jueves, 29 de mayo de 2014

Un ataque feroz


El auténtico alcance de la llegada de Podemos a la política nacional, va en relación directa con la dureza de los ataques dedicados  a esta formación, por parte de numerosos líderes de los dos Partidos mayoritarios y a los que acaba de sumarse Felipe González, que sabe bien por su experiencia que el bipartidismo tiene la obligación de frenar a Pablo Iglesias, si no quiere correr el riesgo de ser desbancado definitivamente, en las próximas elecciones Municipales.
No nos han cogido de extraño sus afirmaciones, teniendo en cuenta la derechización que ha sufrido el discurso del ex Presidente en los últimos tiempos y hasta puede que su intervención venga a confirmar la inquietud que ha provocado el triunfo de estos recién llegados en las Europeas, en quienes habían hecho de la alternancia en el poder, un modo de vida fácil en el que permanecer eternamente.
Las críticas sin piedad que van llegando desde todos los frentes y sobre todo de los dirigentes del PP, que hasta ahora no han sabido en carne propia lo que es la verdadera indignación y  que no están dispuestos a conformarse con que un joven casi desconocido, cuyo aspecto haría cruzar a la acera de enfrente a la mayoría de sus militantes, sea capaz de arrancarles, en solo cuatro meses, una parcela de poder, que les priva de esa mayoría absoluta de la que habían venido disfrutando y abusando, desde hace dos años y medio.
Y como no hay mejor defensa que un buen ataque, la justificación a la enorme pérdida de votos sufrida hace unos días ha de ser buscada en el agravio permanente a quien, en cierto modo, la provocó, en lugar de en una autocrítica feroz, que sería lo que correspondería a la magnitud de su fracaso.
Ahora toca “prevenir” a los españoles de este “comunista peligroso” , amante del modelo político venezolano y simpatizante de un extremismo sin paliativos, siempre según las fuentes cercanas al PP, que armado con la fuerza de la palabra, ha conseguido embaucar a las masas, hasta conducirlas, como el flautista de Hamelín, hasta las mismas puertas de los colegios electorales, para obtener a través de sus votos, un modo de terminar con la regalada vida que disfrutaban, gracias a las bondades de nuestro magnánimo Presidente de gobierno.
Y como no hay peor ciego que el que no quiere ver, entender que la reacción de los ciudadanos  no es más que el fruto de una indignación que es producto de las medidas que han venido adoptando Rajoy y su gobierno, está de momento, vetado a todos aquellos que se nutren de las doctrinas conservadoras y que en ningún momento se han dignado a escuchar la opinión que se estaba gestando en las calles, a causa de su manera de tramitar la política del país y que nos ha llevado a todos, a la situación de absoluta emergencia que ahora padecemos.
Así que los ataques indiscriminados que se están produciendo contra Podemos, bien pueden acarrear un efecto contrario al que se pretende, consiguiendo que la curiosidad del elector le conduzca a informarse sobre lo que pretende la formación de Pablo Iglesias y ayudando a muchos de ellos a sentirse identificados con las propuestas reflejadas en su programa, que es verdad, que nada tienen que ver con las de los grandes Partidos.
Porque los ciudadanos, si son libres, lo son en primer lugar para pensar de motu propio a quién desean apoyar o no, con sus votos y para decidir qué camino les gustaría tomar, para que su País saliera del precipicio en que ha caído, estando en manos de los que ahora nos gobiernan.
Pero como el miedo suele ser el peor de los consejeros y la pérdida de poder trae consigo, de seguro, una eliminación inmediata de ciertos privilegios, no queda otro remedio a quienes aún lo tienen, que inventar estrategias y urdir teorías de conspiraciones, con las que intentar mantenerse en la cresta de la ola, el mayor tiempo que se pueda.
Por lo menos, parecen haber entendido que la fuerza está en nuestras manos y no en las suyas. Y esto, por sí mismo, es ya un avance de considerables dimensiones.



miércoles, 28 de mayo de 2014

Todos los nombres


El adiós de Alfredo Pérez Rubalcaba, no ha tardado en acarrear diversas reacciones de otros miembros destacados de su Partido, que no han perdido ni un instante en iniciar una carrera hacia la ansiada Secretaría General  que se queda vacante, demostrando que en política no caben sentimentalismos y que la competitividad entre los que se dedican a ella, es absolutamente virulenta.
Ha bastado un solo día para que Carme Chacón y Eduardo Madina hayan declarado, ahora sí, su intención de pelear por el cargo y también para que Patxi López dimita como primer representante socialista en el País Vasco, alegando razones electorales, aunque  todos adivinemos una segunda intención en la oportunidad de su marcha.
También el nombre de Susana López, la actual Presidenta de la junta de Andalucía, empieza a sonar como posible sucesora de Rubalcaba, aunque ésta aún, posiblemente mejor aconsejada que los tres anteriores, no se ha atrevido a declarar si piensa o no entrar en esta lucha que empieza y que nadie sabe aún cómo podría terminar, dada la agresividad con que la han iniciado los contendientes.
Y sin embargo, todos los nombres continúan recordando a la ciudadanía etapas anteriores de su Partido que no son precisamente como para presumir de ellas, si se juzga la situación en que se encuentra el PSOE actualmente.
Carme Chacón, que ahora nos habla de apertura de miras, consintió con auténtica sumisión que Zapatero abriera la peligrosa puerta de los recortes, siendo como era entonces, Ministra de su Gobierno, sin alzar en ningún momento la voz en contra de las medidas que ya empezaban a tomarse y que después se han ido consolidando con Mariano Rajoy a la cabeza y que tanto han supuesto en áreas como la Sanidad o la Educación, por no hablar del panorama laboral y la situación de terrible desempleo que ahora padecemos.
Madina no era ministro, pero también estaba en el Parlamento y tampoco su voz se pronunció nunca en contra del giro a la derecha que estaba dando el socialismo y López, aunque lejos de Madrid, siempre mantuvo una relación estrecha con Zapatero y Rubalcaba, sin que nada demuestre que disintiera de la clase de política que se estaba haciendo.
Y no podemos olvidar que Susana Díaz, a la que ahora se pretende representar como la “salvadora” en ciernes de la debacle electoral sufrida por el PSOE, ascendió al cargo que ocupa en la actualidad tras la precipitada marcha de su antecesor Griñán, al que la juez Alaya  aún no descarta imputar, si puede, en el gravísimo asunto de los ERE de Andalucía.
Así que puede que a los militantes socialistas les parezca que su problema quedará solucionado en cuanto uno de estos nombres se haga cargo de la dirección de su Partido, pero a los electores, que al fin y al cabo son los encargados de depositar el voto en las urnas y de lograr que en política unos asciendan hasta el poder y otros sucumban para siempre, la historia les sigue sonando exactamente igual y sus protagonistas arrastran un tufo a pasado que no parece indicativo de que puedan ser capaces de renovar y mucho menos revolucionar, absolutamente nada.
No valen, para nosotros, ninguno de estos candidatos y lo único que podría mejorar la situación del PSOE sería la irrupción de gente absolutamente desconocida, que no hubiera ocupado hasta ahora cargo alguno y que trajera en la cabeza la firme intención de acercar posturas a la izquierda que han ido abandonando a pasos agigantados en los últimos años, para preocuparse un poco menos por ser alternativa de gobierno y un poco más por las necesidades que los ciudadanos reclaman y necesitan, para vivir dignamente.
Quiéralo o no, el PSOE ha perdido todo su prestigio y hemos sido nosotros, cuando nos han dejado decidir, quienes les hemos apeado con nuestra opinión, del lugar de privilegio que habían estado ocupando, quizá, durante demasiado tiempo.
Lo malo para ellos es, que estos años difíciles han hecho que los ciudadanos hayamos tenido que madurar, acuciados por terribles carencias y ya no queda nada de aquellos inocentes que se dejaban convencer por una buena dosis de palabrería y un rosario de grandes promesas que, al final, nunca se han cumplido.



martes, 27 de mayo de 2014

Una marcha forzada


Han tenido que pasar demasiadas cosas, muchas de ellas muy graves, para que Alfredo Pérez Rubalcaba abandone su parcela de poder, a la que se ha estado aferrando con uñas y dientes durante más de dos años, a pesar de la oposición de una gran parte de los militantes de su partido y de haber causado un daño irrecuperable al PSOE, al tener presente la ciudadanía que había formado parte del gobierno de Zapatero.
La suya ha sido una marcha tácitamente anunciada, desde que decidió dejar a Elena Valenciano colocada en Europa, pero ha tenido que palpar los peores resultados de su partido en unas elecciones, para decidir por fin, que resultaba imprescindible abandonar, si no quería que la formación centenaria a la que pertenece, terminara por desaparecer en el tiempo, dejando además en la Sociedad, un espantoso recuerdo.
A pesar de que en los últimos tiempos Rubalcaba había cambiado aceleradamente su mensaje, colocando en su discurso continuos guiños a la necesidad de escuchar a los movimientos ciudadanos, se ha visto perseguido por la imposibilidad de olvidar que los primeros recortes importantes vinieron de la mano de Zapatero, con el que colaboró estrechamente, justo hasta el mismo momento en que abandonó el poder, en Noviembre del 2011.
El gravísimo error de haber estado practicando una oposición absolutamente tibia, a pesar de la gravedad de las medidas que Rajoy y su gobierno han impuesto a los españoles, desde su aterrizaje en la Moncloa, ha incidido aún más, si cabe, en la malísima opinión que la gente ha demostrado abiertamente hacia su persona y que han sufrido en carne propia los representantes de su Partido que se han atrevido a acercarse a las manifestaciones ciudadanas, en forma de abucheos e incluso de agresiones, viéndose obligados a desistir del intento.
Este fajador político, ha fracasado estrepitosamente en su intento de devolver al PSOE una parte del electorado que perdió en la debacle de las últimas generales y el poco o mucho prestigio que consiguió al frente del Ministerio del Interior e incluso los avances  en las negociaciones por la paz en Euskadi, han quedado eclipsados por su empecinamiento en permanecer en un poder para el que no ha sido llamado y que nunca habría conseguido, por la propia naturaleza  de su carisma.
Que su marcha beneficie al futuro de su Partido está aún por ver y depende en gran parte de que el PSOE consiga desprenderse de todo aquel que recuerde la última legislatura de Zapatero, incluidos Carme Chacón y Patxi López, y que la militancia de base sea capaz de imponer el criterio de unas políticas mucho más cercanas a la Sociedad, desprendiéndose además, sin piedad, de cualquier elemento relacionado con asuntos de corrupción, llámese como se llame y haya ocupado el cargo que ocupase anteriormente.
Más que una reforma, el PSOE necesita una revolución interna y un replanteamiento serio de los auténticos principios ideológicos por los que fue creado por su fundador y que en nada coinciden con las políticas socialdemócratas que ahora practica.
Que su líder haya decidido marcharse es una buena noticia, pero no es, en absoluto suficiente.
Y conociendo a los humanos y a la clase política en general, resulta bastante difícil imaginar que las viejas glorias se encuentren dispuestas a sacrificar su propio bienestar, a favor de una ideología.
Tiempo al tiempo. Qué mala es la ambición y cuánto cuesta desprenderse de ella cuando uno está acostumbrado a ser relativamente importante, en cualquier área de la vida.



lunes, 26 de mayo de 2014

Balcones cerrados


Afectados por un visible nerviosismo por los resultados electorales, las voces relevantes de los Partidos mayoritarios han empezado a hacer análisis, claramente orientados a desacreditar a quienes acaban de irrumpir en la escena política con fuerza y lo han hecho con comentarios claramente ofensivos hacia los representantes de Podemos, previendo quizá que es precisamente este grupo el que pudiera finalmente arrancarles el poder que detentan, si siguen así, hasta la celebración de las próximas elecciones municipales.
Pensaba ilusamente el PP que los ciudadanos apoyábamos su gestión y que esas mayorías silenciosas que nunca salen a las calles a manifestar su protesta, acudirían ahora a votar en su favor, permitiéndoles continuar sin obstáculos con su política de recortes. Pero no salir no significa, de ningún modo, estar de acuerdo y el mensaje de las nuevas formaciones políticas, muchas de ellas surgidas directamente de los movimientos ciudadanos, ha calado hondamente en todos aquellos que aún sin participar en las manifestaciones, han visto reflejados sus problemas en el discurso que gente como Pablo Iglesias viene ofreciendo y que se encuentra sin lugar a dudas, mucho más cerca de la realidad popular que el triunfalismo increíble del PP o la tibia oposición que ha estado practicando el PSOE.
Los balcones cerrados en Génova y Ferráz, tras conocerse los resultados electorales, podría considerarse como la imagen más representativa del sentimiento de miedo que debieron albergar los líderes del bipartidismo, al comprobar que una formación sin apenas recursos había sido capaz de darles una lección de cómo se ganan a pulso los votos de los ciudadanos.
Ahora dirán que sin embargo, ellos son los triunfadores reales de los comicios, pero pasar de un apoyo de más del ochenta por ciento al cuarenta y perder 8 y 9 escaños respectivamente, en comparación con las elecciones anteriores, no denota ni por asomo, haber ganado nada, sino más bien, haber sido claramente derrotados por una voluntad popular, hastiada de  la nocividad de las políticas practicadas en las dos últimas legislaturas y que son responsabilidad exclusiva, de PP y PSOE.
Con más de un año por delante, hasta la celebración de las Municipales, Pablo Iglesias y su Formación cuentan con tiempo suficiente para tratar de no defraudar a quienes les han otorgado sus votos y para acarrearse nuevos adeptos, si su presencia empieza a hacerse notar en Europa y su lenguaje continúa siendo un reflejo de los problemas reales que atañen a los ciudadanos, que en definitiva, es lo que importa.
El perroflauta de la coleta, como seguramente diría Esperanza Aguirre, acaba de herir de muerte al PP, simplemente con el relato de las medidas que el partido gubernamental ha venido tomando desde su llegada al poder y con la escueta promesa de luchar contra la corrupción y poner empeño en que se cambie la grave situación que padece una gran parte de la ciudadanía.
El error de los populares ha sido no darse cuenta a tiempo de que Pablo Iglesias somos todos y que su postura de intolerancia hacia las políticas de recortes es, indiscutiblemente, la misma que mantienen todos los ciudadanos, se atrevan o no a exponerlas públicamente, muchos de ellos amedrentados por el miedo.
Rajoy se ve obligado, a partir de hoy, a temer seriamente el ascenso espectacular que Podemos podría conseguir en cuanto el boca a boca haga su efecto en la Sociedad en que vivimos y ese temor, que ya se adivina real a causa de estos resultados electorales, debiera empujarle a pensar en un cambio inminente de su línea de gobierno.
Porque al final, o se escucha a los ciudadanos o se marcha uno a casa, casi siempre con deshonor y tras haber sufrido una derrota de la que con toda probabilidad,  no vuelve a levantarse nunca.





domingo, 25 de mayo de 2014

Porque podemos


Este titular, reflejaría perfectamente cuál ha sido el auténtico resultado de las elecciones al Parlamento europeo y qué motivación ha tenido ese cuarenta y tantos por ciento de ciudadanos que hoy han decidido depositar su voto en las urnas.
Fracturar el bipartidismo era esencial para demostrar que los métodos políticos empleados por  los prepotentes conservadores del PP y la espantosa oposición ejercida durante lo que va de legislatura por el PSOE, son absolutamente rechazados por una ciudadanía cansada de confiar en quienes no merecen siquiera ejercer la profesión que practican, mientras arrastran consigo una intolerable carga de corrupción que ya no puede ser tolerada por un pueblo hastiado de tener que cumplir por obligación sus exigencias de austeridad y sacrificio.
Que en Europa no quede otro remedio, a partir de ahora, que escuchar otras voces y en el caso de España, por ejemplo, la del grupo Podemos, liderado por Pablo Iglesias, supone un punto de esperanza que los electores no podíamos dejar escapar y abre una puerta a la posibilidad de que se exponga en Bruselas la auténtica realidad que padecemos y no la que refieren a diario, Mariano Rajoy y los suyos.
La lección es clara y no puede ser más contundente. El PP no podrá, a partir de hoy, seguir haciendo política sin contar con los ciudadanos y el PSOE tendrá que asumir que todavía no se la perdonado el peso de sus pasados errores y ambos, que han perdido, probablemente para siempre, la supremacía en el poder de que disfrutaban, desde la llegada de la Democracia.
Los dos han sufrido una considerable bajada en el número de votos y acaban de aprender que no hay enemigo pequeño, a juzgar por la respuesta que acaban de recibir de parte, de los electores.
Que PP y PSOE hayan logrado 16 y 14 escaños con los medios que tienen a su alcance para organizar campañas electorales es normal. Pero que un Partido pequeño, como Podemos, sin presupuesto, haya conseguido 5, significa que algo, por fin, se está moviendo en este País y no precisamente, en la dirección que le gustaría a Rajoy y los suyos.
Bueno, están advertidos. Lo que pase a partir de ahora, lo que los pequeños a quienes nadie prestaba atención, consigan de cara a elecciones venideras, es una mera cuestión de esfuerzo y compromiso.
Pero ya nada podrá volver a ser igual. Esto, que les quede muy claro al PP y al PSOE.





jueves, 22 de mayo de 2014

Callar la voz del pueblo


Sólo le faltaba al PP, para justificar una merma considerable en nuestros derechos de expresión y reunión, que unos manifestantes atacaran al ministro Montoro y que según las fuentes oficiales, pertenecieran a la extrema izquierda.
Poco han tardado en incluir en el mismo paquete a todos los que no compartimos su línea de pensamiento y menos aún que tardarán en añadir este percance a la campaña que han emprendido contra las redes sociales, tras el asesinato de Isabel Carrasco, empeñados como están en buscar un modo de silenciar cualquier oposición a sus políticas, creando leyes que aseguren durante el mayor tiempo posible, su permanencia en el poder.
Con el agua al cuello y el augurio de que los partidos pequeños harán  mella en las próximas elecciones, cercenando gravemente el bipartidismo, cualquier excusa es buena para que no se oiga todo aquello que se pretende ahora ocultar y que no es otra cosa que un relato detallado de los graves ataque sufridos por la ciudadanía, desde que los conservadores están en el gobierno.
Esta larga lista de agravios, acaba de incrementarse, más si cabe, por las desafortunadísimas palabras de Cañete, a quien ya veía Mariano Rajoy como Comisario europeo y que ahora tendrá que conformarse con conseguir los votos de sus incondicionales y un simple escaño en el Parlamento de Bruselas.
Como nunca han querido reconocer la magnitud de su fracaso y mucho menos la indignación que subyace bajo la aparente pasividad de los españoles, buscar caminos  que conduzcan a unos resultados de los que presumir al día siguiente de las elecciones, se ha convertido en un  objetivo urgente para todos los participantes en esta anodina campaña, que no parece ir precisamente bien, para los intereses de este Partido.
Así que elucubrar sobre los perjuicios que las redes sociales pueden causar a terceros o aprovechar el ataque a Montoro para denostar lo más posible a los que se han convertido en enemigos políticos que amenazan considerablemente la estabilidad en el poder, es ahora la estrategia a seguir por los miembros de este gobierno, que se ha quedado sin argumentos para defender que su gestión ha sido un triunfo, a juzgar por la opinión que los ciudadanos y muchas voces relevantes procedentes de otras formaciones, están expresando libremente en todos los medios y muy particularmente, en este en el que escribo.
Pues bien, no existe la confabulación que se nos atribuye a todos los colectivos y personas que no estamos de acuerdo con las políticas que practica Rajoy.
Más bien, esa numerosísima oposición que se palpa en España y que hasta ahora se ha podido expresar libremente por derecho, debiera mover al PP a una profunda reflexión sobre la manera de gobernar que ha tenido, en estos dos últimos años de permanente sufrimiento para el pueblo.
La dureza de la caída dependerá, en gran parte, de que por fin se animen o no, a descender hasta la realidad en que vivimos los simples mortales.
Aunque esto parece imposible, siendo quiénes son y pensando cómo piensan.




miércoles, 21 de mayo de 2014

Premio para nuestra Mafalda


La irónica Mafalda que nos acompañó en nuestra juventud y a la que continuamos admirando ahora que ya peinamos algunas canas, obtiene el premio Príncipe de Asturias de la mano de Quino, su creador, como un reconocimiento a una clase de Comic, por encima de todo, comprometido con todo aquello que sucede en su tiempo.
La niña descarada e impertinente que nos enseña que las reglas a veces, no tienen siquiera razón de ser y que se mezcla con los adultos y sus problemas, desde su aparente inocencia, hace ahora un alto en el camino para venir a esta España de la que tanto jugo sacaría, a recoger un merecidísimo galardón, que en el fondo, no sé si le gustaría demasiado.
¿A quién no se le ha escapado una sonrisa con las ocurrencias de Mafalda, al sentirse plenamente identificado con la sutileza de su pensamiento?
¿Y cuántos de nosotros podemos evitar dirigir allí la mirada cuando nos tropezamos con alguna de sus viñetas, para conocer el criterio de este pequeño monstruo intemporal, dueño de una Filosofía tan directa?
Decir que Quino encontró un filón inagotable cuando creó este personaje, sería quedarse corto y que consiga mantenerse a la cabeza de los dibujantes pasados tantos años, no puede ser más que la constatación de que su trabajo es espléndido.
Quizá por eso, nosotros que hemos envejecido, mientras la niña se ha quedado anclada en una tierna infancia que el mundo se encarga de complicar con avatares para todos incomprensibles, no podemos por menos que congratularnos de que se le conceda este premio, pues forma parte de nuestras vidas y aún nos ayuda a sobrellevar nuestro destino, de la mejor manera posible, con el tesoro impagable de la risa.



martes, 20 de mayo de 2014

Una lección de humildad


El fantasma de la abstención, que podría superar el sesenta por ciento, según las últimas encuestas, planea sobre los Partidos mayoritarios demostrándoles el enorme desinterés que suscita en los ciudadanos su modo de hacer política y remarca, aún más si cabe, la enorme distancia existente entre los encargados de regir los destinos de este país y un pueblo que desde hace tiempo, parece caminar en una dirección radicalmente opuesta a la que se le marca desde las altas instancias del poder.
Cierto es que si los españoles votáramos en las próximas europeas, a otros Partidos más pequeños, fraccionando la representación española para conseguir que fuera imposible a PP y PSOE imponernos el bipartidismo, sería mucho más efectivo para las peticiones de la ciudadanía pero la libre decisión de cada uno, de acudir o no a la llamada de las urnas, constituye un derecho inalienable y habrá que respetar a todos aquellos que vean en la abstención, una manera de dar la espalda a la política en general , como una forma de protesta que tendría que hacer reflexionar, forzosamente, a los que en estos momentos se dedican a ella.
Votando o sin votar, resulta urgente que los grandes Partidos reciban una contundente lección de humildad que les haga conocer en carne propia el sabor amargo del fracaso y que les conduzca irremediablemente a tener que replantearse que lo que hacen no convence a un pueblo que no merece la felonía de su comportamiento y que quiere creer que  ha de existir otra manera de gobernar, que no constituya únicamente una lucha continua por salvar la macroeconomía, olvidando de forma imperdonable los problemas reales que azotan a la sociedad, como si las personas hubieran quedado relegadas al último lugar, por la presión del dinero.
Porque si un sesenta por ciento de los españoles ni siquiera acude a las urnas y los representantes en el Parlamento europeo sólo consiguen ocupar su escaño con menos de la mitad de los electores llamados a votar, algo grave está sucediendo y lo lógico en una Democracia normal, sería invalidar inmediatamente el resultado de las elecciones y pensar seriamente qué ha podido motivar tal desapego de la ciudadanía, hacia sus representantes políticos.
Pero esto no ocurrirá e incluso podemos intuir que quien resulte vencedor en los comicios, se atreverá a presumir de un triunfo que para ser exactos, habrá sido obtenido como mucho, con un veinte por ciento de los votos del censo.
Y como la vanidad suele ser engañosa y hace creer frecuentemente a quien la padece que su valía es mayor de lo que la realidad deja patente, poca o ninguna importancia darán los ganadores a los auténticos resultados y menos aún a la escandalosa cifra de abstención que ya se prevé como un hecho.
Dirán, que el pueblo español ha refrendado su modo de  gobernar y terminarán por creerse a base de repetirlo, que van en buena dirección, tanto si pertenecen al gobierno, como si son oposición en el Parlamento y volveremos a ver imágenes triunfalistas en balcones, como si el cien por cien de la población hubiera acudido a los colegios, con la intención de respaldar a quienes ni siquiera merecen el esfuerzo de ser oídos en los mítines que están ofreciendo.
Será la suya, sin embargo, una victoria pírrica y poco han de durar, según parece, las mieles de este enclenque triunfo que muere antes de nacer, pues una aplastante mayoría, ni siquiera piensa participar en este teatro del absurdo.


lunes, 19 de mayo de 2014

Españoles en la calle


A todos esos ciudadanos que con su lucha permanente intentan desesperadamente cambiar un sistema político que sólo beneficia a los especuladores y corruptos, debe sin duda producirles una enorme tristeza contemplar que muchos millones de otros españoles que se encuentran por norma instalados en las llamadas mayorías silenciosas, tomen de pronto las calles de las ciudades, como movidos por algo verdaderamente importante, únicamente para festejar que un equipo de fútbol ha ganado la liga o que otro ha logrado la mágica proeza de no descender a segunda división, cuando parecía ser un hecho, a tenor de los resultados.
Parece imposible que este pueblo vejado hasta la saciedad por la dureza de los recortes políticos, privado de servicios tan necesarios como una sanidad de calidad o una educación para esos hijos, a quienes no espera otro futuro que la emigración para poder obtener un puesto de trabajo, sea capaz de permanecer sentado, dependiendo en innumerables casos de la pequeña paga de los jubilados para subsistir y soportando hasta ser desahuciados de sus viviendas, sin hacer siquiera un intento por frenar con su protesta, este disparate globalizador que nos está llevando a la ruina y que sin embargo, baste que sean convocados por los Clubs a los que pertenecen y en cuyas filas militan futbolistas cuyos sueldos anuales bastarían para remediar auténticos problemas de Estado, para comportarse como si de repente se hubieran resuelto todos sus problemas y la crisis hubiera desaparecido de sus vidas por la magia de una bufanda de colores y unos cuantos cánticos entonados alrededor de cualquier fuente.
Vergüenza debería darles a todos, que otras personas mucho más concienciadas con lo que está pasando en el País y que en muchos casos se encuentran en una situación mucho mejor que la que padecen los que permanecen inmóviles, salgan a las calles a defender los derechos de todos y muy particularmente los de los más desfavorecidos, jugándose su integridad física y siendo objeto casi siempre de represión y crítica feroz por parte de los políticos de turno, mientras ellos sólo se mueven, como marionetas, manejados por las órdenes de esos clubs millonarios, que además, suelen arrastrar deudas inmensas con Hacienda, que repercuten gravemente en contra de todos.
¿Acaso esos futbolistas que perciben veinte millones de euros anuales van a remediar en algún modo sus carencias?
¿Van los Presidentes de Clubs, al menos, a regalar entradas a los desempleados, como muestra de solidaridad con los tiempos difíciles que nos han tocado vivir?
¿De verdad es importante ganar o perder, subir o descender, cuando no se tiene trabajo y a uno le es imposible pagar la hipoteca, la factura de la luz y el gas y sus hijos han de ir al colegio teniendo que prescindir de alguna comida, e incluso necesitando que instituciones de carácter benéfico les proporcionen alimentos, para no padecer una desnutrición galopante?
La sensación al contemplar estos estallidos futboleros, no puede por menos que producir una indignación comprensible y una tendencia a pensar que en ciertos casos, algunos tienen lo que se merece.
Porque si nada se hace por remediar aquello que nos afecta a nivel personal y colectivo ¿qué se puede esperar que hagan por uno aquellos a quienes no les afecta en absoluto la terrible tragedia de la pobreza?
Y aunque rectificar es de sabios y la esperanza de que todos estos ciudadanos únicamente preocupados por un Deporte puedan terminar acompañándonos en todas y cada una de nuestras protestas, es lo último que se pierde, su actitud actual, su frivolidad al anteponer unos resultados deportivos a los problemas que padece el país, resulta, por lo menos, del todo imperdonable.
Parece que aquello de Pan y Circo, sigue funcionando a la perfección en esta sociedad nuestra, tan alejada cronológicamente del Imperio Romano, pero tan cercana a la postura de quienes lo gobernaban, tan parecida a la de quienes rigen nuestros destinos en la actualidad.


domingo, 18 de mayo de 2014

El macho Cañete


La noche del debate televisivo entre Cañete y Valenciano, la suerte se puso de cara para el PP, al registrar la emisión una de las cotas de audiencia más bajas que se recuerdan, en la historia de todos los enfrentamientos entre candidatos de los dos partidos mayoritarios, desde la llegada de la Democracia.
Gracias a que millones de españoles desilusionados por la política decidieron esa noche no sintonizar TVE, la desafortunada frase del candidato del PP a las europeas, asegurando que le resultaba muy difícil entablar un cara a cara con una mujer, teniendo en cuenta que al ser ella sentimentalmente más débil y siendo él un caballero, nunca sería capaz de utilizar toda la dureza de sus argumentos, tardó en ser conocida por los televidentes y la noche le regaló la posibilidad de urdir una rectificación que se apresuró a ofrecer a primera hora de la mañana, al darse cuenta o ser advertido por los suyos, de que había pecado mortalmente de un recalcitrante machismo.
El macho Cañete, al que ya hemos tenido la oportunidad de ver durante muchos años protagonizando escenas que le alejan por sí mismas, bastante, de la imagen ideal de lo que sería un caballero, pretendió quizá anticiparse al resultado de un debate que era fácil ganarle únicamente enumerando todas y cada una de las medidas de recortes que se ha permitido aprobar el gobierno al que pertenecía hasta hace apenas un mes, e inconscientemente, añadió a su larga lista de ridículas intervenciones ante las cámaras, un imperdonable alegato que sólo consiguió indignar y mucho, a todas y cada una de las españolas que siendo como son, inteligentes, independientes y absolutamente capaces de salir adelante por sí mismas y de soportar cualquier tipo de dificultad, de la índole que sea, se sintieron aludidas por la postura antediluviana del candidato conservador a las europeas.
 Ya sabíamos que este macho ibérico de pura cepa era capaz de hacer cualquier cosa por conseguir mantenerse en primera línea de juego y todos habíamos podido contemplarle comiendo con auténtica voracidad chuletón de ternera en plena crisis de las vacas locas, pechugas de pollo, en pleno auge de la gripe aviar e incluso yogures caducados para demostrar que la fecha que figura en los alimentos es para él una minucia, que uno puede saltarse con toda naturalidad si el hambre aprieta o el sueldo no llega para cubrir las necesidades de una familia.
Ya contábamos con su afición a presidir jurados de concursos culinarios en los que catar sin despeinarse todos los platos que se atrevieran a presentar los participantes, habíamos oído a muchos ciudadanos de Baleares asegurar que era el dueño de medio Mallorca y hasta éramos conscientes de que podía ser sospechoso de conseguir contratos con empresas públicas, siendo ministro de Rajoy.
Sabíamos que su labor al frente del Ministerio de Agricultura no ha contado, precisamente, con el beneplácito de los agricultores y hasta que en realidad, ser el candidato elegido para las europeas le había parecido, en privado, una especie de afrenta, por creer que en el fondo se trataba de una maniobra del PP, para alejarle de Madrid, donde él hubiera preferido seguir, hasta culminar su carrera política.
Pero que además de todas estas innegables “virtudes”, Cañete guardaba en su fuero interno un macho recalcitrante que ponía en duda la capacidad de las mujeres para desarrollar labores políticas, era un secreto tan bien guardado, que ni siquiera sus propias compañeras de Partido parecían conocerlo, o seguramente no hubieran permitido que encabezara las listas y mucho menos que se atreviera a presumir de ello ante unas cámaras de Televisión y menos aún, a punto de empezar un Debate.
Y si esto es lo que dice ¿Qué puede guardar en su interior este macho de exagerada voracidad al que ahora se le ha encomendado el papel de representarnos en el Parlamento europeo y qué podemos esperar las mujeres de su gestión en cualquiera de los muchos temas que tienen que ver con nosotras?
¿Va a pelear porque se nos conceda una igualdad de salarios, al considerar que en nuestra debilidad necesitamos esa subida para paliar nuestra desprotección ante los hombres?
¿Va a cuidar de que nuestra frágil salud emocional sea mejor atendida por su propio gobierno, librándonos de tener que soportar las carencias a que nos somete sin piedad la política de recortes de su Presidente?
¿Va a intentar que nos libremos por fin del fantasma de los malos tratos con que nos llevan obsequiandoalgunos especímenes machistas, abriendo más casas de acogidas para las víctimas de esta plaga que nos azota?
¿Va a enfrentarse a Gallardón para que podamos decidir qué queremos hacer con nuestro cuerpo y cuándo queremos ser madres o su caballerosidad no llega más allá de no querer zaherir la autoestima de Valenciano ante la audiencia de un simple programa televisivo?
Verán, Cañete es lo que es y esta vez se le ha visto el plumero.
 Así que aunque muchas de nosotras ya habíamos decidido hace tiempo no regalarle el inapreciable valor de nuestro voto, conocer su  opinión nos ha servido para tener la certeza de que no nos equivocábamos y para reafirmarnos en la intención de alejarle de nuestras vidas, lo más posible.
Si ahora además es abucheado por las mujeres en los mítines, por favor, que no lo llamen escrache.


jueves, 15 de mayo de 2014

Un nuevo imputado


La inminente imputación en el caso Bárcenas de un político de renombre del PP, parece ser el próximo paso que piensa dar el Juez Ruz, aparentemente convencido de la financiación ilegal del Partido conservador y de la existencia real del pago de sobresueldos.
La exhaustiva investigación que el magistrado está llevando, en colaboración con la Banca Suiza, apunta directamente a que las cantidades evadidas por Bárcenas no eran competencia exclusiva del ex tesorero y que habría otras muchas cuentas, también en el País helvético, cuyos titulares pudieran ser nombres de peso en la sede de Génova, como venía apuntando determinada prensa, aunque hasta ahora, haya silenciado las identidades de estos individuos.
En plena campaña electoral de las europeas y brutalmente sacudido por el crimen de Isabel Carrasco en León, el PP tropieza nuevamente con la tozudez de Ruz en investigar hasta las últimas consecuencias la veracidad de los papeles del ex tesorero y  debe temer que en cualquier momento, la información judicial se filtre a los medios, provocando un nuevo tsunami que arrase más aún, su ya desprestigiada imagen.
Pero ya hemos dicho muchas veces que uno es esclavo de sus errores y que quién comete un delito se ve perseguido por él para toda la vida. Así, si durante más de veinte años, presuntamente, se produjeron irregularidades en el seno de este Partido, es natural que habiendo ahora salido a la luz esta información, más de uno se encuentre inquieto por su más que probable implicación en unos hechos, que ya suponía sepultados por el paso del tiempo.
El olor a corrupción que permanentemente persigue a muchos miembros relevantes de este partido, en Madrid, en Valencia, en Castilla la Mancha y en infinidad de lugares salpicados por toda la geografía española y la cantidad de cargos políticos de esta formación formalmente imputados por la justicia, ofrece una idea de qué clase de política es la que practica en cuanto se le ofrece un resquicio de poder y cómo gestionan los asuntos de Estado quienes acompañan en su andadura, a quién ahora nos gobierna.
Ya no valen las teorías conspiratorias que tanto gustan a la cúpula del PP y quedan absolutamente anuladas por el peso de una verdad que terminará por aplastarlo, si un milagro no lo remedia.
Porque o todos los jueces españoles se han puesto de acuerdo para perjudicar a Rajoy, cosa que parece improbable, o la contundencia de las pruebas en la multitud de casos de corrupción abiertos, en los que militantes conservadores se encuentran implicados, acabará por traer consigo condenas que prueben fehacientemente su participación en los hechos.
Qué más necesita la ciudadanía para dar electoralmente la espalda a quienes tan mala fama arrastran, es en este momento, una incógnita que seguramente se resolverá en los próximos comicios.
Pero votar a tanto sospechoso de saquear las arcas del Estado, sería de necios y mantener la intención de voto a favor de quienes además de no tener en cuenta la opinión de los ciudadanos, se han convertido en políticos con la única intención de enriquecerse, un suicidio.




miércoles, 14 de mayo de 2014

Un aprovechamiento indecente


La interpretación que la prensa ultra conservadora está haciendo sobre el asesinato de Isabel Carrasco en León, aprovechando este luctuoso suceso para reclamar el endurecimiento de la Ley contra los actos convocados por ciudadanos, constituye en sí misma, una muestra categóricamente intolerable de la más pura y clara indecencia.
 Contar en medios televisivos que este crimen ha sido posible, gracias a la tolerancia demostrada por el gobierno en la concesión de permisos para manifestaciones y en la poca o nula represión contra los escraches practicados contra políticos, no deja de ser una burda estratagema para atacar tácitamente a la izquierda y en general, a todos aquellos ciudadanos que sintiéndose defraudados por las políticas del PP, han optado por salir a las calles para hacer patente su protesta y que nunca han formado, ni formarán parte de los grupos que consideran la violencia como la única vía para reclamar un cambio radical en el Sistema.
  Pero es que además, este asesinato que de momento escapa a la comprensión de cualquier persona con facultades mentales normales, ha sido presuntamente perpetrado por dos mujeres cuya vinculación con los movimientos ciudadanos parece ser absolutamente nula, teniendo en cuenta su afiliación al Partido Popular y el móvil  político se ha descartado por parte de la policía, que piensa más bien, que el crimen se haya debido a una venganza de carácter  estrictamente personal, al menos en este inicio de investigación y mientras no aparezcan sospechas de otra índole.
Sin embargo, a estos medios de comunicación estrechamente vinculados con el ala más ultra de la derecha, no parece bastarles con la información de primera mano que ofrecen las autoridades pertinentes y utilizan descaradamente y sin ninguna consideración hacia la propia víctima, el suceso, para tratar de forzar a Rajoy a endurecer contundentemente la represión en la calle, sin otro argumento que la indefensión en que se encontraba Carrasco, en el momento en que ocurrieron los hechos.
La falta de respeto por la verdad que queda patente en este intento de burda manipulación de esta noticia, puede dar una idea aproximada de cuáles serían los comportamientos que agradarían a estos simpatizantes de una derecha carpetovetónica y obsoleta, si alguna vez consiguieran, esperemos que no, llegar al poder y que cayera en sus manos la posibilidad de ejercer las labores de gobierno.
Mentir a la audiencia que aún se atreva a sintonizar estas cadenas, sin sentir inmediatamente una sensación de rechazo hacia la información que ofrecen, no es precisamente, el mejor camino para ganar adeptos a una causa que por la doctrina que defiende no es más que una apología de los regímenes dictatoriales que nada tienen que ver ni por asomo, con los principios constituyentes en que se fundamenta cualquier Democracia.
No hay que aclarar, pues de todos es sabido, que detrás de estos intentos de manipulación informativa subyace un odio ancestral a la izquierda, insuperable para estos individuos que no se resignan a tener que convivir con cualquiera que discrepe de los principios fundamentales de su Doctrina y que sin pararse a pensar en el daño emocional que ocasionan, son capaces de disfrazar los hechos buscando matices inexistentes, con los que culpabilizar, de la manera que sea, a todo ser viviente que tenga la osadía de defender ideas contrarias a las que desde su posición se preconizan.
También estas maniobras conspirativas, nos parece a todos, debieran tener consecuencias penales y sin embargo, hemos de soportar estoicamente que se produzcan delante de nuestros ojos a diario, precisamente porque nosotros, si, somos demócratas… y ejercemos. 


martes, 13 de mayo de 2014

A quemarropa


El asesinato a quemarropa de la Presidenta del PP de León, Isabel Carrasco, presuntamente a manos de dos militantes de su mismo partido y familiares directas de un inspector de policía de Astorga, abre en principio una serie de  incógnitas que probablemente queden resueltas en cuanto la investigación policial encuentre un hilo por el que tirar de esta terrible historia y que pudiera ofrecer una explicación de cuál ha sido realmente el móvil del crimen, que de momento a todo el mundo se le escapa.
No es habitual encontrar en la historia criminal española a mujeres que utilicen armas de fuego y menos aún que  se decidan a perpetrar un asesinato a plena luz del día, en plena calle y a la vista de todos.
Tampoco es habitual que este método, que bien podría ser perfectamente identificado con los que practican las mafias y que más parece una ejecución que un asesinato llevado a cabo en el acaloro de un momento, sea, siempre respetando la presunción de inocencia, el elegido por una madre y una hija para acabar, por las razones que fueren, con la vida de una persona y que además sea llevado a cabo con tamaña frialdad, por quienes, en principio, podrían ser consideradas como gente normal, pero que han sido capaces de planear minuciosamente el delito, el sitio y el momento.
No parece suficiente motivo el hecho de que la hija hubiera sido despedida de su puesto en la Diputación, ni que tuviera que reembolsar a dicho organismo una cantidad de dinero y el modo de actuar de las presuntas asesinas y la dureza del plan empleado serían un poco más entendibles si se tratara de un crimen pasional o estas dos personas fueran miembros de hecho de alguna banda delictiva y se tratara de un ajuste de cuentas.
En un principio, se pensó que  los disparos habían sido realizados con el arma reglamentaria del padre y esposo, cosa que se descartó casi inmediatamente después del asesinato y el hecho de que la pistola no se haya encontrado aún, añade una nueva incógnita a esta incomprensible historia, al no conocerse la procedencia del arma o si las dos detenidas la compraron, legal o ilegalmente, únicamente para este fin.
Si hay razones políticas o no detrás del asunto, probablemente pronto lo sabremos y aunque era público y notorio el enorme poder que detentaba la fallecida y que precisamente éste podría haberle grajeado  un montón de enemigos, choca  que las presuntamente implicadas pertenezcan a su propio partido, aunque se desconoce si existían rencillas personales y de qué gravedad, entre la Presidenta y las mujeres.
Qué papel ha jugado el padre en esta historia y si conocía o no la intención de su esposa e hija, probablemente esté siendo investigado en estos momentos, pero llama poderosamente la atención la destreza demostrada por quien disparó el arma, que según fuentes policiales, o es fruto de una práctica de tiro continuada o de un ensayo concienzudo que constituiría un serio agravante en la premeditación del delito.
La conmoción de los miembros del PP ha sido inmediata y su reacción de estupor ante el suceso no se ha hecho esperar, aunque ya se han aventurado a descartar cualquier móvil de tipo político.

Pero es verdad que la exagerada truculencia del suceso, deja en el aire una sensación de que bajo los hechos conocidos, ha de haber necesariamente algo más, como si las piezas de este rompecabezas no encajaran en absoluto, si no subyace bajo la sorpresa del momento, algún inconfesable secreto que ponga un punto de coherencia a lo sucedido.

lunes, 12 de mayo de 2014

Todo por el poder


El ex Presidente del Gobierno Felipe González, en el programa El Objetivo de Ana Pastor, hizo saltar anoche todas las alarmas políticas, al admitir que vería con buenos ojos una coalición entre PSOE  y PP, de cara a las elecciones europeas, si la situación del país la requiriera, en un intento tácito  de que no se rompa el bipartidismo.
El gusto a la alternancia en el poder, podría conseguir hasta esto, si se llega a intuir que la irrupción de nuevos partidos en el panorama político y el ascenso de grupos hasta ahora minoritarios, como IU y UPD, pudieran conseguir fragmentar la intención de voto de los españoles, dejando un resultado en que ninguna de las formaciones hasta ahora mayoritarias pudiera detentar en solitario el poder, no teniendo entonces más remedio que atender mucho más a las demandas de los ciudadanos, por la necesidad perentoria de tener que pactar, con quienes serían realmente, los nuevos vencedores.
Esta posible coalición, cuyo estudio ya estaría en marcha, según fuentes de determinada prensa, podría ocasionar, sin embargo, un peligroso efecto de rechazo en los electores fieles a los dos grandes partidos,  los unos, por considerar una alianza con la izquierda, aunque sea moderada, como una grave traición a los principios conservadores y  los otros, porque terminaría de fulminar la imagen que los socialistas han venido ofreciendo desde la última etapa de Zapatero, confirmando una derechización total, que ya nada tendría que ver con los principios fundamentales de una doctrina, cada vez más desvirtuada por la degeneración de sus líderes.
Que los políticos son capaces de hacer cualquier cosa por mantenerse en el poder, es algo que los españoles hemos tenido que aprender a base de durísimas experiencias y quizá por esta razón, ni siquiera llega a extrañarnos suficientemente este nuevo planteamiento, pero habría que tener en cuenta que nada bueno ha salido jamás de estas coaliciones entre enemigos declarados de toda la vida y que las renuncias que cada uno hace en momentos de desesperación, suelen acarrear después, graves consecuencias para los que habitualmente suelen pagar los errores de los políticos y que somos, como es bien sabido, todos los ciudadanos que sufrimos los vaivenes de sus mandato.
Si PP y PSOE se avinieran finalmente al acuerdo, inicialmente, serían los conservadores los más beneficiados en este asunto, al no haber sufrido aún descalabro alguno en ningún tipo de elecciones, al contrario que los socialistas, que continúan sin poder recuperarse de la debacle ocurrida en las generales que llevaron a la Moncloa a Mariano Rajoy y que trajeron como consecuencia todo lo ocurrido, en estos últimos dos años.
Si los socialistas quieren terminar con una trayectoria de más de cien años de existencia, el acuerdo con los moderados sería sin duda, la mejor manera de conseguirlo. Y si el PP quiere que el voto de los electores más  moderados de su partido, vaya íntegramente a VOX, no  tienen más que aceptar la coalición… y sentarse a esperar el resultado de las europeas.
Pero, ¿estamos los ciudadanos dispuestos a consentir que tal alianza sea un hecho, dejándonos atrapar en las redes de una especie de lobby político, formado por personajes de ideologías tan dispares, que únicamente buscan perpetuarse en el poder que les otorga la soberana decisión del pueblo?

Yo creo que no y no hay otra manera de demostrarlo que acudiendo masivamente a las urnas para dar una lección magistral a quienes son capaces de urdir tamaños desatinos, es decir, ir a votar, pero  siempre a los otros, a los que aún conservan la inocencia incorrupta de los que empiezan, sin que les haya atrapado aún en sus fatídicas redes la ambición y el amor al despotismo que mueven a los grandes y que solo merecen por nuestra parte, un profundo desprecio.

domingo, 11 de mayo de 2014

Una tragedia evitable


Cuando todo hacía presagiar un fin de semana en el que las únicas noticias destacables habrían de estar directamente relacionadas con el inicio de la campaña de las europeas, un terrible accidente de tráfico que ha costado la vida a varios niños y heridas de diversa gravedad a otros tantos, en un pequeño pueblo de Extremadura, ha llegado inesperadamente a última hora del pasado Sábado, conmoviendo a los españoles por la contundencia de una tragedia, que viene a sumarse a otras muchas que se vienen sucediendo con regularidad, en nuestras carreteras secundarias.
A pesar de la dureza de nuestro código de circulación y de la estrecha vigilancia a que son sometidos los conductores de todo tipo de vehículos en las grandes ciudades, que un microbús repleto de escolares choque con un vehículo agrícola de grandes dimensiones que llevaba varios años sin pasar la ITV y cuyo conductor acumulaba siete sanciones anteriores, además de dar positivo en el test de drogas, ha de causar una necesaria extrañeza y no deja otro remedio que dudar si las leyes se aplican por igual en todos los puntos de la geografía española, o sólo en aquellos en que se sabe con certeza que constituyen una jugosa fuente de ingresos para las arcas del Estado.
Si lo único que prima en las sanciones de tráfico    que se imponen es el afán recaudatorio, podría resultar explicable que al encontrarse el lugar de este accidente lejos de los grandes núcleos de población, ni el vehículo agrícola que circulaba sin pasar la ITV estuviera inmovilizado y que  a un conductor con este historial delictivo no le hubiera sido retirado el carnet, si como se puede intuir, había perdido el número de puntos necesarios que se precisan para circular legalmente.
Pero la falta de vigilancia en estos lugares parece ser un hecho cierto, puesto que resulta bastante común cuando se viaja por este tipo de carreteras pequeñas, tropezar con maquinaria agrícola motorizada a menudo manejada por individuos que suelen circular cometiendo todo tipo de infracciones, probablemente amparados por moverse en un área cercana al sitio en el que viven y por la benevolencia de unos vecinos incapaces de denunciar a quienes conocen de toda la vida.
Así, se suele ver a conductores de avanzadísima edad manejando tractores  y otras máquinas absolutamente desvencijadas, yendo de un lado a otro de las carreteras y entorpeciendo durante trechos largos el ritmo de la circulación, sin que, curiosamente nunca, en ese momento, aparezca algún agente de la autoridad que pida la documentación del vehículo o compruebe la vigencia del carnet del conductor en cuestión, como suele suceder en casi todos los tramos de las autopistas.
Y son las estadísticas de los accidentes mortales que se producen en el País, las que reclaman urgentemente una mayor atención a este tipo de actividades tan comunes que suelen ser, precisamente, las que terminan provocando mayores índices de siniestralidad, quizá por la impunidad que permite la falta de vigilancia en estos puntos negros.
Si como todo parece apuntar, en el caso que nos ocupa, el conductor reincidente del vehículo agrícola se saltó un STOP provocando el choque con el microbús en el que viajaban los niños, y además bajo los efectos de la droga, quizá haya llegado el momento de exigir al Ministro de Interior que además de acudir al entierro de los menores fallecidos, haga algo por combatir el exceso de peligrosidad que existe en nuestras carreteras secundarias.
Sobre todo porque las vidas humanas han de ser, necesariamente, mucho más valiosas que todo el montante recaudado en las grandes ciudades y sus alrededores por los agentes de la autoridad, cuyo número es, a juzgar por lo que sucede en los pueblos, del todo insuficiente.
Si el Código de circulación ha sido escrito sólo para ser obedecido por unos pocos, la igualdad de los españoles ante la ley, queda severamente vulnerada, al permitirse tropelías como las que han dado lugar a este luctuoso suceso.
Vayamos todos pues, con precaución, cuando circulemos por estas vías, porque a los políticos, parece interesarles bien poco lo que en ellas sucede.





jueves, 8 de mayo de 2014

Bring back our girls


La campaña que se ha puesto en marcha a través de la Red, para que cesen los secuestros de niñas en Nigeria y para que las que ya lo fueron sean devueltas a sus familias sanas y salvas, está consiguiendo movilizar a millones de personas, en contra de esta barbarie incomprensible, directamente dirigida a terminar con el derecho a la educación de las mujeres, que preconizan determinados grupos islamistas.
Que en el siglo XXI los derechos de las mujeres continúen siendo  ignorados por ciertos colectivos que arguyendo razones de fe, contemplan la prepotencia machista como único modo de vida, considerando al sexo opuesto como una mercancía meramente sexual que ni siquiera merece atención médica en caso de padecer alguna enfermedad y cuya única misión en la vida es la de complacer hasta la esclavitud los deseos de los hombres, no puede obedecer a otra causa que no sea la de una ausencia total de todo tipo de cultura, en todos aquellos que se proclaman defensores a ultranza de lo que ellos llamarían doctrina.
Mentalmente anclados a una edad media que no han conseguido abandonar aunque hayan pasado más de diez siglos y considerando a las mujeres en su pensamiento como una clase más de ganado al que se puede maltratar, vilipendiar y someter a continuos abusos desde la prepotencia de un machismo armado hasta los dientes que no ha sabido ni querido evolucionar con los tiempos, los grupos que están secuestrando en Nigeria a las niñas, con la intención de privarlas de su derecho a acudir a las escuelas y otros muchos que aplauden y practican también estas inaceptables costumbres, no son más que un reducto de una clase de humanidad que por representar lo que representa, parece no haber aprendido absolutamente nada sobre principios éticos y morales y que colocan en un lugar vergonzoso a la Religión que supuestamente, defienden.
Su radicalismo troglodita y las ansias por no apartarse de la profunda ignorancia que demuestran cuando ponen en práctica su particular doctrina, no hace sino potenciar un odio colectivo a cualquier cosa que tenga que ver con las leyes del Islam, que en muchos casos es aprovechado por líderes occidentales sin escrúpulos para justificar una violencia contra millones de inocentes que nada tienen que ver, sin embargo, con estas teorías de un terror, mucho más nefasto que el de las armas, por muy sofisticadas que sean.
Y sin embargo, no podemos tratar de comprender lo que pasa por ejemplo en Nigeria, si tratamos de analizar los hechos desde nuestra mentalidad occidental del siglo XXI o desde la posición de que disfrutamos, si somos mujeres y nos encontramos en otras partes del mundo en las que la igualdad empieza ser un hecho.
Incluso aunque intentáramos cambiar desde la base, las propias creencias de la población femenina que  permanece bajo el yugo de estos radicales enfermizos y que se ve obligada sin remisión a convivir con ellos, la idiosincrasia de la cultura reinante en esos lugares, nos haría tropezar, en más casos de los que podríamos creer, con un apoyo tácito a la manera de actuar de sus hombres y con una contundente negativa, si les propusiéramos una modificación de su actitud en el plano personal, por considerar como normal, lo que desde aquí nos parece aberrante, vejatorio e intolerable.
Puede que hagan falta diez siglos más para que ellas lleguen adonde estamos nosotras ahora y a saber dónde estaremos nosotras entonces.
Por eso, aunque la tristeza por la situación que sufren no puede por menos que afectarnos en lo más profundo del corazón, encontrar una salida rápida para su padecimiento parece del todo inalcanzable.
Teniendo en cuenta además, que no hay en juego en este caso de las mujeres ningún negocio productivo que pueda enriquecer a ninguna de las grandes potencias que gobiernan el destino del mundo, como el petróleo de Irak, por ejemplo, y tratándose como se trata, solo de una grave injusticia que únicamente afecta la situación personal y humanitaria de un número indeterminado de mujeres, no se puede esperar tampoco, que nadie “intervenga” para que la situación sea erradicada para siempre de allí donde se produce.
Que Michel Obama se haya adherido a la campaña a favor de las niñas nigerianas, no significa, créanme, que su marido esté dispuesto a hacer nada por ellas, a otros niveles mucho más prácticos.
Este tipo de terrorismo doméstico no mueve tropas, solo conciencias.






Medidas contra la corrupción


Ahora que el paro asfixia a casi seis millones de españoles, la idea de sacar a concurso un nutrido número de plazas de colaboradores en la lucha contra la corrupción, ayudaría a desenmarañar las numerosas tramas que van siendo descubiertas todos los días, a la vez que retiraría de las nutridas listas del INEM, a algunos de los muchos necesitados que aguardan con impaciencia el momento de abandonarlas.
Esta Democracia nuestra, que está siendo ensuciada por tahúres sin escrúpulos que decidieron hacerse políticos con la única intención de enriquecerse, precisa urgentemente ser saneada y liberada de esta lacra que extiende sus tentáculos por toda la geografía española, sin que las medidas judiciales, al menos hasta este momento, consigan penalizar con la suficiente dureza, ninguno de los delitos cometidos.
Se quejan los investigadores dedicados a estas tareas de falta de medios, seguramente con razón, si se tiene en cuenta que los delincuentes financieros parecen surgir en tropel hasta de debajo de las piedras y no hay ayuntamiento, ciudad o partido político que se libre de tener varios casos de mayor o menor relevancia, que todos conocemos y muchas veces callamos, por temor a que denunciarlos, nos reporte graves perjuicios.
No hay obra pública de la que alguien no haya sacado tajada, algunas veces triplicando o cuadriplicando su coste real para enriquecer a quienes la contrataron, saltándose todas las normas de moralidad que asegurarían una misma oportunidad de conseguir su adjudicación a todos los participantes en el concurso. 
El amiguismo, la coacción y los tratos a espaldas de la legalidad, embadurnan con su suciedad y sin castigo alguno, todo negocio que tenga que ver con lo público, encareciéndolo a costa del dinero de los contribuyentes y aquí no se hace nada por evitarlo.
Ayer conocíamos que las obras del AVE Madrid- Barcelona, se encarecieron en casi un trescientos por cien, según sus organizadores por cuestiones de tiempo, una excusa que según los fiscales anticorrupción, bien podría ocultar, como en otros casos, una desviación severa de fondos hacia las cuentas personales de algún político, como suele ocurrir desgraciadamente, casi siempre.
Pero he aquí que entre las intensivas investigaciones que se llevan a cabo en los casos de corrupción que se van conociendo y las sentencias dictadas después por los jueces, al menos hasta ahora, suele abrirse una brecha incomprensiblemente insalvable, que viene a dar como resultado, como bien se ha podido comprobar últimamente, un sinfín de inadmisibles absoluciones, que no solo zanjan en falso la mayoría de los casos, sino que permiten que el producto del fraude se olvide, sin que la Hacienda pública vuelva a recuperarlo jamás, en perjuicio de todos nosotros.
Que no interesa endurecer la legislación para los casos de corrupción, es claro y evidente, quizá porque es tan grande la implicación de políticos en ellos, que de hacerlo, las filas de los Partidos podrían verse gravemente mermadas, cosa que no conviene si se pretenden conservar las cotas de poder de que se disfruta.
Y que resulta absolutamente imposible hacer frente a todos y cada uno de los asuntos que requieren investigación de este tipo, por tratarse de un número absolutamente incalculable, es también manifiestamente cierto e incluso inconveniente, si se quiere evitar que la sociedad, harta de padecer esta lacra, se rebele y salga la calle, protagonizando un violento estallido de descomunales consecuencias.
Pero esta `podredumbre que está corrompiéndolo todo y terminando de convencer a los ciudadanos de la deshonestidad de una gran mayoría de políticos, ha de ser, sin embargo, arrancada de raíz y sin compasión de los cimientos del Estado y es por tanto, nuestra obligación, reclamar a quién nos gobierna, que tome urgentemente cartas en el asunto.
Si hay que crear plazas, que se creen y si hay que modificar las leyes, que se modifiquen sin contemplaciones hacia estos delincuentes de abultadas cuentas bancarias que no se compadecen en absoluto del momento de crisis que atraviesa su propio país.
Nada sería más deseable que levantarse una mañana sin que ninguno de ellos haya robado nada y aún más, si por fin viéramos a todos los que en algún momento lo hicieron, devolviendo lo sustraído y entre rejas.






martes, 6 de mayo de 2014

Volviendo a los años cincuenta


Según fuentes de prensa, la editorial Anaya ha puesto a la venta unos libros de texto, supongo que de Lengua y Literatura, en los que se ofrece a los estudiantes una versión absolutamente tergiversada de la biografía de dos de los más grandes poetas españoles, como son Federico García Lorca y Antonio Machado.
Del primero, se dice simplemente que murió en el transcurso de la Guerra Civil española, sin llegar a mencionar que fue fusilado por sus creencias, sin que aún en el día de hoy hayan podido ser recuperados sus restos, propiciando el error de que quienes estudien este texto puedan llegar a pensar que fue una víctima más de las que cayeron en la contienda y no un ejemplo claro de lo que ocurrió con muchos de los intelectuales que estando a favor de la República, cometieron el error de permanecer en el País.
De Antonio Machado se cuenta que decidió emigrar a Francia con su familia, sin aclarar que no le quedó más remedio que exiliarse, acosado también por su ideología y en compañía de una madre muy enferma, teniendo que pasar en el camino hacia la nación vecina toda una suerte de penalidades, para finalmente asentarse en una humilde pensión de Colliure, en la que madre e hijo murieron en poco tiempo, quedando enterrados en la pequeña localidad para siempre, como se puede constatar si uno decide visitar su tumba, por cierto, siempre llena de flores.
Esta interpretación absolutamente partidista de estas dos historias de tristeza infinita, no ha podido por menos que recordarme aquellas Enciclopedias que nos servían como libro único en mi infancia y en las que se llegaba a retratar a los republicanos con forma de diablo portando un tridente, mientras la imagen de los integrantes del bando franquista se representaba en forma de jóvenes apolíneos vestidos con la camisa azul de la falange, con el yugo y las flechas bordados en su atlético pecho y un enorme escapulario, símbolo de su fe, colgando siempre de su cuello.
Los textos, por supuesto al servicio de la versión que la Dictadura ofrecía sobre la contienda, intentaba potenciar en nosotros, entonces solo niños, una admiración sin límites hacia quienes se hacían llamar salvadores de la Patria y un odio cerval hacia los que, supuestamente, se habían empeñado en hacer de nuestro país un antro de perversión e inmoralidad, que de haber seguido adelante, nos habría enviado a todos directamente al infierno.
Y aunque algunos tuvimos la suerte de conocer versiones bien distintas en el seno de la familia, se nos lacró sin embargo, con la obligación de tener que repetir como papagayos aquella parte de nuestra historia, tal y como querían oírla quienes entonces nos mandaban, sin dejarnos siquiera el derecho a investigar otras fuentes, al estar prohibida por ley, la venta de cualquier tipo de literatura que pudiera insinuar siquiera la verdad de lo sucedido, dejando en muchos de nosotros un poso de miedo a cuanto tuviera que ver con las ideas de una izquierda, que nada había hecho para merecer el trato vejatorio que durante cuarenta años recibió por parte de la Dictadura.
Por eso al leer la noticia a la que hacemos referencia al principio de este artículo, no me queda otro remedio que lamentar que a estos pobres estudiantes de hoy, pueda llegar a pasarles algo similar a lo que nos ocurrió a nosotros, con esta parte importantísima de nuestra historia y que ofreciéndoles esta versión manipulada del final de la vida de estos poetas, se les impida apreciar en toda su dimensión, la grandeza de su obra y también de la valentía con que afrontaron la defensa de unas ideas a las que tenían derecho por el mero hecho de ser personas, aunque precisamente por tenerlas, se truncaran sus trayectorias de manera tan incomprensible y violenta.
Y porque no quisiéramos por nada del mundo regresar a la oscuridad en que nos tocó vivir en aquellos años cincuenta, la obligación de  reclamar el conocimiento de la verdad por parte de nuestros jóvenes, se convierte en algo urgente e inaplazable, antes de que pueda convertirse en algo rutinario y tácitamente aplaudido por quienes hoy se encuentran al frente del Gobierno.
No vaya a ser que poco a poco y a base de escribir en los textos mentiras como éstas, nuestra historia más reciente vuelva a ser una manera de hacer proselitismo a favor de una derecha, que no parece estar dispuesta a cambiar su manera de actuar, aunque hayan pasado más de ochenta años.


lunes, 5 de mayo de 2014

Pequeños que pueden ser grandes


Hacía tiempo que no asistíamos en España al nacimiento de nuevos partidos políticos y menos aún, de manera tan numerosa como está ocurriendo, de cara a las elecciones europeas.
Desde que se convocaron los primeros comicios democráticos, allá por Junio de 1977, no se había vuelto a ver tal profusión de pequeños grupos organizados, muchos de ellos por personas de cierta relevancia, que albergando la esperanza de conseguir alguna cota de poder, han surgido de una necesidad de reemplazar a las formaciones ya existentes y que con el paso del tiempo y el grave problema de corrupción que nos afecta, se han ido desgastando, a la vez que causando en los ciudadanos un hartazgo que hace preludiar la eminencia de su fracaso.
En esta ocasión, en la que todo parece indicar que habrá una abstención que debería hacer sonrojar a los líderes que encabezan sobre todo al bipartidismo, la aparición de estas asociaciones que abarcan en su ideología todo el arco político, potencian una división del voto que necesariamente habrá de perjudicar a los grandes, si los programas que presentan consiguen devolver a los ciudadanos la ilusión de que alguien se interesa por los problemas que padecen, a la vez que les da la opción de poder elegir unas siglas que nada tienen que ver con  el motivo de su gran desengaño.
Cuando Ortega Lara presentó Vox, como una alternativa a las políticas del PP, reclamando una mayor atención a la unidad de España y sobre todo a las víctimas del terrorismo de ETA,  muchos otros se percataron de que existía una oportunidad de seguir el ejemplo, aunque su ideario se encontrara justamente en un lugar absolutamente antagónico al que ocupaban estos personajes que se habían desligado del PP, al considerar que sus políticas no eran tan conservadoras como a ellos les gustaría.
Otros, como en el caso del Partido catalán Ciudadanos, optaron por fichar a personas tan conocidas y respetadas como Javier Nart, al que sorprende ver interactuando junto  a quienes a primera vista, se podrían considerar de derechas, a juzgar por la supuesta “españolidad” que representan, frente a las ansias independentistas que últimamente parecen haber renacido en Cataluña.
Pero quizá el caso más extraño de esta oleada de nuevas inscripciones en el registro de Partidos, sea el caso de RED, que lidera el Juez Elpidio Silva y que tiene todas las trazas de ser un instrumento que sirva al Magistrado para resarcirse de lo que le ha ocurrido en relación con el asunto de Blesa y que algunos consideran ha sido creado con la única intención de vengar la afrenta sufrida, con un programa que se parece y mucho al de la formación ECUS, que surgiera a partir de las movilizaciones del 15M.
También los movimientos ciudadanos se han atrevido a protagonizar esta aventura y Pablo Iglesias, habitual colaborador en los debates televisivos que organiza La Sexta, encabeza las listas de la Plataforma Podemos, con unas ideas que quizá pretenden colocarse a la izquierda de PSOE e IU y que incluyen en su programa muchas de las reivindicaciones que se han venido reclamando en la calle, sobre todo durante estos últimos dos años.
Este abultado arco que se abre ante los ojos de los posibles votantes tendrá, sin embargo, la posibilidad de abrir una importante brecha en lo que podrían considerarse como unos resultados tradicionales, después de los próximos comicios y no cabe ninguna duda de que podrían hacer un daño de dimensiones aún incalculables, a los que ya daban por sentada su continuidad en el poder, a falta de otras alternativas.
Así, al menos nos queda la esperanza de que quizá podamos librarnos de las incómodas mayorías absolutas, cosa que probablemente nos asegurará una mayor atención por parte de quienes nos gobiernan, si no quieren ser víctimas de un peor descalabro cuando se celebren las elecciones municipales o generales y haya que poner toda la carne en el asador, para ser votado por una sociedad, cansada de las tropelías de una clase política despótica y demasiado prepotente.
Que nada será nunca igual, está asegurado y que los errores cometidos y el juego del engaño tan practicado durante los últimos tiempos por los grandes se pagan, acabará por ser un hecho cierto.
Vayan preparándose pues Valenciano y Arias Cañete a compartir espacio con Iglesias, Vidal Cuadras (Vox) o Elpidio Silva en los escaños del Parlamento Europeo. Francamente, me muero por verlo.