viernes, 11 de enero de 2019

Los más perjudicados




Urge a Pedro Sánchez, tras los resultados de las Elecciones andaluzas, conseguir aprobar a la mayor brevedad posible, los Presupuestos Generales del Estado  para poder terminar la Legislatura y muy fundamentalmente, encontrar una salida que sosiegue de manera inmediata el conflicto catalán, para así demostrar a las derechas y a los españolistas exaltados que el camino de la negociación da sus frutos, sin tener que recurrir a la vía judicial ni a la aplicación del artículo 155 que reclaman vehementemente, Rivera , Casado y Abascal, ya unidos en un tripartito en el sur del país, porque de lo contrario, lo ocurrido en Andalucía podría trasladarse al resto del territorio nacional, sobre todo si  el Presidente se viera obligado a convocar nuevos comicios , en un momento en el que aún no haya dado tiempo a que la gente conozca cuáles son las verdaderas intenciones que se esconden detrás de las siglas de VOX, que ha subido como la espuma aprovechando la ira y el resentimiento que hacia los políticos guarda una buena parte de los españoles que aún no saben que tras ese patriotismo que tratan de vender, se oculta una añoranza desaforada de aquellos tiempos del franquismo.
Son Sánchez y los independentistas catalanes los que han salido más perjudicados de esta extraña alianza de tres derechas con intereses bien distintos que se unen en un momento de excepcionalidad para después intentar, cada cual a su manera, establecer su propia supremacía sobre sus compañeros de viaje, primero, porque el Socialismo nunca debió permitir que Susana Díaz se presentara como candidata a la Presidencia de la Junta, siendo públicas y notorias sus acciones pasadas y después, porque esa parsimonia con que se han tomado los separatistas la oportunidad que se les ha ofrecido para negociar, ha terminado por  romper la paciencia de millones de ciudadanos, dando lugar a la creación de un clima de rechazo hacia todo lo que recuerde a Catalunya, en general, cuestión que ha sido inmediatamente utilizada por las derechas para basar los discursos de la campaña electoral andaluza en una exaltación de la peor clase de patriotismo, pero llamando a una unidad que para muchos de quiénes les han votado significa el restablecimiento de una paz y  un orden establecido, que parecen haberse perdido a causa de los últimos sucesos.
Si Sánchez consiguiera, por una de esas carambolas de la vida, que los secesionistas le prestaran su apoyo para la aprobación de sus Presupuestos y Torra poseyera la cordura que se necesita para entender que si no afloja en sus planteamientos, la experiencia andaluza podría extenderse como la pólvora, en cuanto lleguen las Municipales y Generales, demostrarían en cierta medida que las negociaciones por las que ambos dicen haber apostado han terminado funcionando y que esos malos augurios que han predicho durante varios meses los líderes ultra conservadores, no eran más que meras apreciaciones que quedarían inmediatamente soterradas, por la naturaleza de tamaño triunfo.
Todas las esperanzas de Sánchez han de estar, en estos momentos, puestas en poder alcanzar esa pacificación y los separatistas debieran contribuir en la parte que les toca a que la quimera se hiciera realidad, pues lo que les esperaría, si los resultados andaluces se trasladaran al resto del Estado,  sería un panorama definitivamente negro e insalvable, por lo que su colaboración resultaría ser estrictamente necesaria, para frenar el avance de la ultraderecha, en los próximos tiempos.
Podría afirmar, casi sin temor a equivocarme, que Oriol Junqueras ha comprendido perfectamente este mensaje e incluso que se podría contar con su colaboración, pero la verdadera traba que hace que se tambalee tal acuerdo se llama Puigdemont, seguramente porque desde la distancia estos problemas deben parecer mucho más nimios de lo que son en la realidad y también porque un retroceso en las pretensiones secesionistas, bien pudieran representar una enorme pérdida de popularidad para este personaje que habita en su limbo de Waterloo, a salvo de salpicaduras violentas.
A punto de empezar los juicios contra los encarcelados por los hechos ocurridos el primero de Octubre, las cosas se complican doblemente para nuestro actual Presidente y sólo una apelación desesperada a la unidad de las fuerzas de progreso, tan difícil de conseguir en este país nuestro, podría funcionar, si todo el mundo poseyera el talento necesario para descifrar el mensaje de angustia que flota en un ambiente cada vez más enrarecido que aún podría oscurecerse más, si Formaciones como VOX se hacen fuertes en un futuro Parlamento.
Es ésta, una mera cuestión de responsabilidad para los que creemos que lo que nuestro país necesita es avanzar en cuestiones que las derechas suelen olvidar en cuanto se establecen en el poder, como los derechos sociales o el empleo digno para todos y por tanto, no queda otro remedio que apelar a que los Partidos que nos representan, aparquen sine die, sus diferencias, por muy esenciales que sean, para formar un bloque de unidad que consiga transmitir a la población un clima de estabilidad, en el que no sólo tienen importancia las fronteras y las banderas, sino el bienestar general de esa mayoría de ciudadanos a los que los efectos de la crisis y otras cosas, han debido afectar de manera tan cruel, que ya no son capaces de diferenciar quiénes son los que pueden defender, desde la política, sus principales intereses.
  

jueves, 10 de enero de 2019

Buen año...y buena suerte




Parafraseando al gran periodista Edward R. Murrow , que en los años cincuenta desafiaba cada noche las atrocidades que con la gente cometía el ultra derechista McCarthy, entramos en este año 2019  sin poder albergar otro deseo que el que se expresa en el mismo título de este artículo, ya que nuestro país empieza a adentrarse en un periodo histórico imprevisible y por tanto desconocido, en el que puede ocurrir cualquier cosa y en el que, en gran parte, depende sólo de nosotros, la gente de a pie, que los acontecimientos viren en un sentido u otro, pudiendo avanzar o retroceder en materias políticas y sociales, por lo que resulta ser absolutamente indispensable que estudiemos en lo más profundo de nuestros corazones, los mensajes abiertos y subliminales que lanzan cada una de las Formaciones que conforman el arco político, porque cualquier error podría llevarnos luego a tener que lamentarnos  profundamente durante mucho tiempo, de alguna decisión que tomamos en un momento determinado, llevados por la ira o la impotencia.
Hace un poco más de un mes me despedí de ustedes con la intención de hacer una limpieza general en mi casa y dispuesta a poner en práctica el método Konmari, que por cierto ha resultado ser toda una revelación, hasta el punto en que cuando terminé de organizar el orden de la vivienda, decidí inmediatamente aplicármelo a mí misma, para deshacerme de todas aquellas cosas que en cierta medida me encadenaban al pasado, siendo ahora ya del todo inservibles y por lo tanto inútiles y fútiles, aunque ocupando un sitio en el terreno de las emociones que necesitaba llenar con experiencias nuevas y de ahí que la semana y pico que pensaba aplicar a labores domésticas, haya ter minado por prolongarse hasta el día de hoy, en el que puedo decir tajantemente que ha merecido la pena el parón y que mi mente se halla en un estado de serenidad que me permitirá, a partir de ahora, retomar con ánimo renovado estos encuentros diarios que establezco con mis lectores que considero como irrenunciables, pues la pasión por escribir y comunicar mis pensamientos es algo que me ha acompañado desde la infancia y también porque nada me produce más placer en el mundo que encadenar frases para elaborar un texto.
Muchas cosas han sucedido en estos días, además de las consabidas fiestas de Navidad, de las que sólo complace reseñar el acercamiento familiar y el disfrute de los amigos y todas las he seguido de cerca desde una perspectiva de pasividad, puesto que entre mis grandes virtudes está la testarudez y el poder presumir de que cuando tomo una decisión la cumplo a rajatabla, aunque he de reconocer que el calado de  algunos de estos acontecimientos ha estado a punto de dar al traste con mi disposición de permanecer callada, pero en la vida hay que ser consecuente con los retos que una se marca y aunque me ha costado, parece que he sido capaz de vencer la tentación de lanzarme al teclado del ordenador, como resulta del todo evidente.
Uno de esos momentos de inestabilidad emocional lo provocó sin duda el resultado de las elecciones en Andalucía, ya que nadie esperaba que tras cuarenta años de gobierno socialista, la derecha fuera capaz de imponerse en una de las Comunidades más castigadas por la crisis y en la que el paro y la pobreza han dejado huellas sensiblemente profundas y menos aún, que fuera ahí  dónde la extrema derecha que ya nos amenazaba desde hace tiempo con colarse en las Instituciones de la manera que fuera, irrumpiera con tal voracidad y menos aún que fuera la que tuviera la llave del gobierno en esta Región durante los próximos cuatro años, intentando sin contemplaciones provocar un retroceso que nos llevaría hasta los peores años de la dictadura franquista, como cualquiera puede comprobar si se molesta en leer las incalificables propuestas que ha puesto sobre la mesa VOX, en estos últimos días.
No obstante, quise callar, venciendo al estupor y el desencanto que me produjo el hecho de que existieran cuatrocientas mil personas capaces de votar a esta Formación, entre las que inaceptablemente debe encontrarse un buen número de mujeres, sobre todo porque me interesaba saber qué harían PP y Ciudadanos y si finalmente se atreverían o no a considerarse aliados de este Partido ultraconservador, xenófobo y misógino que defiende la expulsión de los extranjeros, las corridas de toros, la Semana Santa, el Flamenco y la celebración del final de la Reconquista y que pretende derogar la Ley de Violencia de Género o la de Memoria Histórica, entre otros muchos ejemplos y que intenta, con sus recién estrenados doce diputados en el Parlamento andaluz, campar a sus anchas por la Comunidad más grande de una España  plagada de símbolos y banderas, en las que basan su patriotismo obsoleto, que nos retrotraería a épocas que nos costó demasiado esfuerzo olvidar  y que supondría para todos nosotros volver a ser los últimos de la cola entre los países de nuestro ámbito europeo.
Pues bien, se conoce que en esto de la Política, al menos en determinados casos, puede más la ambición por alcanzar el poder que la ideología y ayer por la tarde, la incógnita que tanto nos preocupaba, quedó finalmente resuelta, con un acuerdo rubricado entre este curioso tripartito al que a partir de ahora, los andaluces tendrán que agradecer, cualquier cosa que les suceda.
De nada han servido las advertencias hechas desde todos los ámbitos posibles, sobre la peligrosidad que conlleva aliarse con este tipo de Formaciones, ni las miles de voces que se  han alzado contra este acuerdo que otorga una fuerza excepcional a este Partido de extrema derecha, ni tampoco los avisos de que la connivencia con gente que defiende este tipo de pensamiento, puede contaminar y mucho a quienes les presten, abierta o tácitamente, su apoyo. El pacto es un hecho y Juan Manuel Moreno, un segundón sin talento ni carisma, será el nuevo Presidente de la Junta de Andalucía.
Tampoco queda clara la postura de Marín, como representante de Ciudadanos, que  negándose a reunirse con Vox, al menos de cara a la galería, acepta sin embargo una vicepresidencia en un Gobierno que sólo será posible gracias a sus votos y que debe pensar que los andaluces carecen  de inteligencia, al intentar por todos los medios ocultarles la naturaleza de su burda maniobra.
Así está, a  día de hoy, el panorama en  este país de contradicciones, en el que algunos de sus habitantes son capaces de votar en unas elecciones a Podemos y en las siguientes a estos recién llegados procedentes directamente de los reductos del franquismo y todo ello, sin dar la menor importancia al contenido de sus votos, como si el resultado de unos Comicios no acarreara siempre determinadas consecuencias.
Que haber llegado a un acuerdo con VOX es uno de los mayores errores cometidos por los otros Partidos de derechas, no admite discusión, pero lo peor es que su ambición, su prisa por alcanzar el poder, abre de par en par las puertas que permiten la entrada en las Instituciones democráticas del país, a una Formación que nunca creyó en esta forma de Gobierno, llegando a colocarla en una posición de privilegio y aceptando al final,  porque no les quedará otro remedio, algunas de sus aberrantes exigencias, si quieren llegar al final de esta terrorífica legislatura.
La Historia se encargará, como siempre lo ha hecho, de juzgar a estos supuestos patriotas que se horrorizan de las reivindicaciones de los nacionalistas catalanes, mientras aceptan como compañeros de viaje a estos otros, mucho más peligrosos y violentos, con tal de satisfacer sus ansias de dominio, aunque sin pensar en las consecuencias.
Me alegro de volver para poder contarlo. Buen año y buena suerte.



domingo, 25 de noviembre de 2018

Limpieza general




Mientras Pedro Sánchez termina de negociar las condiciones del Brexit y los candidatos a la Junta de Andalucía recrudecen los enfrentamientos propios de toda Campaña que se precie, una, que además de escribir es persona  y posee un espacio habitacional en el que a lo largo de muchos años ha convivido con su compañero y sus hijas, hasta que decidieron abandonar el nido y formar nuevos núcleos familiares , que nos han traído miembros más pequeños , necesita de vez en cuando, aplicarse en las siempre ingratas labores del hogar , por lo que he decidido que esta semana la voy a dedicar íntegramente a estos menesteres, por lo que no volveré a estar con ustedes hasta que este tiempo haya transcurrido, cosa que aviso con antelación, para que quede constancia de que pienso regresar en breve.
 que muchos se preguntarán si verdaderamente es necesario emplear tanto tiempo en estos trabajos sin substancia que no suelen aportar al espíritu más que sofocones y al cuerpo un cansancio excepcional del que luego uno trata de recuperarse, a base de unas cuantas horas de sueño y ya les digo yo que sí, sobre todo cuando la empresa que una se ha propuesto llevar a cabo consiste fundamentalmente en la tarea de poner orden en todos los lugares de almacenaje que se encuentran desparramados por la vivienda y en los que se han ido amontonando, sin que exista una explicación plausible para ello, la ropa que usamos para vestirnos, la que pertenece a lo que antes se llamaba el  ajuar. cacharros necesarios e inútiles para el trasiego diario de la cocina, vajillas, cuberterías, cristalerías  y menaje destinado a las grandes ocasiones, que cada vez son menos y una serie interminable de cachivaches que formarían parte de una colección de adornos propia de un museo de Artes y Costumbres, por no hablar de la ristra de zapatos, bolsos y complementos que solemos almacenar en cajas que ocupan un espacio precioso debajo de las camas, encima de los armarios o en un trastero que acaba pareciendo el Rastro de Madrid y en el que ya no podemos entrar, porque no cabemos por el pasillo que hemos dejado, entre las cestas que contiene.
He tomado esta decisión irrenunciable, precisamente ahora, porque en unos días le llega el turno de jubilarse a  mi compañero de viaje y quisiera hacer de esta casa un lugar cómodo y apacible en el que ambos podamos desenvolvernos sin agobios y en el que nos queden algunos huecos que poder rellenar en esta nueva etapa de nuestras vidas y armándome de valor, me dispongo a seguir los consejos del método Konmari, que se ha puesto ahora tan de moda y que dice que uno debe deshacerse sin dolor, de todo aquello que no haya utilizado en los últimos dos años, con que no les digo lo que debemos hacer con lo que tenemos guardado desde hace más de cuarenta.
Voy a comenzar por convertir en rollitos de primavera toda la ropa que ambos usamos con regularidad, lo que según el método de esta asiática que está arrasando en todo el mundo, transformará  mis armarios y cajones en enormes y coloridas bomboneras que después me producirá miedo deshacer, pero que darán gusto enseñar a los amigos cuando pasen por casa, pues la labor es toda una gran obra de arquitectura doméstica, que merece la pena ser tomada como un reto, para poder comprobar si realmente funciona tan bien como afirman, todos los que en su ejecución me precedieron.
Trapo en ristre y bolsas de basura en las manos, me dispongo también a desprenderme de todo aquello que ya era absurdo cuando fue adquirido, pero que me ha dado pena tirar en todas las limpiezas anteriores, por si acaso en algún momento de mi vida, le encontraba alguna utilidad, incluidos algunos modelitos que una vez puestos no se correspondieron con la idea de que a una le podían sentar bien y del mismo modo, de todos aquellos zapatos que más que ayudarme a caminar se convirtieron desde el principio en una tortura malaya, pero que he mantenido, pobre ilusa, con la esperanza de que mis delicados pies mejoraran con el paso de los años, cuestión que cómo comprenderán, ha resultado ser, absolutamente incoherente.
Igual pasa con bolsitos de pitiminí y pañuelitos que nunca utilicé porque me impregnaban de un aire ciertamente cursi que nunca se correspondió con la imagen que de mí misma tengo o con aquellas enormes mantas que mi madre se empeñó en regalarme cuando me fui de casa, hace cuarenta y cinco años y que puestas sobre la cama, te hacen polvo la espalda y los riñones, porque pesan un quintal o con aquellos trastos que te regalaron y que a pesar de no gustarte nunca conservas a la vista,  por si acaso aparece el autor del obsequio o con aquellas sábanas que aunque estando nuevas, nunca se ajustaron del todo a los rincones de la cama, encogiéndose como por arte de magia todas las noches, provocando con sus arrugas, incómodas rozaduras en tobillos y piernas, cuyo efecto se prolonga durante varias horas sobre la piel.
Fuera, las cacerolas en las que caben legumbres para un regimiento de infantería y que ya no puedes cargar porque las muñecas no dan para tanto como cuando tenías veinte años y porque en esta casa solemos ser, a diario, sólo dos a comer o aquellos moldes de horno que cumplieron perfectamente su función mientras se cocinaba en grandes cantidades, pero que con el paso del tiempo, no sólo han perdido el recubrimiento que los adornaba, sino que almacenan en su interior polvo a raudales, habiendo sido sustituidos por otros más pequeños de silicona, mucho más prácticos y coquetos.
A hacer puñetas, las doce o catorce almohadas que compré cuando mis hijas traían amigos a dormir y esta casa se convertía de pronto en la Pensión Paquita, con colchones acumulados por todas las habitaciones y esas viejas toallas que han quedado relegadas al fondo de la alhacena y que no recuperarán jamás el lustre del color que tuvieron en sus mejores años, por  mucho Ariel  que se les eche.
En fin, no sé si el método Konmari estará realmente concebido para solucionar un problema de tales dimensiones o todo quedará finalmente reducido a una limpieza general de las de toda la vida, pero que hay que gastar agua y jabón y poner voluntad en no volver a cometer los mismos errores que en el pasado, me ha quedado bastante claro, por lo que ya comprenderán que necesite, como mínimo, unos cuantos días para acabar con éxito tan expectante tarea.
Atractiva, no es, pero convendrán conmigo en que al menos parece necesaria y ciertamente urgente y que el momento es óptimo, ahora que mis queridos políticos andan tan sumamente entretenidos arreciando su enfrentamiento, por lo que estoy segura de que comprenderán esta ausencia temporal que, con toda probabilidad sabrán perdonarme, porque a veces, hay asuntos, aunque sean de esta índole, que requieren toda nuestra atención y naturalmente, yo no voy a ser esa excepción que confirme la regla.
Por cierto, ya les contaré qué tal me va con el dichoso método, si es que mi propio desorden mental me permite aplicarlo, cosa que dudo seriamente.
  


  

jueves, 22 de noviembre de 2018

Tensión en el Congreso




Todos los acontecimientos ocurridos en los últimos días en el mundo de la Justicia, la fragilidad del Gobierno de Sánchez,  las posturas de las derechas sobre el problema catalán, la polémica por la exhumación de los restos de Franco y los mensajes emitidos en el Chat de Cosidó, han terminado por trasladarse, cómo no podía ser de otra manera, al Congreso de los Diputados, dónde ayer se vivió una jornada que llegó  a alcanzar unos niveles de tensión que motivaron una intervención de la Presidenta, que visiblemente emocionada, se lamentaba del clima que se está instalando en el Hemiciclo.
El momento más álgido lo protagonizó el Diputado por Esquerra Republicana, Gabriel Rufián, que como todos sabemos no deja a nadie indiferente en ninguna de sus intervenciones y que dirigiéndose al Ministro de Exteriores,  Josep Borrell, le acusó varias veces de ser indigno, siendo llamado al orden, hasta tres veces, por Ana Pastor y siendo  finalmente expulsado de la sala, que abandonó seguido por todos los integrantes de su propio Partido.
Fue en ese momento y mientras Borrell se encontraba de pie presenciando la escena, cuando el también Diputado, Jordi Salvador, hizo un extraño gesto cuando pasaba justo al lado del Ministro, que inmediatamente le interpeló asegurando que le había escupido, aunque el estudio detallado delas escenas que hemos visto, a cámara lenta, en televisión, no demuestran fehacientemente que tal hecho ocurriera realmente. Sí que se advierte en las imágenes, que Salvador hace un ademán extraño con su boca al cruzarse con Borrell mientras se dirigía a la salida, pero resulta del todo imposible asegurar si verdaderamente se trató simplemente de un bufido, como después afirmaron sus compañeros de Formación o si el Ministro dice la verdad, cuando narra, en primer persona, la escena.
El rifirrafe, que provocó inmediatamente un enorme revuelo, fundamentalmente protagonizado por las filas de  los Diputados de Ciudadanos y PP, que aprovecharon la ocasión para incidir en la versión que vienen manteniendo sobre el problema de Catalunya, fue la gota que colmó el vaso de la paciencia de la Presidenta de la mesa, que optó entonces por prohibir a los Diputados que en el recinto volvieran a pronunciarse las mutuas acusaciones de golpistas y fascistas , que durante varios días han intercambiado asiduamente los representantes de las derechas y los partidarios de la independencia de Catalunya.
Habría que recordar sin embargo, que el nombramiento de Josep Borrell como Ministro de Exteriores fue duramente cuestionado por los separatistas catalanes, que a raíz de la participación del mismo, en un acto celebrado por la Sociedad Civil Catalana, en el que intervino como orador a favor de los constitucionalistas, se convirtió en uno de sus principales enemigos, al que tampoco han perdonado el enfrentamiento verbal que tuvo en un programa de televisión con Oriol Junqueras, ni su apoyo incondicional a la aplicación del artículo 155.
Quizá es por eso, los Diputados catalanes presentes en el Congreso español no pierden ocasión de atacar a Borrell, cada vez que pueden, en sus intervenciones y que las respuestas que les ofrece el Ministro, suelen ser habitualmente aplaudidas, no sólo por la bancada socialista, como sería lo normal, sino también por las de populares y Ciudadanos, como ocurriera ayer mismo, mientras Rufián saludaba como un torero desde su escaño, antes de ser expulsado de la sala por la Presidenta.
No han dado sin embargo  los socialistas demasiada importancia al hecho que denunciara Borrell y que según propias palabras, no habría sido advertido por ninguno de sus compañeros en el momento en que se produjo, lo que ha generado a su vez, un enorme grado de irritación en personajes como el propio Rivera, que ha llegado a decir que muchos catalanes contrarios al proceso separatistas, se encuentran desgraciadamente muy acostumbrados a que este tipo de acciones, se repitan con asiduidad, dentro de su propio territorio.
Si Salvador escupió o no a Borrell, seguramente nunca lo sabremos a ciencia cierta, pero que la crispación entre quiénes resultan ser nuestros representantes en el Congreso está llegando a límites insospechados, es un hecho real y fehaciente, por lo que no acaba de parecernos mal que la Presidenta de la mesa empiece a tomar algunas decisiones que intenten frenar este despropósito que se está convirtiendo en rutina, si no queremos terminar con escenas parecidas a las que hemos visto muchas veces en Parlamentos asiáticos, en las que los  Diputados se agreden físicamente con extrema dureza.
Ya por la tarde, se cuestionaba la condena de la dictadura franquista, a favor de lo cual estaban PSOE, Podemos y los nacionalistas catalanes y vascos, pero que era sutilmente rechazado  por PP y Ciudadanos, que pedían como contrapartida la absurda idea de que se rechazara al mismo tiempo a los  movimientos comunistas, olvidando quizá que esta ideología se encuentra en la actualidad legalmente representada en los Parlamentos de todo el mundo.
Una, que estaba contemplando la escena, recordó inevitablemente aquellos libros de texto de su infancia, en los que los llamados “rojos” aparecían representados por unas figuras demoníacas con cuernos y rabo y armadas con tridentes, mientras que las imágenes de los “camisas azules” del llamado Movimiento Nacional, se correspondían con unos fornidos muchachos de complexión perfecta, que armados con la bandera del águila y un escapulario en el pecho, se mostraban como el ejemplo que debíamos obligatoriamente seguir, todos los niños y niñas del momento.
Así que en cierta medida, me sentí trasladada a una época de infausto recuerdo y la actitud de las derechas actuales, empeñadas en continuar condenando sin tregua las teorías marxistas, demostraron que sus integrantes han sido incapaces de evolucionar, puesto que su pensamiento sigue anclado a las premisas que ya defendían en los años cuarenta.
Asistiendo a esta crispación, que probablemente muchos intentarán prolongar mientras dure esta legislatura, los ciudadanos nos preguntamos con insistencia si estos señores son los más indicados para representar lo que realmente necesitamos y queremos o si simplemente han decidido dedicarse al mundo de la política por pura ambición y la respuesta es importante, porque de ella depende que en próximas elecciones volvamos a otorgarles nuestra confianza o simplemente, podamos decantarnos por votar a otras Fuerzas menos agresivas que en lugar de dedicar el tiempo a ofrecer bochornosos espectáculos como los de ayer, se preocupen realmente de los gravísimos problemas que nos afectan como ciudadanos y cuya resolución esperamos, desde hace demasiado tiempo.




miércoles, 21 de noviembre de 2018

Un Sistema en decadencia


La renuncia del Juez Marchena a presidir el Consejo General del Poder Judicial, ha levantado una polvareda en el mundo de la política y PP y PSOE, no han tardado nada en culpabilizarse el uno al otro de este suceso, utilizando argumentos bien distintos, pues en el caso de los conservadores no sólo no se admite que  la renuncia pueda haber sido motivada por la aparición de los mensajes de Cosidó, en los que se menciona explícitamente a la Sala 2, que hasta ahora correspondía a Marchena, como favorable a su causa, sino que se llega a pedir nuevamente la dimisión de la Ministra Delgado y se abandona airadamente cualquier  tipo de nueva negociación para la elección de un nuevo Presidente, provocando que de momento,  continúen en sus puestos todos los jueces que ya formaban parte de este Organismo esencial, con el polémico Carlos Lesmes, a la cabeza.
Como todos sabemos, Marchena era, hasta que se le ofreció la Presidencia que ha rechazado, quién iba a presidir el juicio relacionado con el Proces, que había correspondido precisamente a esta Sala 2 que se menciona en los mensajes de  Cosidó, puesto que volverá a ocupar de nuevo, por razones más que evidentes y  cuestión que ha sido inmediatamente aprovechada por los abogados de las defensas de los políticos catalanes que se encuentran en prisión, que han decidido recusar al Magistrado, al considerar, tras la lectura de los contenidos expresados en el chat, que se encontraría presuntamente inclinado a dar por válidas las teorías defendidas por los conservadores, quedando así contaminado para juzgar la causa, al presumirse en él una clara predeterminación sobre el modo en que ocurrieron los acontecimientos que se estudian en ella.
Atónitos ante los sucesos que están ocurriendo alrededor del mundo de la Justicia, los ciudadanos no podemos sino confirmar la mala opinión que ya teníamos desde hace tiempo sobre la necesaria imparcialidad que debe mover a los encargados de que se cumplan estrictamente las Leyes y nos sentimos, cada vez con mayor intensidad, absolutamente desprotegidos ante las vicisitudes legales que pudieran aparecer en nuestras vidas y convencidos de que en este país en el que vivimos, la separación de poderes resulta ser una mera utopía.
La poca confianza que pudiera quedarnos sobre el funcionamiento del mundo judicial ha quedado decididamente reducida a cenizas cuando hemos comprobado que las sospechas que teníamos sobre la influencia de los políticos sobre los jueces parecen ser desgraciadamente ciertas, pues los mensajes publicados hace sólo unos días y que Cosidó escribe a sus compañeros del Senado con absoluta tranquilidad, no dejan lugar a dudas sobre los intentos de manipulación permanente que los políticos llevan a cabo en casos de gran relevancia que sobre todo, tienen que ver con su propia corrupción y dan pie a pensar que lo hacen con la connivencia de quiénes los juzgan, aunque no se indique explícitamente.
Y sin embargo y a pesar de la gravedad de lo expresado en este Chat, Cosidó continúa ocupando sus cargos, como si no hubiera pasado nada y Casado, que según sus propias palabras, habría llegado a la presidencia del PP, con el afán de corregir todos los errores de gran calado cometidos por altos cargos de su Partido en el pasado, mira hacia otro lado, acusando al PSOE directamente de la renuncia de Marchena y pidiendo la dimisión de la Ministra.
No sé a quiénes tratan de convencer los conservadores abandonando las negociaciones para elegir a un nuevo Presidente del CGPJ y olvidando mencionar, supongo que de manera muy consciente, que los textos de estos mensajes manchan directamente el honor de Marchena, pero a una inmensa mayoría de los ciudadanos nos ha quedado meridianamente claro quiénes son los culpables directos de esta renuncia y que la postura de los conservadores, que  debieran haber cesado fulminantemente a Cosidó, representa una nueva huida hacia delante, de esas a las que nos tienen acostumbrados, cada vez que se ven inmersos en algún tipo de corruptela, lo que últimamente  suele ocurrir, con demasiada frecuencia.  
Lo cierto es que las consecuencias directas de estos actos, protagonizados en igual medida por políticos y jueces, acaban siempre por afectar a los mismos, es decir, a todos nosotros y que  esta desintegración paulatina de la credibilidad en  el mundo judicial, daña terriblemente la imagen que ofrece nuestro país a los ojos del mundo entero.
Herido en su médula espinal, nuestro Sistema de Gobierno, esta supuesta Democracia que tanto defienden los que se parten el pecho, a base de símbolos y banderas, ha llegado a debilitarse de tal modo, que no es de extrañar que vayan apareciendo en escena Partidos del calado de VOX, en aprovechamiento de una realidad que  debiera ser inmediatamente corregida, si no queremos perder todo aquello que tanto trabajo nos costó  conseguir,  tras haber tenido que soportar los cuarenta años de una durísima dictadura fascista.
La honradez de políticos y jueces, cada cual ocupando el espacio que les corresponde, la garantía total de la independencia del poder judicial y el obligado respeto del  poder político hacia ella, resultan ser puntos innegociables, por lo que cualquier salida de tono en este aspecto, debiera ser severamente castigada, con carácter de urgencia.
Lo inexplicable, permítanme,  es que a estas horas de la mañana Cosidó no haya sido apartado del mundo de la política y que no haya sido ésa la primera exigencia de los Jueces, en las reivindicaciones que manifiestan precisamente estos días, pues no dar su justa importancia al contenido de estos mensajes en concreto, significa otorgar credibilidad a lo que en ellos se dice y en cierta medida, aceptar que al menos algunos de sus compañeros, son proclives a dejarse convencer por las indicaciones que se les hacen, desde el mundo de la política.

martes, 20 de noviembre de 2018

Noche de sorpresas


Aunque sin duda la noticia del día es la renuncia del Juez Marchena a presidir el Consejo General del Poder Judicial, tras hacerse públicos los vergonzosos  mensajes emitidos por Ignacio Cosido, a través de un chat al que pertenece junto a muchos de sus compañeros del Senado y en los que da por sentado que el reparto de los cargos en el CGPJ favorece ampliamente al PP, llegando a decir que de este modo su Partido cuenta con varias salas de justicia, dando a entender que favorecerían sus intereses, si fuera necesario en un momento,, decido postergar el artículo correspondiente a este caso para mañana, cuando seguramente tendremos todos mucho más claro en qué queda finalmente esta rocambolesca historia que hunde todavía más, si cabe, el concepto que los ciudadanos en general ya teníamos sobre el funcionamiento real de la Justicia.
Voy a centrarme sin embargo, en el Debate que se produjo anoche y en el que participaron los cuatro principales candidatos a  presidir la Junta de Andalucía, y lo hago, fundamentalmente, porque para los que esperábamos ansiosamente el enfrentamiento de estos cuatro pesos pesados, los contenidos que se trataron durante dos horas, en la televisión andaluza y sobre todo las actitudes tomadas por los participantes mientras que duró el enfrentamiento, resultaron  ser francamente curiosas  y sorpresivas.
Nos sentamos ante el televisor, seguros de que todos los ataques iban a ir dirigidos principalmente a la gestión de Susana Díaz y convencidos de que el tema de la corrupción de los ERE y los Cursos de Formación terminarían por convertirse en la mejor arma con la que contaban los representantes de las otras Formaciones políticas, para lapidar a la Presidenta y nos encontramos con que el desarrollo del encuentro se centró desde el primer momento en una lucha a muerte entre el líder de Ciudadanos, Juan Marín y el representante del PP, Juanma Moreno, dando la impresión de que teniendo asumida su derrota en las Elecciones del 2 de Diciembre, lo único importante para ambos, en estos momentos, es ganarse la aceptación de los votantes de las derechas.
Díaz, con el natural desparpajo que le caracteriza, aprovechó sabiamente la ocasión para presumir de los logros obtenidos en el transcurso de esta legislatura y trayendo la lección bien aprendida, respetó religiosamente las opiniones de Teresa Rodríguez, de Adelante Andalucía, ajustando su discurso a las nuevas reglas que rigen ahora en el Gobierno central y dedicando toda su atención a derribar todos los argumentos que se exponían, por parte de los Partidos de las derechas.
Muy duras fueron sus intervenciones contra hasta quiénes hace bien poco, habían sido sus socios de Gobierno, consiguiendo contrariar seriamente a Marín, que durante una buena parte de sus intervenciones había estado adjudicándose una serie de triunfos, como si su partido hubiera estado gobernando en Andalucía estos últimos tiempos.
Sosos y faltos de un programa que ofrecer a los andaluces, sobre todo en el terreno laboral y social, que son realmente los aspectos que a todo el mundo más les interesan, ambos cometieron el gravísimo error de mantener como su prioridad todo lo relacionado con la crisis en Catalunya, suponemos que tratando de provocar que la Presidenta se pronunciase sobre lo que viene ocurriendo allí y fracasando estrepitosamente en sus intenciones, pues Díaz no sólo no entró al trapo, sino que reivindicó varias veces, con toda la razón, que el Debate que estaban celebrando debía circunscribirse, exclusivamente, a temas que afectaran a Andalucía.
Desarmados por este flanco y mucho más aun por el otro, pues Teresa Rodríguez fue, con mucho, la que mejor supo desarrollar los postulados correspondientes a cada uno de los bloques que se trataron, ofreciendo además, en cada momento, las medidas que su Partido propone para la resolución de los problemas reales de esta Autonomía y huyendo con habilidad de un choque frontal con una Susana Díaz, con la que seguramente se encontrará condenada a entenderse, si como auguran las respuestas, no les quedará otra fórmula que aliarse para poder constituir un Gobierno de progreso, el nerviosismo de Marín y Moreno quedó manifiestamente probado y la impresión que ambos ofrecieron a los posibles votantes, fue la de dos novatos intentando repartirse un trozo de pastel, que seguramente se llevará Marín, pues Moreno ni siquiera supo mantenerse firme en sus afirmaciones, a lo largo de toda la noche.
El tono comedido de los participantes, todos mantuvieron actitudes moderadas durante sus turnos, aunque pudo palparse una  tensión permanente  entre el popular y el de Ciudadanos, logró en ciertos momentos, aburrir al espectador y sólo dejó claro que ninguno de los dos candidatos de los Partidos de derechas, posee la talla política necesaria, para poder gobernar Andalucía.
La aparente conciliación entre Díaz y Rodríguez, que coincidieron en su visión de muchos de los asuntos que se trataron, como en el de la subida del salario mínimo o  su preferencia por la Sanidad y la Educación públicas, frente a las políticas de concierto o las privatizaciones que se defendían desde el otro lado, ayudó en gran medida a ofrecer a los futuros electores una imagen de responsabilidad que contrastó vigorosamente con la inseguridad que se percibía en Marín y Moreno.
Ninguno de los dos supo aprovechar la ocasión que se les ofrecía para potenciar a sus respectivos Partidos en este espacio andaluz, tradicionalmente gobernado por los socialistas y ni siquiera fueron capaces de sacar rendimiento de los gravísimos asuntos de corrupción que han sacudido a esta Autonomía, en los últimos años.
Brillante y poderosa Rodríguez,  en la defensa de sus argumentos y quizá un poco demasiado comedida en sus referencias a la gestión de la Presidenta, aceptando quizá que no le quedará otro remedio que llegar a un acuerdo con ella, para trabajar codo con codo, durante los próximos cuatro años, después de que se celebren las elecciones.
Díaz, que parece haber aprendido la lección que le dio Pedro Sánchez cuando la derrotó en las primarias, haciendo trizas todos los pronósticos de los llamados expertos, ofreció anoche una inusual imagen de humildad, como dando a entender que es consciente de que las órdenes de Madrid son sagradas y que está dispuesta a cumplirlas escrupulosamente.
Si la Campaña continúa por este camino, ya les digo  yo que las derechas no tienen nada que hacer en este controvertido territorio y que los comicios serán, el día dos, un paseo militar para las dos candidatas de la izquierda.
Esto, que en otros momentos podría no tener la menor importancia, es en la actualidad un reflejo de lo que está ocurriendo en el país en general y refuerza poderosamente el liderazgo de Pedro Sánchez y también el de sus socios de Podemos.



domingo, 18 de noviembre de 2018

Reliquias en el armario




Todos los Partidos políticos más antiguos, guardan en un armario cerrado con llave a viejas glorias que en algún momento del pasado representaron en los cargos de mayor relevancia a varios millones de votantes de este país  y que sacan, cuando alguna ocasión especial lo requiere, para exhibirlos como reliquias primorosamente engalanadas y minuciosamente preparadas para aportar a la causa de turno un discurso que pronuncian convencidos de que por ser quiénes fueron, resulta ser del todo infalible y que pretenden convertir, dirigiéndolo a la población indecisa, en dogmas inamovibles que no admiten controversia ni discusión, pero que en gran medida, ayudan a crear una corriente proselitista a favor de quiénes ellos mismos estén apoyando, faltando de manera inaceptable al respeto a los que disienten de su opinión, convencidos de que aún continúan siendo absolutamente necesarios para que la nación no abandone el camino que ellos mismos decidieron iniciar hace ya demasiados años y que en el momento actual, perdónenme, resulta ser incontestablemente obsoleto.
Ayer mismo, veíamos a Felipe González colaborando sin reservas con la candidatura de Susana Díaz, para las Autonómicas andaluzas, haciendo gala de esa magnífica oratoria que para ser justos, siempre le caracterizó y seguro de estar al lado de la que perpetuamente apoyó, desdeñando como todos recordaremos, las posibilidades de un Pedro Sánchez al que entonces  habían apartado abruptamente de la Secretaría General del PSOE y que por azares del destino, que suele colocar a cada uno en su sitio, ha terminado por convertirse en el Presidente de Gobierno actual, a pesar de la tremenda oposición que tuvo que soportar, cuando sacaron del consabido armario en aquella ocasión a González, perfectamente aleccionado para posicionarse a favor de la que entonces tenía en el pensamiento, regir nuestros destinos desde Moncloa.
Siempre queda muy bien contar con estas figuras relevantes que no acaban de resignarse a que el tiempo pasa inexorablemente  para todos y que tratan de mantenerse, aunque sólo sea apareciendo de vez en cuando ante los medios, para sentar cátedra con sus opiniones, pero la España que ellos gobernaron nada tiene que ver ésta en la que todos vivimos en la actualidad y el panorama político que se barajaba entonces y que se basaba en un bipartidismo alternante para el que no había competencia por parte de otros grupos políticos, ha cambiado considerablemente, para bien y otras gentes, con otras ideas, mucho más acordes con los tiempos que vivimos, han irrumpido para quedarse en el plano de la Política nacional, cosa a la que por cierto, tienen todo el derecho.
No se puede evitar que líderes de la antigua escuela, como en este caso González, presten todo el apoyo que deseen a los candidatos que crean conveniente, pero hacerlo recurriendo a comparaciones que necesariamente hieren la sensibilidad de millones de personas que libremente eligen votar  a las nuevas Formaciones que ocupan también un puesto de relevancia que nadie les puede negar, no hacen, sino emponzoñar una campaña que ya de por sí se presenta delicada y extrema, pues llegar a decir que se prefiere vivir bajo el manto de una dictadura franquista, que bajo el gobierno de un Partido como Podemos, supone un gravísimo atentado contra la libertad de quiénes decidan apoyar en las urnas a los candidato que la Formación morada presenta, en estas elecciones andaluzas.  
Mucho más grave aún resulta la afirmación, cuando se sabe que el propio Presidente Sánchez, que le guste o no a González, es ahora mismo el máximo representante de un PSOE al que ambos pertenecen, ha llegado y permanece en el poder, gracias a la impagable colaboración que le ofreciera y le está ofreciendo Podemos y debiendo intuir y no sólo porque así lo auguren todas las encuestas, que a la candidata Díaz no le va a quedar otro remedio que recurrir a Teresa Rodríguez, si pretende continuar al frente de esta Comunidad, por lo que no parece nada oportuno traspasar determinadas líneas de mutuo respeto y menos aún, recurrir al discurso del miedo para tratar de amedrentar a los electores que aún no hayan decidido a quiénes otorgarán sus votos, en los próximos comicios.
No nos consta si Felipe González piensa o no acompañar a Díaz durante todo el periplo que le queda por recorrer, de aquí al dos de diciembre, pero nuestra sincera opinión, es que los socialistas harían bien en devolverlo inmediatamente al armario en el que se encuentra habitualmente confinado, si no quieren tener después serios problemas para convencer a Rodríguez de que necesitan su colaboración, para mantenerse en  el poder en Andalucía.
Las frases en cuestión, que fueron pronunciadas por un González sensiblemente airado por la propuesta que ha hecho Podemos sobre una Monarquía que nos fue impuesta por consenso entre todos los Partidos que elaboraron la Constitución del 78, aunque lo natural hubiera sido que  los ciudadanos hubieran sido entonces consultados sobre esta cuestión en un Referendum, no parecen propias de quién procediendo de un Partido que por ser Socialista, siempre se declaró republicano y que después, quizá bajo su Presidencia, debió cambiar radicalmente de opinión, pues de otra forma resulta incomprensible esta defensa a ultranza de una Institución claramente obsoleta que tradicionalmente siempre se ha posicionado tácitamente, a favor de la ideología de las derechas.
Básicamente anclado en otra época y negándose a sí mismo la oportunidad de evolucionar al ritmo que marcan los tiempos, Felipe González se ha convertido en un venerable ancianito que más parece representar los intereses de quienes siempre fueron sus más acérrimos enemigos, quizá porque se encuentra perfectamente acomodado en los placeres que reporta  un estado de bienestar, que por cierto se viene negando categóricamente, en el momento actual, al resto de los ciudadanos españoles.
Si en su largo periplo como mandatario perdió la ideología que con tanto ahínco defendiera en sus primeros tiempos, para escorarse por conveniencia hacia unos planteamientos conservadores que zahieren la esencia misma del Socialismo, es su problema, pero otros, que en algún momento creímos en su compromiso con la sociedad, a pesar de que han pasado los años, continuamos manteniendo intacto el pensamiento de nuestra juventud y nos posicionamos, porque así nos lo permite nuestra libertad de elección, al lado de quienes nos parece que nos representan, porque entre otras cosas, hace ya mucho tiempo que perdimos la confianza en personajes que como él, no dudan en desdecirse de las que fueron sus propias afirmaciones , con tal de conservar un status de privilegio, en medio de una sociedad que anda más necesitada que nunca de líderes revolucionarios y valientes, que le devuelvan la dignidad perdida, por causa del conservadurismo que González defiende.