No cesan los graves disturbios en Grecia, donde los trabajadores son reprimidos duramente mientras sus políticos acuerdan estropearles el futuro, sordos al clamor que suscitan sus decisiones para suavizar levemente la ruina a la que han conducido a su Nación, cayendo en las manos de los peores usureros de toda la historia.
La desesperación absoluta de los griegos, que naturalmente, no se sienten culpable de la situación en que se encuentran y por tanto, se niegan a pagar los vidrios rotos de la hecatombe que ha organizado su clase política, queda perfectamente reflejada en el ahínco que le ponen a su protesta y en la contundencia de su lucha, que se ha cansado de las vías pacíficas para pasar directamente a la acción, sin que se sepa qué consecuencias traerá el encarnizado enfrentamiento que protagonizan.
También en Inglaterra se convoca una huelga , en respuesta a los drásticos recortes propuestos por los conservadores y los funcionarios se echan a la calle, de momento sin incidentes, con la esperanza de poder parar el avance de las nuevas medidas, que en cierto modo, les igualan con sus colegas españoles, a quienes ya se les recortó el sueldo.
Se mueve Italia y Berlusconi agota los que parecen ser los últimos cartuchos de su mandato, acelerando proposiciones que beneficien a la clase capitalista a la que pertenece, por si, como parece, tiene que abandonar el mando en manos de sus oponentes, para no quedar descolgado del club de mandatarios que manejan el cotarro en el viejo continente.
Nuestros indignados empiezan a organizar el verano, temiendo una desbandada generalizada hacia lugares climatológicamente más benignos y hablan ya de presentar propuestas serias a principios de otoño, coincidiendo seguramente con el mutis de ZP y la entrada triunfal de Rubalcaba como nuevo candidato de los “socialistas”.
No descansan la alemana y el francés en su imparable camino hacia el colonialismo encubierto que practican, y no paran de elucubrar la manera de acabar con el poco poder adquisitivo que aún queda a las clases humildes, para favorecer su supremacía con los réditos que generará tanto préstamo a los hermanos pobres y tanta productividad regalada, durante largas jornadas de trabajo,
a cambio de menos salario..
Sería verdaderamente aconsejable una convocatoria de Huelga General que paralizara Europa completa y que dejara claro a los políticos que también los de abajo tienen la potestad de ejercitar la fuerza y el derecho de hacerlo, en defensa de una restitución inmediata de los derechos que tan sibilinamente, se les ha ido arrebatando.
De este modo, la unidad forzosa de los países de la Comunidad, tendría por fin un aprovechamiento real para los que la habitamos y las pérdidas producidas por el paro, aunque sólo fuera de un día, daría idea a nuestros dirigentes de lo que podría pasar si se continuase sin oír la voz de los que verdaderamente, mueven el mundo.
Es muy probable que la aceptación de esta idea corriera como la pólvora entre la multitud de damnificados que ha dejado esta crisis y afianzara la posición que han empezado a ocupar en el mapa, subiendo sus posibilidades de poder cambiar el rumbo del mundo.
La desesperación absoluta de los griegos, que naturalmente, no se sienten culpable de la situación en que se encuentran y por tanto, se niegan a pagar los vidrios rotos de la hecatombe que ha organizado su clase política, queda perfectamente reflejada en el ahínco que le ponen a su protesta y en la contundencia de su lucha, que se ha cansado de las vías pacíficas para pasar directamente a la acción, sin que se sepa qué consecuencias traerá el encarnizado enfrentamiento que protagonizan.
También en Inglaterra se convoca una huelga , en respuesta a los drásticos recortes propuestos por los conservadores y los funcionarios se echan a la calle, de momento sin incidentes, con la esperanza de poder parar el avance de las nuevas medidas, que en cierto modo, les igualan con sus colegas españoles, a quienes ya se les recortó el sueldo.
Se mueve Italia y Berlusconi agota los que parecen ser los últimos cartuchos de su mandato, acelerando proposiciones que beneficien a la clase capitalista a la que pertenece, por si, como parece, tiene que abandonar el mando en manos de sus oponentes, para no quedar descolgado del club de mandatarios que manejan el cotarro en el viejo continente.
Nuestros indignados empiezan a organizar el verano, temiendo una desbandada generalizada hacia lugares climatológicamente más benignos y hablan ya de presentar propuestas serias a principios de otoño, coincidiendo seguramente con el mutis de ZP y la entrada triunfal de Rubalcaba como nuevo candidato de los “socialistas”.
No descansan la alemana y el francés en su imparable camino hacia el colonialismo encubierto que practican, y no paran de elucubrar la manera de acabar con el poco poder adquisitivo que aún queda a las clases humildes, para favorecer su supremacía con los réditos que generará tanto préstamo a los hermanos pobres y tanta productividad regalada, durante largas jornadas de trabajo,
a cambio de menos salario..
Sería verdaderamente aconsejable una convocatoria de Huelga General que paralizara Europa completa y que dejara claro a los políticos que también los de abajo tienen la potestad de ejercitar la fuerza y el derecho de hacerlo, en defensa de una restitución inmediata de los derechos que tan sibilinamente, se les ha ido arrebatando.
De este modo, la unidad forzosa de los países de la Comunidad, tendría por fin un aprovechamiento real para los que la habitamos y las pérdidas producidas por el paro, aunque sólo fuera de un día, daría idea a nuestros dirigentes de lo que podría pasar si se continuase sin oír la voz de los que verdaderamente, mueven el mundo.
Es muy probable que la aceptación de esta idea corriera como la pólvora entre la multitud de damnificados que ha dejado esta crisis y afianzara la posición que han empezado a ocupar en el mapa, subiendo sus posibilidades de poder cambiar el rumbo del mundo.