No parece estar dispuesto el PSOE para aceptar la propuesta de Podemos y sus
confluencias, que busca una solución urgente al problema catalán y apela a una
indivisibilidad de España que hace tiempo dejó de existir, como prueban los
cientos de miles de ciudadanos que desde Cataluña reclaman el derecho de votar
a favor o en contra de conseguir la independencia y también el apoyo que
reciben desde otras partes del país y muy fundamentalmente, desde Euskadi.
Esta negativa, que no se sabe bien si se fundamenta en la
batalla que plantean algunos antiguos barones, que permanecen en cargos de
importancia en el Partido, aunque siempre se declararon Susanistas o al temor
evidente que Pedro Sánchez siempre ha tenido a ser desbancado por Iglesias, que
le gana por goleada en carisma y que bien podría convertirse, si la propuesta
se hubiera considerado justa, en el capitán explorador de esa tercera vía que
frenaría momentáneamente la celebración del 1 de Octubre y que propiciaría la
celebración de un Referendum oficial, en el que todos los catalanes pudieran
expresarse, por fin, libremente.
Ya cometió Sánchez, anteriormente y por motivos que todos
conocemos, el error de posicionarse al lado de Ciudadanos y PP, con aquél
acuerdo nefasto y con la consabida abstención que llevó a Rajoy a la Moncloa y
aunque ha llovido ya desde entonces y las circunstancias han cambiado
sensiblemente desde que Sánchez derrotó a Díaz en aquellas primarias
memorables, la realidad que vemos los observadores desde fuera, dista mucho de
coincidir con el discurso a favor de la plurinacionalidad que esgrime el líder
socialista en sus mítines, pues a la
hora de la verdad, está apoyando las dudosas medidas que está aplicando el
Presidente.
No queriendo de nuevo, posicionarse al lado de Podemos, en una
proposición que parece viable, en estos momentos que vivimos, se niega en
cierto modo, a sí mismo, otra oportunidad de poder desbancar a Rajoy y las ocasiones, por regla general, no suelen
presentarse más de dos veces, por lo que la actitud elegida por el PSOE ahora,
perjudica al Partido gravemente.
Quizá sea el miedo, tantas veces detectado por la Sociedad, a
ser sobrepasados por Iglesias, el que nubla a Sánchez la perspectiva de lo que
ocurre a nuestro alrededor, influyendo negativamente en la consideración
política del contenido real de esta propuesta, simplemente por venir de quiénes
viene, independientemente de los puntos que contenga.
Pero la verdad es que el recrudecimiento del problema catalán
se ha convertido en una innegable evidencia y que todas y cada una de las
medidas adoptadas por Rajoy, judiciales, policiales o económicas, están resultando
manifiestamente un fracaso frente a la exitosa estrategia de la desobediencia
propuesta por la Generalitat, que no hace más que acarrear nuevos adeptos a su
causa, cada vez que algún Alcalde es llamado a declarar o la guardia civil inicia registros en alguna empresa.
¿Y qué hacen las demás Fuerzas parlamentarias españolas,
mientras estas cosas suceden delante de sus ojos? Nada. Unos se posicionan
abiertamente al lado del Gobierno, como es el caso de Ciudadanos y las demás,
se limitan a divagar, esgrimiendo vagos argumentos sin peso, que en nada ayudan
a resolver lo que se nos viene encima, mientras el 1 de octubre está cada vez
más cerca.
¿Es este punto de relativa pasividad la mejor opción, ante un
problema de tal envergadura? Indiscutiblemente no. Nunca fue la inacción el
mejor camino para llegar a la resolución de un conflicto.
No hay peor ciego que el que no quiere ver y eso es aún, lo
que le ocurre a este PSOE que no acaba de definir con claridad su línea
política y que desde luego, está verde para enfrentarse a lo gravísimos
acontecimientos que nos acompañan, quizá porque esperaban tener mucho más
tiempo para que su líder se curtiera en asuntos políticos y este alud
imparable, se les ha venido encima, inesperadamente.
Tendrán que elegir entre ser sepultados por la avalancha o
aprender a marchas forzadas una técnica de supervivencia, olvidando, por la
necesidad del momento, problemas partidistas y de liderazgo, que ni vienen al caso, ni son aconsejables, por lo
menos, ahora.
La propuesta de Iglesias, o el apoyo a Rajoy. Estas son las
opciones que tienen y habrán de decidir entre ellas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario