han convertido en una especie de inquisidores disfrazados de espías, que se cuelan en las bodas y las peluquerías, intentando cobrar un canon a cada hijo de vecino que tenga la osadía de escuchar cualquier tema en compañía de otros, a través de la radio.
Tanto han cacareado a favor de los derechos de autor, que más de una vez me ha asaltado la tentación de reclamar los míos por las páginas escritas en este blog, a ver si de una vez esto de escribir acababa reportándome algún beneficio.
Menos mal que no llegué a hacerlo, porque ahora descubro con asombro que más que beneficiar a los autores con los dichosos cánones, a lo que se dedicaban realmente, era a desviar fondos a unas cuentas privadas que, probablemente, les habrán resarcido de no haber alcanzado la gloriaa cuando se encontraban en activo, y que también aquí, en esto de las artes, está enquistado el gen de la picaresca, sin que los supuestos salvadores de almas, sean en nada, diferentes a los que se dejan regalar trajes de alta costura o cuelgan cuadros de Miró en su cuarto de baño, contribuyendo a llevar al país a una bancarrota de la que le será bastante difícil salir.
Esta nueva casta de timadores profesionales que pululan a sus anchas por todos los organismos públicos, haciendo de sus hazañas un ejemplo a seguir para los recién llegados a las lides políticas o económicas, se hallan, sin embargo, como orgullosos de sus prácticas, e incluso se permiten sin que nadie los detenga, devaneos cercanos al esperpento, como sacar réditos de sus implicaciones con la justicia acudiendo a programas de televisión, o presentarse en las listas de candidatos a cualquier elección, con la esperanza de seguir cerca de las arcas que les permitan continuar gozando de sus in merecidos privilegios.
Y no hay forma humana de encontrar a uno solo que lleve la honradez por bandera y se limite al cumplimiento estricto de sus funciones, sin que más pronto que tarde, acabe por ser imputado por apropiación indebida de algo relacionado con el bien común.
No es de extrañar que estemos pasando una crisis de tal envergadura. Debíamos ser inmensamente ricos, a juzgar por la cantidad de dinero que ha desaparecido en manos de personajes de esta calaña y lo que, por suerte para ellos, habrá pasado desapercibido para las masas, sin que de momento, se tenga noticia de próximos casos que en un futuro se conocerán.
Si el que está libre de culpa quiere lanzar la primera piedra, a los sufridos ciudadanos nos encantaría conocer la identidad de tan rarísimo espécimen y elevarlo a los altares otorgándole una de esas beatificaciones que tanto gustan a la curia romana y sus adeptos.
Sería un auténtico milagro, de esos que nos contaban las vidas ejemplares que nos obligaban a leer de pequeños y sentaría un extraño precedente, capaz de devolvernos la fe perdida en el género humano que nos gobierna.

lunes, 4 de julio de 2011

El acosador liberado



Como era de esperar, Strauss Kahn ha sido liberado de su arresto domiciliario y empieza a dejarse ver, cenando en lujosos restaurantes, acompañado de una cohorte de aduladores, que incluso se permiten el lujo de sugerir un relanzamiento de su carrera política, como aspirante a la presidencia de Francia.
Sus ilustres y carisimos abogados alegan ahora una rocambolesca historia de chantaje, orquestado por un supuesto novio de la camarera, preso por un delito de narcotráfico, que más parece propio de un argumento de telefilm de sobremesa, que sólido fundamento legal con el que defender a su representado, de una acusación de acoso, que no es la primera de su vida, ni probablemente será la última.
Esta lucha de David contra Goliat, por supuesto, estaba perdida de antemano y todos aguardábamos que de un momento a otro alguien cargado de dinero y poder, reuniese información inculpatoria contra quien se atrevió a denunciar al coloso financiero, suficiente para pagar su libertad, al mismo tiempo que demostraba las maléficas intenciones de la acusadora, cuya reputación quedará para siempre en entredicho, a la vez que sube a los altares la de quien “inocentemente” cayó en las redes de la supuesta Jezabel.
Si todavía nos quedara un resquicio de inocencia, nos llevaríamos las manos a la cabeza lamentando la historia que ha tenido que sufrir este hombre, pero, curiosamente, la ley vuelve a ponerse del lado de los poderosos con la desfachatez extrema de presumir la idiotez generalizada de los ciudadanos de a pie, y se inclina por adjudicar una razón cogida con alfileres, basada en argumentos sin sentido, fáciles de pagar para quien maneja demasiados fondos en su vida diaria.
No me cabe la menor duda que Strauss Kahn regresará a Francia con su expediente limpio y que la camarera no volverá a encontrar trabajo en ningún hotel de América, ni en ninguna otra parte a la que alcancen los largos tentáculos de la influencia que representa tan encopetado personaje.
El amargor de la vida siempre es para los humildes y las mieles del triunfo caen al final en la boca de los ganadores por excelencia, sin que desde luego les afecte para nada verse enredados en historias como éstas, ni importe en qué lugar queda la credibilidad de las mujeres, cuando se trata de tipos como éste.
Sin embargo, la sensación que nos deja a las personas de bien, es la de tener que soportar con la más absoluta indignación que se cometan desmanes, sin que tengamos ninguna posibilidad de defensa.
No es de extrañar que la desconfianza en la Ley corra como la pólvora, ni que se dude de la veracidad de las sentencias que acaban inclinándose todas las veces del lado crematísticamente más fuerte.
La amargura de la indefensión, la soledad de los pobres en este mundo cruel que los atropella sin compasión para dejarlos tirados en la cuneta, sin la más mínima posibilidad de ser resarcidos en sus daños, acaba por apoderarse de los que nunca seremos así, matándonos la esperanza de al menos, ser tratados en igualdad de condiciones frente a los tribunales de justicia.
Pero ese sueño, de momento, resulta inalcanzable, en cuanto nuestros conflictos topan con la cartera bien repleta de algún sonado cargo, ensañándose con nuestras penas mientras otros celebran con champán sus victorias, sin mirar el precio que hubieron de pagar por ellas, aunque la verdad vaya por caminos opuestos y nuestras pérdidas acaben por ser , para siempre irrecuperables.

domingo, 3 de julio de 2011

En busca de nuevos horizontes



Colapsando las carreteras, los aeropuertos y las estaciones, los españoles empiezan su trasiego vacacional, dando un portazo transitorio a sus problemas financieros e intentando olvidar en la medida de lo posible, las penurias sufridas en el último año, lejos de todo lo que les recuerde a su clase política o a la maldita crisis soportada valientemente, con más pena que gloria.
Atrás quedan los sofocones de descubrir en cada noticia una merma de sus derechos, los esfuerzos para llegar a fin de mes y el agobio de las ciudades llenas de transeúntes enloquecidos, con su estrés crónico y su falta material de tiempo pisándoles los talones con urgencia.
Afortunadamente, todavía los paisajes son gratis y la madre naturaleza brinda la oportunidad de que se la disfrute a plenitud sin cobrar por ello, así que cada cual, ajustándose al presupuesto previsto, huye de la rutina que lo ahoga y se permite un respiro en playas o montes, dando un sonoro portazo a las miserias propias y ajenas, buscando un poco de alegría.
También nuestros supuestos representantes abandonan el Hemiciclo, eso sí, en buenas condiciones de disfrutar de todo lo que ofrece el ocio, y entierran el hacha de guerra hasta el comienzo del próximo curso político, olvidando las diferencias que tuvieron con sus oponentes, para solazarse en múltiples destinos desconocidos para el grueso de la sufrida población.
Llegan los días del relajo informativo, de las primeras páginas vestidas de trajes de baño y famoseo glamuroso, de bodas principescas y sonados divorcios inesperados, de fichajes multimillonarios en Clubes de Fútbol declarados anteriormente en situación ruinosa y de pereza generalizada reflejada en la mala calidad de los programas televisivos y en la tediosa actualidad mezclada con el insufrible calor procedente de Äfrica que invade la península.
Nadie quiere saber nada que aminore su felicidad y hasta los que nos quedamos aún en las ciudades, llevamos puesto otro espíritu que nos permite disfrutar de su aparente soledad, con renovadas energías para recorrerlas de nuevo.
Grita la chiquillería, libre de disciplinas escolares y de horarios esclavizantes, en los parques y las esquinas, intuyendo que podrán disfrutar del frescor de la nocturnidad sin que nadie les mande a la cama y con una libertad sólo posible durante los veranos.
Y aunque somos conscientes de que los poderosos no descansan, por una vez, nos permitimos la chulería de darles un portazo en sus honorables narices, y nos liamos la manta a la cabeza, en busca de nuevos horizontes de sana y maravillosa felicidad.