domingo, 7 de noviembre de 2010

El falso peregrino

La entrada triunfal en la Catedral de Santiago de Benedicto XVI, ataviado en la misma puerta con el atuendo de los sacrificados peregrinos, acapara las portadas de los informativos, concediéndole una importancia que para nada se corresponde con la ideología de un estado aconfesional.
No sabemos siquiera, si el país puede permitirse el enorme dispendio que acarrea esta visita, en vista de la difícil crisis que atraviesa, pero quizá este asunto pierda su importancia, si este señor de blanco piensa seguir proponiendo discursos en los que se permite comparar los tiempos que corren, con los previos a la guerra civil que nos azotó en el treinta y seis, quejándose activamente de la pérdida de feligresía que su religión ha experimentado en los últimos años.
No le debe pasar por la cabeza hacer autocrítica, reconociendo los múltiples errores que se cometen bajo su complaciente mandato. Podría, tal vez, interesarse por la penuria que pasan los cuatro millones de parados y, en la medida del poder que ostenta,, prestarles ayuda, como mandan los cánones de su caridad cristiana. Ignora, creo, que es facilísimo perder la fe cuando aprietan las dificultades económicas y que la desesperación es mala consejera en asuntos espirituales, sobre todo si mientras tanto, uno se entera por la prensa que los representantes católicos son adinerados banqueros que se venden al mejor postor, sin reparar en el perjuicio de los pobres.
Tampoco es de ley, que quien dice predicar la paz entre los pueblos se inmiscuya en los asuntos de una Nación sembrando cizaña entre sus habitantes, algunos de ellos con las heridas aún sin cicatrizar, echando leña al fuego de las derechas, mientras las huestes juveniles de las organizaciones más retrógradas, entonan cánticos ñoños, tipo María Ostiz, luciendo sendas camisetas unicolor entre cientos de monjas que en nada se diferencian , con sus tocas, de esos pañuelos que tanto critican cuando los lleva una mujer árabe.
Aprovecha la visita, no obstante, para que el gobierno de Zapatero paralice la reforma religiosa dando una muestra más de su olvido total de su supuesta ideología socialista, y se lo paga arengando a los posibles ganadores de las próximas elecciones, para que en su aterrizaje en el poder, no olviden su procedencia católico apostólica y, a ser posible, suban las prebendas de forma considerable, en agradecimiento por el empujoncito que ahora les da con sus palabras.
Ya quisiera este señor tener alguna de las cualidades de los peregrinos que a diario caminan entre dificultades permanentes por los senderos de Galicia. Ninguno de ellos llega a la Plaza do Obradoiro en papa móvil, sino con los pies llenos de llagas tras una experiencia de reflexión y sacrificio. Ninguno se aloja en palacio alguno, sino en humildes albergues donde reposar tras las duras etapas que el camino conlleva, ni come manjares de rey y con el rey, ni es obsequiado con nada más que la suerte de haber vivido y conocido esta práctica, que suele cambiar sus vidas para siempre.
A ver si hay suerte, y al menos, su paso por esta ciudad, le contagia un poco del espíritu admirable que mueve a las personas que coinciden en el camino, de toda clase, condición y creencia, aportándole la facultad de saber respetar a los no creyentes, permitiéndoles compartir el mismo mundo que pisan sus sandalias, que un día fueron de pescador, y que hoy se han convertido en calzado de oro que aplasta con su paso intolerante la presencia incómoda de los que le contradicen.
Puede que si centrara su tarea y empleara su tiempo en administrar justicia con todos aquellos a quien la iglesia hirió de una manera u otra, en muchos casos destrozando su inocencia, ganara algo a los ojos de su Dios y de un mundo que no entiende el gran alarde de lujo y boato en el que se mueve, mientras millones de seres humanos padecen hambre, soledad y miseria.
Yo también tengo una exigencia urgente, que supongo será secundada por millones de seguidores que esperan un mejor futuro para sus hijos: que el Vaticano reparta sus riquezas, que es el único Estado al que no ha rozado la crisis.




1 comentario:

  1. ¡¡¡ Pero que bien escribes jodia¡¡¡
    Sólo te ha faltado decirle que le vas a enviar un DVD con la pelicula de ""Las Sandalias del Pescador ".
    Un beso grande a la orilla del Mapocho
    Te quiero

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