martes, 19 de septiembre de 2017

Un nuevo error


No parece estar dispuesto el PSOE  para aceptar la propuesta de Podemos y sus confluencias, que busca una solución urgente al problema catalán y apela a una indivisibilidad de España que hace tiempo dejó de existir, como prueban los cientos de miles de ciudadanos que desde Cataluña reclaman el derecho de votar a favor o en contra de conseguir la independencia y también el apoyo que reciben desde otras partes del país y muy fundamentalmente, desde Euskadi.
Esta negativa, que no se sabe bien si se fundamenta en la batalla que plantean algunos antiguos barones, que permanecen en cargos de importancia en el Partido, aunque siempre se declararon Susanistas o al temor evidente que Pedro Sánchez siempre ha tenido a ser desbancado por Iglesias, que le gana por goleada en carisma y que bien podría convertirse, si la propuesta se hubiera considerado justa, en el capitán explorador de esa tercera vía que frenaría momentáneamente la celebración del 1 de Octubre y que propiciaría la celebración de un Referendum oficial, en el que todos los catalanes pudieran expresarse, por fin, libremente.
Ya cometió Sánchez, anteriormente y por motivos que todos conocemos, el error de posicionarse al lado de Ciudadanos y PP, con aquél acuerdo nefasto y con la consabida abstención que llevó a Rajoy a la Moncloa y aunque ha llovido ya desde entonces y las circunstancias han cambiado sensiblemente desde que Sánchez derrotó a Díaz en aquellas primarias memorables, la realidad que vemos los observadores desde fuera, dista mucho de coincidir con el discurso a favor de la plurinacionalidad que esgrime el líder socialista en sus mítines, pues  a la hora de la verdad, está apoyando las dudosas medidas que está aplicando el Presidente.
No queriendo de nuevo,  posicionarse al lado de Podemos, en una proposición que parece viable, en estos momentos que vivimos, se niega en cierto modo, a sí mismo, otra oportunidad de poder desbancar a Rajoy  y las ocasiones, por regla general, no suelen presentarse más de dos veces, por lo que la actitud elegida por el PSOE ahora, perjudica al Partido gravemente.
Quizá sea el miedo, tantas veces detectado por la Sociedad, a ser sobrepasados por Iglesias, el que nubla a Sánchez la perspectiva de lo que ocurre a nuestro alrededor, influyendo negativamente en la consideración política del contenido real de esta propuesta, simplemente por venir de quiénes viene, independientemente de los puntos que contenga.
Pero la verdad es que el recrudecimiento del problema catalán se ha convertido en una innegable evidencia y que todas y cada una de las medidas adoptadas por Rajoy, judiciales, policiales o económicas, están resultando manifiestamente un fracaso frente a la exitosa estrategia de la desobediencia propuesta por la Generalitat, que no hace más que acarrear nuevos adeptos a su causa, cada vez que algún Alcalde es llamado a declarar o la guardia civil  inicia registros en alguna empresa.
¿Y qué hacen las demás Fuerzas parlamentarias españolas, mientras estas cosas suceden delante de sus ojos? Nada. Unos se posicionan abiertamente al lado del Gobierno, como es el caso de Ciudadanos y las demás, se limitan a divagar, esgrimiendo vagos argumentos sin peso, que en nada ayudan a resolver lo que se nos viene encima, mientras el 1 de octubre está cada vez más cerca.
¿Es este punto de relativa pasividad la mejor opción, ante un problema de tal envergadura? Indiscutiblemente no. Nunca fue la inacción el mejor camino para llegar a la resolución de un conflicto.
No hay peor ciego que el que no quiere ver y eso es aún, lo que le ocurre a este PSOE que no acaba de definir con claridad su línea política y que desde luego, está verde para enfrentarse a lo gravísimos acontecimientos que nos acompañan, quizá porque esperaban tener mucho más tiempo para que su líder se curtiera en asuntos políticos y este alud imparable, se les ha venido encima, inesperadamente.
Tendrán que elegir entre ser sepultados por la avalancha o aprender a marchas forzadas una técnica de supervivencia, olvidando, por la necesidad del momento, problemas partidistas y de liderazgo, que ni  vienen al caso, ni son aconsejables, por lo menos, ahora.

La propuesta de Iglesias, o el apoyo a Rajoy. Estas son las opciones que tienen y habrán de decidir entre ellas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario