jueves, 26 de febrero de 2015

El otro Debate


Ante la imposibilidad de poder participar en el debate del Estado de la Nación, por no tener aún representación en el Parlamento, Pablo iglesias citó anoche a miles de personas en Madrid, en un teatro cercano al Congreso, para responder, uno por uno, a los puntos que Mariano Rajoy había tocado en su intervención del día anterior y plantear, esta vez sí, todo un programa de intenciones, con datos y cifras, considerando con toda certeza, que Podemos puede aspirar a ganar las elecciones Generales y por tanto, tener la opción de formar un nuevo Gobierno.
Tuvo el discurso de Iglesias todo el empaque necesario que se pide a un líder cuando está cerca de asumir labores de Estado y optó por centrar, quizá estrenando en serio campaña electoral, todas sus críticas en un PP muy tocado por todas las historias de corrupción que le rodean y en horas bajas tras las varias salidas de tono que protagonizó Rajoy en el Parlamento el día anterior, fundamentalmente, en los turnos de réplica.
El acto, que significó claramente un paso adelante en la carrera ascendente de Podemos, dejó hábilmente de lado cualquier argumento que otros pudieran haber calificado de demagógico o populista y centrándose en cuestiones tangibles, sacadas de documentos oficiales, ofreció a los ciudadanos la esperanza de que son posibles otras alternativas menos agresivas que las políticas de recortes para zanjar definitivamente el tema de la crisis, postulándose a capitanear el poder durante los próximos cuatro años, si llegado el momento, consigue el voto mayoritario de los españoles.
No atacó Iglesias a otros líderes más que al actual Presidente, retándole abiertamente a un debate televisivo, sin perder en ningún momento la serenidad e intentando, quizá, arrastrarle a un terreno en el que el líder del nuevo Partido se maneja como pez en el agua.
Dirigiéndose a él de igual a igual, sabiendo de antemano que cuenta con los votos de muchísimos españoles y aparcando por una vez, el indiscutible carisma natural con que cuenta, fue la suya una intervención exclusivamente relacionada con los problemas reales que Rajoy se empeñó en obviar ante el Parlamento y manejó, con una soltura casi impropia de un recién llegado a la política, toda una suerte de referencias que llevaba reflejadas en un gran número de papeles que no dejó de consultar en toda la noche, demostrando que nada tiene que envidiar a ninguno de los  representantes de los grupos parlamentarios que habían protagonizado el Debate en el Congreso.
Fue el acto, el bautismo político de un líder cada vez más consolidado como tal y un triunfo personal para Iglesias, que había aparecido aún no estando presente, en todas y cada una de las intervenciones de los políticos que habían participado en el Debate y que en su mayoría, parecían tener un miedo cerval a que se haga efectiva la entrada de su Partido en el Parlamento.
Al mismo tiempo, un Pedro Sánchez crecido tras su rifirrafe con Rajoy, presentaba a Gabilondo como Candidato a la Presidencia de la Comunidad, aclamado por los suyos y aparentemente tranquilo, después de la tormenta que organizó la semana pasada con la expulsión de Tomás Gómez, con métodos ciertamente discutibles.
Debió serenarle también que Iglesias ni siquiera le mencionó en su discurso, aunque quizá sería mejor para él no confiarse en que no lo hará más a lo largo de una campaña electoral, que se promete agresiva y hasta violenta.
Lo cierto es que casi estuvo más interesante lo que se dijo fuera que dentro del Congreso, Albert Rivera también habló ante varios medios de comunicación a lo largo del día, evidenciando que algo está cambiando a pasos agigantados en el país y que pronto todos tendremos que acostumbrarnos a una nueva manera de hacer política.

Un soplo de aire fresco, en medio del ambiente viciado que habían traído a nuestras vidas, estos políticos de costumbres relajadas y carpetovetónicas, que pensaban que se perpetuarían en el poder eternamente. 

miércoles, 25 de febrero de 2015

De repente...la realidad


El desprecio de Mariano Rajoy, en el debate del Estado de la Nación, hacia sus adversarios políticos y la forma en que se dirigió a ellos en sus réplicas, expresando de obra y palabra una absoluta intransigencia con las críticas que le llegan desde todos los ángulos, quizá haya constatado la evidencia de que sus días de mandato están llegando a su fin y que va a necesitar algo más que unas pocas promesas de nuevo cuño para mantenerse en la vida pública, aunque sea como jefe de la oposición, fuera de la bancada azul que ocupa desde hace algo más de tres años.
La imagen terrible de la realidad, que ha estado tratando de ignorar , prácticamente desde que llegó a la Moncloa, se presentó con toda su crudeza ayer ante él, en cada una de las intervenciones de todos los grupos parlamentarios, colocándole en una incomodísima posición difícil de mantener, cuando se trata a toda costa de maquillar lo que verdaderamente está sucediendo en la Sociedad, armado únicamente con el espejismo de un triunfalismo exagerado que no se corresponde con los resultados conseguidos en esta legislatura, por las políticas de los conservadores.
El discurso de Rajoy, tuvo dos momentos álgidos a lo largo de la tarde, cuando cargó las tintas primero contra el actual jefe de la oposición Pedro Sánchez al que espetó a no volver más por el Parlamento calificando su intervención de patética y más tarde, cuando haciendo gala de un evidente cinismo, trató de hacer aparecer a Rosa Díez como una especie de intrusa indocumentada, mofándose abiertamente y sin pudor del  número de diputados con que cuenta su Formación en el Hemiciclo.
Alterado y despectivo como pocas veces, quizá por la falta de costumbre   en enfrentarse presencialmente a los problemas, Mariano Rajoy perdió los nervios traspasando todas las líneas del respeto hacia todos los que, naturalmente, se opusieron a él, demostrando que fuera de los espacios que prepara para sus intervenciones su propio Partido, no tiene empaque para aceptar la crítica, ni merece ocupar por su talla humana, el cargo de Presidente.
El ataque personal recibido ha venido de perlas a un Pedro Sánchez demasiado absorto en las luchas internas que se mantienen a diario en el PSOE  y puede que por primera vez, haya podido contar con la simpatía de los ciudadanos, aunque no sea más que por la empatía que provoca ver como un poderoso se ceba incalificablemente con quién considera inferior, sin admitir que en la controversia está, precisamente, la grandeza de la Democracia.
En el caso de Rosa Díez, que estuvo bastante brillante en su exposición, aunque como todos sabemos, nunca ha sido precisamente santo de la devoción de Rajoy, se añade además, o al menos esa fue la impresión que se tuvo, una especie de discriminación por cuestiones de sexo, como si  el discurso de una mujer hubiera de ser, necesariamente peor, que el de cualquiera de los hombres.
Si a esto se añade la inquina que manifestó el Presidente hacia los representantes electos de Formaciones pequeñas en el Parlamento, se podría decir que UPD pudo también salir reforzada del debate de ayer, proporcionando a su líder una nueva oportunidad de crecer, de cara a las elecciones Municipales.
Es posible que al final del Debate, los suyos hayan hecho creer a Rajoy que ha salido victorioso del enfrentamiento, pero poniendo los pies en la realidad, se puede afirmar con toda certeza que el Presidente fue estrepitosamente derrotado por una especie de improvisada coalición de todas las fuerzas presentes en el Parlamento, por una vez, unidas ante la imposibilidad de continuar por la vía propuesta por el PP, si se quiere conseguir que el país pueda por fin arrancar para recuperarse de algún modo, del daño infringido por los conservadores, en una legislatura que para todos, parece interminable.


martes, 24 de febrero de 2015

Menos de tres minutos


No sé qué tienen las Campañas electorales, que convierten a los partidos políticos, con sus líderes,  en una especie de entidades desmemoriadas que jamás miran al pasado para reconocer y tratar de enmendar sus errores y afrontan el futuro como una plataforma para mantenerse erguidos en el poder, considerando erróneamente que quiénes escuchamos las nuevas promesas que ofrecen en sus dilatados discursos, hemos sucumbido también a la grave enfermedad de la amnesia.
Menos de tres minutos ha dedicado Rajoy en el Debate del Estado de la Nación al tema de la corrupción, que a pesar de haber emponzoñado embarazosamente el panorama político español durante estos últimos años y muy especialmente la imagen del Partido al que pertenece el Presidente, no parece merecer más consideración por su parte, que pasar de puntillas y a ser posible sin levantar ruido sobre él, no sea que frustre aún más las ansias de conservar los pocos muebles que le quedan, de cara a los múltiples comicios que sobrevendrán a lo largo del año.
Como si ninguno de los asuntos que pesan como una espada de Damocles sobre la cabeza del PP hubieran existido y pensando que los ciudadanos aún podemos creer que cada uno de los imputados conservadores en los innumerables casos de corrupción, incluido Bárcenas, hubieran actuado exclusivamente a título personal, el empecinamiento del Presidente en no hablar de todo aquello que no convenga a sus intereses, se vuelve a hacer patente, esta vez desde la tribuna de un Parlamento del  que se burla sin pudor, despreciando que quiénes se sientan en él son los representantes electos por todos los españoles.
Pero la sombra de los delitos no va a desaparecer tras su pertinaz silencio y más bien,  habrá de perseguirle sin tregua durante el tiempo que queda de legislatura, pues como todos sabemos, uno termina por convertirse en esclavo de sus acciones y el pasado siempre acaba volviendo a removerlo todo, especialmente, cuando uno ya pensaba que podía respirar tranquilo y que había conseguido escapar impune, de la acción directa de la justicia.
En los casi cuatro años que lleva en el poder, Mariano Rajoy no se ha enfrentado directamente a ninguno de sus variopintos problemas y mal asesorado por los encargados de defender su imagen, ha optado una y otra vez por ocultar las dificultades que han ido surgiendo de manera torrencial en torno a sí mismo y a su Partido, bajo una alfombra de ocultismo, que muchas veces ha rozado la categoría de esperpéntico.
Sin embargo, que Rajoy no mencione la Gúrtel, los papeles de Bárcenas o el asunto de los sobres en negro o que sustituya su presencia física ante los medios por una intervención a través de una pantalla de plasma, no significa en modo alguno que la justicia no siga su curso, ni que no vaya a llegar el momento en que no le quede otro remedio que enfrentarse a la realidad, por mucho que consiga dilatarlo en el tiempo.
Esta sociedad a la que se permite ningunear escondiéndose tras la estrategia de su mutismo, no es, que quede claro, una masa sin alma a la que se pueda manejar a voluntad, ignorando qué causa su indignación y sometiéndola a la insoportable tortura de una tiranía sin precedentes en un Estado supuestamente democrático, sino que reclama cada vez con más fuerza, el derecho a conocer la verdad, hasta sus últimas consecuencias.
Y es por eso, que cuando llegue el momento de votar, de expresar con plena libertad, cada cual, la contundencia de su pensamiento, no habrá sitio  en el que se pueda encubrir todo aquello que deliberadamente se hurtó a los ojos de la ciudadanía y cada cual pagará, a modo de estrepitoso fracaso, la culpa que se le presumiere y que en el caso del Partido Popular, no cabe la menor duda, que es mucha.


lunes, 23 de febrero de 2015

Con el corazón en un puño


En un compás de espera prácticamente insoportable, Grecia aguarda la benevolencia de los líderes europeos para con una situación que ha ido empeorando paulatinamente hasta llegar a hacerse insostenible en los últimos tiempos y cuya solución no se permite encontrar al gobierno recién elegido de Tsipras, lo que constituye a todas luces, una clara injerencia en los asuntos internos de un Estado.
La necesidad de acudir a varios rescates, que han sido ofrecidos por Europa en condiciones que podrían rozar la usura y la total imposibilidad de devolver la deuda que en las circunstancias actuales tienen los griegos, han encendido los ánimos de los dirigentes más conservadores europeos, encabezados por Merkel y seguidos mansamente por personajes como Rajoy , animándoles a no ceder a ninguna negociación, al temer que las medidas propuestas desde Grecia, de aceptarse, pudieran demostrar que existe otra vía menos violenta para ir saliendo de la crisis, que nada tiene que ver ni con la destrucción del mercado laboral, ni con las políticas de gravísimos recortes sociales que se proponen desde Alemania a los acreedores del sur y que se están convirtiendo en una especie de colonización encubierta de las Naciones que se encuentran en una situación más precaria.
A un paso de tener que abandonar el euro, a nadie puede extrañar que Grecia se emplee a fondo en intentar hacer nuevos amigos fuera de la Unión, teniendo en cuenta el poco apoyo que está recibiendo de los que hasta ayer mismo decían ser sus aliados y habría que sopesar si no sería precisamente ese abandono de la moneda común la única solución factible que queda a los helenos para al menos, dejar que su nuevo gobierno intente remediar la severa pobreza que sufren, asfixiados por las exigencias de una Europa intransigente, a la que interesa mucho más cobrar la deuda, que la vida o la muerte lenta de unos millones de ciudadanos, a los que abandonan así, a una suerte negra.
Que Alemania reaccione de esta manera, todos lo esperábamos, aunque choca pensar que hace sólo medio siglo, nosotros ayudamos a su reconstrucción tras el paso devastador de los efectos de la guerra por sus pueblos y ciudades, pero que el Presidente del Estado español se posicione a su lado, siendo como es, uno de los países más afectados por la penuria económica de los últimos tiempos, resulta del todo inaceptable, aunque no sea más que por la idea de que lo mismo que sucede en Grecia, podría mañana suceder aquí, si las cosas se tuercen un poco más y la inutilidad de nuestros políticos no consigue remediarlo.
Aunque sólo fuera por empatía, a Rajoy le correspondería apoyar al Presiente griego, si es verdad que desea fehacientemente, como gusta decir, sacar al pueblo español de la penuria en que se halla inmerso y debiera darle igual, si quiere lo mejor para nosotros, bajo qué siglas o ideología se emprende el camino de la solución, limitándose a apoyar las buenas ideas, llámese cómo se llame, quien las tenga.
Dorar la píldora a Merkel, reclamar zafiamente los veintiséis mil millones que Grecia nos debe, gracias a que se dio la orden de comprar esta deuda, convirtiéndola en pública, no consigue más que aumentar la indignación de una sociedad que por experiencia propia, no puede por menos que solidarizarse con el sentir del pueblo griego y por ende, con la figura de su nuevo Presidente.
El descaro del PP, en esta cuestión, no tiene límites y aunque trate de hacernos creer que reclamar la deuda a los griegos no es más que una necesidad para el Estado español, la verdad que subyace bajo esta afirmación no es otra que el terror a que las políticas de Tsipras consigan triunfar, provocando en los ciudadanos españoles la urgencia de votar al Partido que más se asemeje en sus propuestas al que gobierna en Grecia y que en nuestro caso, no es otro que Podemos.
La conclusión entonces, es que lo que importa a Rajoy no es devolvernos la dignidad perdida, sino continuar ostentando el poder otros cuatro años, caiga quien caiga y pese a quién pese.
A eso, los militantes del partido conservador gustan en llamarlo patriotismo, la personas normales, como usted o como yo, lo llamamos traición. Que a nadie se le olvide cuando llegue el momento de elegir a quiénes nos representen.





domingo, 22 de febrero de 2015

Adiós, Madrid


Mientras Grecia intenta recuperarse de la agonía económica tratando de alcanzar acuerdos, la Elecciones Municipales se convierten en una prioridad para los Partidos Políticos españoles y los resultados de las últimas encuestas  darían una idea aproximada de lo que podría ocurrir, aunque los sondeos siempre hay que tomarlos con reservas.
La lucha por Madrid trae en jaque a los populares, que no terminan de aceptar que parece haber llegado el momento de que termine allí su soberanía, que hace solo unos meses consideraban como algo intocable, a juzgar por las batallas internas que libran las agrupaciones socialistas de la Capital, pero la irrupción casi inaudita de Ciudadanos y Podemos en el panorama político del país, ha abierto nuevos frentes contra los que combatir, muy a pesar de todos aquellos que en un principio, no les concedieron la menor importancia.
Aún sin candidatos, el PP se apresura a encontrar cualquier tipo de brecha por la que atacar a sus contrincantes directos, pero la premura de tiempo y la desilusión generalizada de la sociedad con su gestión, no le concede la potestad de triunfar en esta empresa que con toda seguridad, no alcanzará en las Municipales, los resultados que esperaban.
Dice Metroscopia que si nada lo remedia el PP perderá treinta y cuatro diputados y coloca a Podemos pisándole los talones, a cierta distancia de un PSOE que al final, presentará a Gabilondo, aunque la otra sorpresa a tener en cuenta tiene que ver con los veintiún diputados, que se estima obtendrá Ciudadanos.
De este modo y si los pronósticos se cumplen, la necesidad de alcanzar acuerdos para gobernar Madrid será un hecho  y habrán terminado los tiempos en que Gallardón, Aguirre,  Botella o Ignacio González, campaban a sus anchas en la Capital sin tener que pedir explicaciones a nadie para hacer y deshacer a su antojo, encargando obras faraónicas a quienes les daba la real gana e intentado privatizaciones encubiertas de Escuelas y Hospitales, desoyendo la indignación general de unos ciudadanos maniatados, ante la tiranía de su mandato.
Y lo peor para los de Mariano Rajoy, es que Madrid era considerado desde siempre uno de sus feudos y que, por tanto, los resultados que obtengan en otros lugares del País, han de ser, necesariamente, mucho peores que los que se esperan en la Capital, dónde junto con Valencia, cuentan con muchos y leales adeptos.
Además, los días de la blanda oposición del PSOE parecen también agotados y lo más probable es que a partir de ahora, hayan de encontrarse frontalmente con los representantes de Podemos, con los que está claro que les será muchísimo más difícil dialogar, dada la enorme distancia ideológica que les separa de ellos.
Los resultados de las Municipales, serán un ensayo de importancia superlativa para lo que pueda ocurrir unos meses después, en unas Generales que todos esperamos con impaciencia.
Supondrán también un reto para Podemos, que habrá de afanarse con vehemencia en empezar a cumplir las promesas que durante meses han ido haciendo a los ciudadanos en mítines y calles, demostrando que sus diferencias con la manera de gobernar que ha caracterizado a “La Casta”, son verdaderamente evidentes y no palabrería electoral, como tratan de hacer creer, los que les acusan de populismo.
El partido de Iglesias se juega, de cara a las generales, mucho más que cualquiera de los otros que componen el marco político y sólo de su actuación dependerá que mantengan o no la ilusión que han despertado en la Sociedad y que puede ser la baza principal para conseguir un grandioso triunfo.
De sus pactos con otros, de los acuerdos que puedan alcanzar en los Ayuntamientos, depende en gran parte su futuro.
El de los populares, como todos intuimos, se adivina cada día más negro.


jueves, 19 de febrero de 2015

Perder para ganar


La relación de Bárcenas con la presunta financiación ilegal del PP amenaza con diluirse en el tiempo, si siguen ocurriendo cosas inexplicables que compliquen la investigación judicial y que de algún modo posibiliten que, al menos hasta después de las elecciones Municipales, Mariano Rajoy y su gente conserven la poca credibilidad que les queda.
Por raro que parezca, el sumario de la destrucción de los ordenadores del ex tesorero, compuesto por más de mil folios, ha desaparecido sin dejar rastro de los juzgados y aunque parece que su recuperación es posible, la maquinaria judicial va a tener que acelerar la marcha para que todo vuelva a estar en su sitio antes de Mayo, cosa poco improbable, conociendo los tiempos que suele manejar la justicia.
La desaparición no ha debido hacer ninguna gracia al Juez Ruz, que tiene las horas contadas en su puesto y que pretendía terminar sus conclusiones antes de tener que abandonarlo en marzo, por lo que podría decirse que el suceso ha llegado oportunamente para favorecer los intereses del PP y no hay español que no se haya percatado de esta extrañísima coincidencia.
Sugerir que alguien interesado pudiera estar detrás de esta pérdida, sería quizá aventurar demasiado, pero la certeza de que existe la sospecha resulta evidente y varios medios de comunicación ya se han hecho eco de este argumento, aunque claro, sin pruebas concluyentes que puedan demostrar la culpa de nadie.
Lo que sí se puede afirmar es que si el Juez Ruz termina sus conclusiones y finalmente decide relacionar al PP directamente con lo que aparece en los papeles del ex tesorero, las posibilidades electorales de Rajoy se verán intensamente mermadas y la pérdida del mando en muchos Ayuntamientos podría ser el primer síntoma de una decadencia que seguramente quedaría aún más patente cuando se celebren las Elecciones generales.
Las ínfulas triunfalistas del Presidente del Gobierno, que curiosamente hace solo unos días podíamos oír a través de los informativos, no serían seguramente las mismas si la información que maneja Ruz pudiera finalmente probarse y quedara en evidencia que el tema de la financiación ilegal y los sobres en negro fueron un hecho, corroborando la versión que Bárcenas ofreció desde el principio y que todos los líderes del PP se han afanado en desmentir reiterativamente.
La azarosa casualidad de esta desaparición consigue, al menos, restar momentáneamente, hierro al asunto y permite a los conservadores gozar durante un poco más de tiempo de cierta tranquilidad, precisamente en periodo electoral, que quizá sea cuando más la necesitan.
Y aunque la inteligencia de los españoles da para mucho más de lo que suponen nuestros impresentables políticos, aún quedará algún iluso capaz de defender que la comisión de un delito está en el aire, hasta que no la ratifique una sentencia.
En esta lucha por cada uno de los votos que han emprendido los representantes del bipartidismo, el hecho de no ceder ninguno a la abstención, o lo que es peor, a alguno de los nuevos Partidos, se ha convertido en un objetivo a lograr, incluso por encima de todas las leyes de la ética.
Ahora habrá que oír la versión que sobre esta desaparición ofrecen los competidores electorales del PP y no les quepa la menor duda, de que sabrán aprovechar al máximo las múltiples posibilidades que la película les ofrece.
La trama está servida. Sólo falta que los actores salten al escenario.



miércoles, 18 de febrero de 2015

La otra cara de la noticia


Presenta Ciudadanos su programa económico, con esa expectación que despierta siempre la voz de un partido nuevo y lo hace con la clara intención de liderar la franja de centro que quedara en total orfandad tras la disolución de la UCD de Adolfo Suárez y que durante los pasados años ha tratado inútilmente de adjudicarse un PP, indiscutiblemente mucho más escorado a la derecha.
El partido de Albert Rivera, que nació en Cataluña como oposición frontal a los partidarios del independentismo y que evidentemente, no ha tenido allí la fuerza que necesitaría para desbancar a la bien consolidada CIU, salta ahora a un panorama nacional en el que tiene una gran importancia el voto de los indecisos y de todos aquellos que declarándose abiertamente profanos es esto de la política, van de un lado a otro del marco electoral sin que realmente, nadie termine de representar nunca sus limitados intereses.
Ya intentó este camino Rosa Diez, pero el recuerdo de su antigua pertenencia al PSOE ha influido negativamente en  su ascenso y sólo en el área de Madrid ha conseguido cierta benevolencia en los resultados, aunque a muchos no les convence su cerrada visión sobre el asunto de Euskadi ni su posicionamiento a favor de la ley Wert, que han supuesto para la Formación que lidera, un claro retroceso.
Igual que Podemos, Ciudatants representa una cita a ciegas para los electores y encabezada también por alguien muy joven, que nada ha tenido que ver en ninguno de los muchísimos casos de corrupción acaecidos en el país en los últimos años, bien podría convertirse en otro Partido revelación, si como parece, consigue arrancar votos del ala más progresista del PP, descontenta con la actuación que Mariano Rajoy ha tenido durante su mandato.
Mucho más apegado a lo tradicional, el programa económico que presentan es, aunque abiertamente liberal, crítico con las medidas de recorte que Europa viene aconsejando a los Estados miembros de la Unión y  más partidario de la creación de un empleo digno, de lo que hasta ahora lo es la recalcitrante derecha que actualmente nos gobierna.
Es por tanto de esperar, que Ciudadanos se consolide como cuarta opción política en las próximas y variadas elecciones que nos aguardan y resulta más que probable que incluso logre obtener un gran número de votos de toda esa gente mayor que descontenta con la labor del PP, no se atreve a dar el paso de apostar por una Formación que ellos consideran radical, como es Podemos.
Albert Rivera será junto a Iglesias, la otra estrella a tener en cuenta cuando se forme un nuevo Parlamento y aunque con reservas, habrá que concederle la oportunidad de ofrecer a los votantes del Centro y la derecha nuevos aires de cambio, a ver si consigue enterrar la postura decimonónica que aún hoy asumen los líderes conservadores y que como sabemos, no ha podido dar peor resultado para el bienestar de la gente.

Cuántas cosas nuevas van a ocurrir en el futuro. Y qué interesante se pone el panorama político, cuando ya habíamos, casi, sucumbido a la desidia y el aburrimiento.

martes, 17 de febrero de 2015

Una imputación decisiva


Finalmente, Griñán y Chaves son imputados por el Tribunal Supremo en el asunto de los ERE de Andalucía, colocando al PSOE en uno de los momentos más difíciles de cuantos han ocurrido en su historia y precisamente mientras continúa una lucha interna encarnizada por hacerse con la candidatura para la Presidencia de la Comunidad de Madrid, a pesar de que los resultados de las encuestas no han mejorado para esta formación en absoluto, tras la salida precipitada de Tomás Gómez.
Ahora dice Pedro Sánchez, tras haber despedido de manera intempestiva a Gómez, por una mera sospecha, que para que su Partido actúe contra los dos ex Presidentes andaluces tendría que haber una apertura de juicio oral, tal vez sin darse cuenta de lo mucho que contradice su discurso del anterior fin de semana, cuando se jactaba de aplicar las más estrictas normas de limpieza, frente a la indiscutible negligencia en estos asuntos que viene practicando el Partido Popular.
Va a ser esta agonía del PSOE mucho peor, si cabe, que la que sin duda van a sufrir los populares, porque habiendo tenido en las manos la posibilidad de cambiar las cosas durante las varias legislaturas en que detentaron el poder, decidieron elegir un camino que no les ha llevado más que a un distanciamiento paulatino de la ciudadanía, que desgraciadamente, no parece tener vuelta atrás, probablemente sin recordar que los votantes de la izquierda gozan de un espíritu mucho más crítico con aquellos en quienes depositan su confianza y no son nada proclives a perdonar veleidades cuando piensan que se traiciona de facto una ideología o se hacen concesiones a los mandatos de un capital, tradicionalmente enemigo del pensamiento que debe mover a una formación que se llama a sí misma Socialista.
Ya se lo demostraron a Zapatero cuando pusieron en práctica la abstención que permitió a Rajoy obtener la mayoría absoluta que ahora nos tiraniza y lo volverán a demostrar otra vez en cuanto tengan la ocasión, con la salvedad de que ahora pueden apostar por otra Formación mucho más cercana a los principios de su pensamiento y que ha irrumpido como un torrente en el panorama político español, convulsionándolo todo a su paso y con la firme voluntad de hacer cambiar la obsoleta manera de gobernar, en la que llevan anclados tantos años, los señores del bipartidismo.
No cuenta el PSOE con la fidelidad casi suicida que caracteriza a los votantes de la derecha y las imperdonables manchas de corrupción que están salpicando a muchos de sus miembros, le han hecho ganarse a pulso, que también sus líderes sean considerados como integrantes de La Casta.
Para un Partido tradicionalmente de izquierdas, un caso como el de los ERE de Andalucía, con cientos de presuntas implicaciones en asuntos sucios de dinero, supone un baldón del que resultará difícil desprenderse y que no crea Susana Díaz que tiene ganada la Presidencia de la Comunidad, porque podría equivocarse estrepitosamente.
Tampoco es cierto que el PP sea el peor enemigo que tiene el PSOE en estos momentos, sino que con toda probabilidad, los peores demonios que acechan a esta Formación centenaria, siento decirlo, provienen efectivamente de sus propias filas, a las que habría que regenerar de manera absoluta y sin concesiones, si se pretende mantener un estatus electoral al menos discreto y no caer en un negro abismo de indiferencia, que podría ser, si nada lo remedia, el fin de su vida política.
Corren malos tiempos para el más veterano de los Partidos españoles y no será Pedro Sánchez precisamente, quién lidere un resurgimiento para él, en este año de múltiples comicios.
A veces, hay que tocar fondo para comprender y purgar los propios errores y créanme, en estas ocasiones, la soberbia y la obcecación en mantener determinadas posiciones, no ayudan nada a remediar la naturaleza de los fracasos.

  

lunes, 16 de febrero de 2015

El voto de Madrid


Parece mentira que después de todo lo que ha sucedido desde que el PP alcanzara el poder, un treinta y nueve por ciento de los madrileños sigan prefiriendo, según las encuestas, esta opción de gobierno y que aproximadamente el mismo porcentaje continúe apostando por un personaje como Esperanza Aguirre.
Teniendo en cuenta que precisamente la Capital ha sido testigo durante estos casi cuatro años de todas las protestas que incontables colectivos han protagonizado en las calles y escuchado casi a diario las reclamaciones de la marea blanca, la marea verde, los ciudadanos dependientes, los enfermos de hepatitis C, los funcionarios de Justicia y de otros Organismos oficiales, los preferentistas, los desahuciados y otros muchos cuya contestación evidencia la enorme pérdida de derechos que hemos sufrido los españoles, resulta al menos chocante que ninguna de estas tropelías cometidas por los populares, en su afán de practicar una drástica política de recortes, haya sido suficiente para que los habitantes de este ámbito territorial se plantee siquiera, un voto de castigo, que aclare a Rajoy que no solo no lo está haciendo bien, sino que es el culpable de habernos colocado en la peor situación económica que hemos conocido, prácticamente desde la posguerra.
Hay quienes dicen que los pueblos suelen tener aquello que merecen y contemplando los resultados de estas encuestas, no va a quedar otro remedio que darles la razón, porque o bien una buena cantidad de madrileños disfruta de un estatus social muy privilegiado y por ello no se sienten identificados en nada con las víctimas que ha dejado esta crisis, o bien, los populares han conseguido atemorizarles hasta tal punto, que deben pensar que si les retiran su voto, todo lo que pueda sobrevenir en el futuro terminaría siendo catastrófico, como predican desde sus cómodos púlpitos, los líderes de esta formación conservadora.
Nada de lo que ha ocurrido en Madrid parece afectar a este treinta y nueve por ciento del electorado, ni siquiera los gravísimos casos de corrupción acaecidos dentro de su Comunidad, empezando por la extensa tela de araña tejida por la Gurtel y siguiendo por la estafa de Bankia, o la presunta financiación ilegal del PP y el asunto de los sobres en negro, que como todos recordamos, han sucedido  apenas a unos pasos del lugar de residencia de estos pertinaces votantes de una derecha que de este modo, nunca abandonaría el poder.
Tampoco es precisamente boyante el estado en que han dejado los populares la Comunidad ni el Ayuntamiento y sin embargo, esta buena cantidad de ciudadanos, debe preferir un continuismo de lo que han venido viviendo hasta ahora que apostar por un cambio radical que mejore el estado de pobreza que aflige a las mayorías y una recuperación de todas las pérdidas de derechos civiles y sociales que el PP se ha encargado de hacer desaparecer de un plumazo, a golpe de Decreto.
Claro que entre este treinta y nueve por ciento, debe haber sin duda una gran parte de personas mayores, a las que la sola idea de que alguien pueda tocar a la baja la cuantía de las pensiones, debe aterrorizar hasta tal punto, que no les queda otro remedio que aferrarse al discurso de los que se consideran a sí mismos como las únicas opciones serias, capaces de gestionar los gastos del Estado y garantes de que las prestaciones destinadas a la tercera edad queden aseguradas para todos, al menos mientras ellos gobiernen.
Por eso, es imprescindible prestar una mayor atención a este numeroso colectivo y absolutamente necesario, sobre todo para los nuevos partidos, explicar detalladamente lo que ha venido ocurriendo hasta ahora con la tramitación del montante de las pensiones, que por cierto, han bajado con el PP considerablemente, si se atiende al poder adquisitivo del que gozan a dia de hoy, los pensionistas.
Faltan en los Mítines de Podemos, Ciudadanos y otros Partidos que apuestan por el cambio, voces de ciudadanos mayores experimentados que manifiesten a las personas de su edad, versiones menos catastrofistas que las que PP y PSOE ofrecen únicamente para conservar las posiciones de poder de que gozan con el bipartidismo.
Y escasea también, en los mayores, una mayor solidaridad con la gente de otras  edades, con los jóvenes, afectados por más de un cincuenta por ciento de paro y por el grueso de la edad intermedia, sumido en una vorágine laboral de condiciones insostenibles, porque precisamente en sus manos está el desarrollo futuro del país, y no en las de los que ya vienen de vuelta.

Puede que el ejemplo de Madrid, quede finalmente relegado a una prueba testimonial de lo que la estrategia del miedo puede hacer con una masa de electores, pero no estaría mal tener en cuenta los resultados que arrojan estas encuestas y luchar mucho más por hacer entender a la sociedad que nada puede ser peor que lo que tenemos ahora, si no queremos dejar pasar de largo la oportunidad de cambio que se nos brinda y terminar, por otro largo periodo de tiempo, sumidos en este espantoso oscurantismo.

domingo, 15 de febrero de 2015

La punta del iceberg


Por muchos años que pasen, los españoles nunca terminaremos de saber qué ocurrió realmente tras las paredes de Bankia y a pesar de ser los únicos inocentes en toda esta amplísima gama de corrupción, de alguna manera, nos tocará pagar íntegramente el montante de cuanto de allí desapareció sin dejar rastro, consiguiendo colocar al país al borde de la bancarrota, mientras sus directivos entraban, por la puerta grande, a formar parte del exclusivo club de los ricos.
El juez Andreu ha debido entender que el auténtico trasfondo de la estafa se fraguó de una manera fría y calculada, íntegramente desde dentro y por eso les impone una fianza de ochocientos millones de euros, que si en principio pudiera parecer una cantidad desmesurada, podría terminar siendo una pequeña parte de los incalculables beneficios que toda la operación generó para algunos y que, naturalmente, obrará en su poder, escondida en algún paraíso fiscal, fuera del alcance de la Hacienda española.
Por eso, aunque Bankia recurriera la decisión judicial, el montante de la fianza no debiera ser rebajado y por eso también, de ser finalmente abonado dentro de plazo, sería oportuno seguir el rastro del dinero, por si pudiera aportar alguna pista de dónde puede sacarse en pocos día una cantidad como esa, para a ser posible, compensar a los ciudadanos de todos los desvelos y sacrificios que les ha acarreado esta trama de corrupción, cuyas consecuencias seguirán pagando sus nietos, gracias a la petición de rescate que solicitó un Mariano Rajoy, probablemente sobrepasado, al saber que entre los principales implicados en el agujero negro, estaba el que fuera su competidos por la presidencia del PP, Rodrigo Rato, para más señas.
La indignación popular va in crescendo, cada vez que se conocen nuevas informaciones sobre lo que sucedió, primero en Caja Madrid y más tarde en Bankia, porque cada una de las noticias que poco a poco va publicando la prensa, supone un agravio peor que el anterior y porque es de prever que cuanta investigación salga a la luz en el futuro, será de dimensiones aún mayores que todas las publicadas hasta ahora.
En esta tesitura, todo lo que ocurra a los responsables de Bankia debe ser acogido por los españoles con alegría, sobre todo si al menos una parte importante de los imputados acaban pagando las penas reales que corresponderían, en justicia, a la dimensión de su delito.
Ya no valdría, por tanto, un nuevo intento por apartar a otro juez de sus funciones, como ocurrió en el caso de Silva, pues habiendo quedado prácticamente probada la presunta culpabilidad de individuos como Rato o Blesa, a la justicia no le queda otro camino que el de cumplir estrictamente lo que marca la ley, aunque en el ejercicio de sus funciones  acabe llegando posteriormente a la implicación de otros nombres de relevancia política, social, empresarial, o de cualquier ámbito de trascendencia, sean quienes fueren los que se beneficiaron de algún modo, de esta trama corrupta.
Y aunque como decíamos al principio, siempre nos quede el regusto amargo de que alguien consiguió escapar, al menos, si todo lo que hay a día de hoy, logra ser finalmente esclarecido y los culpables son condenados, como es de prever, con contundencia, podremos decir que una parte de los causantes de muchas de las desgracias que azotan a este país, los que traicionaron la confianza de los preferentistas, los que se atrevieron a sacar a bolsa una entidad de alto riesgo y los usuarios de las tarjetas black, pagaron en dinero o en cárcel por sus culpas y nosotros lo vimos.



jueves, 12 de febrero de 2015

Savia para Podemos



Con el huracán desatado en el PSOE, tras la destitución de Tomás Gómez  y la reticencia de Mariano Rajoy a desvelar el nombre de quién será su candidato para la Alcaldía de Madrid, un torrente de savia empieza a fortalecer las perspectivas electorales de Podemos, que con toda seguridad sabrá aprovechar en su beneficio, todo este ambiente de insano desconcierto.
Las actitudes claramente antidemocráticas de los dos Partidos mayoritarios, el PSOE por haber utilizado un método bastante discutible para el despido de Gómez y el PP por dejar la elección de su candidato exclusivamente en manos de Rajoy, favorecen la postura de todos aquellos que vienen considerando hace tiempo que  este régimen dista mucho de ser un ejemplo de cumplimiento estricto de lo que marca nuestra Constitución y que ha llegado la hora de abrir nuevas vías, si no queremos perder todo aquello por lo que tanto se luchó en los años de la transición y que ha dejado de funcionar, como evidencian los acontecimientos que vivimos.
Nada que tenga que ver con maneras tiránicas puede ayudar a que los ciudadanos tengan buena imagen de los señores del bipartidismo y más parece que sus líderes se hayan empeñado últimamente en cavar su propia tumba política que en intentar salvar la poca credibilidad que les queda, tras la nefasta gestión que han protagonizado, en el transcurso de las dos últimas legislaturas.
Cansados de asistir atónitos a guerras de Partido, a que las luchas internas por alcanzar puestos de poder, coloquen en segundo plano los problemas reales del pueblo, los ciudadanos de Madrid, lógicamente, habrán de atender a aquellos que se posicionen abiertamente a su lado, apartándose lo más que puedan de quienes anteponen los temas netamente políticos, a las necesidades reales y graves que desgraciadamente acucian sin perdón, también a este ámbito territorial en el que se desarrollan sus vidas.
Que el Partido de Pablo Iglesias ha logrado una conexión especial con la gente no es ningún secreto y que la intención de muchos españoles es la de votar en todos los futuros comicios a Podemos, es una evidencia innegable, que viene avalada además, por los aforos que consigue en cada una de las convocatorias que hace y muy particularmente en el caso de Madrid, donde como sabemos, cuenta con muchísimos seguidores.
Pero es que además, todos los acontecimientos recientes, la insistencia cansina de PP y PSOE en seguir haciendo políticas cada vez más distantes de la ciudadanía, potencian que la subida del nuevo Partido se esté haciendo imparable y existen muchísimas posibilidades de que los candidatos que finalmente presenten se hagan con el Gobierno de la Alcaldía y la Presidencia de la Comunidad de la capital de España.
Y no es que Podemos esté haciendo realmente nada impactante para que su consolidación se convierta en un hecho, sino que como siempre, son los otros los que se empecinan en perder lo que una vez ganaron sin haber comprendido aún que la inteligencia de los ciudadanos no tolera que se coloque la ambición personal y partidista, por encima de los problemas del país.
Parece mentira que después de tantos años, los profesionales de la política sigan incurriendo una y otra vez en los mismos errores. Debe ser que el poder no solo es capaz de corromper en el campo de la economía, sino también en el de los sentimientos, transformando a los que una vez fueron personas normales, en monstruos de hielo que solo ansían perpetuarse en una élite que sin embargo y afortunadamente, sigue teniendo los pies de barro.



 





miércoles, 11 de febrero de 2015

Viento de tormenta


Desde tiempos inmemoriales, la Federación Socialista Madrileña siempre ha sido un nido de víboras en el que ha costado trabajo sobrevivir y que no ha hecho otra cosa que perjudicar los intereses de su propio partido, por mucho que se empeñen los que pertenecen a ella, en considerarse como un cuerpo de élite mejor preparado que todos los demás que forman o formaban la extensa familia  que creara hace más de cien años, Pablo Iglesias.
Traiciones, puñaladas por la espalda y un afán increíble por escalar puestos de poder, incluso teniendo que pasar por encima de los propios compañeros, han sido y son algo natural entre los militantes adscritos a este ámbito territorial y no hay más que tirar de hemeroteca para comprobarlo.
Ayer, Pedro Sánchez cesó fulminantemente a Tomás Gómez, por considerar que le rozaba de manera evidente la trama de corrupción denominada como Púnica y que como todos sabemos, ha llevado a prisión a varios ediles del PP y el PSOE y al que fuera mano derecha de Esperanza Aguirre, Francisco Granados.
Tomás Gómez, que siempre ha sido considerado por sus compañeros como perteneciente a la corriente más progresista del Partido y que antaño fue el alcalde más votado proporcionalmente en España, es ahora destituido al recaer sobre él la sospecha de que la construcción del tranvía de Parla, localidad que gobernó, presenta una sobrevaloración de cuarenta y cinco millones, sin que de momento, nadie pueda explicar en qué se empleó esta cantidad o si fue a parar directamente a los bolsillos de algunos políticos.
Sin embargo, la trayectoria de Tomás Gómez, nada tiene que ver con la de Pedro Sánchez y de todos es sabido que sus posturas han estado siempre más allá de la moderación extrema que caracteriza al nuevo líder del PSOE, por lo que su destitución bien pudiera tener que ver con que existan entre ellos ciertas diferencias insalvables, que más que favorecer el ascenso de Sánchez en la intención de voto de los españoles, bien podría conseguir el efecto contrario, si los votantes se paran a pensar cuál de los dos se encuentra más cerca del sentir popular, comprendiendo que el recién llegado a la cúpula de Ferraz, no representa en ningún caso, una ruptura con el pasado.
Si Tomás Gómez se lucró o no con la construcción del tranvía, ya se verá, pero el argumento de que la mera sospecha es suficiente para destituir a cualquiera que ocupe un cargo, no cuadra en absoluto con la posición adoptada en otros casos de mucha mayor relevancia, como podría ser el de la más que probable imputación de Chávez y Griñán, en los ERES de Andalucía.
Muchos de los compañeros de Gómez, incluido el candidato a la alcaldía de Madrid, Antonio Miguel Carmona, han manifestado públicamente su solidaridad incondicional con el ahora cesado, lo que abre una profunda brecha, a tan sólo dos meses de las elecciones, en la Federación Socialista Madrileña, cuestionando seriamente  la autoridad de ese  líder al que todos dicen apoyar, pero que de manera evidente no parece contar con tantos seguidores como presume, lo que hace tambalearse su continuidad, como Secretario general del Partido y futuro candidato a la Presidencia del Gobierno.
Sumido en su propia miseria, el PSOE camina indefectiblemente hacia una fragmentación que podría general para él un grave retroceso en los resultados de cualquier tipo de elecciones, tal y como era de esperar, tras la clara renuncia que durante los últimos años ha venido haciendo, de lo que se consideraban sus principios ideológicos, sobre todo en los temas sociales.
Cuando Pedro Sánchez accedió a la Secretaría General, ya  decíamos que más que una renovación, el PSOE necesitaba una revolución y estas luchas internas, totalmente de espaldas a los problemas reales del país, no hacen más que demostrar la indiscutible existencia de su fracaso.
Mientras seis millones de parados se debaten diariamente con los estragos que ha traído a sus vidas la llegada de la pobreza, un PSOE altanero, soberbio y sin corazón, sólo se preocupa de que nadie haga sombra al que eligieron con la única intención de recuperar el poder.
Si este es el ideario del socialismo, la lucha de miles de personas agrupadas durante años bajo estas siglas, no habrá tenido ningún sentido y mancilla gravemente el honor de todos los que defendieron sinceramente  aquellos principios de igualdad en que creyeron quienes crearon este centenario Partido.
  


martes, 10 de febrero de 2015

Nuestras madres y abuelas


Leemos con estupor que muchas de las multimillonarias que aparecen en la lista Falciani, provenientes de colectivos profesionales muy diversos, figuran sin embargo en las acotaciones del propio Banco, como simples amas de casa, sin que sepamos, al menos los muy poco versados en materia económica, si pertenecer a este sector continuamente denostado por la sociedad, produce en el caso de tratar de ocultar un capital en Suiza, algún tipo de beneficio.
Continuamente, al menos en nuestro país, las amas de casa vienen siendo tratadas por los políticos de turno como un sector de la población invisible, al que nadie presta atención si no es para criticar duramente la decisión personalísima de asumir como prioridad el cuidado de los hijos y al que ni siquiera se considera importante a la hora de recaudar votos, seguramente por considerar que su nivel cultural no le permite siquiera decidir con libertad, la opción política que quieren que gobierne.
Y sin embargo, este país, en el momento actual, debe a las maltratadas amas de casa la valentía de acoger bajo su manto a cientos de miles de hijos arrojados por el sistema a la miseria, al haber quedado sin empleo y podría decirse que el sacrificio extremo de asumir su manutención y la de sus familias podría ser la clave que ha evitado un estallido social de incalculables consecuencias.
 Frecuentemente vilipendiadas, calificadas despectivamente como “Maris” sin aspiraciones y puestas como ejemplo de consumidoras voraces de programas de televisión de baja calidad e incalificable contenido, las amas de casa tendrían hoy sin embargo, el incalculable mérito de hacer auténticas maravillas con una economía de miseria y de lograr sacar adelante, no sin muchos desvelos, a una gran parte de esos seis millones de afectados por los males sobrevenidos con la crisis, como el paro o los desahucios y sin haber hecho ningún tipo de master, que les permita organizar de manera exitosa el día a día de unos hogares en continua situación de riesgo.
Pueda que para algunos esta labor de permanente sacrificio no tenga ningún valor y menos aún para estas castas políticas a las que no preocupa en absoluto si la gente vive o no de una manera digna, pero la brillante actuación de nuestras amas de casa, su valor al afrontar los problemas de los suyos como si de propios se tratara  y el arrojo de atravesar todos los límites de la lógica no permitiendo que sus familias caigan en un bucle de desesperación y angustia personal del que sin su ayuda no podrían recuperarse nunca, constituye el mejor ejemplo de cómo aquello con lo que se cuenta puede ser mucho mejor repartido y evita, con toda seguridad, que los conflictos deriven hacia una espiral de violencia, que de otro modo podían haber convertido el escenario del país, en una batalla campal parecida a las que vemos en otros lugares,  cada día.
Es por eso que la utilización de esta profesión no remunerada, por parte  de muchas mujeres que aparecen en la lista Falciani, podría considerarse como un imperdonable insulto que mancharía en sí mismo, la limpieza de actuación que el colectivo está teniendo en el desarrollo fatal de esta crisis.
Puede que estas multimillonarias evasoras de capitales, superen en riqueza material a las amas de casa españolas, pero personalmente, en la intimidad, en ese espacio en el que lo único que cuenta son los sentimientos y los valores más profundos, permítanme que les diga, estarían obligadas a besar el suelo que pisan.
Porque mientras ellas delinquen en la oscuridad, negando a sus países el desarrollo social que podrían haber conseguido con los impuestos que evaden, nuestras madres y abuelas están siendo capaces de solventar, incluso sin perder la alegría, toda una suerte de adversidades indescriptibles ante las que cualquiera se habría rendido sin condiciones, de haber tenido que verse en la piel de este puñado de valientes.
He ahí la diferencia que existe entre ellas. Unas son una auténtica vergüenza para la raza humana y las otras, un tesoro a cuidar, con mimo, por el ejemplo que ofrecen a diario de lo que debe ser la solidaridad, sin percibir por ello, afirmo, ningún tipo de beneficio.


lunes, 9 de febrero de 2015

Ilustres delincuentes


Ha tenido que ser la prensa la que empiece a filtrar los nombres de la lista Falciani, quizá por la vergüenza que constituiría para cualquier gobierno tener que admitir que muchos de sus personajes, popularmente llamados ilustres, son en realidad, especialistas en la evasión de impuestos que constituye hoy por hoy, uno de los delitos más perseguidos y menos juzgados, en este panorama político neocapitalista, que tanta importancia concede a la posesión del dinero.
No eran estos seres “ilustres” precisamente un ejemplo de comportamiento ciudadano y menos aún, de ese rancio patriotismo que suele adjudicarse la derecha como primer valor innegociable y que mueve a la risa, si uno analiza que en lugar de contribuir al desarrollo de los países a los que tanto dicen amar,  prefieren poner en práctica todo tipo de subterfugios para que sus cuentas privadas no sufran ningún menoscabo, salvaguardando sus riquezas en manos de bancos instalados en esos paraísos fiscales, que a la gente normal suenan como lejanos y virtuales, por las pocas posibilidades que cualquiera de nosotros tendría de abrir cuentas en ellos.
Ningún colectivo se salva de este pecado mortal tan corriente en nuestros días, dejando claro que cuando está por medio la avaricia, ni siquiera es normal avergonzarse cuando a uno le pillan cometiendo delito, aunque este delito suponga un grave perjuicio para la situación social del resto de los ciudadanos.
En cuanto empiecen a aparecer los nombres, seguramente muchos de nosotros descubriremos con estupor que algunos de nuestros ídolos, desgraciadamente, tenían los pies de barro y que esto de la honestidad parece necesariamente reservado para las clases proletarias, dado que en cuanto alguien levanta un poco la cabeza y por medio de su trabajo o por un golpe de suerte eleva un poco su nivel, se convierte inmediatamente en un monstruo sin corazón, que lucha denodadamente por sacar su capital del país, no sea que la construcción de hospitales y escuelas le recuerden a diario que lo que se invirtió en ellos, estaría mucho mejor en su cuenta.

Pero estos delitos, ni siquiera tienen penalmente un castigo ejemplar que evite la tentación futura de otros y hasta habría que considerar seriamente la posibilidad de que todos los ciudadanos honrados estemos equivocados en nuestros planteamientos, sobre todo si se compara el castigo que se aplica, por ejemplo, a traficar con una cantidad pequeña de droga, unos ocho años de prisión con la impunidad de que disfrutan toda una serie de evasores fiscales demostrados, que gozan de una libertad total, para indignación de los que miramos desde fuera.
No sé yo si la clave estará en dedicarse a cualquier actividad profesional que genere cierta fama y muy especialmente al ejercicio de la política, pero la realidad es que a cualquier trabajador con nómina suele Hacienda perseguirle hasta el acoso en cuanto se le descubre alguna irregularidad, mientras que diario se ven publicados en la prensa ejemplos de evasión de capitales millonarios por parte de personajes conocidos, que o no se juzgan nunca o  se saldan con sentencias irrisorias y sin devolución del montante defraudado, lo que aún resulta, si cabe, mucho más incomprensible.
A la hora que escribo este artículo, salta la noticia de que el Propio Falciani, acaba de fichar por Podemos.
Puede que sabiendo lo que sabe y lo poco que se ha hecho tras la revelación de sus incontables secretos, sea esta Formación la única que a nivel personal, le ofrezca un poco de esperanza para conseguir que su fuga con los papeles del delito no acabe siendo, como hasta ahora parece, una soberana tontería.



domingo, 8 de febrero de 2015

Cine para todos


En plena guerra electoral y mientras los líderes políticos se esfuerzan por ofrecer a los ciudadanos una imagen mejor que la de sus contrincantes, la Gala de los Goya irrumpe con su enorme dosis de glamur derritiendo la gélida noche de Febrero, ofreciéndonos a todos unas cuantas pinceladas de relax, que no nos vienen nada mal para evadirnos de nuestras cotidianas penurias, centrando nuestras miradas, únicamente, en lo que alguien dio en llamar hace tiempo, Séptimo Arte.
Agrada ver que la enorme subida del IVA  aplicado por el gobierno popular a los espectáculos no ha podido con este y que la familia del cine ha obtenido en 2014 un  éxito arrollador para los tiempos que corren, apoyados más bien en el arma indiscutible de su talento que en las ayudas que pudieran venirle por parte de un Ministerio que para más señas, está en manos de Wert, del que tantas veces hemos hablado y nunca para bien, en ninguna de sus funciones.
Sin embargo, tenemos en este país unos artistas nada proclives al desaliento, combativos donde los haya y no dispuestos a sucumbir ante la manipulación de los gobiernos, capaces de sacar medios de dónde no los hay y hasta de ofrecer a los espectadores toda una suerte de magníficas películas, incluso en el momento en que nadie con dos dedos de frente hubiera apostado porque pudiera salir nada bueno, de un arte acosado, vilipendiado e insultado reiterativamente desde las altas instancias de un poder, que no acepta que los intelectuales hayan naturalmente de estar, siempre y sin excepción, a favor del progreso.
La Gala de anoche, fue la demostración flagrante de que a este PP nada le sale según sus previsiones y a pesar de que fue este uno de los eventos más suaves en los comentarios sobre la situación política, tampoco faltaron perlas dirigidas literalmente contra nuestros gobernantes y muy especialmente, contra el Ministro Wert, que este año sí, se encontraba entre los asistentes al acto.
Comenzar con un elenco de actores y actrices relevantes, de todas las edades, sobre el escenario, cantando a coro Resistiré, pudo dar al ilustre Wert una idea de que con estos profesionales, ni ha podido ni podrá, por muchas trabas que ponga al desarrollo normal de su trabajo.
Y aún hubo de soportar la rotundidad del triunfo de La isla mínima, diez goyas consiguió la cinta de Alberto Rodriguez, que terminó de colocar a los profesionales andaluces en lo más alto, aún procediendo de una de las pocas Comunidades autónomas, en las que no gobierna el PP.
Poco se le dijo para la mala labor que ha hecho y sólo el Presidente de la Academia y el irreverente Almodovar , se atrevieron a desafiar cara a cara al Ministro y su séquito, el uno, quejándose abiertamente de la imposición del IVA y el otro, aclarándole personalmente, que no se contaba entre sus amigos.
Pero como la Gala no iba dirigida a las Instituciones políticas, sino al público en general, se ha de decir que fundamentalmente, cumplió sus objetivos.
Lujo, colorido, exhibición de alta costura en los cuerpos de la gente más guapa de España…y una explosión de fuerza frente al oscurantismo que se nos pretende imponer desde arriba, pero que no ha conseguido robarnos la ilusión de sentarnos de vez en cuando en una sala de Cine y ver una de esas películas nuestras, que surgen como por arte de magia, transportándonos a otra dimensión, aunque solo sea por breves momentos.

Me quedo, con la interpretación de Miguel Poveda del poema de Miguel Hernández “Para la libertad”. Tan vigente y estremecedor, como cuando se escribiera…

jueves, 5 de febrero de 2015

Romper con el pasado


Se cansa Tania Sánchez de predicar en desierto sobre la necesidad de que IU expulse inmediatamente a los militantes que aceptaron y usaron las tarjetas negras de Bankia y abandona el Partido que la había elegido candidata para la Presidencia de la Comunidad de Madrid, en un momento en el que todas las encuestas auguran un descenso más que evidente en la intención del voto que le darán los españoles.
Se marcha, dice, con la intención de fundar algo nuevo, pero que pueda concurrir con las ideas de cambio que pululan en el ambiente de otras Formaciones, por lo que no se puede descartar que finalmente decida sumar fuerzas con Podemos, que parece coincidir y mucho, con la manera de pensar que manifiesta esta joven promesa de la política española.
Hace tiempo que los planteamientos de Izquierda Unida, ya lo hemos dicho en alguna ocasión, se habían quedado bastante obsoletos, en la opinión de los ciudadanos y resulta particularmente difícil para cualquier colectivo progresar en el campo de la política, si no se asume la necesidad de evolucionar con los tiempos.
Quizá por eso, Podemos le ha comido casi todo el terreno a esta Formación de la que nadie podrá decir que no ha luchado por los problemas de la gente, pero que adolece de continuar unas líneas de actuación ciertamente anticuadas y de mantener en sus filas como personas más relevantes, a una serie de dinosaurios anclados en los principios de un comunismo recalcitrante que pudieron venir muy bien durante los años de la Dictadura, pero que han quedado sepultado por nuevas corrientes de pensamiento, más acordes con la modernidad y menos anquilosadas, en sus mensajes y en sus símbolos.
La insultante juventud de los líderes de Podemos, la magnífica formación académica que poseen y la fuerza que da la libertad de no llevar sobre la espalda una historia de luces y sombras que al final le relacionan a uno más con lo que pasó tiempo atrás que con lo que está ocurriendo actualmente, ha terminado por fagocitarse cualquier aspiración de poder que pudiera albergar IU y más aún si se tiene en cuenta que su recién elegido líder, Garzón, carece de todo el  carisma que le sobra a  Pablo Iglesias.
Y habiendo como hay más de una coincidencia programática con el nuevo Partido, lo natural y lo que todos esperaban, es que IU se una a la carrera imparable de Podemos, desapareciendo después de haber cumplido con dignidad, su cometido en la historia de este país nuestro.
Cualquier otra posibilidad, huelga y empeñarse en mantener vivo algo que está, por circunstancias que todos conocemos, prácticamente muerto o consentir que un partido de solera quede relegado a una presencia prácticamente testimonial en el panorama político, hace flaco favor a quienes durante años han batallado dentro de él y sobre todo, a la imagen que de IU, tenemos todos los españoles.

Tania Sánchez parece haber entendido con claridad meridiana este planteamiento, pero no sería de extrañar que tras su marcha, otros muchos decidieran poner punto final a su permanencia bajo estas siglas, lo que quizá sería sin duda, lo mejor para todos.

miércoles, 4 de febrero de 2015

Un golpe de efecto


Parecía mentira que PP y PSOE  pudieran llegar a ponerse de acuerdo en algo,  tras las gravísimas acusaciones que han venido vertiendo uno sobre otro a lo largo de casi dos legislaturas pero ha bastado la entrada en escena de un enorme enemigo común, que amenaza con romper la bonanza de su alternancia en el Poder y en el Control de las Instituciones, para que los españoles hayamos tenido la oportunidad de contemplar otra de esas fotos que con toda seguridad quedará grabada en la memoria, como ejemplo de lo que podríamos llamar un golpe de efecto.
Ver a  Rajoy y a Pedro Sánchez sentados a la misma mesa, firmando con circunspección lo que ellos han dado en llamar un pacto contra el yihadismo y empezar a escuchar opiniones de mutuo agradecimiento e incluso empalagosas alabanzas lanzadas de parte a parte con la delicadeza que lo harían dos amigos, ha sido todo un hallazgo que por inusual, no consigue de los ciudadanos más que la sensación de estar siendo nuevamente engañados por uno de esos subterfugios que tan comunes son en el campo de la política, pero a los que uno nunca termina de acostumbrarse.
No obstante, el tiempo y el sufrimiento nos han enseñado que aquí nadie da  puntada sin hilo y el hecho de ser este un año electoral de importancia en el que todas las encuestas no anuncian precisamente buenos resultados para ninguno de los firmantes de este pacto, hace que la sospecha de que este inesperado acuerdo esconda en su interior alguna pretensión de aunar fuerzas frente a la ascensión de Podemos, ha empezado a crecer en la mente de los ciudadanos, prácticamente desde el mismo momento en que se anunció esta componenda que además, trae consigo una serie de recortes civiles que se pretenden ocultar bajo la excusa de la urgencia de combatir un terrorismo que poco o nada cambiará en sus planteamientos, sólo con la amenaza de aplicar una especie de cadena perpetua encubierta.
Puede que al PP, el pacto le venga estupendamente para remediar la imagen de absolutismo que ha venido blandiendo desde el mismo momento en que llegó al poder y que de repente haya encontrado en Pedro Sánchez un valedor del buen funcionamiento de sus políticas, pero al PSOE, que ha estado queriendo convencernos durante varios meses de que su nueva directiva rompía con los esquemas adquiridos durante la etapa de Zapatero, para acercarse a un pueblo del que fue un error alejarse, este pacto termina de hundirle en una ciénaga de pura inmundicia de la que ya no podrá salir y serán los votos de los españoles, los que se encargarán de probárselo.
Quizá lo próximo sea acudir al manido argumento de la extrema necesidad, para justificar una futura unión frente al torrente imparable de Podemos, al que ni los insultos, ni las acusaciones ni los ataques sincronizados que se han venido lanzando estos últimos días han conseguido frenar, como si cada una de las ideas propuestas por PP y PSOE, no consiguieran más que aumentar el número de votos que esperan conseguir en todos y cada uno de los próximos comicios.
La gota que ha colmado el vaso ha debido ser sin duda la participación multitudinaria en la convocatoria de La Marcha por el Cambio y ha faltado tiempo para poner en práctica esta especie de matrimonio exprés que refleja la foto de la firma, en un intento desesperado de convencer a los españoles que son ellos, PP y PSOE, los únicos capaces de ofrecer un sustento de seriedad, frente a la algarabía de las coletas, las cazadoras y los vaqueros raídos de estos recién llegados, con ínfulas de gobierno.
Pero las posibilidades reales son las que son y la historia vivida recientemente deja meridianamente claro que algunas fotos no hacen sino perjudicar para siempre y sin posibilidad de perdón, a los que aparecen en ellas.
Ya ocurrió con  aquella de Las Azores y el mundo siempre recordará a Bush, Bair y Áznar por lo que significó realmente aquel desastre, en contra de las aspiraciones de gloria que los tres líderes tenían, cuando alguien inmortalizó  el momento.




martes, 3 de febrero de 2015

Un pulso trascendente


A sólo unos días del triunfo de Tsipras en Grecia y tras su negativa a seguir negociando la deuda de su país con los elementos indeseables de la troika, parece que Bruselas empieza a plantearse la posibilidad de hacerla desaparecer, o al menos, de cambiarla por un Organismo que hiera menos la sensibilidad de los ciudadanos, que en cierto modo, odian la sola idea de ser controlados por esta especie de modernos colonizadores que pisotean la identidad de los pueblos.
Naturalmente, a Merkel no le gusta nada la idea y como no podía ser de otra manera, tampoco a nuestro Presidente Rajoy, que se opone contundentemente, junto a la lideresa alemana, a la condonación de una parte de la deuda griega  porque si finalmente Tsipras lograra cumplir este objetivo, constituiría un fuerte apoyo para el posible triunfo de Podemos.
Como vemos, no importa aquí si los griegos pueden o no continuar en la terrible situación en que se encuentran o si es posible o no de verdad, que el montante de lo que deben pueda llegar a ser  devuelto en algún momento, porque lo que realmente trae de cabeza a los líderes de los Partidos conservadores europeos es el peligro real de que los países del sur pudieran finalmente decidirse a protagonizar un cambio en los cimientos de lo que ha sido hasta ahora la manera de hacer política, dando al traste, quizá para siempre, con el lucrativo negocio que ha supuesto el método de la austeridad y los recortes.
Esta crisis, que nos ha servido a todos para saber a qué intereses reales sirven los magnates de la Comunidad y que ha roto todas las tradiciones del mercado laboral europeo, equiparándolo en sus precarias condiciones al asiático, si algo nos ha enseñado, es que ninguno de estos Partidos rutinariamente instalados en los órganos del poder, tienen ya nada que ver con las aspiraciones ciudadanas y mucho con las durísimas leyes que dictan los dueños del dinero, que han visto en exprimir a los trabajadores hasta el límite, una oportunidad de cuadriplicar sus beneficios.
 Y como a todos ellos les ha costado un verdadero esfuerzo llevarnos hasta los límites en que ahora nos encontramos y conseguir que muchos de nosotros estemos dispuestos a vender nuestra dignidad, a cambio de un puesto de trabajo precario con el que sortear la miseria en la que nos hemos visto obligados a vivir, gracias a sus malas artes, sentir amenazado este imperio creado a base de puro terror no puede ser para ellos algo deseable y mucho menos, si se tiene en cuenta la mayoría numérica que representan los ciudadanos de los países del Sur puestos en pie, apartándoles en las urnas, de cualquier labor de gobierno.
Poco importan a Rajoy los veintiséis mil millones de euros que Grecia nos debe y mucho conseguir que las propuestas de Tsipras fracasen de manera rotunda, antes de que empiecen a celebrarse los múltiples Comicios que tendrán lugar en nuestro país, en este 2015.
Porque si la troika desaparece y el nuevo Presidente heleno logra renegociar con éxito el asunto de su deuda con Europa, de algún modo,  se estará dando la razón a todo aquello que viene anunciando Pablo Iglesias en todas y cada una de sus intervenciones y al lema de “Si se puede”, que corean los ciudadanos en las calles, cada vez con más fuerza.
Pocas posibilidades electorales quedarían entonces a un Rajoy, además, fuertemente agobiado por los gravísimos problemas de corrupción que sacuden impíamente a diario a su Partido, por lo que no tendría otro remedio que aceptar que su etapa política queda finiquitada y no precisamente de una manera airosa, ni para él, ni para quienes le acompañaron en su etapa como Presidente.
Sin embargo, la voluntad de los españoles discurre por un camino bien distinto y la indignación acumulada en el transcurso de esta legislatura ha llevado a muchos de ellos a decidir, sin posibilidad de cambio, una intención de voto que no comulga ya con las manidas teorías defendidas por el recalcitrante bipartidismo y menos aún, con las de este Partido Popular falaz, triunfalista e incumplidor de promesas electorales, al que se han visto obligados a soportar con infinita paciencia, por causa de una tiránica mayoría absoluta que no ha permitido un solo resquicio por el que intentar retirarle la confianza.
Tampoco cuentan Merkel y sus socios con tiempo material para conseguir sus propósitos, pues en el caso de España, las elecciones andaluzas, se celebrarán el mes próximo y se entiende que con toda seguridad, Podemos conseguirá en ellas situar a muchos de los suyos en cargos de cierta importancia.
Será la puerta que dará paso al Partido de Iglesias a las Instituciones y para cuando lleguen las generales, ya no servirá el argumento de que son neófitos en labores de gobierno.
En el terreno coloquial, los españoles tampoco podemos ver a la troika. Es por ello, que representaría un enorme placer poder contemplar cómo desaparece del panorama político en general, y muy particularmente del griego, sobre todo por tener la oportunidad de ser testigos de cómo reaccionaran Merkel, Rajoy y todos aquellos que les siguen mansamente, si Tsipras gana el pulso y esto empieza a cambiar de verdad, para bien de todos nosotros.


lunes, 2 de febrero de 2015

Hoy, como ayer


Incluso antes de que pudiera comprobarse la repercusión que iba a tener la convocatoria de Podemos, aunque contando ya con la previsión de que la respuesta a su llamada fuera la que después se materializó en el Centro de Madrid, empezaron a aparecer mensajes amenazadores en las redes sociales, de ésos que ocultos tras el anonimato, animan a quiénes puedan tener sus facultades mentales en mal estado, a colocar bombas en sitios estratégicos y en este caso,  en la Puerta del Sol, que como todos sabemos, era precisamente el punto en que concluyó la Marcha por el Cambio.
Que en este País nuestro siempre ha habido descerebrados que encuentran únicamente en la violencia una vía para dar curso a sus retorcidos sentimientos, no es nada de nuevo y de ello podríamos hablar largo y tendido, esos luchadores a los que hacía alusión Errejón en su discurso, que ya tuvimos que lidiar con ellos, muchas veces de manera literal, en los duros años del franquismo.
Las nuevas tecnologías, sin embargo, ofrecen a estos individuos la cobertura perfecta para mantenerse en esa sombra que tan bien juega a favor de sus propósitos y naturalmente, las han adoptado como suyas, sin entender que precisamente la Red es un espacio absolutamente plural, que debe permanecer, por el bien de todos, lo más lejos posible de cualquier insinuación de carácter violento, sobre todo si lo que se potencia, es como en este caso, una acción que pudiera haber causado la desaparición de una multitud de inocentes.
Las Fuerzas de Seguridad del Estado, están tardando en averiguar la procedencia de estos mensajes, sobre todo si se tiene en cuenta que históricamente ya hemos tenido que lamentar, en algunas ocasiones, que determinados personajes llevaran a cabo acciones que terminaron con la muerte de varias personas, como por ejemplo, en el caso de la Matanza de Atocha, que algunos vivimos con auténtico estupor, en aquella etapa de terror que nos tocó soportar, al principio de la llegada de la Democracia.
Es evidente que hay quien no evoluciona nunca y que el mero hecho de tener que aceptar que un Partido como Podemos pueda convertirse en ganador de las Elecciones Generales, genera una inquina insoportable en los que permanecen anquilosados en posiciones de extrema derecha, sin haber sido capaces de avanzar ni un solo milímetro en la ideología que ya mantenían hace cuarenta años y que de nada les ha servido, si se mira bien, sino para vivir inmersos en un odio cerval hacia lo que el cómputo general de los ciudadanos ha aceptado como algo natural, en el desarrollo de los tiempos.
Pero hay que contar con que quienes pertenecen a estas isletas de intolerancia ni quieren ni pueden actuar con la lógica que lo haría cualquiera con un mínimo nivel de inteligencia y por tanto, conviene estar prevenidos contra lo que pudiera degenerar hacia extremismos mucho más graves, cosa que corresponde en su totalidad, a las Fuerzas de Seguridad del Estado.
Porque si se consienten estas actitudes, considerándolas como ejemplo de lo que sería la libertad de expresión y no se entienden como lo que son, es decir, una incitación a cometer actos de terrorismo, se estaría incurriendo en un grave error del que tal vez, algún día, no quedaría más remedio que arrepentirse.
¿Pueden imaginar qué hubiera sucedido si alguien, siguiendo el consejo de estos energúmenos, hubiera colocado el sábado una bomba en la Puerta del Sol?

Puede que para ellos, cito literalmente, se hubiera “terminado de golpe con toda la escoria”, pero para los ciudadanos de bien, el resultado no habría sido otro que el de una matanza similar a la ocurrida en los trenes de Madrid en 2004 y por tanto, un acto terrorista en toda regla, aunque su autor se tratara de un loco que se hubiera limitado a seguir las indicaciones de un mensaje de twiter.